Partida Rol por web

Como si fuerais el grupo salvaje yendo hacía la última y brutal escena del film os dirigís hacía la mesa donde el dinero descansa sobre la mesa en pesados fajos de billetes.

• Un fajo de 5.000$
• Un fajo de 10.000$
• Tres fajos de 20.000$

Gññññññ El cerebro de Igor se encuentra saturado y no consigue articular palabra. ¿A quien disparar? ¿Black? ¿Tino? Hace dos segundo lo tenia claro pero entonces se acordó de que lleva ya un rato sin comer y con el hambre se le olvidó lo que pensaba. Problemas de tener un cerebro del tamaño del de un cordero.

Lotus se paseaba contoneando sus caderas al son de una musica que nadie estaba seguro de donde salia. Estaba contenta ahora solo eran 5 a repartir el botin asi que tocaba a mas por cabeza, ¿Pero eso era bastante?

Observo al Titan que parecia ensimismado, raro en el porque apenas solia pensar, con la curiosidad de una gatita, se acerco a Igor, apoyando su fina mano en su fuerte pecho.
-Que te pasa ahora grandullon. ¿Remordimientos por apuntarme la primera vez?

Tino seguía apuntando a Black a la cara. Estaban claras cuales eran sus intenciones.

- Oh, sí... dile ahora a Igor que me dispare a mí para salvarte del marrón. ¡Cobarde! ¡Llorón! ¿Y también se lo vas a pedir al Toro aunque le hayas disparado antes? ¡No tienes palabra! ¡Dijiste que te ibas a retirar y luego le metiste un disparo a traición al mejicano! No te voy a dejar seguir respirando, rata inmunda. Dale recuerdos a Huggie.

El Toro dirige una mirada a la "herida" recibida. Para él un solo tiro no era demasiado, para matar a alguien tan duro se necesitaban al menos 2 más como esas... y mejor dirigidas.

Mira sus alicates y lo suelta. No le hace falta. La bala no le ha penetrado del todo en el brazo... así que se la arranca con los dientes mientras vierte algo de tequila en la herida.

-Así que la nena pendeja se atrevió a jugar con los mayores. Sabía que no podíamos confiar en ti, perra mentirosa. Por otro lado me suena sincero tu intento de conciliar al ver que yo también voy en serio. Pero necesito que me des alguna otra razón para que no nos liemos a tiros.

Has lo que quieras, cuate. Yo voy a volarle la cabeza al verdadero culpable de todo ésto.
Black mantiene el arma firme, dirigiendo el cañon hacia Tino.

Apuesto a que planeó todo ésto para quedarse con una parte más grande del botín!
Black señala con la mano libre, el fajo de billetes que el tano acaba de guardarse en el bolsillo del saco.
Y creo que lo mejor es que todos hagan lo mismo...Agrega mirando sobre todo a Igor y a El Toro...
Se que la gatita hace lo que le viene en ganas a cada segundo...mejor no decirle nada, no sea que se le ocurra darme un tiro...

¿E ezo verda? Tino, ¿quiere robarno? Pregunta el gigantín sorprendido y confundido. Ahora ya no sabe bien bien a quien disparar.

La delgada y atractiva Lotus se separa de Igor cuando escucha las palabras de Black dirigidas a Tino.
-¿Es eso verdad? ¿Todavia no hemos aprendido que robar a un amigo esta muy mal?-Sus palabras sonaban mas a burla que a otra cosa

El mexicano miró a Black y luego a Tino. El primero le caía mal por haberse enfrentado a él pegándole un tiro. Del segundo empezaban a desconfiar ahora porque ha intentado mover los hilos de los demás.

-No sé, guates, el pinche Tino se cree el jefe pero Black podría querer manipularnos. Dejadme un ratito para que lo piense.

El Toro puso cara de confundido... y un mexicano confundido es una mala combinación peligrosa.

Tino enarca una ceja:

- ¿Yo el jefe? ¿Robaros a vosotros? Chico, sí que me tenéis sobreestimado. No soy ni tan listo ni tengo tantos huevos. Este puto judío vendería a su madre por salvar su pellejo... No. La cosa no va por ahí. Esto es entre tú yo Black... ¿Tienes que meter a los demás en el lío? Tsk, tsk... cobardica. Nunca supiste hacer esto como un hombre. No mereces ni lápida en el cementerio.

Sonrio ante el comentario del Tino.
-Te puedo asegurar que aciertas al %100 cielo. Black nunca esta a la altura como tampoco lo estaba Huggy. Pobrecillos.-Dicho lo cual callo para retocarse el escote, llevaba mucho tiempo revoloteando por la habitación y no se habia dedicado el tiempo suficiente a ella misma.

El Toro mira a Tino. No sabe si quiere quedarse con la parte de todos o no, pero Black ha estado malmetiendo esta vez para librarse. 

-Ay jolé, ahora no sé a quien apuntar. No me gusta que me manipulen, Black, pero después de llevarme un tiro ya no hay aquí nada que me guste. Pero tampoco sé si Tino se merece un balazo, hasta ahorita no me ha hecho nada malo.

Igor pasea la mirada por los presentes. Tanto esfuerzo en pensar hace que empiece a sudar y que le coja hambre. ¿No pueden acaso ponerse todos a disparar y ver que pasa? Claro está que luego se distrae con el escote de Lotus y se le va el santo al cielo.

Esta claro que hay alguien que esta haciendo nuevas amistades.

• El Toro apunta a Mr. Black.
• Igor apunta a Mr. Black.
• Lotus apunta a el Toro.
• Mr. Black apunta a Tino.
• Tino apunta a Mr. Black.

Bueo Bla hora de retirarze o morí. El ruso sonrie a Black esperando que este pille el mensaje y se largue, o como minimo pille un buen tiro en el estomago. Ya tiene ganas de embolsarse el dinero y comprarse una de vodka.

Los mexicanos criminales borrachos y bigotudos son huevones o estúpidos. O las dos cosas. Sea lo que sea, El Toro cogió con su mano libre una botella de tequila y le echó un buen trago.

-Chinita, me caes bien, pero como dentro haya una balota de verdad te tendré que meter un bote de frijoles por ese culito torneado y chingón.

El mexicano se relame, pensando tanto en los frijoles como en el trasero asiático y prieto de la ladrona.

Tino no perdía la sonrisa. Ni siquiera la pistola de Black apuntándole a la cara podía desdibujarla:

- Yo que tú me lo pensaba, gallina, y volvía al suelo del cual no debiste levantarte. No voy a dudar en darle al gatillo y aunque no mereces el precio de una bala esta vez haré una excepción y repartiré tus sesos por la habitación.

A la mujercita no le gusto las palabras del mexicano pero estaba acostumbrada a ese tipo de escoria asi que se limito a mostrar sus perlas dentadas ala Erik Estrada.
-No es nada personal amor. Pero ya habia tres pistolas apuntando a Black asi que pensé que tu eras el siguiente en la lista. No me malinterpretes no me caes mal, a pesar de tu aliento a gusano, tu mal olor y tu ropa pasada de moda. Pero parecías confundido hace un momento y uno como tu confundido no es buen compañero. Y creeme cariño. Si te disparo no volveras a levantarte.-Parpadeo tan rapido como Amber Dempsey

Black, sin dudarlo un instante, se gira de espaldas al grupo de rufianes, y corre a toda velocidad.
Al llegar al auto que manejara Huggy, se arroja por la ventana de un salto, y queda hecho un ovillo en el hueco donde el negro jugaba con los pedales...

Ugggggg....Chilla como una gata en celo al sentir la palanca de cambio incrustarse en su cogote.