-Me vendría bien una de esas -dice señalando tu vaso. Se sirve con tranquilidad-. La mujer está en las celdas ¿Qué opinas de la información de Baltar? ¿Crees que realmente es una cylon?
Media hora atrás el bar de joe estaba abarrotado de soldados, técnicos, mecánicos y demás tripulación fuera de su turno activo. Luego con el cambio de turno a media madrugada el personal restante prefiere ir a dormir antes que ahogar sus penas con alcohol destilado de la basura de Galáctica. Pero a Saul le importa un comino mientras le permita llegar borracho a su habitación y olvidar sus penas que suelen acosarlo cuando la soledad comienza al finalizar su turno.
En cambio esta noche es diferente. Su viejo amigo William Adama aparece por allí en búsqueda de un trago, y tal vez de compañía. – Ohh Will… vamos, ya es muy tarde para esa mierda de Baltar. Es verdad, nos volvemos viejos y el trabajo es lo único que importa. ¿Qué diría Ellen al vernos así? ¿Hablando de trabajo a esta hora, pero qué más da? – El cantinero trae una copa para Adama pero Saul pide la botella entera. Sera una conversación larga…
Creo que el desgraciado de Baltar es un genio pero algo me dice que no anda muy bien de la sesera. Anda por allí todo el día con los pantalones mojados como un niño que se hizo en la cama. – Tigh hace una pausa para aclarar sus pensamientos y beber un pequeño sorbo de su copa mientras mira el reflejo del cristal y el líquido. – Diablos Will, esa mujer parece tan inocente como cualquiera pero mira a Leoben o a Dural. No puedo diferenciarlos del resto. Creo que si dudamos de Baltar y sus experimentos entonces deberíamos buscar una segunda opinión. Debe haber alguien remotamente calificado en medicina, genes o lo que sea entre los cincuenta mil civiles. Tú dirás. – Saul odiaba sentirse una marioneta del aclamado científico. Eso de tener que depender ciegamente de alguien a veces era un arma de doble filo.
¿Qué diría Ellen al vernos así? ¿Hablando de trabajo a esta hora, pero qué más da?
Bill toma un trago del vaso sin decir nada. Sabe que la mujer de Tigh no logró sobrevivir a los ataques. Aunque quien sabe, tal vez está en Caprica y el equipo pueda traerla. Sabe también que ese es uno de los motivos por los que su amigo se ahoga en alcohol siempre que puede.
-Nos diría que no hemos bebido suficiente Ambrosia y nos serviría más -dice sonriendo con tristeza-. En cuanto a Baltar ¿A quién vamos a pedir una segunda opinión? Él es un genio. Los pocos científicos que tenemos aquí no están especializados. Trabajan de médicos o programadores pero no hay nadie tan capacitado como él. No harían más que estorbarle. A mí tampoco me cae muy bien, pero gracias a él descubrimos a Doral en Ragnar. Además, las pruebas que nos presentó eran bastante convincentes. Hay que interrogar a esa mujer antes de que a la Presidenta le de por tirarla por la escotilla.
Suspiró cansado y se bebió el resto del trago antes de servirse de nuevo.
-Y también queda el saber qué haremos con Doral. Estamos en guerra y es un espía enemigo. Y a los espías enemigos normalmente se les ejecuta.
Will tenía razón y Saúl lo sabia pero no podía dejar de sentirse molesto por no disponer de mas cartas en el asunto. – ¡Maldito Baltar! Pero es verdad, entonces no hay nadie más. Parece que carga con el favor de todos los jodidos dioses de Kobol. – una pausa inunda la cantina mientras el anciano militar ordena sus pensamientos. - El asunto de Doral creo que deberías dejarlo en manos de los civiles. Darle algo de trabajo a la Maestra de escuela y a sus monos políticos. – Tigh pide un pocillo con maní salado para acompañar la ambrosia y continua con su exposición. – Que sometan a juicio al Cylon y listo, porque de otro modo tendríamos que llevarlo al paredón de fusilamiento o expulsarlo por una lanzadera. Creo que lo segundo es más divertido. – El coronel ríe tras imaginar la última opción. La compañía y la bebida de a poco transformaban la noche en algo más llevadero….
-¿Un juicio a un cylon? Por dios Saul ¡No son más que máquinas! No me esperaba que tú, de entre todos mis oficiales, fuera capaz de pensar que tienen derechos. No creo que la Presidenta quiera pasar por todo ese infierno político sólo para enjuiciar a un cylon ¿Qué abogado le defendería? No amigo, creo que nuestro robótico prisionero irá a dar un paseo a las estrellas.
Tal vez el humor de Tigh a tan altas horas de la madrugada no es el mismo que en otras ocasiones. Por lo tanto el coronel vuelve sobre sus palabras con intenciones de explayarse un poco mejor. – Desde luego que son tostadoras con rostro humano y nada más que maquinas. Solo anticipaba los contras de la dirigencia civil contra nuestro obrar había imaginado el asunto del “juicio Cylon”. Ahora que lo mencionas la situación hipotética desataría un infierno entre la población pero mejor cortemos de raíz el asunto y expulsemos al malnacido por una lanzadera de viper a mitad de la noche cuando los curiosos duermen. – el plan parecía infalible pero en el fondo algo preocupaba al viejo militar. – Solo que no estoy seguro sobre esa porquería de la nave de la resurrección. Si Doral muere dentro del alcance de esa cosa entonces estamos condenados. Sugiero que nuestro doctor lo ponga a dormir indefinidamente, sería como inducir un coma o algo por el estilo. Deberíamos preguntarle. – La muerte del espía debía ser la última carta en jugarse. Ese pensamiento rondaba por la cabeza del XO…
Lo de ponerlo en coma inducido era una idea francamente excelente. Adama estaba a punto de comentárselo cuando un oficial de guardia apareció junto a ellos.
-Comandante, Coronel. El doctor Baltar les espera en la Sala de Conferencias. Quiere hablar con ustedes de algo importante.
-Hablando del diablo... -Adama sonríe y deja el vaso en la barra. Después mira a Tigh mientras el oficial se aleja- ¿Estás lo suficientemente bien como para tratar con nuestro genio? Entonces vamos...
Todo lo bueno tarde o temprano llega a su fin y ese era el destino de la estadía en la cantina. - ¡Diablos! ¿Es que Baltar nunca duerme? Esta bien. Vamos, un par de copas no me harán bajar la guardia ante ese hombrecillo tembloroso. - Y algo era cierto. Baltar siempre actuaba como si tuviese mierda en los pantalones. Aquello exasperaba a Tigh.