Partida Rol por web

Estas en la posada “el caballero hablante” en Warmick, a medio camino entre los condados de Brum y Lambor.

 Hace meses que dejastes  tu hogar y meses hace, que andas vagando por Britania. Sonaban mejor las historias  de caballeros andantes  que oías de pequeño ante el fuego, contadas por tu padre o por otros caballeros del castillo de vuestro señor. Sin duda eso sonaba mejor, que el incesante chasquido  de la lluvia primaveral empapándote los huesos, y que  el parlamentar  de los animales del bosque, tumbado al ras, intentando dormir tras una exigente cabalgada.

Marchaste buscando  gloria, fama y aventuras. Soñabas con desfacer entuertos, salvar a damiselas bellas e indefensas de peligrosos trúhanes, y anhelabas compartir manjares con ilustres caballeros caballerosos. Al parecer todo esto tarda más que lo que tu impetuoso corazón desea.

No obstante, has encontrado está perdida taberna en un cruce de caminos, saliendo del  bosque de Arden. Lo agradeces de veras, pues pasaste tiempo en el bosque y  las comodidades de una taberna por pocas, mejoran en mucho a las inclemencias de una noche fresca en el bosque.

Alguien te dijo, que en el Condado de Salisbury, el conde Roderick, organizaría en próximas fechas un torneo.

El conde , máxima autoridad del condado de Salisbury, hace tiempo que cuenta entre sus amistades y consejeros  con un caballero francés, del continente. Él es el que  habló al conde de los torneos entre caballeros. Acontecimientos donde se justa, se batalla, se desafia, y por su puesto se come y se bebe. Tambien sirven para relacionarse con otros caballeros y damas.

No sabes muy bien lo que es eso, pero allí te diriges.  Harás noche en esta taberna comerás caliente y dormirás seco y bajo techo.

Afortunadamente no estás solo, también hay otros caballeros en esta posada, y con ellos te juntas y charlas.

Estas en la posada “el caballero hablante” en Warmick, a medio camino entre los condados de Brum y Lambor.

 Hace meses que dejastes  tu hogar y meses hace, que andas vagando por Britania. Sonaban mejor las historias  de caballeros andantes  que oías de pequeño ante el fuego, contadas por tu padre o por otros caballeros del castillo de vuestro señor. Sin duda eso sonaba mejor, que el incesante chasquido  de la lluvia primaveral empapándote los huesos, y que  el parlamentar  de los animales del bosque, tumbado al ras, intentando dormir tras una exigente cabalgada.

Marchaste buscando  gloria, fama y aventuras. Soñabas con desfacer entuertos, salvar a damiselas bellas e indefensas de peligrosos trúhanes, y anhelabas compartir manjares con ilustres caballeros caballerosos. Al parecer todo esto tarda más que lo que tu impetuoso corazón desea.

No obstante, has encontrado está perdida taberna en un cruce de caminos, saliendo del  bosque de Arden. Lo agradeces de veras, pues pasaste tiempo en el bosque y  las comodidades de una taberna por pocas, mejoran en mucho a las inclemencias de una noche fresca en el bosque.

Alguien te dijo, que en el Condado de Salisbury, el conde Roderick, organizaría en próximas fechas un torneo.

El conde , máxima autoridad del condado de Salisbury, hace tiempo que cuenta entre sus amistades y consejeros  con un caballero francés, del continente. Él es el que  habló al conde de los torneos entre caballeros. Acontecimientos donde se justa, se batalla, se desafia, y por su puesto se come y se bebe. Tambien sirven para relacionarse con otros caballeros y damas.

No sabes muy bien lo que es eso, pero allí te diriges.  Harás noche en esta taberna comerás caliente y dormirás seco y bajo techo.

Afortunadamente no estás solo, también hay otros caballeros en esta posada, y con ellos te juntas y charlas.

El día en que lo nombraron caballero había sido el día más feliz de su vida, pensaba que con eso la gloria, la fama y las aventuras vendrían de la mano. Lo que no sabía era que al menos hasta el momento  todo eso estaba lejos de ser verdad. No por eso había perdido la esperanza, pues Cedrik tenía una forma de ver la vida muy positiva, creía en las buenas virtudes y confiaba en la bondad de la gente. 

Junto a su hermano menor, Owen, partieron de las tierras de su señor hace algún tiempo. Sabía que sir Addonwinch no lo echaría de menos y ese sentimiento de anonimato fue el que lo impulso a irse, a hacerse un nombre y una reputación digna de ser recordada, sólo que hasta el momento no había tenido suerte. Es por eso que cuando escuchó lo de un evento donde los caballeros se pondrían a prueba sintió que ahí se encontraba la respuesta a sus súplicas, en ese llamado torneo tendría la oportunidad de probarse frente a señores importantes, allí comenzaría su leyenda. 

