- Que desgracia - dice el halfing compungido - queria mucho a esa buena mujer. Y ahora estas solo para enfrentarte a este mundo cruel. ¡Pero no lo haras con el estomago vacio! - grita emocionado - que no se diga que el bueno de Brany no cuida bien de su familia. Sentaros en una mesa cerca de la chimenea que ahora os llevo unas pintas de buena cerveza negra y algo de carne para llenar el estomago. y despues me contais que es eso que me queriais preguntar
Y tras deciros eso va hasta la cocina y sale al poco con una bandeja con tres pintas de cerveza negra y una fuente humeante. Se sienta a vuestro lado y dice - ¡Un brindis por la buena madre de Siriel! - y choca la jarra con las vuestras.
Pues llegais en buen momento para una buena aventura. Hoy mismo unos valientes que se hospedaban aqui han ido hacia unas cuevas de orcos que se encuentran en las colinas al oeste de aqui en busca de Alaric, el clerigo de Halav, que ha sido secuestrado.
¿Orcos????Pues podríamos ir a por ellos.Tú no te preocupes Rom que yo puedo defenderte...bueno en cuento compre una espada y aprenda a usarla...quiero decir...que yo sé usarla aunque nunca he cojido ninguna,pero hubo una vez que vi cómo se hacía.También puedo tirarles piedras,tengo muy buena puntería,a lo mejor no les hago daño pero no veas cómo cabrea.-la excitación ante su posible primera aventura hacía que el halfling hablara incluso más rapido de lo que normalmente lo hacía
la excitación y nerviosismo de halfling parecio contagiar a Romualdo, quien sus ojos parecían brillar ansiosos y tenía una ancha sonrisa en su rostro. Cogió la jarra que le brindaba Brandykalen, y chocó con el resto tras lo que dió un generoso trago a su pinta, dejándose un rostro de espuma en los labios al retirar la jarra.
- Pues la verdad es que estaba interesado en ese grupo que partió hacia el este, aunque me he oido que el alcalde con una milica partió también en rescate del clérigo, lo que no se es si en la misma dirección. Y quedan muy lejos esas cuevas? Partieron hace mucho hacia allá?-
Los dedos del guerrero jugueteaban nerviosos sobre la empuñadura de su espada.
- Bueno, bueno - dice echandose echandose un poco hacia atras - en primer lugar querido siriel quizas tenga algo del equipo que usaba en mis aventuras en el desvan, de todas maneras estas de suerte ya que estamos en pleno Festival del Rey y hay un buen numero de mercaderes dispuestos a venderte lo que necesites. En cuanto a esos aventureros parece ser que partierón en dirección distinta a la milica tambien antes del amanecer, ya que parece ser que sospechaban que los atacantes se habian dividido en dos grupos y que uno de ellos se habian dirijido hacia las colinas que estan a unas horas de viaje del pueblo-
De repente se gira al escuchar algarabio en la puerta y ver como la gente sale de la posada corriendo
- ¡Algo sucede, vayamos a mirar que pasa!. Quiza sean ellos que ya han vuelto-
De un tragó Romualdo casi apuró su pinta de cerveza y limpiándose con su propia manga se levantó raudo en dirección a la puerta de la posada, para salir al exterior a ver que estaba ocurriendo, olivdándose por un segundo de Siriel y el posadero.
Siriel se apresuró a seguir a Rom.
Salis fuera de la posada y en el medio de la plaza rodeados de una multitud de pueblerinos podeis ver a una decena de integrantes de la milicia, parecen cansados, manchados y alguno tambien herido ya hay manchas de sangre seca en sus ropas. A su lado montando en un caballo blanco se encuentra un hombre mayor, calvo, vestido con buenos ropajes, una coraza de buen acero por encima de la ropa y una capa roja que ondea al viento. Levanta la mano para acalallar a la multitud y comienza a hablar.
Samos por terminado esta escena y pasamos a la escena 2: el secuestro de Alaric.