Al medio día del segundo día desde que se separaron de losjJutos el langskip danés llego a las costas de Fyn. Por fin estaban en casa. La mayoría de la gente permanecía en el puerto para dar la bienvenida a sus familiares, maridos e hijos, que habían ido junto con el grupo enviado por el jarl como parte de la tripulación. La alegría y el júbilo resonaba en Rohald, aunque los llantos y la tristeza estaba presente pues dos de los hombres de Osvif no habían vuelto de tan arriesgada expedición. Mientras los marinos desenbarcaban los fardos del snekjar el grupo fue llevado ante el jarl Hrolf junto con el capitán del barco y los dos jutos. Las noticiaas eran ciertas, en Fyn nadie había visto la llegada de la princesa Hedriss ni del hijo del jarl Hord...
-Bienvenidos-sentado en su silla en la casa comunal el jarl saludaba a los que ante él se presentaban mostrando alegría, aunque no entusiasmo pues todos sabían del carácter del jarl- Me alegra que esteis de vuelta, estoy deseando oir vuestras hazañas y sobretodo saber si encontrasteis a la Dama y que os dijo.
Yngwe se llevó la mano al pecho y hizo una leve reverencia bastante sonriente. El semblante del grupo era más bien serio, quizá las discusiones de la última aventura terminarían por separar a la compañía pues el hirdman estaba más alejado que nunca de la fidelidad que todos habían proclamado a Jorunn, más este era el final del camino y Yngwe suponía que correspondía a Jorunn ser quien informara a su padre y mostrara la lanza, al fin y al cabo, él era solo un scalda.
Sus palabras pasarían de boca en boca entre aldeanos, quizá incluso podría soltar bravuconadas ante el Jarl en una mesa con el vino, la comida y la música. Pero ahora no era quizá el mejor momento para chanzas y sagas
Jorunn hizo un gestó de respeto antes de hablar. Sentía la cercanía de la lanza y las miradas de sus compañeros clavadas en ella. Ahora le tocaba contar la historia y en sus manos estaba repudiar o no a Sigurd. Ha sido un viaje duro. Un viaje que nos ha traído muchos cambios y que aún habrá de traer más. Jorunn levantó la cabeza y, mirando a su padre comenzó a narrar la historia.
Dejaré la lírica de un lado, Yngwe sin duda alguna se encargará de cantar los detalles de la expedición, aunque ha demostrado ser tan hábil con las armas como con su voz—dijo elogiando al hombre, pues su capacidad en la batalla había sido lo suficientemente sorprenderte como para hacerle merecedor de aquellos elogios. Nadie esperaba que el scalda hiciese algo más que no fuese cantar y, quizás utilizar sus hechizos. De hecho, el hombre había sorprendido a la joven quien no esperaba mucho de él después de que este le anunciase que había "seres mágicos" en la playa. Además, esto es lo suficientemente importante como para ir al grano. Encontramos a la Dama,y aunque parece incluso más poderosa de lo que dicen las leyendas, no es el monstruosos ser que todos piensan. Después de contarle lo sucedido, la bruja nos contestó con un acertijo.
Fuego y hielo, miedo y valentía,
muerte y vida, noche y día serán solo uno.
¿Quién puede impedirlo cuando,
hasta los dioses se arriesgan a caer?
Los hijos pagarán por los pecados de sus padres.
Jorunn esperó a que esas palabras cayesen en los oídos del jarl antes de continuar. La dama nos explicó que quizás nosotros podamos optar a un combate justo. Dijo que era el principio y que nada sería en vano. Y nos instó a buscar el rostro de Odhin.
Volvimos pues en dirección al barco, pensando en estas palabras cuando de pronto, en una cumbre vimos dos cuervos volando y un destello. Mientras yo subía, mis compañeros se quedaron luchando contra unos lobos que aparecieron. La capa que ahora llega Sigurd es la piel de uno de esos lobos. Todo esto parecía indicarnos que lo que había arriba era importante...y así era.
Jorunn mostró la lanza a su padre. El arma brillaba bajo la luz del sol, haciendo destacar los pequeños grabados, las runas y, especialmente los cuervos. Sin duda alguna era una arma maravillosa. Padre, creemos que se trata de la Lanza de los Cuervos, forjada por Baldr. En cualquier caso, es un arma magnifica. Hay quien piensa que sobre ella hay una maldición, pero no se puede asegurar. Lo que si puedo asegurar, es que después de haberla portado y utilizado...pocas lanzas he visto como esta.
