Partida Rol por web

 Draupner se recuesta en su jergon. Esta algo molesto por el trato recibido por todos los enanos de la ciudad, incluido su compañero Gallindum. Este ultimo le dio las bunas noches antes de dormirse, pero Draupner no le devolvio el saludo. 

TURNO 728(Continuación)

Como le había dicho el guardia enano aquel lugar parecía un lugar de mala muerte comparado con el Yunque Dorado, además la escena del enano a medio vestir junto con las palabras que parecía iba a dirigirle a continuación no iban a cambiar su idea sobre la fonda, al contrario era posible que incluso la empeorará. - Disculpa las molestias- Dijo y después escuchó toda la información sobre el valor de los servicios.

- Me quedaré con una de las habitaciones simples, y con las sábanas por supuesto.- le extendió las dos monedas de cobre correspondientes. Una vez le hubo traído las sábanas, y le hubo acompañado hasta su habitación le dio cinco más de estaño mientras le decía su motivo.- Aquí tiene. Para que recuerde despertarme al alba, y por las molestias causadas.-

Ilidan se quedo solo en la habitacion, junto a un candelabro proporcionado por Glaug.

No era nada del otro mundo. Un cuartucho excavado en la roca, sin ventanas, mal ventilado y con humedades. Un sencillo camastro de madera con un colchon relleno de paja hacia de jergon para dormir. A los pies un agujero en la pared, bastante amplio, servia de banco para dejar la mochila. Junto a la cama una pequeña mesa sirvio de soporte para el candelabro encendido.

El olor era malo, una mezcla del moho que habia en las paredes, junto con varias manchas indescriptibles que habia ne el colchon. Habia barro, agua sucia, incluso un alejado edor a orin. Desde luego la habitacion no era ninguna maravilla.

Por suerte habia cogido sabanas. El numenoreano dio la vuelta al colchon, parecia que a nadie se la habia ocurrido en mucho tiempo, pues presentaba mejor aspecto por el otro lado. Despues de colocar las sabanas y la manta que tambien habia recibido, coloco su mochila en el hueco correspondiente y se tumbo en el colchon.

Tras un pequeño rato de meditacion, Ilidan volvio en si, buscando con su mano el colgante que llevaba al cuello. Lo observo un rato. Despues lo acerco a la luz para fijarse en sus detalles

Era un sencillo cordon de cuero natural trenzado, el colgante tenia el aspecto de una especie de flor seca. Estaba realizado en hierro, con un fino baño de cobre, y parecia muy viejo, dado el desgaste que presentaba. El cobre habia desaparecido en muchos sitios.

TURNO 728(Continuaciónx2)

Cuando le había dado el dinero le había parecido la cantidad normal para una habitación simple según las anteriores en las que se había hospedado, pero viendo el aspecto de la habitación Ilidan pensó que quizás había pagado demasiado por tan malos aposentos.

Hizo lo mejor que pudo para adecentar un poco la habitación, y después se recostó en el colchón para examinar el amuleto, si había algo oculto no sería muy difícil de encontrarlo. El edain empezó a acariciarlo por todas partes con pausa para notar algo irregular en la superficie o algo que cediera un poco.

Tras un rato observándolo sin fruto alguno, el numenoreano cerró los ojos para intentar que su sentido del tacto no se viera perturbado por la sencilla forma del amuleto. Mientras hacía esto, se dio cuenta que el colgante quizás tenía una naturaleza mágica en vez de esconder algo, así que intento sintonizar su esencia con la del objeto para intentar percibir si emanaba algún tipo de poder mágico de él.

El día terminaba de modo confuso y bastante frustrante la verdad. Olvidar la llave de la habitación en su precipitación por salir en busca de los demás le hizo sentirse un tontaina como mínimo. Finalmente se dirigió al lecho que había dejado abandonado pensando que la noche podía poner algo de orden en su maltratada cabeza.

Se tumbó y se despidió de sus compañeros de habitación hasta el día siguiente.

Gelion se tumbo en su cama, todo estaba como lo habia dejado. No tardo en conciliar el sueño, cansado como estaba. En los ultimos instantes antes de dormir se preguntaba si volveria a tener un sueño parecido al que habia tenido hacia un rato. Mientras recordaba el anterior sueño, se quedo dormido...

Turno 728

Ilidan inspecciono muy bien el hueco de la pared. Lo hizo minuciosamente, pasando la mano para comprobar la piedra. Era un sencillo agujero en la pared, mas aun, mal excavado como denotaban sus irregularidades en la superficie y sus marcas viejas de los lugares donde el pico golpeo la piedra. Dejo la mochila ya tranquilo y se dedico por completo al colgante.

