Partida Rol por web

Era un hermoso atardecer cuando a Elwood lo mandaron a llamar. Su padre lo esperaba en sus habitaciones. El heredero de la casa Lindemar había estado, durante la mañana, con lecciones del Maestre Ogarit; y por la tarde, con lecciones de Ser Madrick, el Maestro de Armas.

-Ya no puedo enseñarte más nada- dijo Ser Telton desde el suelo mientras extendía una mano enguantada para que Elwood lo ayudara a levantarse -Creo que hasta el gigante Artos tendría dificultades en luchar contra ti...-

El paje que había ido a buscarlo, salió corriendo para recibir su recompensa de manos del Lord. Se decía que recompensaba a los que trabajan bien para él... pero muchas más cosas se decían de los que lo defraudaban. Si eran verdad, o no, a Tim no le interesaba. Sí le atraía imaginarse la recompensa...

-Tonterias!- Exclamo, mientras clavaba los picos de hierro de su tridente en el suelo con intencion de liberar su mano y poder ayudar a su maestro (en las artes del combate) a levantarse. -Ha sido solo un golpe de suerte; y los Siete me protejan si creyera, por un instante, semejante mentira!- Agrego, entre risas contenidas, mientras aferraba con fuerzas su muñeca y tiraba, para ayudarle a levantarse. Una vez el maestro de armas estuvo de pie, Elwood volvio a guiar su mano hasta el hasta de su arma y forcejeo con esta, tirando hacia adelante y hacia atras, para liberarla del suelo.

-Una vuelta mas?- Propuso al hombre, mientras ponia su escudo delante de si, encorbandose y flexionando las piernas separadas, dejando solamente pantorrillas, pies y de los ojos hacia arriba, al descubierto; su codo derecho casi pegado a las costillas empuñando el tridente por debajo. Pero se vio interrumpido por la agitada figura de un paje. A sabiendas, o suponiendo, del motivo de la presencia del muchacho, Elwood solto un pesado suspiro por la nariz y abandono su postura.

-Supongo que en otra ocasion.- Se disculpo, esbosando una media sonrisa.

Cuando el heredero Lindemar entró en las habitaciones del Lord, éste se levantó de la silla donde estaba esperándolo con una copa de vino especiado en la mano. Su rostro parecía alegre y a la vez preocupado.

-Hijo, tenemos que hablar- dijo Alvis mientras le daba un abrazo paternal a su primogénito -Han llegado algunos cuervos que me gustaría discutir contigo. Tienes que estar listo para llevar adelante la casa como cabeza de ésta-

El Lord dejó que Elwood se sentara frente a una mesa con una jarra y una copa. En éste había dos pergaminos enrollados.

-¿Quieres?- ofreció con la jarra en la mano y la copa en la otra luego de haber rellenado la suya -Llegó un cuervo de los Forster... quieren una reunión para discutir unos acuerdos. Zehra ha escuchado rumores de que son comerciales pero que tienen que ver con el casamiento de Elora con Esbern Forster, el heredero. Él vendrá pronto con una comitiva si hay respuesta de nuestra parte- tomó nuevamente de su copa y dejó un momento para que Elwood fuera procesando la información y sus implicancias -El otro cuervo nos informa de algo mucho más importante pero no por eso no relacionado. Lord Bolton ha muerto. El Rey Eddard ha citado a todos los lores del norte para una reunión. La mesa chica del rey tiene una vacante y podríamos ser los afortunados de obtenerla-

Elwood se habia presentado con un aspecto desprolijo frente a su padre. Tenia los cabellos alborotados y apestaba a sudor. Como habia pasado alguna que otra vez, la sobre exitacion de los mimados vasallos de su padre hacian muy dificil decir si se trataba de algo urgente que necesitaba realmente su inmediata presencia (a la vez que cierta medida de discrecion) o si podia tormarse el tiempo para asearse y presentarse ante el lord con el debido decoro. La expresion en el rostro de su padre le hizo saber que esta vez se habia equivocado, y que deberia haberse aseado y comido algo antes de encontrarse con el.
Si tuviera un dragon de oro por cada vez que se equivocaba...

Respondio al abrazo de su padre sospechando cual era el motivo por el cual le habian llamado. Vino, cuervos, charla sobre convertirse en lord... aquello apestaba a matrimonio!

