Con las pistas que has encontrado en la sala de seguridad y la localización de esta sala especial, todo apunta que aquí se encuentra la bomba. ¿Por qué el número siete? A la bomba no le debe quedar nada para explotar... estos policías tendrían que darse prisa si no querían formar parte de la obra.
La mesa nº7 está cerrada a cal y canto. ¿Y ahora qué?.
Allen sacó la llave del mismo número y la metió en la mesa.
Al abrir la mesa de la sala de los siete pecados con la llave etiquetada como 7P aquellos policías han descubierto un mando remoto para desactivar la bomba. Estaba escondido en la mesa de los siete pecados. Al coger el mando remoto de la mesa de los siete pecados han visto que también había una papel un tanto curioso.
Al parecer ya estaban en la recta final para resolver todo aquel caso, el único problema que seguía habiendo y aunque pudiera parecer insignificante desde fuera, una nimiedad, era el hecho de que no habían encontrado aún la bomba.
Pero teniendo en cuento que habían dado vueltas y vueltas y vueltas y vueltas... por aquel museo, apenas quedarían sitios por explorar en donde alguien pudiera ocultar una bomba de la envergadura suficiente como para volar por los aires todo el edificio.
Aunque también sería mejor que se dieran prisa estos policías en encontrarla, pues a saber cuánto tiempo tardaría el artefacto explosivo en volar por los aires todo y a todos los presentes.
Antes de poder hacer nada, los Walkies de todos empezaron a sonar, al parecer era una llamada directa del Jefazo de todos y les exigía moverse de inmediato al Hall, dejando atrás todas las investigaciones que estos pudieron haber hecho hasta ese momento y presentarse allá.
-¡TODOS AL HALL DE INMEDIATO!
La situación era bastante seria, nunca habían escuchado al jefazo de todos estar tan serio en su vida, por lo que era de suponer que la situación iba a ser más que complicada, al punto en el que ni un solo fallo sería tolerable para solucionarla. Había que acatar las órdenes y había que hacerlo rápido.