Partida Rol por web

Balder viene de Balder Nieve: los peligros no estan mas alla del muro

Svipdag/Baggo vienen de Svipdag/Baggo: El muro no es la unica defensa.

Uno sale de Bastion y los otros del bosque, comienza a nevar de nuevo, poco y calmadamente. No sopla viento, pero los pendones de las almenaras se mueven en la lejania.  El Lord Comandante afloja el paso de su montura para que vaya al trote acompañado por Benjen a la cabeza. Las puertas del Bastion se abren y de su interior sale una figura sobre su cabalgadura, un hombre con una capa y un casco que se acerca al galope.

A media que se acerca algunos lo reconoceis como al castellano del Bastion, Balder Nieve, pertrechado para el combate, con su espada a la diestra y su capa de huargo sobre los hombros. Frenan los caballos mientras Umber murmura algo entre dientes.

Buenos dias Balder Nieve, aciagos dias nos reunen de nuevo en estos tiempos digo mientras le miro sujetando las riendas. Un buen hombre es lo que es, no hace lo que no debe y se guia por un codigo. Recibimos los mensajes que llegaron a la fortaleza y hemos venido a ayudar en lo que sea necesario.

Guiadnos hasta vuestro hermano y contadnos que ha sido todo lo acontecido en nuestra llegada le miro mientras Benjen le saluda con una sonrisa y una inclinacion de cabeza Esperamos no causaros ningun problema en nuestra estancia con las siguientes noticias que hemos recibido.

Una vez mas, marchamos en la retaguardia del grupo cerrándolo. Las primeras luces del alba nos han sorprendido sobre nuestros caballos y, a buen paso, cabalgamos hacia nuestro destino. Aunque no tarda la nieve en hacer, de nuevo, acto de presencia, esta vez, no lo hace de una manera tan copiosa. Y parece que el viento que nos azotaba ayer, ha calmado al menos de momento.

Finalmente, dejamos atrás el bosque y ante nosotros, aparece la mole del Bastión Kar. Y todos divisamos, a una figura que se dirige a nuestro encuentro pertrechada para la batalla tras cruzar el acceso principal del castillo. Nuestra comitiva se detiene ante el recién llegado. Y tras haber escuchado las palabras del Lord Comandante, me inclino sobre la silla de mi montura y le digo a Baggo.

Pues no. No creo que podamos disfrutar de una estancia tranquila precisamente.

Dicho esto, miro de reojo a Baggo y, con una media sonrisa en el rostro, termino por encogerme de hombros.

Tras nuestro encuentro en la noche nos ponemos otra vez en camino pero aun no me explico del todo que es lo que vimos. Estoy intranquilo sobre la silla de montar con la capa bien cerrada.

Demos tiempo a los "jefes" a presentarse... quien sabe si nos quedaremos o no, no me quites las esperanza tan pronto de poder dormir caliente aunque solo sea una noche. Sonrio Por mucho que este dispuesto para partir tendrán mucho de que hablar ya oiste la discusión cuando partimos del ultimo hogar...

 La nieve comienza a caer a su alrededor y el viento sopla gélido desde el Norte.

Refrenando a su montura Balder detiene a Methee a pocos metros de la comitiva, mientras alza la mano en señal de saludo. La presencia del Lord Comandante al frente del grupo es por supuesto bienvenido, era bueno saber que el Viejo Oso aun se encontraba en forma como para realizar trayectos fuera del muro. Se trataba de un gran líder y un guerrero excelente, sería triste que se viese reducido por el peso de la edad.

A su lado la presencia de Benjen supone una agradable sorpresa y por otro lado la imponente figura de Gran Jon… bueno podía decirse que era una incógnita con visos a convertirse en un peliagudo problema. Es quizás por eso que se mantiene serio y con el ceño fruncido en vez de sonreír abiertamente.

-          Lord Comandante.- Vuelve a saludar con un marcial gesto de cabeza.- Es un placer volver a verle después de tanto tiempo.-

Tirando suavemente de las riendas hace que Methee camine de lado apartándose del camino girándose con un relincho para acabar colocándose al lado del caballo de Jeor. A la par, el grupo comienza a avanzar por el camino hacia el Bastión mientras Balder expone tácitamente la situación.

