Partida Rol por web

Las calles de la ciudad los llevan a traves de sinuosas curvas, hasta llegar al Mercado. Ya habían pasado por alli, en el día que ingresaron a Mittenheim, pero en esos momentos no había tanta gente como ahora. Las tiendas están abarrotadas de mercancías, sean estas carne, verduras, telas o animales vivos, en los corrales. Rebuscando entre la multitud de tiendas, veis dos que os llaman la atención: dos armerías, una posee el simbolo enano de la fragua, la otra tiene un cartel que muestra un martillo y una herradura. Seguramente la armería enana sea mas cara, pero sabeis que es mejor. Aunque, cierto es, el oro no abunda en vuestra bolsa.

- Probemos suerte en la herreria enana, nada perdemos por preguntar...y me dirijo a la herreria con paso decidido.

voy contigo a ver si hay algo que podamos comprar.

Ingresais en la herreria, y veios que tiene unos cinco metros de ancho por unos quince de largo. Es una habitacion grande, dividida por una arcada, toda de piedra. Pasando la arcada veis un enano fornido delante de una forja que emite un calor infernal. El enano está ocupado martilleando una espada de fina hechura, y podeis ver que, detrás de la forja, por una puerta posterior, dos muchachos humanos estan atareados trayendo agua del fondo del lugar, y carbón de un costado de la forja. Cada tanto, uno de ellos hace una pausa y comienza a manejar el fuelle, alimentando aun mas el calor que proviene de la forja.

Al cabo de unos momentos, el enano deja de martillear, y hunde la espada en un barril con un liquido oscuro, que al momento comienza a sisear. En ese instante, os ve y va a vuestro encuentro.

-¿Que deseais?

Saludos maestro herrero, estamos buscando un poco de equipacion.

Para ser exactos una espada, y un martillo de guerra. Como nuestro bolsillo ultimamente esta un poco flojo estamos mirando a ver que tal, y como nos dijeron que aquí era el mejor sitio calidad precio decidimos probar.

También buscamos un escudo y una daga de parada.

Dice con una sonrisa.

El herrero, evidentemente halagado por las palabras de Ulric, llama a uno de sus asistentes.

-Lorgh, ven aqui y traeme el baul!!.

El ayudante llega al cabo de unos momentos, arrastrando un baúl grande y con ruedas. El herrero lo abre, y les muestra la selección.

-Es usted evidentemente un conocedor. El mejor lugar de la zona, si señor. Las mejores armas y armaduras, a su disposicion.

Mientras dice esto, el enano despliega unos cueros embreados, en cuyo interior hay grasa, que cubren unas armas de muy buena calidad. No son de las mejores, pero, al tomarlas en sus manos, os dais cuenta que son mas manejables que las de hechura comun.

Hay hacha de mano, espada y martillo de guerra. Escudos y dagas, al igual que una daga de parada, pueden verse colgados en las paredes. No son iguales que las que tiene en el baúl, pero parecen ser buenas.

-Les cobrare 55 piezas de oro por todo.

Debajo del baúl, puede verse el brillo de un arma que parece ser excepcional.

se las mira tranquilamente, después se toca un poco la barbilla, se las vuelve a mirar...
coge la espada y hace un par de movimientos, después se la devuelve.

nada mal nada mal...muy manejable esta espada, 50 y daré a conocer su procedencia y fabricante

El herrero queda pensativo unos instantes.

-55 piezas, pero te doy un puñal además. Me gusta eso de que diras de quien es. Mi nombre es Maese Griboksson.

- Tomando con habilidad el martillo del baul, ejecuto un ocho con el comprobando el equilibrio y la adaptabilidad (se entiende que lo pruebo en algun lugar con el suficiente espacio.), despues me embrazo el escudo y hago un gesto apreciativo al enano. Excelente, Maese Griboksson, hacia tiempo que no tenia en mis manos armas de tal calidad.

Maese Griboksson sonrie de placer.

-No es de mis mejores trabajos, pero aun asi es mejor que la porqueria que venden algunos.

bien trato echo, 55 monedas por la espada el martillo la daga de parada el escudo la armadura y el dice rapidamente con una sonrisa

El herrero les entrega las armas, y recibe a camcio las monedas y joyas, separando escrupulosamente un grupo de ellas y revisando cada una.

-Pues bien, volved cuando querais.

Salen de la herreria, provistos con vuestras nuevas armas de fabricacion enanil, y volveis hacia la posada, para seguir discutiendo los detalles de lo que vais a hacer, esta vez ya recuperados de la perdida de vuestros objetos de defensa.