La ostra curiosa, al oir vuestra voz, se cierra de inmediato.
De pronto tenéis la sensación de que algo os observa a vuestras espaldas.
No debéis olvidar que estáis en un lugar peligroso, el cuál desconocéis.
Hannibal Diaz no estaba del todo bien,algo le perturbaba y no sabia que podria ser entonces dijo:
-Algo no anda bien,tengo ese presentimiento,como que algo nos estuviese observando¿no lo sienten ustedes tambien?
- Pues creo que ese presentimiento lo tengo desde el momento en que puse mis pies en este lugar...! -
- Ahora solo espero que la mamá de estas pequeñas no sea un calamar gigante con sed de sangre, nunca se sabe que pueda pasar en este lugar -
- Hannibal, yo creo que es mejor que nos retiremos y busquemos una salida por nuestra cuenta o a alguien (o algo) que nos ayude a salir de aquí. Por mi experiencia con los animales, eso de estar cerca a las crias de una criatura desconocida puedo ser altamente contraproducente, en especial cuando las criaturas hablan y se encuentran en un hábitat increíblemente hostil -
Me alejo un poco de las ostras, me dan escalofríos de solo pensar que nos pudiera estar acechando.
- Que les parece la idea? Seguimos buscando? -
Hannibal Diaz asiente en silencio y luego dice:
-Muy bien movamonos,quedarnos quietos puede empeorar aun mas la situación,yo ire al frente,para que el grupo no corra peligro innecesario.
-Estoy de acuerdo, tenemos que salir de aquí, siento que algo nos vigila, y no quiero que salga un tiburón o algo raro, acuérdense, estamos en el mar – Suspiro y me pongo atrás de Hannibal para emprender la marcha.
Miro alrededor antes de partir para ver si es que puedo ver algún peligro o algo.
-Sinceramente yo no se mucho de animales, yo solo se de música, pero lo que si puedo afirmar es que definitivamente algo nos tiene que estar observando – Me tomo una pausa – Este lugar de por si me da escalofríos, y deberíamos estar muertos porque estamos respirando bajo el mar, de hecho, no deberíamos ni poder hablar.
La ostra vuelve a abrise de nuevo.
Luego otra.
Luego otra.
Os volvéis a mirarlas, maravillados por su brillo y belleza. Sin embargo, en menos de nada, cada una de ellas suelta un grito agudo y penetrante que incluso os daña los oídos.
Lo único que queréis hacer es alejaros de ese terrible ruído, pero al parecer "algo" no desea que tal cosa suceda.
El agua empieza a arremolinarse a vuestro alrededor.
Hannibal Diaz se sujeta los oidos y grita del dolor que este sonido le provoca,para luego cuando se mantenia concentrado siente como el agua empieza a moverse demasiado rapido y le dice a los demas:
-Encuentren algun lugar donde sujetarse,se me hace que no estaremos seguros aqui,y sujetense lo mas fuerte que puedan.
Dicho esto Hannibal empieza a buscar con su mirada algun lugar donde sujetarse.
Al escuchar semejante chillido me llevo las manos a los oídos y corro de nuevo hacia las ostras.
- Señoritas, estan a salvo, no las dejaremos...su madre debe estar cerca, y las cuidará -
Digo más en un impulso que razonando en realidad. Algo en mi mente me despertó un instinto maternal hacia las criaturas, - no importa que puedan matarme, es irracional dejar a estas pobres criaturas abandonadas a su suerte sin saber si su madre esté viva, creo que mejor me quedaré un momento, mientras se calman -
- Oye, Hannibal...no recuerdas nada de tu "cuento"?? Algo que tal vez nos diga que puede estar acechando a estas pobres? (o a nosotros?) - grito entre el chillido estridente que lacera mis oídos
Me tapo los oídos desesperada, cierro los ojos y me tiro al suelo.
-¿¡QUE CLASE DE MAGIA ES ESTA!? – Grito para que los otros me oigan – ¿¡Que esta sucediendo ahora!?
Miro a mí alrededor buscando algo para agarrarme y termino abrazando una roca, enseguida miro a mi alrededor para ver que es lo que provoca aquella situación.
-¿¡NO SERA LA MADRE DE ESTAS OSTRAS LA QUE PROVOCA ESTO!? – Vuelvo a gritar para que me escuchen.
Hannibal Diaz esta muy concentrado en el tema,y mientras piensa dice lo siguiente:
-Creo que ambos tienen razon,pero aun así,necesitamos seguir avanzando,y en cuanto a mis cuentos son cuentos clasicos infantiles ingleses.
Dicho esto le sonaba en su cabeza el Himno nacional de Inglaterra.
Desde el exterior del terrible remolino que rodea a los exploradores que pretenden robar mis ostras, planeo la forma de salvar el obstáculo y hacerme con ellas.
¡Que insensatos! pienso, burlonamente ¿Cómo se les ocurre dirigirse a las ostras de ese modo? ¡Ja! Unos minutos más y serán un magnífico plato para el Jabberwocky.
Uno de los exploradores (Hannibal) es el que más cerca está de salir de la trampa. Decidido a evitar que se escape, me dirijo hacia él y le doy una patada al hombre para evitar que salga...
Tirada: 1d20
Motivo: Empujar interior remolino
Resultado: 10
Hannibal, tira 1d20 para intentar defenderte de la patada de la Morsa.
El personaje que saque un resultado más alto gana.
Hannibal Diaz ve como esa morza grande se lanza contra el intentandolo golpear con una patada.
Y no solo logra esquivar con tranquilidad aquella patada sino que se da vuelta para dejar que la morza pase por su costado y luego decir:
-Es la primera vez en toda mi vida que veo una morza que intenta atacarme como un humano
Tirada: 1d20
Motivo: Esquivar la patada de la morza
Resultado: 17