Morna te guía escaleras arriba hasta que llegáis al pasillo superior que conecta las habitaciones de mejor calidad de la casa. Con su andar firme y juvenil te guía hasta un dormitorio al fondo, saca una llave de hierro en buen estado del interior de su cinto y abre con ella la puerta, recia y bien engrasada para que los goznes no chirríen.
Cuando abre la puerta y te cede el paso, observas una habitación amueblada con enseres sólidos que han sido clavados al suelo. Una gran cama domina la estancia con su masiva cabecera y ornadas patas. Debajo de las mantas de pelo espeso se ven sábanas de seda, teñidas de verde. Al lado de la cama, sobre una mesita, hay una vela apagada en su candelabro de bronce.
Al pie de la cama hay un enorme cofre de marinero fabricado en madera de teca aparentemente, reforzado con bandas de hierro y una cerradura que semeja ser un rostro que grita. Hay también un armario ropero de madera casi negra en la pared norte, a tu derecha.
Junto a la puerta, en la pared este, hay una jofanina de cerámica llena de agu reposando sobre una pequeña mesa cuadrada. Contra la pared sur, un gran escritorio lleno de cajones espera en vano el regreso de su antiguo dueño. Encima de él cuelga el retrato de un hombre de espesa barba negra y penetrantes ojos verdes. La pintura le sitúa en el puente de un barco durante una tormenta, blandiendo una extraña daga. Entre la espuma del mar se ve detrás de su figura a una gigantesca criatura marina similar a un pulpo que se alza, con los tentáculos listos para atacar.
En la esquina noreste de la pieza hay una gran bañera de cobre lena de agua caliente, que invita a tomar un relajante baño. Un buen surtido de jabones y fragancias está dispuesto en una mesita auxiliar junto a ella. Hay un espejo para afeitarse colgado junto a la jofaina y a su lado una navaja de afeitar con cachas de marfil que cuelga de un clavo.
-Bien, señor, espero que sea de su agrado. Si necesita algo más..-
Cita:
Hombre, pues ahora que lo dices, no me acordaba de agradecerte todas las atenciones que estáis teniendo con nosotros, dice Thelonius tomándola suavemente de la mano y mirándola fijamente a los ojos.
Tirada oculta
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Vamos a ligar..
Dificultad: 15+
Resultado: 7(+6)=13 (Fracaso)
La chica abre mucho los ojos y retira un poco la cabeza hacia atrás. No parece asustada, más bien sorprendida.
-Ah.. señor, os.. os agradezco.. bueno, el agradecimiento, jajaja! Ahora.. ahora tengo mucho trabajo que hacer, fregar cacerolas, ya sabéis. ¿Podríamos hablar en otro momento? ¿Un momento más tranquilo? Ahora debería ayudar a mi padrino Javius, porque estará cansado y deseando irse a dormir; con todo lo que ha trabajado hoy, sin duda dormirá muy profundamente.-
Como gustes, concede graciosamente Thelonius. Sólo que después estaré acompañado de media docena de rudos mocetones que dormirán aquí, y no creo que estemos muy tranquilos. En todo caso, cuando quieras que hablemos, dímelo.
Y con un suspiro se mete en la bañera, con el fin de eliminar todo el cansancio (y, ¿por qué no decirlo?, la roña) acumulados en Cinydicea.
-Estaréis acompañado, pero yo no.- dice la chica marchándose de allí con media sonrisa y dejándote a solas.
Te quedas unos segundos mirando a la puerta y suspiras por la oportunidad, bueno, no perdida pero aplazada, sonriendo en cualquier caso porque tu viejo carisma no te haya fallado del todo. Quizá necesite una puesta a punto, pero..
¿Huele a sal de repente? ¿De dónde viene..