Sin duda el abalorio tenia la forma de una flor que no habia visto nunca en el sur, su baño de cobre estaba desperendido en numerosos sitios, salvo en el centro, que aun guardaba el brillo original. A Ilidan le resulto extraño que esa zona en particular estubiera como mueva y el resto no.

Extrañado se concentro todo lo que pudo. Cerro los ojos, en su cabeza rondaban los nombres de los Valar, deidades veneradas por todos los tiempos, dejos que sus poderes se canalizaran en su interior. Cuando finalmente estuvo completamente embebido, abrio los ojos de repente, con el colgante frente a el.

El colgante tenia algo, sintio su poder, pero fue incapaz de identificar de que se trataba, no era algo malo, sentia el bien en sus manos, pero no lograba averiguar lo que queria saber. Lo intento y lo inetento hasta que frustrado abondono su tarea, ya desconcentrado continuo observando el colgante...

Turno 728

Ilidan inspecciono muy bien el hueco de la pared. Lo hizo minuciosamente, pasando la mano para comprobar la piedra. Era un sencillo agujero en la pared, mas aun, mal excavado como denotaban sus irregularidades en la superficie y sus marcas viejas de los lugares donde el pico golpeo la piedra. Dejo la mochila ya tranquilo y se dedico por completo al colgante.

Sin duda el abalorio tenia la forma de una flor que no habia visto nunca en el sur, su baño de cobre estaba desperendido en numerosos sitios, salvo en el centro, que aun guardaba el brillo original. A Ilidan le resulto extraño que esa zona en particular estubiera como mueva y el resto no.

Extrañado se concentro todo lo que pudo. Cerro los ojos, en su cabeza rondaban los nombres de los Valar, deidades veneradas por todos los tiempos, dejos que sus poderes se canalizaran en su interior. Cuando finalmente estuvo completamente embebido, abrio los ojos de repente, con el colgante frente a el.

El colgante tenia algo, sintio su poder, pero fue incapaz de identificar de que se trataba, no era algo malo, sentia el bien en sus manos, pero no lograba averiguar lo que queria saber. Lo intento y lo inetento hasta que frustrado abondono su tarea, ya desconcentrado continuo observando el colgante...

Turno 728.

Inmensamente satisfecho por haber podido completar con éxito mi misión, y haber podido entregar el pequeño sobre de cuero al mercader llamado Egorant, sigo los pasos del posadero a través de inmesas galerías de manofactura enana, mientras observo boquiabierto el bello trabajo realizado en ellas.

- Es realmente asombroso. Había oido hablar de las maravillas construidas por los enanos, pero nunca me pude imaginar que, algún día, podría observarlas con mis propios ojos. -

Después, tras llegar a nuestro alojamiento, y tras ver como la puerta de la habitación se cierra detrás del posadero, dejo mis pequeños enseres al lado de uno de los pocos camastros que todavía quedan desocupados, y me tumbo en él con la intención de sumergirme en un profundo sueño, mientras sonrio al recordar algunas de las palabras pronunciadas por el comerciante.

- El Hobbit más valiente de La Comarca. Cuando se lo cuente a mis parientes, mientras disfrutamos de una deliciosa comida, no se lo van a creer. -

Por último, al sentir como el sueño poco a poco se va apoderando de mi, me despido de mis recientes amigos con un simple:

- Hasta mañana a todos. -

Turno 728.

El montaraz se sintió orgulloso al oir las palabras que dijo el somerciente sobre su pequeño amigo, y sonriendo se acercó y le acarició la cabeza a modo de felicitaciones, sin decir palabra alguna. Esas palabras darían gran ánimo a aquel pequeño hobbit.

Finalemnte se hizo la hora de partir a descansar, y todos fueron tras el posadero para encontrar a los respectivos camastros.

Elendur esperó a que se fuesen ocupando las camas para elegir él alguno, y finalmente se decidió soltando la mochilla en uno de ellos. Seguidamente se quitó las botas y estiró los dedor de los pies.
se soltó el cinto de su arma y con un sonoro suspiro se tumbó.

-Bueno, ya era hora poder dormir en una cama placidamente. Descansad todo lo que podais, mañana me temo que será un día duro.

Bolgo se durmio enseguida, lleno a rebosar de orgullo y satisfaccion por el trabajo realizado.

Elendur cayo inmediatamente dormido, sumido en sus pensamientos y agradeciendo poder descansar en un comodo lugar...

TURNO 728(Continuaciónx3)

El edain siguió mirando el colgante pues había notado algo raro en él, pero al final cansado de no descubrir exactamente el qué se puso el colgante al cuello, lo apretó con cuidado entre una de sus manos apoyando el puño cerrado en su pecho y cerró los ojos para ir cayendo lentamente en el mundo onírico- Ya habrá tiempo de descubrir sus misterios...-

Ilidan se sumio en un profundo sueño, pensando que seria lo que se le habia escapado, que esconderia ese colgante.