Sonrio mientras la mio.
Entrecierro los ojos, cree que es tan fácil como eso, decidirlo. Niego, ligeramente.
Quizás lady Alysse puede permitírselo, en Dorne las cosas son diferentes, pero para mí dará igual, soy una Tyrell, Ahlam, nací noble, no hay elección posible, da igual si me enamoro o no, sea de quien sea, no escogeré, no podré hacerlo, es un hecho, ella puede ofrecerme muchas cosas, puede verme como una persona, pero eso no hará cambiar lo que soy, para mi familia, para el resto de nobles.
Suspiro, ligeramente, no pueden verme de otra manera, me han enseñado desde que nací a parecer eso, a ser eso, da igual, nunca podré tener esa libertad, lo se, lo tengo asumido, sólo puedo esperar aprender lo suficiente para que no me arrastre el Juego.
Realmente no lo se, los que cuentan la historia no se paran en esos detalles, soy demasiado práctica para pensar si hubo o no amor, el amor es para los siervos, no para nosotros, ¿qué más da si lo hubo? Pasó lo que pasó, dicen tantas cosas... al final ella murió, a él lo mató lord Robert, ¿hubo amor y se fugaron? ¿O fue realmente secuestrada? No podemos saberlo.
Enarco ligeramente una ceja. Miro a Ahlam.
Quizás, o quizás no, no lo se, sólo se una cosa, no me permitirán hacer eso que hace lady Alysse, aunque yo fuera tan testaruda como ella.
Sigo caminando.
Quizás sea cierto que el amor mueve el mundo, pero en mi mundo el amor no existe, no de la manera que debería ser. En el norte podrán hacer lo que quieran, pero en el sur las cosas son como son, y vos deberíais saberlo.
Niego ligeramente.
Ni siquier lady Alysse puede cambiar eso.
Va a contestarte cuando escuchas campanas en la calle y los criados que se comienzan amover por la casa.
Voces que gritan en la calle
Escucho los gritos en la calle, a través de los muros del jardín por donde estamos paseando, me paro, mi mano se dirige a mi garganta, la Mano, lord Arryn, está muerto.
¿Escucháis eso? Hay que encontrar a lady Alysse y a ser Tyrek.
Arrugo ligeramente mis cejas.
¿Qué será de los Siete Reinos ahora?
Casi es un pensamiento en voz alta, ¿quien en su sano juicio aceptaría ser la Mano de Baratheon?
Aciagos presagios veo en esta muerte, malos para nosotros y malos para nuestros planes.
Los Siete quieran que el Rey tenga una Mano tan cabal como lo fue Lord Arryn o al menos solo la mitad.
No os preocupeis por ellos, seguro que ya vienen de camino, estos dias no seran muy propicios para la buena gente caminar por estas calles.