Me fije en la mujer, era bastante atractiva y su atuendo me resultaba bastante familiar. No recordaba de que. Vi que andaba lentamente mirando a los lados. Asi sin pensármelo demasiado y dejando libre mi curiosidad, decidi seguirla. Me mantuve a cierta distancia para ver lo justo donde se paraba o a donde miraba, con la finalidad de asi saber que es lo que buscaba.
Tal vez le pudiera ofrecer mis servicios después de ello. Aun no conseguía recordar que es lo que me resultaba familiar de ella.
Joder, cierta sacerdotisa de Ashai? XD
Sigue mirando y buscando mientras incluso para a algunos niños que estan en la calle, los mira de arriba a abajo. Parece que busca a alguien en concreto y esta frustrada
Da una patada al suelo golpeando una piedra y girandose, en ese momento clava su mirada en la tuya, se acerca contonenadose, insinundose, se humedece los dedos levanta su mano hasta tu pecho, parece que quiere ver que hay debajo.
Oo.
No se por que piensas que es ella, es mas no tiene foto que la hace tan importante ¿no?
Cuando se acerca la miro con una leve sonrisa y arqueando una ceja. Luego se acerca demasiado y cuando va a tocarme el pecho paro sus manos. Al menos no me gustaba que me acosaran en publico, además no se a que venia eso así que la gire y presione invitándola a seguirme a un callejón para hablar fuera de la vista de tanta gente.
Quizás así puedes contarme a quien buscas y por que quieres levantarme la camisa – le dije a la oreja cuando la llevaba al callejón.
Luego mire alrededor por se acaso alguien nos seguía o pasaba algo extraño, pero no parecía que nadie nos prestase demasiada atención.
Creo que lo sabes bien, tienes su marca replico mientras me paro a la entrada el callejon.
¿Cuando te la dio? ¿como te la dio? digo con una sonrisa sensual te aseguro que yo si puedo explicartelo pero antes contestame y te dare l oqeu ninguna otra mujer podria darte
me humedezco los labios solo con la punta de la lengua mientras sonrio una de las hombreras de mi tunica se desliza mostrando mi blanca piel mientras uno de mis senos se insinua levemente por el escote.
Miro sorprendido, sin entender realmente lo que quiere, pero presentándose la situación por que no aprovecharla asi que primero eche una mirada detrás suya y luego alrededor, para asegurarme que estábamos solos. Luego la mire a ella, a los ojos sin bajar la mirada, ya había podido apreciar sus formas antes.
Que es lo que quieres preguntarme? Y como sabes que tengo una marca, seria lo mas lógico a preguntar ahora… - le dije con una mirada gélida. La verdad es que sentía curiosidad por saber de que iba todo esto, y que pasaba.
Sonrio mientras le miro a los ojos, parece preocupado pero no por mi solo, sino por lo que puede ver a mi espalda, a nadie. Paranoico, eso es bueno
¿Como crees que lo se? soy su mejor sacerdotisa. Ahora respondeme o no te gustara verme enfadada, por que te aseguro que mi caricia no sera como la suya de calida, la mia no seria tan facil de ocultar, Habla
La mirada sensual ha desaparecido, ahora no esta la mujer sino la sacerdotisa y el fuego de mi interior esta ardiendo. Solo lo dire una vez contesta o atente a lo que pueda hacerte.
A lo de cuando, me apareció ayer. A lo de cómo pues no sabría decirte exactamente, tuve un sueño extraño y desperté con ella. Supongo que seria por obra de magia, pero no es mi especialidad así que desconozco la respuesta exacta. Pero parece que tu si sabes el por que. – le dije mirándole a los ojos sin miedo de su ira, con una sonrisa en los labios trataba averiguar algo mas de lo que realmente me ocurría. Parece que esta mujer si sabia lo que era.
Y de que eres la sacerdotisa? No tengo ni idea, repito de lo que pasa. Asi que si tienes la bondad de contármelo todos seremos felices – Mire esta vez sin sonrisa con mi mirada gélida y calculadora.
