El aviso de bomba sacudió a todo el departamento de Sakurami City como si fuera un terremoto, el último aviso de Bomba que tuvieron se llevó por delante una Escuela Primaria de la ciudad, por lo que no podían permitir que saliera por los aires el museo, mucho menos ahora que acababan de re-pintar la fachada, pues había por toda ella marcas de huellas.
Y en otro orden de cosas, aún no se identificaron a los Big Bad Boys (B.B.B.) que fueron responsables del robo del Collar Cleptómano en este mismo museo. No hay pistas de ninguno de ellos, ni siquiera del tamaño de sus zapatos.
El primero en llegar a aquel lugar no era otro que Kenshin Nori, este muchacho estaba altamente involucrado con el caso de As Napier así como atrapar a aquella banda de villanos de D.I.C.E., por lo que no era de extrañar que este estuviera por las cercanías tratando de investigar lo que había pasado.
-Es extraño... -Comentó en voz alta- No hay marcas de pisadas que llevan hasta el museo. Salvo la de los trabajadores que han estado re-pintando la fachada y arreglando la cristalera del coche empotrado... Por cierto... ¿Por que sigue ahí?.
La siguiente en responder no iba a ser otra que Saiko Nozomi, al parecer esta mujer detective y jefa de todos aquellos cual mama oca, también se había presenciado en el lugar. A fin de cuentas la gran importancia que tenía esta situación estaba atrayendo la atención de la prensa y no podían fallar.
-Ese no es el coche que se estrelló... -Comentó con un tono amargo la Jefa de Detectives.
La puerta del lado del conductor del vehículo estrellado contra la cristalera se abrió de par en par y del interior salió no otro que Mamoru Ai Yastis, al parecer este joven detective había tenido un accidente automovilístico recientemente y acababa de estrellar su coche particular contra el museo.
-¡Estoy bien!. -Gritó tratando de tranquilizar a todos- ¿El Freno siempre estaba en el centro?. ¡Yo pensaba que estaba a la derecha!. Seguro que fui víctima de un intento de sabotaje por... Jilliam...
Apareciendo en escena, el joven detective Jilliam Wustice hizo acto de presencia. Este se había acercado mientras hacía un poco de "footing" lo que para la gente normal era "caminar", pero el tenía que ser mejor que todos ellos por lo que usaba un término completamente innecesario para llegar.
-¡Buenas, Mamoru-man!. -Dijo con un tono alegre saludando a Mamoru para luego acercarse a su superiora- Buenas Tardes Jefa. Me presento en mi día libre para ofrecer mis servicios y ayudar con el caso. Estoy familiarizado con el museo tras la detención de aquellos dos maleantes. ¡Estoy a vuestro servicio!.
Evidentemente, todo aquello que estaba ocurriendo en estos momentos no era la mejor forma de representar la policía de Sakurami City ante el público, aunque fuera la más pura realidad de las interacciones entre todos ellos. Por este mismo motivo el jefazo máximo de la policía se acercó al lugar en persona.
-Vamos a hacer esto por el libro. -Ordenó el hombre sin mayores miramientos- Kenshin y Saiko, vais juntos al ala Este del Museo. Mamoru conmigo al ala Oeste. Vosotros aquí fuera a hacer un perímetro. Y vosotros... -Comentó señalando a los que quedaban- Subid al último pisto, a la Exposición Especial de las Estatuas de Cera.
A la orden jefe. Vamos para alla.
Subimos a donde se me indico.
Se le había visto llegar doblando la esquina con tranquilidad, la noticia le había tomado con sorpresa pero no creía que la bomba se fuera a enojar por que el llegara tarde así que se había comprado con Beagle y un café el cual comía con tranquilidad como si no pasase nada cuando llega a la escena.
- No que era una bomba? Y ese auto?
Sube al ascensor con su comida en mano
Ante la pregunta de Allen Noir, este policía que no estaba de servicio pero que aún así ofreció sus servicios para ayudar tomaría la palabra para ayudar a que todos estuvieran en la misma página.
-Bomba ahora. -Explicó Jilliam- Lo otro fue un robo de otro grupo de villanos.