Partida Rol por web

Sobre la mesa tenéis el bote del último golpe más lo que habéis conseguido en el último golpe así que el total acumulado para este vuestro último atraco es de:

4 fajos de 5.000$
1 fajo de 10.000$
2 fajos de 20.000$

Tino se levanta del suelo ensangrentado. Mira su traje echado a perder y no puede más que cagarse en todo:

- ¡Pero! ¡¿¿VOSOTROS SABÉIS CUANTO CUESTA LA PUTA TINTORERÍA?!!

Se levanta y apunta directamente a la cabeza de Lotus:

- ¡Maldita niñata! Te voy a reventar el peinado a base de arrancarte la cabeza. Y luego - dice mirando para Black - como ya no me quedarán balas iré a matarte a base de patadas a ti.

Black se imagina una balacera entre Lotus y Tino, se encoge de hombros, y mirando el suculento botín se pone a revisar el cargador de su arma.

Espero que se maten mutuamente estos dos. Jajaja, no me molestaría terminar repartiendo las ultimas migajas del robo con el chavo éste...

Contenido, ignora deliveradamente los insultos de Tino, y alza la mano hacia toro con dos dedos en alto.
Paz, hermano... le dice en voz baja.

Luego, alza su ligera pistola hacia la bella morocha y guiñandole un ojo le dice.
No es por nada, preciosa, pero ya que no me quedan balas, me gustaría tenerte el la mira al menos una vez!

Caramba! Que buena que está ésta minusa...ni en pedo le pego un tiro.

El italiano demostró tener sangre en el cuerpo. Básicamente porque casi se había vaciado delante de ellos.

-Bien, gringo, acepto tus paces, guate. Aunque antes dijiste que no te quedaban balotas y mira como ha acabado el spaguetti. A mí me cae bien el Tino, y si yo fuera él acabaría con la chinita ahora que no le queda munisión. Quizá su sangre esté igual de rica que su figura.

Un momento! El Toro tiene razón, jaja! Lotus se ha quedau sin balas, pero no es la única ja! Dice Blacky girando traicioneramente su pistolón hacia el mexicano.

Tu tampoco tienes balas, chavo! Y ya que eres el único que me ha intentado matar, creo que mi ultima baza irá para ti!

Ahhh HAHAHA! JAJAJAJA!
La risa del gringo se vuelve gutural,...escalofriante y demente al mismo tiempo.

El rufianillo se sacude como un poseso, pero cuidando de apuntar directo a la cabeza del mexicano que le ha herido.

Que te parece, Tino, si olvidamos nuestras viejas rencillas eh? Tu te encargas de Lotus y yo de Toro. Son los únicos que no tienen más balas! Jaja! Luego nos repartiremos este botín entre nosotros dos.

No seré el más rico si todo sale bien...pero al menos seguiré vivo, y casi tan cargado de dolarucos como el napolitano éste......Excelente!

- Como para fiarme de ti... pero será una agradable diferencia el que no me apuntes a mí. Por mi parte no pienso cambiar mi objetivo: cariño, no es nada personal, pero te pienso volar la cabeza con mi última bala.

Tino sigue apuntando a Lotus impasible. Que pena... Lástima que ella deba morir pero ¿quién vive?*

El Toro se siente aludido por las palabras del rubio, sobre todo al escuchar su nombre en labios de él. Si fuera un mariquita europeo o un gringo de ciudad podría tener miedo. Pero no podemos olvidar que su sangre es mexicana, y sus pelotas también.

-Jajajaja, la muchachita sabe sumar- dijo mirando a Black- no me quedan balas no más, pero olvidas que soy duro, me quedaré de pie y no moriré, chamaco. Total, si me agacho no solo no cogeré el dinerote, sino que sois tan listos que me quitaríais 5000 machacantes por cobardica, como hicimos contigo las veces que te agachaste. Así que si resisto como un toro- el mexicano se reía por su propio chiste- y me disparas, me quedaré sin tener nada en este reparto pero sin que me quiten más pesos. Y si de tu pistolita sale un click, ni eso. No tengo nada que perder si solo me apuntas tú. Y si me apuntáis a mí la china o el estirado se llevarán toda la guita, nomás. Y si el italiano no tiene balas que hieren, Blackito, la china también saldrá ilesa si no le apuntas. Ya que los dos vamos a sobrevivir, celebrémoslo mirando algo bonito antes de que nos vayamos cada uno por nuestro lado.

El toro apuntó su arma a la oriental. Y si tenía suerte, quizá Lotus le dejara apuntarla con su otro arma más abajo.