Vaya. Te vuelves para mirar en la habitación en busca de una ventana abierta cuando te encuentras la bañera y ves que hay algún cambio en ella. Para empezar, no humea. Y parece haber adquirido.. bien , ¿qué es esto? Te acercas y observas lo que parecen trozos de vegetación que flotan en el agua. Con cuidado, coges uno de ellos y constatas que el agua ya no está caliente, sino fresca, aunque no fría. El trozo de planta que acabas de coger es verde oscura, alargada, levemente gelatinosa y, como el propio agua, tiene un fuerte olor a sal. ¿Algas? ¡Algas en la bañera! Hace un momento, estás seguro, había agua caliente y jabonosa espuma flotando en la superficie, pero ahora, nada de eso. Sólo le has dado la espalda esos segundos para hablar con Morna y.. ¡caspita!
Bajo rápidamente abajo y, sin alarmas innecesarias, informe a los compañeros del extraño suceso que, francamente, me ha quitado las ganas de meterme en esa bañera. Propongo que subamos todos a investigar.
Siguiendo a Thelonius escaleras arriba, llegáis al pasillo superior que conecta las habitaciones de mejor calidad de la casa. El príncipe os guía hasta un dormitorio al fondo, saca una llave de hierro en buen estado que le diera Morna antes y abre con ella la puerta, recia y bien engrasada para que los goznes no chirríen.
Al otro lado, observáis una habitación amueblada con enseres sólidos que han sido clavados al suelo. Una gran cama domina la estancia con su masiva cabecera y ornadas patas. Debajo de las mantas de pelo espeso se ven sábanas de seda, teñidas de verde. Al lado de la cama, sobre una mesita, hay una vela apagada en su candelabro de bronce.
Al pie de la cama hay un enorme cofre de marinero fabricado en madera de teca aparentemente, reforzado con bandas de hierro y una cerradura que semeja ser un rostro que grita. Hay también un armario ropero de madera casi negra en la pared norte, a tu derecha.
Junto a la puerta, en la pared este, hay una jofanina de cerámica llena de agu reposando sobre una pequeña mesa cuadrada. Contra la pared sur, un gran escritorio lleno de cajones espera en vano el regreso de su antiguo dueño. Encima de él cuelga el retrato de un hombre de espesa barba negra y penetrantes ojos verdes. La pintura le sitúa en el puente de un barco durante una tormenta, blandiendo una extraña daga. Entre la espuma del mar se ve detrás de su figura a una gigantesca criatura marina similar a un pulpo que se alza, con los tentáculos listos para atacar.
En la esquina noreste de la pieza hay una gran bañera de cobre llena de agua que en efecto tiene algunos restos de vegetación flotando en ella, vegetación que parecen algas. Un buen surtido de jabones y fragancias está dispuesto en una mesita auxiliar junto a ella. Hay un espejo para afeitarse colgado junto a la jofaina y a su lado una navaja de afeitar con cachas de marfil que cuelga de un clavo.
Se suponía que el problema estaba en las algas aparecidas de la nada en la bañera y pese a que la primera idea de Hitmol fue utilizar un conjuro en busca de restos de magia en la sala, decidió que lo más sencillo sería buscar una explicación más lógica al asunto.
Con celeridad para no ser molestado por sus compañeros al reunirse en torno a la bañera, el mago se acercó al agua observando los alrededores con detenimiento. No parecía haber nada extraño allí, así que tomó la daga mágica del cinto para tomar con ella un trozo de alga y acercársela para analizarla.
Tirada oculta
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Saber de la naturaleza
Resultado: 16(+4)=20
Cala, si hacen falta tiradas (avistar o saber(naturaleza) te cedo el gran honor de hacerlas por mi.
Desde luego, son algas y al igual que Esmarelda el pez de abajo, según Jathor, provienen de muy al sur, de mares bien cálidos. No han podido ser recogidas en esta costa salvo en caso de haber llegado con una corriente muy fuerte.
Jathor entra en la habitación, ignorando la bañera a la que Thelonius se refería. Se queda, en cambio, mirando el cuadro, la imagen del pulpo gigante.
