Maelstrem se había bajado del barco tranquilo, cansinamente al llegar a este "pueblo". Realmente él, lo pensaba como algo despectivo. Eran gente cerrada y arcaica. Sus ropajes eran bastos y estaban sucios de barro y sudor. Los hombres olian a pescado y trabajaban en sus barcos azarosamente. Las mujeres eran rollizas y de pelo pajizo, de manos grandes y espaldas fuertes. Acostumbradas al trabajo duro.
El semidragon sabía que aún le quedaba un buen trecho hasta llegar a la fortaleza, que hacia las veces de capital de la isla. Dirigida por el rey Hrothgar. Su contacto, era un hombre sabio llamado Groarn. Este se había puesto en contacto con su orden, y en Luskan sabian que era un mago poderoso. Por eso Maelstrem estaba alli. En la misiva explicaba muy claramente a Luskan, que en las tierras de los hombres del norte en las moonshaes, se quemaba a los brujos y magos. Pues se los temía y odiaba. Groam sobrevivía como consejero del rey Hrothgar, ocultando su arte. Aestroth ya estaba prevenido.
Con unas pocas monedas, consiguió que un muchacho joven le llevase a través del camino de la costa hasta las cercanias de la capital. Al anochecer del tercer dia, tres hombres armados detuvieron a la pareja, con las armas desenfundas. Su lider, un norteño de cabello rubio y barba trenzada armado con mallas y yelmo puntiagudo, se adelantó.
-Alto viajeros. Quienes sois y que buscais en las tierras de Hrothgar.-
Evitando que mis ojos refulgieran demasiado por el odio de las intromisiones no deseadas, digo con voz pausada:
Soy un enviado del continente, invitado por Groarn para ayudar al Rey con vuestro problema, ¿me evitareis el paso impidiendo así los designios de vuestro monarca?
me pongo no obstante en guardia para lo peor.
El capitan de la guardia se quedó meditabundo, evaluando al extraño hombre del continente. Decidido, le indicó que le siguiera.
-Se nos mencionó de vuestra llegada. Acompañadme, por favor.
Los sigo, a una distancia prudencial, preparado para cualquier cosa.
Máster la linea de ácido es acción gratuita el prepararla y lanzarla
Benditos sean los signos gramaticales...
¿Es una afirmacion, una pregunta, un detalle?
Cuentame. :)
Era una afirmación, por eso no lleva los signos gramaticales, era una autoreflexión, sobre la linea de ácido que puedo lanzar una vez por día.
Sin querer alargar mucho esto, que es una tonteria... ;)
Hombre, me habría ayudado en la lectura de:
Máster la linea de ácido es acción gratuita el prepararla y lanzarla
Cosas como:
Master, la linea de acido es accion gratuita, el prepararla y lanzarla.
Al estar ausentes estos detalles, me perdi. Podria ser:
Master, ¿la linea de acido es accion gratuita el prepararla y lanzarla?
Ya sabes, dudas.
Vale, perdona, lo escribí rápidamente y no me fijé, lo reconozco, en los signos gramaticales, así que disculpame por favor, y continuemos con la escena, ok?
Al llegar al pueblo sintió como si hubiera entrado en un cementario. El cielo estaba gris plomizo, cargado de agua, mientras teñia todo el lugar de un ambiente palido, carente de vida. La fortaleza de Heorot estaba construida al estilo de los hombres del norte. Eran construcciones en su mayoria de madera, con techos muy agudos, para facilitar la caida del agua sobre los tejados. La muralla estaba construida en madera, de forma rudimentaria, y los caminos eran de tierra sin grava. Gracias a la lluvia, ahora era barro.
En cambio, el fortín estaba construido en roca basta con mortero. Era una fortificación de base cuadrada, no muy amplia, que trepaba a un altozano de manera desigual. Un torreón coronaba la esquina mas alta, apuntando mas la fortificación de bastas esquinas. Los muros eran gruesos, donde no colgaban pendones ni adornos. Y no tenía ventanas, en su lugar tenía troneras pequeñas y alargadas en vertical, pues la arquitectura no había conseguido aumentar su tamaño, sin disminuar la fuerza estructural del edificio.
Las calles estaban vacias de gente y vida. Los pocos que se movian por el barro estaban callados y centrados en sus quehaceres. Asi como los guardias, armados con mallas y casquetes, con espada al cinto, caminaban taciturnos mirando a todos lados, sin conversación. No se veian niños en las calles, y si se llegaba a ver alguno, éste corria con rapidez de una puerta a otra, pues sus madres no los dejaban llegar mas lejos. Era un pueblo sin vida, palido y gris como el clima de las islas del norte.
Un norteño, se acercó al ver llegar a Aestroth.
El hombre hizo una señal de alto al grupo de norteños. Estos se pararon con presteza a su orden y esperaron. El hombre era de complexion fuerte, de cabellos rojizo y ojos oscuros.
-Bienvenido a la ciudad de Hrotghar rey. ¿Quien sois, y que os trae aqui?-
Algún día mi sola presencia causará el mismo efecto... pensé mientras el norteño se acercaba a mí.
Otra vez? cuantos molestos insectos van a venir a perturbar mi camino hasta llegar a ver al rey? Soy Aestroth Maelstrem, enviado del continente para tener una audiencia con el rey, y solucionar vuestro "problemilla" con los "bichos". Donde puedo encontrar a su consejero, o mejor aún al propio monarca?
El hombre le sostuvo la mirada, escrutar. Calculando si seria ignorancia, o pura fanfarroneria. -No deberiais menospreciar a la criatura Grendel.- Los soldados a su espalda se miraron entre ellos, ciertamente preocupados. -El viejo Groarn mencionó algo sobre un invitado del continente. Bien... la reunion está a punto de comenzar. Un emisario está a punto de llegar con Wolwyff el lobo gris. Sin duda Groarn os aceptará en su casa.-