A la mujer fatal no le importaban las palabras del italiano había disfrutado disparando a Tino y quería repetir, pero no entendía al bobo de Black que pensaba hacer las paces con el peor de todos.
-Mr.Black amor, ¿Es que te falta sesera? Tino esta en las ultimas, si el muere podremos repartimos su dinero es tu oportunidad, darle un tiro entre ceja y ceja y librarnos de ese listillo... Aprovecha las oportunidades y deja de ser un ratero para el resto de tu vida.-Le guiño un ojo de la manera mas sexy que le dejaba esa situación.

-Sabes cariño, he disfrutado metiéndote esa bala en el cuerpo, no veas lo que me agrada ver que eras humano después de todo, eso significa que puedes morir, tan fácilmente como el resto.-Se encogió de hombros mirando al Mexicano.
-Ten cuidado con lo que dices Toro, soy una mujer de recursos, puede que te sorprenda mi pequeña derringer Y volvió la mirada a Mr.Dinero

Estuvo horas mirando sus senos, pero al cabo de ese tiempo las palabras de Lotus, que estaban en su subsconciente, volvieron a él.

-Ahí tiene razón, al italiano le falta poco y tocaríamos a más. Pero me da a mí que lo que tiene ésta es miedo, y Tino no me cae mal.

-Los hombres no me asustan, cariño. Creo que es mas bien al revés, ellos se asuntan al descubrir lo que puedo llegar a hacer.-Dio un ligero movimiento de caderas sin dejar de a puntar al italiano.

El mexicano fantaseaba imaginándose las cosas que Lotus podía llegar a hacer. Quizá por eso no dejó de apuntarla para no perderse esas vistas.

- Nena, se te ve el plumero... si yo palmo tú te sales con toda la pasta. Las matemáticas no engañan a nadie, y un bonito escote tampoco si eres lo suficientemente listo. Yo voy a dispararte... y si lo hago yo solo igual te libras y sales por piernas con la pasta, pero te llevarás un bonito recuerdo en forma de plomo.

Tino sigue apuntando, impasible, a Lotus. Y cosa rara para la chica: le mira a los ojos y no al escote.

-Mira el conspirador.-Dijo al escuchar las palabras de Tino.-Yo no voy a morir hoy cariño, mi dinero ya esta asegurado, pero el tuyo no. Creo que estas en las ultimas cielo. Y con un disparo mas no volverás a levantarte y ese traje se volvera completamente rojo. No seas tozudo Toro, mi dinero siempre puedo compartir una parte, pero el suyo sera nuestro en cuento reciba la bala de alguno de los dos. Eso va por tu Black, ¡Demuestra que tienes huevos! Cárgate a ese listillo de Tino ¿Con todo lo que te ha echo y aun tienes dudas?-Sono raro escuchar esas palabras de la boquita de piñon de la despampanante mujer.

-No, si no soy tozudo. Es que como sé que no vas a morir, no pasa nada porque te lleves un tirín o dos. A los hombres nos gustan las cicatrices.

Esa última afirmación no era cierta, pero le daba un poco de penilla que todos se levaran al menos un balazo menos ella.

-Pero bueno, Blacky, eres libre de disparar a cualquiera... es tu arma y tus cojones los que mandan. Tú decides.

Señor Black....llamame....señor....black.....HIJOPUTA!
Al gringo le temblaba el brazo, pero seguia apuntando al mexicano que le había herido.

-Bien, entonces te llamaré señor....black.....HIJOPUTA! ¿Mejor?

EL Toro sonreía por su última estupidez gracieta.

Tino encendió un cigarro con la mano que tenía libre:

- Un calabrés nunca se tira al suelo. Si he de morir moriré con dos cojones, de pie. Vivir de rodillas es para mierdecillas como Black.

Hablaba como si estuviese en un bar tomándose algo con unos amigos en vez de en medio de un tiroteo. El italiano sabía que estaba sentenciado pero ¡que cojones! ¡que le quitaran lo bailado!

- Siempre me gustó el final de Gran Torino.- dijo echando el humo por la comisura de sus labios - Eastwood sí que sabe hacer películas y no el maricón de Woody Allen.

El toro apunta a Lotus.
Lotus apunta a Tino.
Mr. Black apunta al toro.
Tino apunta a Lotus.

Tino permanece impasible, apuntando a Lotus. Todo lo que había que decir ya lo había dicho.

El Toro ni siquiera se fija en que Black le apunta con un arma. Está tan absorto mirando la belleza asiática que no se da cuenta de que le están amenazando, aunque en realidad no es que Lotus poseyera tanta belleza. Es el hecho de que en una sala llena de hombres llenos de adrenalina y tetosterona cualquier cosa con dos pechos en su sitio vale.