-          Ciertamente el número de asaltos de incursores se ha incrementado en los últimos tiempos. Nuestros soldados y cazadores son buenos hombres, pero son muy pocos y el bosque demasiado amplio para aprender a esas malas bestias antes de que cometan el pillaje en las granjas más alejadas del bastión.- Apretando la mandíbula con fuerza mira fijamente al Lord Comandante y a Benjen.- Es por eso que hemos solicitado la ayuda de nuestros amigos de la guardia, pues conocen mejor las costumbres y maneras de los salvajes. Estamos en una época extraña, el invierno se acerca inefable, e incluso hace varias lunas un grupo de incursores tuvo la desfachatez de incendiar parte del bosque. – Con un gruñido niega con la cabeza.- Pero no solo se trata de esas sabandijas, cosas extrañas han ocurrido en el bosque. La noche que fuimos a cazar a los salvajes que prendieron fuego al bosque nos encontramos con que los incursores ya estaban muertos, abatidos por extrañas flechas de punta de vidragon y rodeados por huellas de lobos.-

Callando unos instantes duda de seguir contando lo que vio aquella noche.

-          Vi con mis propios ojos un lobo huargo blanco como la nieve y con las cuencas del color de la sangre, al parecer alguien del grupo que había eliminado a los salvajes lo llamo con un silbido y el huargo respondió a la llamada desapareciendo solicito en la oscuridad de la sombría noche.-

Callando, mira al frente y procura esquivar el tema de la boda. Ese era un tema peliagudo en el que de momento prefería no tener que entrar si podía evitarlo. Así pues cambia de tema, intentando evitar la evidente y comprometedora pregunta que podía caer en cualquier momento.

-          Mande preparar las estancias para recibirles a usted y a sus hombres. Espero que se encuentren cómodos en ellas mientras mediamos en la resolución del problema...-

Pero seguro que no tan comodos y calientes como pueden estar otros en este momento Replica Umber a mis espaldas mientras escucho a Balder con detenimiento, los salvajes no suelen hacer eso, no suelen cometer...o al menos dejar a alguien con vida, nunca dejan gente con vida. Mace se esta haciendo mayor o puede que sea que hay otro gallo en su corral que quiere su corona.
Giro levemente la cabeza para mirar a Umber con gesto serio
Creo que de eso ya hemos hablado Lord Umber, sera mejor que os atengais a lo que hemos venido vuelvo a girarme a Balder.
Extraños dias nos ha tocado vivir, cierto es que un largo Verano se acaba y se acerca un invierno mas duro del que algunos han vivido. Puede que eso les este empujando desde mas alla del Muro.
Entonces puede que la imagen que hemos visto no fuera una vision provocada por la nieve y lo que vieron mis dos hombres en su guardia fuera un huargo con un jinete, pero nadie montaria a un huargo, nadie que este en su sano juicio.
Vidragon, los niños de los bosques, que tiempos aquellos que nuestros antepasados vivieron, cuando aun habia dragones, antes de que llegaran los otros. Esos tiempos que me hubiera gustado vivir y no los que hay ahora
El deshonor, mi hijo, lo que hizo por esa mujer, no pudo cambiar de esa manera. Mis manso se aferran con mas fuerzas a las riendas mientras se ponen blancos lo nudillos.
Entramos en Bastion y elevo la mirada para mirar la Torre mientras los pendones siguen moviendose, y la nieve parece que hace menos por caer.
Mi atencion se desvia a una ventana, no, solo ha sido una cortina la moverse, nada mas, la imaginacion juega malas pasadas, casi crei ver a mi difunta esposa mirandome ahi arriba. Aun no es mi tiempo.
Descabalgo.
Vayamos a ver a vuestro hermano, hay mucho que hablar antes de que demos una batida por estos bosques. Encontraremos al que los dirige y a los que quedan vivos para llevarlos a la justicia

Miras hacia arriba y lo unico que llegas a ver en una melena castaña que desaparece de la vista desde tu ventana. Sera Lyssa que se habra despertado al no estar y miraria a ver si estabas en el patio de armas con los hombres o que tenia curiosidad por ver quienes son esos invitados.

 Ignora el comentario soez de Gran Jon. Por suerte, tiene experiencia con las impertinencias de los nobles con los que su hermano tenía que codearse, por lo que de momento su temperamento resta impasible. Después de todo y pese a lo faltante que resultase su forma de expresarlo, no había fallado en su aseveración.

-          Permítame dudar que esos salvajes estén en su sano juicio, los últimos que me he encontrado solo sabían verborrea sobre que los Otros venían para devorar nuestras almas y paparruchadas de ese estilo.-

Escupe a un lado despectivo mientras pasan por debajo del rastrillo de la entrada al Bastión Kar. Con ojo crítico observa que su sobrino Harrion ha cumplido con las órdenes encomendadas y los hombres restan firmes en sus puestos.

