El Bedel te acompañó hasta el despacho del director. Cuando pasaste por la sala de la secretaria, la viste allí trabajando y levantó la cabeza para ver lo que sucedía. Hector se encogió de hombros y esta sonrió.
Ambos entrásteis al despacho del director, que estaba pasando unas cosas en un portatil y el bedel te indicó que te sentaras en una silla, para acto seguido, salir de la sala nuevamente.
Sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, negué con la cabeza mientras abría el expediente de David.
Vete contándome por qué estás aquí, David. Le dije mientras observaba los informes del anterior instituto y de sus antiguos profesores. ¿Qué dice el Bedel que has hecho?
-Fumar.
Lo dije antes de sentarme, casi instintivo. Inexpresivo y sin ganas. No me gustaba estar alli.
Luego si, me sente, dejandome caer, en posicion cansada. Era una situacion demasiado faimilar.
-Y tiene razon. Estaba fumando. Esos dos que estaban conmigo no fumaban, era mio. Pero es que no he visto ningun cartel ni nada, ni sabia que no se podia fumar. Pensaba que no pasaba nada, estaba al aire libre y todo eso.
¿Fumar? ¿Fumando dentro de la escuela? Vale, es el primer día, es nuevo en el colegio, aunque dudo que le dejen fumar en su anterior colegio, vamos. Que fuerte.
Ajá. ¿Era tabaco, me imagino, no? A ver, vacía los bolsillos arriba de la mesa. Le dije tranquilo.
Y aunque no haya carteles, está prohibido fumar en el colegio. Lo que hagas fuera de la puerta de entrada, me da igual pero aquí dentro, bueno, está prohibido.
-De verdad que no lo sabia. De haberlo sabido, no lo habria hecho.
Vaciarme los bolsillos. Putadon del quince.
-Era tabaco de liar... pero ya se me ha acabado...
Lo dije mientras me levantaba y empezaba a sacar cosas de los bolsillos. Afortunadamente, la piedra de hachis la llevaba, como siempre que voy al instituto, dentro de la cartera. No se iba a poner a registrarme la cartera, por dios bendito. Eso quiza hasta sea ilegal. Normalmente lo llevaba en el bolsillo, a mano, por si aparecia la madera y pretendia registrarme tener tiempo de deshacerme de ello. Porque los maderos si que pueden registrar, claro.
Tampoco llevaba nada mas "comprometedor". Hay cosas que en el instituto no necesito para nada.
Fui poniendo sobre la mesa todo lo que llevaba encima. Las llaves, la cartera, un paquete de tabaco (ya le habia dicho que el de liar se me habia acabado), mi mechero que ya no funcionaba, una navaja, el abono transportes, el ticket del mercado donde habia comprado el pan esa mañana, un par de envoltorios de caramelos, un reproductor de mp3, una pila gastada y un boligrafo.
-Ya esta.
Cuando dejé de hacer lo que estaba haciendo en el ordenador y miré lo que se iba sacando del bolsillo, lentamente los ojos se me iban abriendo cada vez más.
El tabaco y lo demás, vaya y pase, pero... ¡una navaja! Bueno, la utilizará para cortar... ¿qué cosa? Necesito una aspirina.
Me cogí las sienes con los dedos y comencé a masajearla cuando sonó el teléfono. Era del cuarto del Bedel. Cogí el teléfono y escuché lo que me decía Hector.
- Ajá. Vale, sí, ahora se lo pregunto, gracias. - Dije y colgué.
Miré a David y negué con la cabeza.
- Mira, David, entiendo que fumes y que tengas ganas de fumarte un pitillo, pero aquí dentro, no sé puede. Otra cosa... - Cogí la navaja. - Esto... intenta dejartelo en tu casa, no me gustan estos chismes y por último, la próxima vez que te lies un porro dentro de mi escuela, voy a tener que dar parte, ¿estamos? Ahora, dame la piedra y asunto arreglado. Y no me digas que no la tienes por que me acaban de decir que te han visto guardartela. -
Deje escapar un suspiro mientras miraba al techo.
-Ya he dicho que era tabaco de liar... Si, cierto, tengo algo de hachis, pero no lo he usado...
Naturalmente, era una mentira como una casa. Cogi la cartera y saque lo que me quedaba. No demasiado, quiza para un canuto o dos muy flojos, pero aun asi, ahi iban dos o tres euros. Esperaba que no me lo quitase. Lo cogi y se lo enseñe.
-Y la navaja es para pelar manzanas...
Tambien era mentira, pero ¿que iba a decir? No era para matar gente. No era una navaja demasiado grande y entraba dentro de lo legal. Me he metido en lios, pero joder, nunca me ha dado por apuñalar a nadie. Simplemente es algo que me gusta llevar encima.
Volví a negar con la cabeza.
Y todo esto en las dos primeras horas de clase. ¿Qué le hago? ¿Le meto una sanción o la dejo correr?
- Vamos a ver, vale. Esto es lo que haremos. La piedra y la navaja me la quedo yo, se las daré al bedel en una bolsa de papel y te las entregará a la salida. Y a partir de mañana, no quiero verte con nada de eso, ¿está claro? Si se te ocurre traer una navaja a la escuela y por cualquier cosa te la veo en la mano, te expulso sin dudarlo. Lo mismo si te pillo fumándote un porro aquí dentro, ¿queda claro? -
Sólo espero que entre en razón y me haga caso. ¡Y esto es sólo el primer día!
Tarde un par de segundos en contestar. Era una chorrada discutir realmente, pero es que no queria quedarme sin mis cosas.
-Oiga, en serio, no voy a cargarme a nadie. Mire la navaja, es pequeña, esto no serviria como arma, joder. Entiendo que me quiera quitar el hachis, vale, pero deje que me quede con la navaja. No va a hacer daño a nadie. Es muy pequeña, es legal, de verdad.
No podia quitarme de la cabeza el hecho de que si fuera un alumno modelo el que llevara la navaja no se la quitaria. Es inofensiva.
Pero por el gesto del director podia deducir que no iba a cooperar. Al menos no me iba a sancionar ni nada. Decidi achantar y le di las dos cosas. De quien no me fiaba era del bedel. Me habria sentido mas comodo si el director me hubiera dicho que me lo devolveria el personalmente.
Despues de darle las dos cosas, volvi a guardarme el resto de mis efectos personales. No pude evitar suspirar de nuevo. Aun estaba de pie y me quede con las manos en los bolsillos.
--Bueno, ¿puedo irme ya?
- Sí, anda, tira para el patio y pórtate bien. - Le dije mientras le señalaba la puerta del despacho.
Cuando salió, negué otra vez con la cabeza.
Adolescentes.
Te paso al patio otra vez. :D