Partida Rol por web

Son demasiados para abrir un hueco matando solo a uno, eso es lo que pensaba Natalie cuando intentó enfrentarse a esa masa de zombies. Logró aún así matar a uno más, de los cinco zombies más cercanos uno fue el que la hirió de nuevo, detrás habían como diez más, pero no alcanzaban con sus largos brazos a agarrarte, debido a los cinco zombies que ahora se te echaban encima.

Necesito entrar.

Doy una vuelta sobre mí misma golpeando la puerta en el púnto álgido, imprimiendo todo le peso de mi cuerpo.

(Vuelvo a patear intentando entrar)

Por fín la puerta se rompe y ves tu querida motosierra al fondo.

Entro como una exalación, aparto todo el material y agarro la motosierra. La enciendo, deleitándome con su sonido.

Vamos chicos- digo girándome hacia los zombis- venid con mami.

Espero a que el ruido les atraiga y les ataco en la puerta. No pueden pasar muchos a la vez.

Natalie comenzó a matar uno a uno cada zombie que se asomaba por la cabaña con la nueva adquisición de su padre. De hecho, resonaba con fuerza, así que eso permitiría que los zombies de los alrededores la localizaran también.

Salgo en tromba girando sobre mí misma con movimientos casi de bailarina, transformándome en un torbellino de dientes giratorios.

Uno se abalanza sobre mí y le recibo con la suela de mi zapato, que acompaño con un golpe en la cabeza con el borde que corta de la sierra. Su cabeza estalla en mil pedazos, que vuelan por todas partes. Uno aparece a mi espalda e impacta con el pecho contra la sierra, lanzando esquirlas de hueso por todas partes.

No han caído apenas dos y ya estoy cubierta de restos.

En la siguiente oleada parto a tres por la mitad de un solo golpe, dejando sus torsos aun sobre sus caderas y lanzándolos  lejos de una patada giratoria.

El hueco ya es más amplio y me permito el lujo de dar algunas patadas directas a sus cabezas, entre giros veo a otros dos que están apartados de los demás y cargo hacia allí, destruyéndoles con 2 golpes, el primero de arriba abajo y el segundo de abajo a arriba, dejando dos mitades  cortadas en una perfecta diagonal.

Otros cuatro se me vienen encima de sopetón y doy un paso atrás haciéndome el hueco justo para poder agarrar la motosierra por el extremo y de un amplio arco destruir completamente sus cabezas y hombros, que dejan una neblina roja en lo que antes era la parte superior de su torso. Sin dejar de girar golpeo a otros 3 que quedan cerca, primero con una patada doble de tijera y después directamente con la sierra que les deja convertidos en jirones de carne.

Uno a uno se van amontonando los cadáveres en frente de la chica, que gira sobre ella con gran agilidad, ya que está acostumbrada a utilizar la motosierra como herramienta de trabajo. La sangre le salpica el cuerpo y la cabaña toma un tono rojizo. Finalmente los zombies parecen cesar y Natalie puede finalmente escapar del lugar con su motosierra.