Intento esbozar una sonrisa que no llego a mas que una temblorosa mueca que no llego a tomar forma (y por suerte, tampoco a ser vista) mientras su padre le hacia notar los pergaminos sobre la mesa. Elwood se acerco a ellos y movio una silla para poder sentarse en ella.

Elwood levanto una mano y la alzo, llevandosela a la cabeza, peinandose con los dedos. -Gracias- Respondio al ofrecimiento antes de coger la copa con la mano libre.
No llego a dar un primer sorbo o a revisar los pergaminos cuando su padre le revelo el contenido de ambas. Elwood se mantuvo en silencio. Habia acertado en lo de matrimonio, pero no pensaba que se trataba de su hermana. Sintio cierto alivio, como quien se salva de la muerte por nada; pronto vendria la "culpa del superviviente", y comenzaria a preocuparse por el destino que le depara a Elora.
Elwood dio un sorbo a su copa y casi se atraganta con el vino al escuchar la segunda noticia. Esto era realmente importante!

- La mesa del rey?- repitio, todavia sin poder terminar de convencerse sobre la muerte de Bolton y todo lo que aquello implicaba.

Elwood no sabia nada acerca de que clase de negocios se ocupaba la familia Forster; pero no tenia dudas de que aquello era algo para endulzar "el trato" a la hora de arreglar el matrimonio de su hermana. No pudo evitar sentirse algo ofendido por ello. Dio un trago a su copa para que el dulzor del vino lavara el sabor amargo de lo que, en un principio, tomaria como un insulto no solo hacia su hermana, sino que a toda su familia. Se tomo unos momentos, mientras restregaba la lengua contra el paladar y disolvia los restos de palabras que no nacerian de su boca.
Si lo pensaba un poco, la familia Forster no era muy diferente de la suya; ambas estaban intentando revivir la gloria de sus respectivos nombres a fuerza de generacion tras generacion de sudor y sangre.
Ademas, no sabia mucho del pretendiente de Elora.

Dejo su copa sobre la mesa y alzo la vista hacia su padre.

-No veo por que no habriamos de, al menos, escuchar que es lo que proponen- Respondio, por fin.

Su mano nunca habia soltado la copa del todo. Aunque la palma descansaba contra la superficie de la mesa, su dedo corazon e indice acariciaban la base metalica de la copa.

-Así es hijo, la mesa del Rey... el concejo que ayuda a tomar las decisiones a nuestro honorable y recto Rey- dijo el Lord con tranquilidad -¿Qué te parece la idea? Aún no han dicho exactamente qué es lo que proponen, pero sus armas son conocidas en losa 7 reinos... y ahora sólo para el Norte. Ellos necesitarán nuestros barcos mercantes, y nosotros podríamos beneficiarnos bastante de los tratados-

Los dedos de Elwood reptaron hasta envolver la copa y su brazo hizo lo suyo para llevarla hasta sus labios. Un sorbo corto, para lubricar la garganta.

- Creo que el rey, y todo el norte, se beneficiaria de tu sabiduria, Padre. Es una oportunidad que ni nosotros, ni ellos, deberiamos de desperdiciar.- Opino.

-De acuerdo hijo, me alegro que compartamos criterios... eso ayudará- dijo el Lord y agregó -Debo hacer un viaje ahora, tenemos cosas que hablar con la familia de tu madre. Tendrás que ocuparte de recibir a los Forster y de agasajarlos. Tal vez hasta puedes organizar algún evento. Sé libre de usar las arcas de la casa para esta ocasión. Viajaremos con tu madre y la guardia personal y partiremos mañana mismo.-

El Lord no era de anunciar a los cuatro vientos sus próximos movimientos, y mucho menos en este momento, por lo que el anuncio no era algo raro viniendo de él.

-¿Y que pasa con Ramsay Nieve? Si tras la muerte de Lord Bolton queda su puesto en la mesa chica del Rey he de suponer que no se le ha tenido en cuenta.

Aquello no le extrañaba mucho, Ramsay a pesar de ser el único hijo de Lord Bolton era un bastardo y además por lo que se contaba era un muchacho cruel y despiadado, ponerlo al frente de una de las grandes casas era un peligro y mucho más tenerlo de consejero.

-En todo caso espero que el rey cuente con tu sabiduría y tenga presente la labor de nuestra familia en el norte. Nuestros barcos protegen sus costas y tu habilidad para los negocios ha traído prosperidad a muchos.

