Turno 619
Sin mediar palabra alguna, la enana rapidamente vuelve a sacar su cazo y comienza a avivar el fuego. Tenia que calentar agua y hervir ligeramente la raiz que habia encontrado Ilidan el dia anterior. De esa manera potenciaria su poder curativo, aunque su sabor seria mucho peor.
Tras varios soplidos se levanto de subito. - Vamos, rapido echa un tronco y sigue avivando el fuego - le dijo a Ilidan, pues le tenia mas cerca. Despues mirando alrededor poso su vista en Galindum - ¡Deprisa, traeme un buen puñado de nieve, la derretiremos!- le grito al enano. Estaba nerviosa, aunque habia callado hasta ahora sabia que Theonor se debatia entre la vida y la muerte, no necesitaba verle. Si su enfermedad habia evolucionado como lo hubiese hecho la de Gelion, sin duda estaria en las puertas de la muerte. Nerviosa esperaba a Oin y al rohir.
TURNO 619
Bolgo\turno 619
De verme solo a tener dos compañeros no habia pasado mucho tiempo. En aproximadamente cinco días era compañero de un humano y de un enano, aunque este ultimo no habia hecho muy buenas amistades conmigo, mas que nada porque todavía no me habia dirigido la palabra. Caminábamos a la par de Oin, aunque al Sr. Elendur no le costase caminar, a un servidor a veces tenía que tira del trote para seguir tan alto ritmo.
Tras andar casi una hora, llegamos a lo que parecía un pequeño campamento, a juzgar por el humo que habia allí. El Sr. Elendur pedía paciencia, pero el enano sabia que eran sus compañeros y no iba a perder ni in segundo mas en la vida de su perjudicado amigo Theonor.
En el campamento, una enana y otro humano tenían una pequeña fogata y varios calderos. En cuanto vieron al enano se alarmaron, y el humano se acerco hacia el caballo donde el rohir yacía.
- Mi nombre es Bolgo Villaseca, si necesitan mi ayuda, no duden en pedirla. Este señor esta muy enfermo, el señor enano camino deprisa para salvarle la vida, espero que hayamos llegado a tiempo - dije agachando la mirada, como si nuestro paso no hubiera sido lo suficiente.
Draupner / Turno 619
Tras un agitado sueño, Draupner se levantó todavía más preocupado que como se había acostado. Tomó con desgana parte del desayuno que Marga preparó y se puso a otear el horizonte, alternandolo con la comprobación de que los presos no hacian ninguna tontería, con la esperanza de ver la inconfundible silueta de Oin.
Ya estaba a punto de tomar la decisión de no acompañar al grupo de vuelta a la ciudad, para ir en busca de su amigo, cuando su voz sonó en la distancia. Su corazón le dio un vuelco de alegría, y su primer instinto fue salir corriendo a abrazarle, sin embargo, la lentitud propia de los de su raza, la animadversión a mostrar sus sentimientos y su elevado sentido del decoro se impusieron. - ¡MALDITO HUMANO, dos días de retraso por un jamelgo! - gruñó.
Sus protestas no eran para nada reflejo de sus actos. Sin perder un momento, y anticipándose a Gallidum, hincó su escudo en la nieve, y se lo llevó a Marga. Luego ayudó a avivar el fuego.
Durante aquél tiempo apenas prestó atención a los nuevos, lo primero era lo primero, además si Oín había accedido a su compañía, ya habían pasado el filtro de la desconfianza.
Mientras Marga trataba a Theonor, Draupner, ya más tranquilo sabedor de que el humano se encontraba en buenas manos, se acercó a Oín y en su propio idioma, mientras volvía a prestar atención a los presos, le dijo - Mira que permitir que llegara a ese estado... espera que cuente que has estado a punto de perder la vida por salvar a un jamelgo. "Oin Yelmogris, el amante de los animales". ¿Bueno y quienes son esos dos vagabundos que nos has traido? -
Oin - Turno 619
Contento de estar de nuevo con el grupo y a salvo, apenas puede responder a Draupner y simplemente, una vez que vé que atienden a Theonor, se desploma junto al fuego.