Dándose cuenta de que el Lord Comandante mira hacia lo alto de la torre, lo imita a tiempo de ver la melena de Lyssa desaparecer de la ventana. Un escalofrió involuntario le recorre la espalda. Si el Viejo Oso descubría la verdad antes de que tuviese oportunidad de explicarse debidamente… Las cosas podían acabar muy negras… sobre todo para él.

Al fin la comitiva llega hasta el centro del patio donde Baldrik y el resto de mozos aguardan para llevar los caballos a la cuadra. Con un gruñido descabalga con agilidad y le entrega las riendas de Methee al muchacho. Después de tantos días de no dejarle ni un momento de respiro, decide apiadarse del chico.

-          Mozo, no pierdas el tiempo y en cuanto acomodes mi montura ves a cumplir con el merecido descanso. Recuerda que ahora eres un soldado del Bastión y que se te necesita descansado para que rindas como es debido.- Le despide con el ceño fruncido en una perfecta imitación de un enojo que no sentía en esos momentos.

Girándose hacia Mormont asiente con firmeza.

-          Acompañadme por favor, mi señor Rickard os espera en el salón principal.- Corresponde abriendo la marcha.

Si mi señor es lo unico que dice el muchacho antes de llevarse a Methee hasta el establo acompañado del resto de hombres.
Los otros son cuentos de vieja. No existen nada mas que para asustar a los niños que no hacen lo que deben. Como algunos adultos replica Umber mientras se acomoda el arma al descabalgar y mueve el cuello haciendolo crujir mirando a todas partes.

Te mira con una sonrisa que no te gusta en este momento, como si hubiera algo que el supiera. Entrais en la torre, dirigiendoos al salon principal donde esta todo listo para un desayuno tanto para vosotros como para los invitados. Lord Rickard esta sentado a la mesa con sus hijos, Se levanta al veros entrar y se acerca.
Lord Mormont, Lord Umber bienvenidos a Bastion Kar, hubiera preferido que fuera en otras circunstancias, pero las necesidades apremian
Las necesidades y la boda de un bastardo replica Umber escupiendo al fuego y mirandoos a todos desde las alturas, Cuando se abre la puerta y entra  la mas joven de los hijos del señor con otra dama de pelo castaño con un hermoso vestido que os miran un segundo antes de pasar y de sentarse en dos sillas para desayunar.

Disculpad que haya tanta gente hoy en el salon,pero si desayunais algo mientras, hare que se marchen los que no deban estar. Alys por que no os marchais Lyssa y tu en cuanto termineis o os hacen llevar algo para que termineis el vestido de la boda. Hay cosas que tratar de hombres que vuestras lindas cabecitas no deben tener en cuenta
Parece que va a replicarle pero al final se calla y come algo del plato sin decir nada.
Mormont esta pensativo mirando con fijeza, no dice nada, solo se va al fuego con una copa en las manos para beber meditabundo, mirandolo, negando mientras mira de reojo la mesa alguna que otra vez.

Umber al verlas pasar las mira y se fija mas en una que en otra mientras murmura algo entre dientes que es ininteligible pero parece que suena como "Con putas asi yo tambien me casaria"

Sigo al Lord Comandante al interior de la torre y me quito la capa al entrar, en el interior no hace falta tanta prenda de abrigo. Veo a las dos jóvenes hermosas, prohibidas para mi como todas... una lastima que en esta ocasión me vaya a ser casi imposible "bordear" esa prohibición, demasiadas repercusiones si me cogen estando aquí el Lord Comandante. Me atuso el bigote al verlas pasar y no puedo evitar sonreir al oir el "murmullo" del Gran Jon pensando y yo y yo...

Muy amable Lord Rickard, el camino ha sido duro. Digo cogiendo algo para desayunar y dejando que la gente importante hable de las cosas importantes.

Al fin podemos desmontar y estirar algo las piernas. Y mientras caminamos en grupo por el interior del Bastión Kar, me doy cuenta del estado actual de la situación. A pesar de haber descabalgado, sigo llevando, al hombro, mi escudo. Y de mi cinturón pende, como no, mi espada.

En mas de una ocasión, sonrío al escuchar los murmullos de mis compañeros. Y cuando escucho el comentario de Jon Umber, casi suelto la carcajada. Pero cuando ante nosotros aparece Lord Rikard, el castellano del Bastión, me limito a cuadrarme y a inclinar la cabeza ante sus palabras. Y puesto que veo que ya es hora de reponer algo de fuerzas, no desaprovecho la ocasión. Y entre bocado y bocado, cercano al lugar que ocupa Baggo, digo.

