Partida Rol por web

- Al oir el desgarrador grito, todos se abalanzan hacia la habitacion de arriba, incluso el enano, que suelta de improviso la camilla, haciendo que se desequilibre y Bork, caiga de nuevo al suelo, con cuidado, vuelvo a colocar al enano en la camilla y espero con el martillo en la mano, lo que pueda provenir de las escaleras.

Ya habiendo revisado el lugar, solo restaba volver a la taberna, el sitio donde descansabais. La vuelta, aunque podría contarse como una victoria, fue acompañada por un aire triste y desesperador. Quizas por el caído, Bork, y los dos heridos graves, que sostenian sus heridas y caminaban con entereza. O por la lluvia, ahora convertida en una llovizna, que caía sobre vuestras ropas y empapaba la misma, y vuestros ánimos. El barro de las calles se pegaba a vuestras botas casi tanto como el olor a sangre y muerte que había quedado en el refugio de los ladrones.

Nadie había salido indemne, pero se habían batido contra numerosos enemigos. Aunque, una voz les susurraba a los mas prudentes, no tan bien preparados los enemigos, por suerte.

Al llegar a la taberna, subis las escaleras y os dejais caer tal como estais en las camas, o en sillas. El tabernero, conocedor ya de vuestro empleado, manda a llamar a un cirujano, y os pregunta si algo mas deseais.

- Una vez en la posada, coloco a Bork en su camastro en espera del cirujano, a vez que entono una plegaria a Ulric en honor al herido grave.

El mismo médico o cirujano de la otra vez, llega al cabo de una media hora. Con el, llega un ayudante.

Al ver a los heridos en los camastros, el ayudante palidece, pero el médico, sin decir palabra, los revisa a uno por uno, en orden de gravedad. Comienza a darle al ayudante instrucciones que no logran comprender demasiado, excepto Joseus con sus conocimientos de sanación impartidos por los hermanos de Ulric, y comienzan a trabajar, luego de esparcir abundante arena que trae el posadero en la habitación.

Luego de varias horas de esfuerzos, finaliza, con su frente llena de sudor, y su delantal lleno de sangre. La arena del piso está húmeda por la sangre, pero todos respiran, al menos.

-Tardarán unos días en recuperarse. Volveré mañana.

Y sin decir mas palabras, se retira, con su ayudante. Todos tienen, con excepcion de Joseus, marcas de la batalla. Lahareda y Garth estarán ciertamente algo tiesos un par de días, pero sin complicaciones.

Luego de que el posadero haya barrido y limpiado la improvisada sala de curaciones, el enano entra a la misma, preocupado.

-¿Que ha sucedido? Contadme.

No sabeis que les ha dado el médico a los peor heridos, pero estan concientes, aunque algo mareados y quizás también algo confusos.

El elfo por fin en reposo trata de conciliar el sueño, dejandoles la labor de un informe a aquellos que estan mas enteros. Lahareda sin dudas podra dar un informe bien pormenorizado de lo que ha pasado. Yo estoy lo suficientemente cansado como para poder decir algo coherente, sobretodo luego de esa tremenda vision... Dioses!... ¿que significado tendra eso?. Ya veremos, mañana con la mente mas fria y despejada y rumiando oscuros pensamientos el elfo se duerme livianamente.