Partida Rol por web

A través del claro la valiente bardo se movió entre los cadaveres y los bandidos gnolls, pisando barro, sangre y nieve. Alguno de ellos se volvía hacia ella, pero no atinaban a atacar, pues las llamas los habían pillado por sorpresa y algunos de ellos no supieron que hacer, quedandose quietos. Ella lo aprovechó para lanzarse donde llacían los cadaveres de los guardias. Pero ya estaban muertos, las espadas gnolls habían hecho bien su trabajo. En cambio, el gnomo se apretaba el brazo dolorido tras el muro de llamas, donde la flecha llacia alojada profundamente en su hombro. El calor hizo pronto que la nieve se derritiera y empezara a formarse barro cerca del carro.

Como dos guerreros en la distancia el arquero gnoll no cejaba de lanzar flechas a su homonimo elfico Adasdair. Pero sin ninguna duda, cuando las flechas se cruzaban en el aire, las elficas acertaban en el duro pecho gnoll certeramente haciendo que el gnoll se tambaleara herido de gravedad.

En el borde del claro los combatientes intercambiaban golpes con gran habilidad manteniendo duelos entre los guerreros libres y los gnolls. Asi Aeser y Taifold continuaron combatiendo a golpe de hacha y maza contra su enemigo, y para cuando parecia que lo tenían otro enemigo se avalanzó a través del claro para igualar las tornas. Eigil seguía danzando con su cimitarra y su escudo sobre el Gnoll, haciendole sufrir nuevos cortes y golpes, pero este se mantenía en pie.

Zenram a su vez mantenía un igualado duelo con el ferreo Gnoll, al que consiguio impactar, para a su vez recibir otra herida del perro. Para colmo del paladín. Un nuevo gnoll cruzó el claro directo al guerrero de Bahamut.

El combate se recrudecía, y por ahora los guerreros del norte no tenían las de ganar...

El guerrero siente de inmediato la tremenda herida causada por los dientes del enemigo y sin dudarlo un instante eleva una pequeña oración a Bahamunt. Dios de los valientes, ayuda a este tu siervo a derrotar a estos entes del mal... Enseguida el paladín siente como sus heridas comienzan a cerrarse.

Enseguida, cansado de tantos combates, el guerrero intenta acabar con su enemigo de un solo golpe, lo que solo logra que sus ataques se estrellen contra el suelo a su alrededor y no contra sus enemigos.

El aire helado quema los pulmones del enano. El pesado aliento escapa en vaharadas, envolviendo el rostro del guerrero con una halo niveo y fantasmal. Cada movimiento de sus piernas hace crujir la escarchadas superficie de la nieve congelada, mientras el atono resonar de su escudo al ser golpeado llena el silencio ambiental.

"Vas a morir, hijo de mil padres" La voz de Taifold destila odio puro "Eres un asesino y vas a pagar por tus crimenes" Como si reafirmase su intencion, el enano lanza un corto hachazo contra el flanco de su adversario para, a continuacion, tratar de cercenar la pierna de apoyo de su rival.

 La joven y jovial Evea desenvaina su acero y lo blande a diestro y siniestro, haciendo filigranas en el aire ante los gnolls. A los que intenta pinchar con su estoque, para enfurecerlos y que la ataquen a ella.

 Espero que vengan pronto los refuerzos.

 - Realmente soys más terribles que lo que naran las leyendas, nunca llegué a imaginar que fueraí tan apestosos, acaso no os labaís nunca?- Comenta burlona la joven.

Adasdair sigue martilleando con sus flechas a los arqueros enemigos. Son muy duros... muy duros....

Cada disparo venía precedido de un instante de concentración al elegir sus blancos, el cuello, el brazo... el hombro...