Sonrio y le miro a los ojos
Soy sacerdotisa de R'hllor, asi que no me mires asi, se que eras tu, al verla.
Esa marca no se puede ocultar ni con otra magia mas poderosa.
¿quien estaba contigo?¿que forma tenia? me acerco mas y pongo mi mano calida, demasiado caliente sobre su brazo, siemrpe he sdio mu ycaliente, ardiente.
Pues totalmente humana y agradable, como quien dice. Supongo que eso contara. Y me la dio, pues no se como me apareció, nos acostamos y por la mañana la tenia y esto… - señala el colgante que lleva – ahora podrás decirme lo que es? Mi amplia curiosidad sobre lo que me hacen con magia es bastante preocupante.
Le decía mirándole a los ojos sin miedo, con una sonrisa amplia en los labios esperando a que diera respuesta a mis preguntas. Tal vez ella supiera que es lo que pasaba. Realmente no me preocupaba, pero era interesante saber de que va esto.
Sonrio y niego
Niegalo que quieras, pero la que lo hizo no era humana replico y me giro mirandole por encima del hombro. Nos veremos asesino, nos veremos de nuevo el dia que quieras reconocer que no eres tan normal como aparentas.
Me rio y me alejo por el mercado mientras reparto algunas monedas y juego con mi colgante.muy interesante todo...vere quien ese esa mujer tan normal.
Aun con la sonrisa en los labios aun seguía sin comprender lo que realmente pasaba. Decía que ella no era humana, se refería a Elia o acaso a la mujer que vi en los sueños. No sabia realmente que pensar. Cuando se fue me quede unos momentos en el callejón. Luego salí y mire a los lados. Aun quedaba muchas horas de sol.
Decidí ir a comer a la posada y de paso preguntarle a Elia si le sonaba algo de esto. Tal vez ella tuviera alguna idea. No me dirigí directamente a la posada, si no que fui por la plaza de mercado de nuevo, acercándome al puerto. Para ver si podía encontrar algo interesante. En realidad solo quería pensar sobre lo que pasaba.
Haces el camino a la inversa miranod y vienod que poco cambia. Cuadno llegas a la posada, ves que hay mucha mas gente de la normal, parece que hoy sacara mucho dinero.
Esta moviendose entre las mesas ayudada por un niño rubio pajizo con una cicatriz en la mejilla.
Miro como se mueve entre las mesas y miro a los clientes unos segundos antes de seguir caminando hacia ella. Me acerco y le pido la comida, sin mostrar ningún signo de lo que paso a noche. No me interesaba que se fijaran en mi y sin duda lo haría si le daba un beso o le hacia algo que llamase la atención. Luego me senté en una mesa en un rincón un tanto alejado del gentío esperando que me trajese la cena. Luego charlaría con ella, cuando acabase el trabajo, sobre la sacerdotisa de ese dios de fuego.
La puerta se abre y entra un hombre mayor, de unos cuarenta con una armadura y una capa roja que se sienta en un rincon y pide algo para comer, parece que tiene poca prisa o ninguna por como come y bebe, saca un pergamino y lo deja sobre la mesa dandoselo a Elia en un momento con una bolsa con monedas que se guarda en el vestido con una sonrisa.
Mire por un segundo lo que pasaba, lo de la bolsa y el pergamino. Y sonreí, al menos no era el único con negocios turbios. Luego me acabe la cena y observe la sala durante un rato junto con la jarra de vino. Cuando me canse y acepte que aquí no iba a ocurrir nada interesante me levante y me acerque a Elia. E dije que me viniera a ver cuando acabase el trabajo y que le iba a contar algo curioso. Acto seguido fui a mi habitación.
Perdon que llevo unos dias locos.
Elia te mira un segundo antes de asentir y seguir con su trabajo en la taberna. Subes a la habitacion, esta siendo ya de noche, hace calor, pero no mucho, abres las ventanas para que entre un poco del frescor del exterior y al girarte notas una bocanada de fuego que hace que la habitacion estalle en llamas y en el centro se forma una figura que te mira y te señala con su huesuda mano antes de desparecer de alli dejando una marca en el suelo, un circulo imperfecto de color negro de que ha habido un fuego en el momento en que se abre la puerta y entra Elia.