- (Khuzdul) Estoy Agotado... - le comenta a Draupner - Theonor ha estado toda la noche delirando... No sé qué puede tener un jamelgo para que alguien se juegue la vida por salvarlo... - mira de un lado al otro - No tendrás cerveza, ¿verdad? - y dejando salir todo su nerviosismo contenido, suelta una risotada - Oín "el amigo de los animales" JAJAJAJAJJA - y luego, mira muy serio a Draupner - Ni se te ocurra... o te juro que te arrancaré esas barbas con mis propias manos... JAJAJAJAJAJA
Luego, se deja caer de espaldas.
- (Khuzdul) Por un momento, pensé que no os encontraría... - añade antes de, a la pregunta de Draupner, incorporarse sobre un brazo.
- Los encontré junto al lugar de la batalla... no sé mucho más de ellos pero no parecen amenazadores e intentaron curar a Theonor... e incluso, el humano, se ofreció a llevarlo a la ciudad... Del mediano, no sé nada, salvo que es ducho en esconderse...
Gelion / Turno 619
El humano recibio las malas nuevas mostrando preocupación. Poco o nada podía hacer para ayudar a Theonor y aquello le mortificaba. Se mantuvo alejado de quienes trabajaban para no entorpecer y en silencio oraba a los Valar para que no fuese demasiado tarde. Ulmo ocupaba sus pensamientos cuando Bolgo se presentó.
Sé bienvenido. No es quizá el mejor momento para conversar. Uno de los nuestros se debate entre la vida y la muerte y su alma está en manos de los Valar. Soy Gelion, un viajero a quien estos heroes han ayudado en su necesidad. Quizá en un futuro podamos hablar de esto con dos buenas cervezas, pero por ahora sólo deseo que mi amigo se recupere.
Y dicho esto se sumió en sus reflexiones, taciturno y temeroso del futuro. Siempreviva volvía en esos momentos de desperezar las alas y sintiendo a su amo disgustado se posó a su lado.
Nota: Para los nuevos, Siempreviva es un águila, una compañera de viaje.
Elendur / Turno 619
Elendur observó curioso a todos los que formaban aquel grupo en el campamento, sin duda un grupo variopinto pensó el Dunedain.
Era evidente que sentían todos tanto aprecio por el rohin como procesaba Oin el enano, hasta él mismo estaba deseando hacer algo para que mejorase, sabía a ciencia cierta que necesitaba reposo en un lugar cálido, y parecía que allí a la interperie no lo iba a tener.
Al ver tanto movimiento, Elendur se mostró colaborativo a la hora de transportar al enfermo, tan solo mostró algo de recelo al ver el rostro del Numenoreano. Aún así siguó con su prioridad y la de todos los allí presentes...el enfermo.
Escuchó debilmente con oin hablaba con otro enano y que éste reía...pero no les dió mucha importancia. Finalmente para romper un poco el hielo dijo sin mirar a nadie en concreto.
-Tiene una fiebre muy alta, he intentado tratarlo, pero no poseo las hierbas medicinales adecuadas. Lleva un buen rato delirando.
Hay que bajar su temperatura corporal, creo que sería apropiado que repose en un lugar cálido. Lo he arropado con varias mantas, pero este frio no le ayuda....quizás una buena hoguera...
Parecía que aquel campamento estaba buen defendido y bien habitado. Enanos y hombres descansaban y se arropaban del bosque juntos, al parecer todos amigos.
Con ayuda bajaron al rohir y lo comenzaron a tratar. Al parecer una enana llamada Marga era buena curandera y allí la llamaban a gritos. El Sr. Elendur comento lo que habia tratado de hacer para ayudarle, pero ahora estaba en manís de sus compañeros.
Gallindum Turno-619
Cuando llego el final de su turno de guardia Gallindum se apresuró en despertar al resto del grupo. Theonor y Oin no habían aparecido durante la noche y aquello era preocupante. Habría que desayunar rápidamente y salir en su busca.
Por fortuna, esto no sería necesario. Marga preparó un magro desayuno, que Targul tuvo la gentileza de acompañar con algunas de sus manzanas. Gallindum devoraba ávidamente su parte de las provisiones, cuando de pronto, se escuchó el grito de Oin. Gallindum miró en aquella dirección y vió al enano tirando de un caballo, a Theonor tumbado sobre una parihuelas y, caminando a la par, dos nuevos compañeros, un hombre y lo que parecía un niño.
Marga pidió a Gallindum que reuniese nieve para fundirla, pero Draupner se le adelantó, así que el enano corrió presto a ayudar al traslado de Theonor hasta las proximidades de la hoguera. El estado del rohirrim parecía muy grave, Marga iba a tener que hacer gala de todas sus habilidades para salvarlo, observó Gallindum con gesto de preocupación. Pero la enana era buena sanadora, y además tenía una buena provisión de hierbas, Gallindum confiaba en ella para salvar a Theonor.