Interesante ambiente amigo mio. Mas relajado de lo que creí encontrar en un principio. Veremos lo que dura.

 En un esfuerzo supremo, Balder soporta el desprecio de Lord Umber, con las mandíbulas apretadas. Aquel desgraciado hijo de perra estaba provocándole arguyendo a su bastardía y no iba a darle el gusto de complacerle.

Desviando su atención de tales pensamientos, atiende a las palabras de Rickard mientras lanza una mirada de orgullo hacia su futura esposa cuando entra por la puerta acompañada por la hija de su Señor hermano. Sus ojos y su mente no le mentían, estaba más guapa a cada vez que la veía.

Pero toda su calma y autocontrol se viene abajo como un muro endeble ante el claro insulto contra Lyssa y Alys. Como un lobo se revuelve rabioso hacia Gran Jon con los ojos relampagueantes de furia apenas contenida. Su rostro es un frio reflejo de un ansia asesina que está a punto de desatarse en cualquier momento.

-          ¡¡¡SILENCIO UMBER!!!- Exclama con un vozarrón que resuena por toda la sala.

Con una mano coge la vaina de Claro de Luna, mientras la otra se apoya firmemente en la empuñadura, presta para desenfundar la espada bastarda en un instante.

-          ¡Por vuestras venas correrá toda la noble sangre que gustéis Umber!- Gruñe amenazante con un tono inflexible que no deja lugar a replica alguna.- ¡Pero ahora estáis en los dominios de Lord Rickard y guardareis el debido respeto a mi futura esposa y a mi sobrina, u os juro por los Dioses! ¡¡¡qué os cortare la hombría!!!-

Termino el tentempie justo a tiempo. Pues nada mas tragar el ultimo bocado, arqueo una ceja al ver e estallido de Balder Nieve. Dándole un codazo a Baggo, le digo.

Ya me extrañaba a mi. Veamos si acabamos comprobando la dureza de estos westeros o, como suele ser costumbre entre ellos, lo terminan arreglando con alguna disculpa.

Pero tras mis palabras, me quedo a la espera observando las reacciones tanto de mi lord Comandante como de Benjen. Nosotros la Guardia, no tenemos por costumbre intervenir en las disputas de estos nobles. Pero si mis oficiales muestran el mas leve signo de irritación, no tardare demasiado en unirme a la fiesta.

Te mira y se rie ¿tu y cuantos bastardos como tu? replica mientras su mano descansa suave sobre el pomo de la espada Desesperada debe estar una mujer para casarse con semejante hombre como vos si no podeis ofrecerla ni un hogar propio Solo unos milimetros se desliza su arma de su vaina mostrando su filo con una sonrisa en sus labios.
Mi señor murmura Lyssa con gesto triste y niega mirando al suelo.
Lord Rickard se ha levantado de su silla y mira a Umber a los ojos mientras sus dos hijos hacen los mismo y se preparan. Es mi casa Umber, si en la tuya estas acostumbrado a tratar a tus mujeres como putas, no tengo la culpa que ellas busquen otra cama donde calentarse si no eres capaz de calentarlas tu

Umber vuelve a gruñir y saca su arma. Benjen  niega y mira al lord comandante que si parece que va a tomar partido en esto ya tiene su arma desenvainada.
Umber os dije antes  algo en el camino, sentire matar a un guerrero pero estamos en la casa de un noble y si fuera la mia propia ya estariais muerto, Dad las gracias que no es asi. Pedid disculpas a las dos doncellas o ateneos a las consecuencias
Las venas del cuello del Gran Jon se hinchan y mira a Balder y luego a las mujeres. No voy a pedir perdon a ningun bastardo, ni a la puta con la que se case.
Por los arcianos, no veis que ocurre, buscando otra vez su juventud. Un guerrero muere como debe ser y no buscar el cobijo en las faldas de una jovencita en las frias noches

Benjen saca su arma mientras se acerca Umber os he dicho que vuestra bocaza os causaria muchos problemas si seguiais asi. MI hermano el Lord del Norte sabeis que opina de estas cosas y sobre otras. Pedid disculpas y vivid para morir otro dia.
Nunca replica mientras sigue aferrando su espada antes me empalare en el arciano

Lyssa se levanta con la mirada alta. Eso me da en ver que vuestra madre tambien era una puta por acostarse con vuestro padre y dar a luz a semejante bastardo.

