Partida Rol por web

El templo de Ulric, el Señor de los Lobos, se encuentra en las afueras de la ciudad. Es un templete pequeño, de madera y algo de piedra, cubierto con pieles de animales como adornos. Dentro del mismo, se puede ver un pequeño altar, sumido en la oscuridad y la frescura de la piedra, aunque de correrse las pieles que cubren el techo (puede verse unas sogas y poleas a tal fin), el sol cubriria durante gran parte del dia el altar.

Joseus, al ingresar, no ve a nadie. Pero al cabo de unos momentos, un hombre fornido aparece entre un cortinaje detrás del altar.

Al aproximarse, Joseus nota que el hombre cojea de la pierna izquierda.

-Bienvenido al templo de Ulric, ¿en que puedo ayudarlo?-dice el hombre, antes de ver bien a Joseus. Al aproximarse mas, sus ojos pasean sobre las pieles que recubren la figura del hermano, y dice:

-Ahh, un hermano! ¿Has tomado los votos ya? Veo que no, la marca de Ulric aún no pesa sobre ti. Dime en que puedo ayudarte, cachorro. Mi nombre es Heinrich Jarke, Sacerdote de los Lobos.

- Con gesto apesadumbrado, miro al sacerdote...Señor, estoy perdido, creo que me estoy desviando del camino del lobo, sus hombros caen y se mira las manos con fiereza, He alquilado mis brazos, como un simple mercenario sin honor, vuelvo a mirarle con gesto implorante en los ojos, Necesito volver a oir al lobo, necesito su guia...

El sacerdote mira a Joseus con algo de comprensión.

-Hijo mío, las primeras etapas son duras. Los cachorros deben afilar sus dientes antes de salir a cazar en manada. ¿Que mejor forma que siendo contratado para eso? No hay mal en ello, muy al contrario. Siempre y cuando, claro está, que no rompas los preceptos de Ulric. Si te contratan para la batalla, se siempre el mejor, y piensa como un lobo. Se astuto, como los mismos, y actua en conjunto, como las manadas.

Hace una pausa, luego de hablar, y pregunta:

-Hermano, ¿rezas a Ulric todas las mañanas? Eso es importante. Si no lo has hecho, arrodíllate a mi lado, y emitamos plegarias al Señor de los Lobos.

- Si padre, pero me encuentro solo, sin el solaz de los hermanos que me infunden su fuerza y lealtad, recemos padre...me arrodillo a su lado y por fin despues de mucho tiempo me encuentro como en casa, rezandole al lobo, para pedir su guia y aprobacion en compañia de un hermano en la fe...por fin estoy, bien.

Joseus reza ardientemente ante el altar, y siente que sus pensamientos oscuros se aquietan. Sosegado al fin, finaliza las oraciones.

- Me levanto y saludo al sacerdote. Gracias padre, mi alma vuelve a estar en paz, seguire el camino que el lobo me marca y ese esta por el momento en el camino iniciado.

-Vuelve cuando desees, hermano, y no olvides que lo que puedas dar para mayor gloria de Ulric será aceptado. La hucha para las limosnas se encuentra a la entrada.

Con esas palabras, el sacerdote te despide.

- Hasta la vista, padre. Al salir dejo la mitad de lo que llevo en la bolsa en la limosnera y ya con actitud fresca y renovada, me dirijo de vuelta a la posada.