Partida Rol por web

Gaseo con el extintor al niño, me lo pongo encima, mientras sólo me queda pensar que la morenaza ha pasado a mejor vida. Una puta pena, joder. Me tenía prendado con el morbazo.

-¿Nena? Ultima oportunidad, me voy a tener que ir ya...-y con razón, la Bestia ya es más física que espiritual, duele.

Doy un tiempo prudencial, aunque no creo en los putos milagros, mientras que con ella o sin ella, abro camino para irnos de aquí.

Me alejo del sótano conteniendo a la Bestia.

- ¡Vamos! No hay esperanza. Las llamas se han tragado todo lo que había ahí dentro. – les digo a ambos para regresar con Cage. No hay nada que hacer, el sótano estaba completamente en llamas.

Había sacado sin problemas al tipo: siempre había sido un hombre fuerte, y como cadáver ambulante devorador de personas no lo era menos. Para cuando se reunió con los demás, el olor de llas llamas entrando por su nariz y provocando un cierto eco en lo más lagarto de su cerebro...

-¿Jaimie no ha sal-? MIERDA

Vio como Randy intentaba entrar tras ella. Y decidió que también tenía que intentarlo. Uno-dos-tres, te preparas, miras a la casa y entras corriendo, se mentalizó el neonato, que había vivido aquello antes y no podía engañarse sobre las posibilidades de dominarse a sí mismo dado el caso; toda pequeña ayuda contaba. Uno-dos-tres, te preparas, miras a la casa y entras corriendo.

Antuan se lo piensa, pero entre unas cosas y otras, acaba por no entrar.

Randy sale de la casa solo, con la chaqueta algo chamuscada y la cara negra del humo, pero aparentemente ileso.

Desde la furgoneta donde ya están Jane, Jack y el cazador, os conmino a montar.

-Vamos vamos!!!

Vencer a los instintos no es fácil.

Trató de hacerlo, pero su cuerpo no le respondía: ni siquiera quería que volviese a enfocar la vista sobre la casa. Y para cuando Randy salió, no había conseguido nada. Tragándose entre dientes el hecho de que estaban dejando morir a una mujer allí dentro, pero sin poder hacer nada más, subió al coche. Sin decir nada más.

Cuando salgo, tengo el hombro repleto del hollin del niño muerto. Se me ha desecho durante el camino, por lo que intuyo que muy vivo no debía estar. Me cuesta admitirlo, pero aunque tuve las pelotas de meterme allí y buscarlos hasta el final, siento alivio de haber salido de una puta pieza.

Y siento pena por no haber catado el arbusto de la morenaza. Hasta me caía bien con su engreimiento natural, me ponía.

Miro al resto con el ceño fruncido, ya no tengo ganas de partirles la cara, porque aun pienso en la morenaza, pero si soplan en mi dirección les arrancaré la cabeza uno a uno. Me dirijo hacia mi caravana, dónde espera Caricias, mientras les digo:

-Os sigo de cerca.

El incendio va tomando proporciones mas que evidentes para los vecinos, que comienzan a asomarse a las ventanas.
Las autoridades y emergencias no tardarán demasiado en aparecer por allí.
Mientras tanto una caravana siguiendo a una furgoneta algo destartalada y un sedan azul oscura salen pitando de la calle.