Partida Rol por web

—A GRUK gustar tapones, aguantar bien la cerveza, HO Ho...

La risa se me cortó a medias, atragantado por una mirada asesina de una de las sacerdotisas más mayores, de esas que parecían no aguantar tonterías, ni que fuera un ogro ni que no. La verdad es que, ahora que lo pensaba, podía ser hora de ir yéndose de allí.

—Mañana poder hacer todo eso. Hoy amigos descansar —respondí a Magnus, aunque mirando de reojo a Aracsám también; ambos parecían ansiosos para ponerse en marcha, pero las calles de Middenheim, como las de cualquier otra ciudad acuciada por la pobreza y la mendicidad, no eran seguras del todo. Uno nunca sabía cuando un desesperado podía querer cortarte la bolsa, y lo que estaba dispuesto a hacer para ello. Había aprendido esa lección durante sus años en el Imperio, pues a veces ni siquiera mi imponente presencia era bastante para disuadir a cierta escoria—. Yo ir a taberna. ¡GRUK tener hambre y sed! —Sonreí, mostrando los dientes—. Yo venir a veros después de dormir.

— Tienes razón, por supuesto —respondió al ogro—. Y tú ten cuidado, no vayas buscando problemas —le indicó. Acto seguido miró al capitán—. Los autores materiales de los crímenes están muertos y, por causa de lo primero, los autores intelectuales, asumiendo que lo que dijo es cierto, son irrastreables. Creo que nuestros asuntos han terminado, capitán.

—GRUK solo buscar cerveza —reí con gusto, acariciándome la barriga—. Amigos estar tranquilos, yo volver en unas horas.

Dicho eso, guiñé un ojo a una de las sacerdotisas que pasaba por ahí, con paso rápido dicho sea de paso, y me di la vuelta, encaminando mis pesados pasos a la salida del templo y, de corrido, a la taberna más barata que pillara por ahí.

El mismo chico que os ha avisado de que Lambert os pedía que fueráis a buscarlo entra el lugar antes de que Gruk se vaya a la taberna

-Vuestro amigo ha regresado, está en el templo de Ulric -os informa

Volvéis a la ciudad, al templo de Ulric, necesitáis descansar. El Padre Odo se retira a sus aposentos, necesita curar sus heridas, está demasiado mayor para tantas emociones

-He mandado a alguien a avisar a tus amigos que estás aquí -te dice uno de los sacerdotes de Ulric

—¡PFF! —resoplé, molesto, cuando casi atropello a ese maldito chico. Encima, lo único que traía era más trabajo, y no del que me gustaba. Allí no había monedas, solo una visita a un idiota, en un templo dónde no habría ni de lejos las vistas que en el que estábamos.

—GRUK aplastar cabeza cuando ver a humano —gruñí—. Tú guiarme allí —dije al chaval, sin opción a decir que no.

A duras penas consigo levantarme, al hacerlo me sostengo las costillas sin saber si es la parte que me duele o la única que no lo hace, sin mediar palabra afirmo con la cabeza y sigo por detrás a Gruk.

- Gracias Padre, yo también descansaré ha sido una empresa demasiado difícil, gracias a nuestro dios que hemos salvado el pellejo. Descansaré necesito descansar al menos ocho horas, también que se limpien mis atuendos y armas, y también necesito lavarme. Dígale a mis compañeros si me buscan que estaré en la posada en cuanto esté listo, que nos reuniremos allí.