Partida Rol por web

Y finalmente no quedo ninguno, pues el último de los cadaveres andantes cayó definitivamente junto a los otros, su vida antinatural perdida junto con su cabeza.

Xiaorang se tomó tan solo los momentos necesarios para recuperar el aliento y limpiar de su hoja la repugnante sangre coagulada de las criaturas, mirando alrededor para comprobar el estado del incendio y la presencia de más zombis antes de acercarse a la joven.

 - ¿Como te encuentras? ¿Puedes andar? -Mientras preguntaba el joven Otaku le hechó un vistazo a la chica, comprobando sus heridas. Al igual que con las suyas lo mejor sería tratarlas cuanto antes, pero no hasta llegar a un lugar menos expuesto.

Aldea tras las Montañas del Espinazo del Mundo. Hora de Fu Leng.

La chiquilla, de aspecto desaliñado y no demasiado bonita, tiembla como una hoja y tarda unos segundos en tartamudear un apenas audible ssssí. Sin más, comienzas el camino de vuelta hasta donde está el resto.

El poblado queda ya en silencio y apenas ves unos pocos muertos vivientes en tu regreso. Sólo el crepitar de las llamas de las pocas casas que siguen ardiendo llega a tus oídos. Las cenizas de lo que antes fueron las casas del pueblo lo llenan todo.

La muchacha no deja de llorar, desconsolada. No sabes qué podrías hacer. Su kimono, sucio como su cara, le sirve a menudo de pañuelo para los mocos que le caen por la nariz y que, cada poco tiempo, sorbe con ruido.

Cuando por fin llegas al lugar acordado, apenas media docena más de campesinos parecen haber alcanzado ese punto que podría considerarse mínimamente seguro. Ante tu sorpresa, Ide Gemmei está tratando con sus propias manos las heridas de algunos campesinos, que no dudan en agradecérselo con dulces palabras y bendiciones por doquier. El hecho de que sepa tratar heridas es lo que menos te sorprende de la escena, sino que ella, una samurái de alta alcurnia, esté ayudando con sus propias manos a heimin.