Sales del lugar dispuesta a encontrar por suerte el lugar donde guarda Snape sus cosas, sin saber realmente si es una utopía o es real eso que dicen.
Motivo: Suerte
Tirada: 1d10
Resultado: 10
ya tiro por ti.
Cambiamos de escena.
Entras en la sala común y no encuentras a mucha gente, salvo a Sylvia Evans que está repasando los apuntes de pociones cerca del fuego de la chimenea.
Me siento cerca de Silvia y saco distraido el libro de pociones.
¿Cómo lo llevas? ¿Necesitas ayuda? No dudes en consultarme, a mi las pociones se me dan bastante bien. Por cierto..¿no has oido al director? Cada uno debería estar en su sala común...
- Shh. Estoy investigando qué ha pasado con el elfo doméstico. Al que consiga saber quién ha sido el que ha sido le dan 100 puntos para su casa.- dice emocionada.
Las puertas se abren y a la sala común entran Frank y Esther, agarrados por la cintura. Observan que hay una chica que no es de su casa allí y que habla con Regulus en ese momento. Aunque son comunes las incursiones de algunos de otras casas, nadie sabe cómo lo consiguen pero de vez en cuando se "cuelan".
La chica en cuestión es Sylvia Evans.
Mire a la chica de la otra casa y fruncí el ceño separándome de Frank y acercándome a paso lento pero firme - Que hace esta intrusa aquí¿? No me gusta que miembros de otras casas estén deambulando por mi hogar a no ser que se haya preparado una fiesta previamente - sentencie cuando la miré con el ceño fruncido y las manos en las caderas en forma de asas, alce el rostro y puse cara de pocos amigos.
Acto seguido mire a Regulus y apretando los labios mire a otro lado, algo avergonzada y apretando la carne de mis caderas con las yemas de los dedos.
Suspire suave y me dirigí sofá de cuero negro de la sala común sentándome medio echándome al brazal el cual gracias al codo puse sostener mi mejilla con la mano. me cruce de piernas pero gracias a la postura se me pudo ver una buena figura.
- Espero oír que te invito un miembro de la casa en cuestión
No era que estuviera celosa de nadie, solo, que soy bastante precavida de la intimidad, podríamos tener cualquier cosa dentro de nuestra casa y no apetecía fisgones.
Aliviado veo que por fin entra más gente en la sala común.
La idea de pasar la noche en la sala común con esa empollona de Ravenclaw no era lo más emocionante del mundo.
Esther, déjala. Tan sólo está estudiando y no parece que se dé cuenta de nada de lo que pasa a su alrededor.
¿Habéis oído el anuncio del director en el gran salón? Pff, va a ser una larga noche...
Miré a Regulus extrañada pero luego caí que no estaba comiendo con los demás así que negué y me puse en pie para ponerme a su lado - No tengo ni idea de lo que hablas, no estaba en el gran salón en ese momento.... Por cierto Regulus, necesito hablar contigo, Frank puede estar presente pero esa chica no...
Dije cuando me hacerqué a la chica y la tome de los hombros acompañando la semi empujando la hacia fuera, una vez solos me acerque a Regulus hasta quedar frente a frente, algo me hizo avergonzar y con las manos agarradas posando están a la falda le mire y me incline para pedir disculpas.
- Regulus perdona me, tenia intención de atribuirte el merito de una broma muy pesada para que te echaran, lo siento mucho Regulus, estaba cegada por la envidia de tus notas en pociones siendo siempre el numero uno y te empezaba a ver como un rival un obstáculo para cumplir mi sueño de ser profesora de pociones...
Dije suave pero con voz verdaderamente temblorosa y sincera, me enderece y le mire con miedo a su reacción, con expresión de arrepentimiento, con los ojos algo rojos de aguantar las ganas de llorar.
- Comprenderé si vas a dejar de hablarme, pero, are lo que quieras para demostrarte de que de verdad me arrepiento.
Sabes que ha sido un golpe muy bajo -Miro intensamente a Esther. No es mi objetivo competir, es cierto que las pociones se me dan bien pero hay otro millón de cosas en las que tú eres mucho mejor que yo y no por eso voy buscándote problemas.
Al contemplar la melena roja de Esther una oleada de deseo me recorre haciendo que disminuya mi enfado con ella.
No soy yo el que debe decirte cómo reparar esto. Ya eres mayor como para asumir las consecuencias de tus actos e intentar solucionarlo. Por mi parte, te trataré con respeto, pero mi amistad no la tienes de nuevo aún.
- Yo se lo dije, a los Slytherin nunca hay que traicionarlos, solo a los sangre-sucia.- dije suspirando.- Pero se merece unas disculpas... aunque sí que podría hacer algo por solventar esta situación.- dice con una sonrisa picarona.- Yo os dejo solos, vosotros veréis.- dice mientras se encamina a la cama.
Me quede mirando al suelo mientras Regulus hablaba, acepte sus palabras cuando alce el rostro para verles y mas la cara picarona de Frank frunci el ceño y mire sin poder dirigir mi mirada a los ojos de Regulus .
No puedo hacer esas cosas con Regulus! No para comprar mi perdón.
Me acerque a Regulus lentamente y una vez frente a frente con le lleve mi mano derecha a su pectoral, con todo el esfuerzo que pude dirigí mi mirada a sus ojos observándolos unos instantes. No pude dejar de verlos pero enseguida desvíe la mirada algo sonrojada.
Si me acuesto contigo. No es para comprar mi perdón, no quiero que pienses que solo me acostaria contigo por eso Regulus.
Me hacer que un paso mas juntando nuestros cuerpos, mis pechos tocaban el pectoral de Regulus y mi mano apretaba la camisa del chico, lentamente puse mi frente al hombro de el. Apoyado mi cabeza susurré.
Perdonadme.. Me pones a mil... Pero ... No puedo... No puedo evitar sentirme una prostituta... Y contigo no quiero sentirme mal cuando me derrames el semen por la cara.
Mencione suave con voz temblorosa. Podría hacerlo sin problemas, mi maldición lo permitiría, pero mi mente es diferente, sinceramente siempre quise acostarme con Regulus pero no con esas condiciones.
Así que me mantube en aquella posicion , pegada a el, con la frente en su hombro como si pidiese a gritos un abrazo de el, cualquier tipo de contacto físico.
Abrazo a Esther sintiéndome mal por lo que había insinuado con mis palabras. Le doy suaves besos en la cabeza aspirando el olor de su cabello.
Tranquila, tranquila...está todo olvidado. Te perdono, Esther.
Post desde el móvil.
Senti como Regulus me abrazaba y sentí un agradable calor, cerré los ojos dejando que besase mi cabello, sonreí minima mente dejándome llevar. Mientras le agarraba de la camisa, con la mano libre abracé a Regulus.
Gire el rostro para verle, manteniendo la cien en su hombro. - ¿te gusta mi cabello? - pregunté cuando mi cuerpo por si solo se acerco mas a Regulus, acerque mi rostro al del chico muy lentamente, mientras, soltaba su camisa y llevaba la mano a su mejilla, el lado mas alejado acariciándosela con mimo.
Por fin me pude acercar lo suficiente para besarle la mejilla suavemente, un beso... otro.. otro... otro... acercando me peligrosamente a la comisura de sus labios el cual me detuve a dar un movimiento mas. Con los labios a escasos centímetros, tocando nariz con nariz acaricie la mejilla con el pulgar.
Si el desea besarme, es libre, pero, no me veía con valor de tener la iniciativa, aun me sentía culpable.
Regulus no parece estar, puedes ir haciendo otra cosa si quieres