Era de noche cerrada, dormias cuando algo te desperto en plena noche. Una voz de hombre, profunda, llamandote....
La primera vez te parecio parte de un sueño, cuando este llamado se repitio tus ojos se abrieron de par en par.
- Marie No temas Marie, soy un amigo, quiero ayudarte.- Sentistes como si cada silaba arropara tu alma aportandote un destello de paz.
listo
Pícara se desperó por completo, miró a todas partes: ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?
Por un momento pensó que otra mente se había introducido en ella, pero al contrario que cuando eso ocurría, sentía paz y tranquilidad, en vez de lucha y ansiedad.
Se levantó rápidamente de la cama y trató de observar todo a su alrededor, intentando encontrar al hombre que le estaba hablando.
¿Te importa que sea Marie en vez de Anna?
:P
- Marie, tienes que salir de alli enseguida. Hombres armados están punto de llegar, coge lo imprescindible y sube a la azotea del edificio mas alto de la ciudad, espera alli.
La voz cesó. Solo escuchaste un inmenso silencio... demasiado silencio. Ni los gatos del callejon, nada. La calma era total, densa y abrumadora. Cada minimo movimiento te parecia que producia un ruido ensordecedor, tu respiracion y tus pasos.
Las sombras parecieron moverse, como si alguien hubiera enfocado brebemente una linterna a tu ventana.
Las farolas de toda la calle se apagaron a la vez, dejando sumido el barrio en la oscuridad.
- ¡Mierda! Y ahora... ¿Qué está pasando? pensó la joven todavía en pijama, cogió su mochila (aquella donde llevaba lo imprescindible, ya que no era la primera vez y ya estaba preparada para ocasiones como aquella) y miró por la ventana en la inmensa oscuridad antes de salir volando por ella.
- ¡Mierda! ¡En pijama! ¡Aaahhhhh! suspiró la joven Marie mientras echaba al vuelo dejando atrás unas linternas y sombras que justo en ese momento entraban en su habitación, la habitación de un pequeño apartamento en las afueras de Jackson (Mississipi).
Unos minutos después estaba en el edificio más alto de la ciudad, pero se acurrucó junto a la pared, ¿Qué diablos hago aquí? ¿Por qué me fio de una voz en sueños? Pero sin saber por qué su huída sin rumbo le llevó al lugar donde la voz que la alertó le había indicado que fuera. Sin embargo, era precavida y se quedó en las sombras, tratando de no estar a la vista de nada ni nadie que hubiera por los alrededores.
Una tenue luz iluminaba la puerta que daba a las escaleras, esas que ella no había usado para subir, pero si alguien las usaba, le vería antes de que pudiera ser descubierta, así que se quedó allí en la oscuridad, acurrucada como una niña pequeña, sientiendo el frío de la noche en sus pies descalzos y en su cuello descubierto.
Abrazada a su mochila, donde se incluían sus pertenencias más preciadas, se quedó esperando... sin saber qué esperaba ni a quién...
Unos instantes más tarde, su otra psique apareció: ¡¿Qué crees que estás haciendo, Niña?!
- ¡Déjame en paz! contestó mentalmente Pícara.
- ¿Crees que va a venir a salvarte un príncipe con caballo blanco? ¡Ja! ¡Qué ilusa! ¡Esa voz seguramente te atraerá a una trampa y caerás en ella de pleno!
- ¡Déjame! respondió.
- ¡Será divertido ver cómo te atrapan y te torturan por ser mutante! ¡Sufrirás como yo estoy sufriendo por tu culpa!
- ¡Qué me dejes! ¡Fue un accidente! Yo... cerró los ojos... no sabía que iba a pasar lo que pasó.
Bueno, paro ya que me podría extender demasiado :P