Pero ante tenía que comer y descansar, su barriga y la de su hermano ya estaban haciendo ruidos, por lo que dar con una taberna fue ideal. Owen se quedó encargándose de los caballos y Cedrik entró al lugar. Saludo con un gesto de cabeza a las personas que allí se encontraban y buscó una mesa libre para sentarse. Allí esperaría a Owen para pedir dos platos calientes y una habitación para pasar la noche. 

El camino había sido duro, muy duro, desde su amada tierra, Francia, y la verdad, un poco desilusionado por no haber podido realizar nada destacable, divisó la taberna junto a su hermano Betrand.

- Sacrebleu, que asco de tiempo hace aquí Bertrand. A este paso se nos van a oxidar hasta las ideas.- dijo en su idioma a su hermano pequeño Betrand, el cuál cabalgaba a su lado guían a los caballos de carga.- Al menos hemos tenido un poco de suerte y podremos dormir a cubierto esta noche. 

Apretó un poco la velocidad de su caballo para llegar cuanto antes seguido del escudero, y desmontando grácilmente, buscó a algún mozo de cuadra que atendiera a los caballos.

- Mozo, mozo! - llamó con marcado acento francés.

Cuando este llegó, le dio las riendas a Bertrand, y mirando la posada dijo:

- Encárgate de que este gañán cuida bien de los caballos, cuando acabes búscame dentro, voy a pedir cena y cama.- entrando a la posada y cerrando tras de él, dirigiéndose a la barra.

- Posadero, una habitación para dos y cena abundante para dos. Y vino, nada de agua, que suficiente hemos tenido por hoy.- comentó apoyando el codo en la barra y sonriendo. Mientras esperaba respuesta a su requerimiento, empezó a mira a las gentes que habitaban la posada, quedándose mirando a Sir Cedrik sin parar de sonreir.

Owen y Cedrik estaban disfrutando de la comida caliente que el joven escudero les había conseguido cuando entró un caballero extranjero hablando en una lengua que no entendían. El celta no le prestó mucha atención y siguió conversando con su hermano mientras se escuchaba al extranjero pedir comida y habitación. 

Owen interrumpió su conversación para señalar hacia la barra, cuando Cedrik giró vio que el recién llegado tenía la vista clavada en él y una gran sonrisa. Él miró hacia atrás para cerciorase de que la cosa no fuera con alguien más. Pronto se dio cuenta que, en efecto, tenía la vista clavada en él. Por un momento pensó que podría ser alguna clase de broma que no entendía, pero luego decidió hacer uso de sus buenos valores y le señaló los puestos vacíos que había en su mesa invitándolo a acompañarlos.  

Estas en la posada “el caballero hablante” en Warmick, a medio camino entre los condados de Brum y Lambor. Decidiste subir al norte, pues el sur y este de Britania, ya lo tenias muy conocido. 

 Hace meses que dejastes  tu hogar y meses hace, que andas vagando por Britania. Sonaban mejor las historias  de caballeros andantes  que oías de pequeño ante el fuego, contadas por tu padre o por otros caballeros del castillo de vuestro señor. Sin duda eso sonaba mejor, que el incesante chasquido  de la lluvia primaveral empapándote los huesos, y que  el parlamentar  de los animales del bosque, tumbado al ras, intentando dormir tras una exigente cabalgada.

Marchaste buscando  gloria, fama y aventuras. Soñabas con desfacer entuertos, salvar a damiselas bellas e indefensas de peligrosos trúhanes, y anhelabas compartir manjares con ilustres caballeros caballerosos. Al parecer todo esto tarda más que lo que tu impetuoso corazón desea.

No obstante, has encontrado está perdida taberna en un cruce de caminos, saliendo del  bosque de Arden. Lo agradeces de veras, pues pasaste tiempo en el bosque y  las comodidades de una taberna por pocas, mejoran en mucho a las inclemencias de una noche fresca en el bosque.

Alguien te dijo, que en el Condado de Salisbury, el conde Roderick, organizaría en próximas fechas un torneo.

El conde , máxima autoridad del condado de Salisbury, hace tiempo que cuenta entre sus amistades y consejeros  con un caballero francés, del continente. Él es el que  habló al conde de los torneos entre caballeros. Acontecimientos donde se justa, se batalla, se desafia, y por su puesto se come y se bebe. Tambien sirven para relacionarse con otros caballeros y damas.

No sabes muy bien lo que es eso, pero allí te diriges.  Harás noche en esta taberna comerás caliente y dormirás seco y bajo techo.

Afortunadamente no estás solo, también hay otros 2 caballeros en esta posada. Agradeces ver caballeros por estos lares, y tu primer instinto es saludarles. ¿ lo haras?