Una vez que Theonor estuvo en el lugar indicado para su recuperación, bien abrigado y próximo a la fogata; Gallindum reparó en los dos nuevos viajeros. Uno de ellos era un hombre, parecía un montaraz, uno de esos dunedain del norte, que vagaban por las tierras comprendidas entre las Montañas Nubladas y el Gran Mar cazando a los siervos del Enemigo que aun quedaban con vida después de la guerra del Anillo. Aunque Gallindum no pudo corroborar sus suposiciones, pues el edain ocultaba el rostro bajo su capucha.
Y el otro no era ningún niño como había pensado Gallindum en un principio, era ni más ni menos que un Mediano. Gallindum siempre había tenido especial curiosidad por las gentes de esta raza, de las que había oído mucho hablar pero nunca había conocido a uno.
El enano se presentó a los recien llegados.
-Gallindum Fellad, al servicio de ustedes.- dijo mientras hacia una reverencia.- Si habeis ayudado a mis amigos en momento de necesidad, os doy las gracias.
Y luego dirigiéndose al mediano que decía llamarse Bolgo Villaseca.- Me atrevo a suponer, que vienes de La Comarca, allé en el oeste ¿Cierto?. Feliz encuentro entonces, porque donde se juntan enanos y medianos empieza una gran aventura, o al menos eso se dice en mi tierra.
Elendur / Turno 619
Cuando ya todos se hicieron cargo del rohin, Elendur se apartó un poco, dejándoles a ellos actuar. No sabía cómo y porqué estaban allí, y en el caso de no serles de ayuda tendrían que seguir su camino.
Antes de nada se presentó debidamente
Buenos días a todos...mi nombre es Elendur y soy un Montaraz del Norte, si hay algo que pueda hacer...pero parece que controlais bien la situación-
¿Es usted curandera??-dijo refiriendose a Marga
Justo ahora le estaba empezando a rntrar algo de hambre, cuando pensó en el pobre hobbit, cuya necesidad por la comida es mayor, y que lo debe estar pasando mal tras el esfuerzo de llegar cuanto antes aqui.
Tampoco entendía por que Oin no nos había dicho que sus amigos estaban cerca, después del largo camino.
Gelion / Turno 619
El humano gira su rostro al montaraz observandole momentaneamente.
¿ Qué nuevas nos pueden traer los montaraces ? ¿ Continuan seguros los caminos o la perdida de nuestro señor Piedra de Elfo ha traido la oscuridad en las travesías, riscos y montañas ? Sólo podemos llorar su pérdida y seguir adelante en su recuerdo.
Elendur / Turno 619
Elendur mira al joven hombre de aspecto curioso y tras varios segundos de meditar sus palabras contesta
Si, amigo, traigo nuevas, y no son muy buenas. Los camino cada vez son más peligrosos. Están atestados de vandidos, los dulendinos cada vez cubren más regiones. Y lo peor de todo, ya no solo roban, sino que no dudan en usar la violencia.
Me dirijo a Barukkizdin....¿sabeis si dista mucho de aqui?
El montaraz miró al hobbit y con la mirada y un ligero gesto le instó a que se sentase cerca de la hoguera.
TURNO 619(continuación)
Bolgo/Turno 619
Era una rara situación para un grupo. Permanecía atento a la conversación que allí mantenían. Estaba al lado del Sr. Elendur, todavía como adaptandonos a la situación, pero con un gesto me invito a sentarme en la hoguera y tranquilizarme. Mis tripas sonaron como truenos, pero no era el momento de decir nada al respecto, porque todo el mundo estaba pendiente de la salud del rohir.
Mientras todos se lanzaban preguntas y explicaciones llenaba mi pipa de la hiena de la Comarca. El Sr. Elendur explicaba que los caminos estaban repletos de peligros, a lo que yo añadí:
- Lleva razón, a mi me asaltaron en camino varios malhechores sin piedad. Si no hubiera sido por el Sr. Elendur no hubiera salido con vida, hay que andar con cuidado...
Cuando comencé a fumar mi compañero montaraz pregunto a cuanto camino quedaba nuestro destino, así que levante la vista y preste atención...
TURNO 619(continuación x2)