Miro rapidamente la habitacion, sin entende rlo que realmente habia pasado justo cuando entra Elia. Seguramente vio en mis ojos algo que la alarmo, por que yo no me mostre igual de tranquilo como siempre. No sabia lo que pasaba y poco a poco, gota a gota, mi paciencia se acababa. Esta incertidumbre no era nada comun para mi. Normalmente yo era el que ponianervioso a la gente.
Rapidamente me acerque a Elia y le señale el suelo sin decir nada, para ver su reaccion. Luego cerre la puerta.
No se que esta pasando, hoy una sacerdotisa del dios de fuego ese extraño hablo conmigo preguntando por ti. Luego aparece esto en mi habitacion. Creo que hay algo que sabes y no me acuentas. No es propio de mi, pero nesesito las respuestas. No quiero estar en un juego sin saber de que trata. Podrias contarmelo todo? Sobre el emdallon que llevo - señala su pecho - la marca de la mano... De hecho mejor todo lo que sabes sobre esto. Ya me estoy cansndo - dije con una voz ligeramente alterada, se notaba el matiz nervioo pero poco mas.
Le miro mientras se acerca, no me gusta su mirada, ni como sus musculos se estan tensando poco a poco, no me gusta para nada lo que podria pasar.
Miro donde señala y arqueo una ceja.
Si el suelo esta sucio para tu gusto deberias limpiarlo entonces y no quejarte....yo lo veo bien, lo limpie esta mañana cuando tu te fuiste. Levanto la mirada y ... Melisandre, te has encontrado con esa loca. No creas nada de lo que ella dice, no existen los dioses, ninguno si existieran no habria ningun mal en el mundo.
No veo ninguna marca en tu pecho, ni ningun medallon, Alexander deberias ir a ver a un maestre puede que hayas cogido alguna fiebre en el viaje sin que lo supieras o que esa mujer te ha echo algo.
Niego Aunque ya se que te ha echo, te ha enseñado su cuerpo y has visto algo que te gustaba...no se como algunos pensais mas con la entrepierna que con los sesos.
Puse una sonrisa cínica ante la mentira que me soltaba Elia, llevaba años en mi profesión y podía distinguir una mentira mas fácil que cortar un trozo de pan. Me acerque a ella y la mire a los ojos, estaba a escasos centímetros de ella cuando la cogí de la muñeca y la tire a la cama.
Mira, sabe lo que puedo hacer y sabes que soy muy rápido. Antes de que venga alguien ya estaría a varias leguas de aquí. O me cuentas lo que esta pasando, y lo digo enserio o …. – deja la frase a medias y ves que se palpa la funda de su cinturón, lentamente – No me gustaría hacerte daño, pero tu me lo estas haciendo mintiéndome y dejándome como un tonto. Cuéntame lo que esta pasando…
Decía esto mientras me acercaba a la cama quedándome a su pie teniendo a Elia ahí tirada delante mía. Mi mirada seguramente le pareciese mas gélida que una ventisca de las tierras de Stark. Ahora mismo seria capaz de atravesarle el corazón sin miramientos si me mentía, y yo sabría si lo hace…
Con una rapida pirueta giro sobre la cama zafandome de su presa y perdiendo la falda en le proceso. Que cree que soy una puta que solo le calienta la cama. Tuve un buen maestro y una mejor hermana El viento que viene del puerto es suave y trae el aroma de...Anis...hermana estas cerca, lo presiento.
No lo vuelvas a intentar o te aseguro Con un rapido gesto en mi mano aparece una daga de plateado filo y una filigrana dorada que la probaras en un lugar que no apreciaras.
No te he mentido, no veo nada de lo que me estas diciendo. Estas loco. Me voy alejando hacia la ventana poco a poco mientras espero solo que haga algo que no debe y vera por que me conocian cuando era pequeña y no tenia esta honrada profesion.
Escorpion, mil agujas lanzas... si, aun lo recuerdo.
Muy mal, sin tirada de ataque y nada...