-Así que has aparecido por fin, Diego -en su tono de voz se apreciaba cierto enfado, sin embargo, la Príncipe era una mujer inteligente y sabía que Ángela era capaz de calar muy bien a los cainitas que dejaba entrar en el Elíseo, así que trató de confiar, cualquier activo era necesario en aquellos momentos-, Linda, bienvenida de nuevo al Elíseo. Perdonad que sea tan directa, pero nos estamos quedando sin tiempo para algunas cosas... Veo que no sólo me has traído uno sino dos chiquillos ya, Linda... -su expresión se volvió dura de nuevo- ¿por qué?
Linda dudó, miró hacia atrás, a su hermana Zoe, quien se encogió de hombros sin saber muy bien qué hacer.
-Yo estaba persiguiendo a un vástago que nos había atacado, Príncipe -se adelantó finalmente Zoe-, y no me dio tiempo a llegar. El chico se moría y Linda no tuvo otra opción. Creímos que era mejor así a que se nos muriera uno.
-Vosotros, neonatos -le dijo la Príncipe entonces a Patrick- supongo que sabéis quién soy pero no cómo me llamo, mi nombre es Helena. Éste es Álex, mi mano derecha -dijo señalando al otro hombre mayor-, él os contará todo lo que necesitéis y responderá todas las preguntas que vuestros Sires no sepan responder; ahora no significáis mucho para mí, ni vosotros ni ninguno de los nuevos; pero estáis aquí para demostrarme que valéis algo. Cuando lo hagáis, quizá confíe un poco más en vosotros, de momento sois bebés inesperados que aún no sé si sirven para algo.
Su expresión no se había alterado en ningún momento, no había en ella desprecio ni odio, tan sólo indiferencia. Acto seguido, se dio la vuelta y se marchó hacia una de las puertas contiguas, murmurando algo sobre muchas cosas que hacer antes del día siguiente...
-Rafa, Patrick -se acercó entonces el hombre de la gabardina de cuero- mi nombre es Rafael también. Soy uno de los justicar de la Príncipe, me encargo de repartir su justicia. Muy posiblemente tanto vuestros Sires como vosotros esteis pronto bajo mi mando. Ya lo veremos.
"Verónica" llamó a la joven, mentalmente, mientras les hablaba a ellos "acércate".
-Descansad hoy los tres -dijo cuando los tenía a todos reunidos- el alba se acerca y el sopor os vencerá pronto. Necesitáis dormir, las habitaciones que Ángela os tiene reservadas son seguras así que podréis descansar sin problema -añadió señalando a la puerta del fondo a la derecha-. Mañana será otra noche.
Podéis postear, podéis hablar, compartir impresiones, lo que queráis, pero mi recomendación es que os vayáis a dormir en breves. En una horita o así, abriré el siguiente capi ;) sin embargo, pondré un apartado de conversaciones pendientes por si queréis terminar de hablar aquí aunque vayamos empezando con el resto.
Estaba claro que el Príncipe era lo más. Rafa tenía muchísimas dudas que quería preguntar pero el Justicia tenía razón. Ya bastante había tenido para un primer día como Vampiro, así que decidió seguir el consejo que uno de sus tíos le daba siempre: "déjate fluir" y eso hizo.
Sin rechistar siguió las indicaciones para llegar a su habitación y tras despedirse de los demás, se fue a dormir.