La sangre le bombea airada por las venas. Aquel Umber… Nada más escuchar la noticia de que venía sabia que daría problemas. Ahora daba igual, no era nada más que otro escoyo a resolver, los Arcianos le habían hablado y habían sido claros en una cosa. Se acercaban malos tiempos y tendrían que luchar por defender lo que amaban. Tal vez fuese demasiado pronto, pero estaba más que dispuesto a morir por Lyssa.

El comentario de su amada casi le hace sonreír aprobadoramente.

-          “Esa es mi futura esposa”- Piensa con orgullo.- “Toda una mujer del Norte… toda una Mormont”-

El Lord comandante desenvaina su arma, al igual que Benjen y varios más pero no está dispuesto a que sean ellos los que den la cara.

-          ¡No!- Exclama levantando la mano deteniendo a los demás presentes.- Es mío.- declara en un terrible tono arrastrado.

El silbido del acero al desenvainarse suena cristalino cuando el pulido filo de Claro de Luna refleja las cálidas luces de la chimenea, presta para presentar batalla.

-          Tenéis razón Umber, si en algo estamos de acuerdo es que soy un bastardo y como tal no hace falta que os disculpéis, porque no pienso aceptar las disculpas de un perro.- Gruñe impávido.

-          Así que si tantas prisas tenéis por acabar empalado no os preocupéis que yo mismo os ayudare a hacerlo.-

Desabrochando la pesada capa de piel de huargo la deja caer al suelo liberándose del molesto peso, y se acerca hacia Gran Jon con paso tranquilo.

-          En mi vida he matado casi cualquier cosa.- Comenta circunspecto mientras se acerca.- Venados, jabalíes, incontables soldados, un huargo… y ahora… ahora matare a un gigante estúpido.- Sentencia con el ceño fruncido.

Apresando la espada bastarda con las dos manos, se prepara dispuesto para pelear.

-          Vamos, no me hagáis perder el día.- Rezonga despectivo.- He de cazar unos salvajes, traer la seguridad a estas tierras y preparar una boda, no tengo tiempo que desperdiciar con vos.-

La escena se precipita como estaba visto, Gran Jon no era conocido por saber aplacar su genio y esta vez no iba a ser una excepción, parece que ni el Comandante ni Benjen se deciden a pasar de las palabras aunque ya han tomado partido solo es cuestión de tiempo el que el Gran Jon pase de las palabras a las acciones y todo acabe mal, muy mal. Lo fundamental es que la guardia, y en especial el Lord Comandante, se vean en medio de lios políticos... sea cual sea el bando que escojamos nos traería malas repercusiones. No se en que medida pero tanto Lord Comandante como Benjen parecen bastante involucrados y han perdido ese saber estar que siempre los acompañan.

Veo como Balder se acerca con el acero desenvainado reclamando que es suyo, no creo que durara demasiado contra el Gran Jon, su pericia en combate famosa en todo el norte pero al menos tiene agallas.

Gran Jon calmate, creo que no te corresponde a ti decidir con quien se casa esa mujer... no se que tienes exactamente contra la boda pero si tan en contra estas por algo creo que un duelo es la forma adecua de defender tu postura no insultando e involucrando a todos los presentes en la disputa...

Asiento a las palabras de Balder

Cacemos a esos salvajes y si seguis teniendo esos "problemas" ya los solucionareis más tarde...

Umber te mira, luego a la mujer que sigue de pie con gesto serio y altivo como si fuera una estatua cincelada en marmol. Vuelve a mirar a Balder con la espada en su mano.

Luego mira a uno de los hombres de la guardia que se acerca, habla, le escucha, pero esa mas pendiente  de lo que hay mas alla, de lo que ocurrira.
Gruñe mientras envaina la espada.
Os ayudare a cazar  a esos salvajes pero no me quedare a ese desproposito de enlace que vais a celebrar.
NO pienso colaborar en  semejante evento.
Un guerrero debe envejecer con dignidad se gira a ambas mujeres pero no dice nada, es demasiado...del norte, no hay otra explicacion.
Lord Mormont y Benjen envainan sus armas como todos los presentes, Lord Rickard carraspea.
Si me acompañais, el aire exterior nos sentara a todos bien. Refrescara los animos de los presentes y los apaciguara. Asi os enseñare en la lejania donde fueron vistos y la punta de flecha que mi hermano encontro SE despide de su hija con un beso en la frente y pone su mano sobre el hombro de Lyssa que sonrie.
Salis fuera con los animos aun caldeados.
Fue hacia esa zona, aun se puede ver algo del humo del incendio, estaban en un claro muertos y se vieron un huargo, ojos rojos y enorme