Las puertas se abrieron dejando marchar a aquel muchacho siendo escoltado por Kenshin Nori hacia la salida del edificio para evitar que le sucediera una desgracia para cuando la bomba explotara, si es que no eran capaces de detenerlo antes de aquello claro está.
Una vez que las puertas se abrieron, al otro lado se encontraba un joven de altura promedio, este tiene cabello castaño oscuro y viste una camiseta sin mangas blanca y jeans negros con un cinturón dibujado. Tiene ojos heterocromáticos, es decir, de diferentes colores; su ojo derecho es azul y el izquierdo es verde. También lleva un pañuelo rojo alrededor del cuello.
-Pues sí que es verdad que sois policías. -El muchacho se dispuso a largarse de ahí, siendo acompañado por Kenshin Nori, el cual se percató de las manchas rojas que este tenía por todo el cuerpo. -No te preocupes, no es sangre. Estoy bien.