¡Kraken!- piensa Jathor, al que aquella imagen le trae recuerdos de su aldea y su infancia. En su pueblo de pescadores, el Kraken era el monstruo que utilizaban los mayores para asustar a los más jóvenes. Los más ancianos de la aldea contaban historias de barcos pesqueros rotos por la mitad como pequeñas ramitas, por los poderosos tentáculos de aquel ser. Jathor, que era poco impresionable, siempre había creído que no eran más que historias de viejos, poco probable que fuesen ciertas...
- Ésto no parece de aquí cerca- indicó Hitmol enseñando el alga a sus compañeros-. Más bien de la misma zona que aquel pez de abajo.
Era algo extraño. Hitmol se había esperado algún otro indicio por los alrededores, pero estaba claro que debía tratarse de algún efecto mágico. Sin pensarlo demasiado, inició la retahíla de arcanas palabras destinadas a averiguar si había efectos mágicos en la habitación.
Detectar magia y me voy girando para inspeccionar toda la habitación.
Entro en la habitacion, mirando las cosas sin tocar nada pero con curiosidad
Tancred, si haces el favor
Le pido a mi hermano antes de quedarme mirando el retrato
Asi que este es el finado
Reviso con cuidado el retrato fijandome en la daga y en busca de simbolos o cualquier cosa que sea reveladora
Tirada oculta
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Saber Arcano
Dificultad: 20+
Resultado: 12(+6)=18 (Fracaso)
pues eso, si hay alguna tirada relevante don master...
Urik, indica Thelonis sin dejard e escrutar intensamente todos los rincones de la habitación. No estaría de más que abrieras el escritorio, el cofre, etc., a ver qué guardaba nuestro amigo el capitán.
Ellidian examina la forma de la daga, pero sin hallar en su memoria nada que le indique qué tipo de daga o a qué artesanía podría obedecer la daga.
Si , dejadme un poco de sitio , que estos piratas protegian bien sus tesoros , dice el mediano mientras extrae sus nuevas herramientas y se pone a buscar trampas en la cerradura del cofre .
Pues eso comienzo con el cofre , para abrirlo tengo herramientas de GC compradas antes ( que no lo he añadido a la ficha ) , a ver si tengo un rato y añado todo .
Que pasa Tancred?, hay algo raro en la habitacion?
Pregunto al ver la pasividad de mi hermano
tancred me ignora, tancred me ignora
Tancred entró en la misma colocandose lo mas centrado posible dentro de ella, miró a un lado y a otro escrutando todo cuanto veía e ignorando a su hermana melliza por momentos al tener en mente lo que quería hacer antes de nada...
Cerró los ojos y comenzó a rezar en voz muy baja concentrandose por completo y abstrayendose de los demás... Quería comprobar si eso era maligno o no.
puede que sea inutil... pero bue xD ya me conoceis. Detectar el mal todo el tiempo necesario,
Hitmol rastrea con su magia la habitación y su vista magnificada de esta manera logra detectar, en efecto, varias fuentes de magia, aparte de las que vosotros mismos portáis encima. Tres objetos brillan dando a entender que guardan energía mística: el cofre, el ropero y la bañera.
Mientras, la inspección que hace Ellidian del cuadro tan sólo arroja el nombre del barco que aparece en la imagen, grabado en una placa clavada al mástil: Maybelle.
El poder de Tancred no da señales de actividad malvada en el área, por lo que parece que la habitación es segura a este respecto, aunque quién sabe qué peligros mecánicos o mágicos..
El cofre está cerrado con llave y Urik no encuentra trampa alguna. La cerradura no parece muy buena, es bonita, pero no muy eficaz. Suponéis que para disuadir al típico ratero sería suficiente.
Tras terminar su rezo y relajarse inspirando con calma miró a su hermana negando con la cabeza con dramatismo - no, no hay nada maligno de lo que podamos temer - se encogió de hombros y sonrió con calidez mirando nuevamente a un lado y a otro de la estancia