No intentó discutir con su padre la decisión de marcharse de viaje, él siempre veía más alla de lo evidente y si emprendía el camino en esas circunstancias es porque era necesario para la familia. Quizás buscaba reforzar la relación con los Whitehill más allá de su propio matrimonio. Si la vacante en la mesa del rey debía ser cubierta cualquier apoyo, por pequeño que fuera sería importante. A pesar de eso no pudo dejar de señalar la inconveniencia que podía causar su ausencia y la de su madre.

-No te preocupes padre, yo me encargaré de todo. Recibiré a la embajada de los Forster y me encargaré de que no les falte de nada. Creo que la colaboración de ambas casas sería provechosa, nosotros dominamos en mar, pero con su ayuda podríamos asegurar rutas comerciales por tierra también si la gente sabe que nuestras caravanas cuentan con la protección de los Forsters. Se quedó pensativo y su semblante parecía algo preocupado. Los negocios estaban bien, su familia había hecho su fortuna y se había ganado un nombre en el norte gracias a ellos, aunque también les había costado la expulsión y la enemistad con las Islas del Hierro. Pero lo del casamiento de su hermana con el heredero de los Forster era un asunto bien distinto. ¿Crees que quieren que Esbern Foster se case con Elora para afianzar una posible alianza en los negocios? Creo que el beneficio que sacaríamos ambas partes es suficiente motivación para hacer que colaboremos en ese sentido. Le parecía que su hermana valía mucho más que para cerrar un trato comercial, además Esbern no terminaba de gustarle demasiado, claro que tampoco es que lo conociera mucho, aún así aceptaría la decisión que tomara su padre fuera cual fuera, había llevado a la familia hasta una posición muy prominente en el norte gracias a sus decisiones y confiaba totalmente en su sabiduría, esperaba algún día poder hacerlo tan bien como él. Creo que además de los negocios deberíamos asegurarnos su apoyo, si los Forster nos respaldan también el Rey Eddard no dudará en recibirte en su mesa padre.

No le gustaba hablar de su hermana como si fuera una moneda de cambio, pero sabía que los matrimonios se fraguaban así y si tenían que casarla debía ser con una familia que estuviera dispuesta a apoyarlos en sus aspiraciones de entrar en el consejo del rey. Él mismo sabía que en cualquier momento debería casarse con alguien y probablemente no sería con la mujer más bonita del norte, sería con la que más le conviniera a su familia. Como nobles de una casa debían atender primero a sus deberes y no a sus gustos, así se lo habían enseñado desde pequeño.

-Podríamos organizar una pequeña competición de lucha, como un torneo, se podrían enfrentar gente de ambos grupos, por supuesto con armas embotadas, debe ser una diversión y no un motivo de disputas. Quizás lo mejor sería hacer dos equipos pero mezclando gente de ambas casas, así no se tomaría como una enfrentación directa entre unos y otros si no más como una colaboración y ayudaría a estrechar lazos entre la gente de los mismos equipos a pesar de ser de casas diferentes. Habrá que celebrar un gran banquete también, por supuesto. Quizás una partida de caza y una visita a caballo por nuestras tierras podrían completar las actividades. ¿Que piensas padre?

El Lord sonrió ante la primer pregunta de su primogénito.

-Muchacho, de Ramsay ya nos ocuparemos... Voy a mandar a Zehra y a Garfio a buscar información de él. No tendrá Fuerte Terror ni aunque el Trono de Hierro recupere el Norte- dijo con determinación, un tono con el que muchas veces se respaldaban grandes decisiones.

-Estamos haciendo estas alianzas para ello, tener más posibilidades de entrar en esa mesa. Sería un gran paso para nuestra Casa, y con el tiempo probablemente tendríamos hasta posibilidades de tener a los Forster de nuestro lado... aunque eso le tocará a Elora. Tal vez podrías encargarte de hablar con ella, tengo muchas cosas en mente en este momento.- 

El Lord parecía cansado, mas mentalmente que físicamente. Elwood no sabría decir si era por muchas preocupaciones o por la vejez.

Pero luego de la propuesta de su hijo de las competiciones y sus repercusiones, Alvis sonrió ampliamente.