Breunís agradeció el calor de la posada nada más abrir la puerta. El interior no era gran cosa, pero había un fuego, mesas, sillas donde sentarse y un lugar seco donde dormir. Un lujo para el viajero.

Despachó a su escudero con un ligero coscorrón afectuoso y le indicó que metiera los caballos en los establos. Los curiosos no eran bien recibidos en las tabernas de camino, y para el joven Brendelt, era la primera vez que veía una.
Al entrar más se percató de la presencia de dos caballeros en la taberna. Sería una descortesía no saludarles y comprobar si saben algo de ese torneo que celebra el Conde Sir Roderick.

-Que la paz del Señor sea con tan honorables caballeros. Me llamo Sir Breunís y provengo de la ciudad de Silchester. ¿A quién tengo el placer de presentarme?.- Dijo sin tomar asiento todavía.  

Loren cogió su copa de vino, y sin dejar de sonreir se acercó a Sir Cedrik ante su ofrecimiento para sentarse, y cuando estaba llegando a la mesa, otro caballero, por como se autodenominaba, se les acercó a presentarse. Cortésmente, hizo una pequeña reverencia y se presentó ante los dos hombres.-

- Saludos Ser Breunis, mi nombre es Ser Loren Leblanc, caballero del reino de Francia. Venía a sentarme con este señor que tiene pinta de caballero para poder charlar un poco con él, Ser...- y le mira con una medio sonrisa esperando a que se presentara.

Uno de ellos es del Norte, de como poco Cumbria  o tal vez más al norte. Fijo que no es de Logres ese escudo heráldico.

el otro caballero es del continente, no es ni Britano ni Irlandes.

Parecía que el otro caballero hubiera sido cogido por sorpresa, pues reaccionó titubeante y poco hablador. Para solventar la situación y que no pareciera una falta de cortesía hacia el caballero extranjero, Breunís continuó hablando dándole más tiempo al caballero que lucía en su blasón tres espadas, seguramente norteño de Maris, Malahaute o incluso Nohaut.

-Encantado de conoceros Ser Loren de Francia.- Con un gesto de la mano llamó la atención del posadero para que se acercara.
-Decidme Sir Loren, ¿Qué insigne empresa os trae a la Britania?.- 

Marca en heráldica, +1d10 en gloria

 tirate la gloria ya, pues has sacado esas tiradas.

Cedrik había invitado al extranjero a la mesa, pero al parecer otro caballero pensó que la invitación también era para él y se acercó. El joven caballero no le dio mucha importancia a eso ya que había espacio suficiente para todos. Se puso de pie y se presentó. - Soy Sir Cedrik de Catterik, es un placer conocerlos caballeros. Dijo haciendo una ligera reverencia. -Por favor, acompáñenme. Señaló los puestos vacíos de la mesa. 

- Encantado caballeros, con su permiso.- dice a la par que se sienta y da un trago a su copa de vino, dejando la copa en la mesa. Mientras se quita los guantes húmedos y los deja en la mesa, sin dejar de sonreir, comenta con los caballeros:

- Pues me trae a Britania el torneo organizado por el Conde de Salisbury en representación de mi señor, Sir Childebert de Angers, el cuál parece que se lleva bastante buen con el Conde. Así que bueno, en resumidas cuentas, he venido a ganar el torneo para mayor gloria mía y de mi señor.- dijo aquel comentario prepotente con total normalidad, volviendo a dar un sorbo al vino.

-Vaya.- Dijo algo sorprendido Sir Breunis mientras tomaba asiento. -Parece ser que coincidimos entonces. Yo también me dirijo al torneo para ganarlo.- Dijo con un tono más jovial. -Espero poder medir mis habilidades con las de un caballero como vos, Sir Loren. Si vuestro rey os tiene en tan alta estima, debéis ser realmente bueno.-

-Encantado de conoceros Ser Cedrik y de que compartais mesa con nos. No hay mucha conversación por los caminos. Las lluvias primaverales este año son fuertes y muchos viajeros prefieren esperar a que pasen para viajar. Estáis muy al sur de vuestro hogar en tierras del rey de Malahaut, ¿qué asuntos os traen tan al sur, Sir Cedrik?.-

Cedrik abrió los ojos como platos al escuchar a los caballeros, que curioso podía ser el destino cuando quería. Levantó su copa sonriendo, pues todavía le costaba creer aquella coincidencia. Todos buscaban la gloria de ganarlo, pero a la vez tanto Sir Brunnis como Sir Loren se mostraban muy amables y dignos caballeros.

 Pues propongo un brindis entonces, ya que al parecer el destino nos ha unido. Yo también me dirijo a ese torneo. Brindemos por el destino y por el Conde de Salisbury, que el mejor de nosotros gane. 

Dejemos que postee alguno más.

¿ Debo entender que marchais todos juntos para Vagón?

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 tirate la gloria ya, pues has sacado esas tiradas.