Finalmente, descendimos hasta la cala donde Osvif no esperaba. Allí, antes de partir, los dioses marcaron a Sigurd como Ulfhednar... al llegar a aquel punto, la chica titubeo. Era una información demasiado importante y que conllevaba mucha historia. La conversión fue además muy oportuna, puesto que Sigurd y yo habíamos tenido discrepancias—reconoció finalmente. Los dos nos equivocamos y los dos teníamos razón. En todo caso, después de aquello pusimos rumbo a casa y disfrutamos de un viaje medianamente tranquilo hasta que nos encontramos a los piratas que habían atacado al séquito de la princesa Hedriss. Allí ayudamos a un barco que se encontraba en apuros y... Guerd Latik, el capitán de la embarcación. Latik es, además de un gran luchador, tuerto... Quizás las crípticas palabras de la Dama se refiriesen a nuestro encuentro.
La joven esperó a que el jarl hiciese una pregunta antes de levantarse.
Por fin en casa. Pero sin tiempo a descansar y con el justo para saludar a los conocidos, el jarl reclamó la presencia del grupo. Hild entró en silencio, con el rostro serio, saludó al jarl con una leve inclinación de cabeza y se situó un poco más apartada que el resto, escuchando expectante lo que allí se fuera a decir. Ninguno hablaría hasta que el jarl les preguntara, a excepción de Jorunn que, al fin y al cabo, tenía que ser la encargada de contar lo acontecido durante la travesía.
Escuchó el relato de la aventura sin inmutarse, a excepción de un ligero fruncimiento del ceño ante ciertos comentarios, pero no interrumpió en ningún momento la historia. Si el jarl tenía intención de preguntarle daría su opinión, aunque esperaba que, de hacerlo, lo hiciera en privado, pero mientras tanto se mantenía a la espera de las conclusiones del jarl.
Hrolf escucho con atención las palabras de su hija, rascandose la barba y tratando de buscar alguna explicación a lo que había soñado. Pero no parecía tener sentido para él.
-Hild, tu eres quien hablas con los dioses, la que puede ver el futuro. Dime si para ti las palabras de la bruja tienen más sentido que para mi.
Con el peso de las miradas sobre ella, Hild respiró hondo antes de hablar.
- Las palabras de la Dama son oscuras y enigmáticas, y para mí está claro que se acercan tiempos aciagos. Creo que una guerra está en ciernes, sobrevolando ya nuestras cabezas y ninguno de nosotros podrá escapar a su destino. El secuestro de la princesa así parece confirmarlo. Deberíamos estar preparados pues ninguno podrá mantenerse al margen de lo que está por llegar.
-La princesa juta...-murmuró el jarl quedándose pensativo unos segundos- hablad pues-señalo a los dos jutos que os acompañaban- ¿cómo unos malditos piratas secuestraron a la futura mujer del jarl Hord, mi amigo?
El mas grande de los dos, se apresuró en responder.
-Jarl Knudsson, la princesa Hedriss iba en un barco danés juntos con el principe Vagn y...-el hombre parecía un poco alterado pues por el tono del jarl parecía que los acusaba por haber perdido a la princesa y estaba deseoso de defender su honor pero su compañero, mas calmado lo interrumpió antes de que hiciera enfurecer al jarl.
-Jarl Knudsson del clan Kjari, disculpad los modales de mi compañero. Comprended que hablamos del honor de la guardia real del rey Olaf de Jylland. Nosotros escoltábamos el barco danés en el que viajaban la princesa Hedriss como el principe Vagn Hordsson cuando...-y tras ello comenzó a relatar lo que había ocurrido tal y como os lo había contado Guerd Latik a vosotros en aquella playa.
Cuando terminó el relato el jarl parecía contrariado.
-Hrmmm... esos malditos piratas, llevan todo el año dando problemas pero esta vez no se quedarán las cosas así. Mandaré un mensajero a Odense pero tenemos que actuar rápido si no queremos una guerra entre daneses y jutos, por no hablar de lo que pensará el rey Frodi-apretó los labios al pronunciar la palabra rey pero siguió hablando si exponer sus pensamientos- si no se celebra esta unión. Osvif, mañana por la mañana partiréis hacia Hirsk. Los llevarás a todos junto a los dos Jutos y trataréis de hacer todo lo posible por evitar la guerra que ha presagiado la bruja. Se que estais cansados despues de tan largo viaje, pero es necesario que partais cuanto antes y Osvif eres el mejor capitán de todo Rohald, no podría confiar la vida de mi hija y los demás a cualquier otro. Apresuraos y haced lo que sea necesario para mantener la paz en Scandia.
Aquello fue una mala noticia para todos, los hombres y mujeres estaban cansados de la travesía pero no tenían mas remedio que marcharse de nuevo. Bajo el mando de Osvif, irían a Hirsk, la ciudad de las cadenas. Una ciudad repleta de piratas y refugiados y lo que era aún peor, el destino de toda Scandia estaba en sus manos. Al menos aquella noche en Rohald se celebró una pequeña fiesta en la sala comunal donde todos comieron, bebieron, cantaron y rieron pero nadie mencionó el objetivo de su misión.