-Sabía que podría dejarte a cargo- puso una de sus manos sobre los hombros del joven -Haz lo que creas conveniente, confío en tí plenamente, más aún después de la acertada propuesta que has hecho- agregó soltando una corta pero sonora risa.

Elwood asintió ante las palabras de su padre, había hablado con determinación y sabía que eso significaba que estaba convencido de sus palabras. Además Zehra y Garfio eran de los mejores en su trabajo así que tampoco les fallarían.

-Estoy seguro que si Zehra y Garfio se encargan no tendremos que preocuparnos por el asunto, siempre han sido fieles y eficaces. No pudo evitar cierta duda con el asunto del Trono de Hierro. Lord Eddard no lo permitirá y todo el norte estará con él para impedirlo, esos cobardes Lannister no podrán con nosotros, por eso es importante que sus consejos sean escuchados por el rey del Norte padre, en estos tiempos difíciles se necesitan hombres que sepan dar buenos consejos que ayuden a tomar buenas decisiones.

Elwood estaba convencido que no había nadie más inteligente que su padre en el Norte, quizás no fueran la familia más importante, pero crecerían gracias a su guía y se convertirían en una de ellas. Y Elwood le ayudaría como fuera necesario, pondría todo su empeño en cumplir las instrucciones de su padre.

-Lo veo igual que usted padre. Elwood soltó un pequeño suspiro de resignación. Solo espero que Elora lo vea de la misma forma. Hablaré con ella e intentaré convencerla de que es lo mejor para la familia. Además los Forster son también una familia en alza y Esbern es un buen luchador y un gran comandante, con él y su familia a nuestro favor los Lindemar afianzaríamos nuestra posición en el norte, aunque lo importante es conseguir esa plaza en el consejo real, pero creo que la boda podría darnos el apoyo de su casa. Claro que supongo que todas las casas sin representación en el consejo estén intentando entrar, no descarto a los Forster tampoco, espero que la boda sea suficiente para cambiar sus posibles aspiraciones por un apoyo fiel a nuestra casa. Si Elora va a formar parte de su familia y vamos a estrechar lazos comerciales debemos dejarles claro que les conviene unir fuerzas con nosotros. Un Lindemar en el consejo siempre les favorecerá más que cualquier otra casa que pueda presentarse.

Elwood no paraba de darle vueltas al asunto y cada vez veía más claro que lo mejor, de producirse la unión entre las dos familias, era que todos apoyaran al mismo candidato, si dividían los esfuerzos otro podría obtener el asiento en el consejo. Claro que seguramente los Forster querrían que fuera al revés, siempre cabía esa posibilidad, a pesa de que su padre era de largo el hombre más adecuado para ocupar ese puesto. Las negociaciones no serían fáciles, pero su familia estaría unida y bajo el mando de uno de los hombres más inteligentes del Norte, debían conseguirlo.

-Gracias por su confianza padre, será un honor para mi representar a los Lindemar durante vuestra ausencia. No debéis preocuparos más entonces, yo mismo me encargaré de prepararlo todo y de hablar con la gente para realizar los preparativos adecuados. ¿Necesitáis algo más de mi?

Su padre parecía cansado, demasiadas preocupaciones y un viaje a las puertas seguramente habían disminuido su ánimo. No quería entretenerlo más de la cuenta, así podría tomarse un tiempo para descansar.

-Seguramente los Forster querrán formar parte de tal concejo, por eso tendrás que tantear el terreno para ver qué tan predispuestos están para cooperar o si tendremos que ser más persuasivos- comentó ante las palabras del heredero -Por algo han mandado a Esbern además de para sellar el compromiso, dicen que es un buen orador...-

-Que así sea, hijo, que así sea- dijo finalizando la conversación como quien piensa en otra cosa mientras responde. Mientras Elwood hablaba no parecía distraído, mas, en este momento, parecía estar más preocupado por otros temas.

-Ve, era eso nada más, si necesitas algo antes de que me vaya, no dudes en preguntar- agregó con una sonrisa volviendo a su lucidez normal -No es un signo de debilidad preguntarle a quien más conoce y sabe, es de sabiduría-

Con una palmada en el hombro, despidió a su primogénito luego de darle un nuevo consejo.

Elwood asintió, estaba claro que los Forster también querrían aquel sitio en el consejo, cualquier casa del norte que no tuviera un sitio allí haría lo que fuera necesario para conseguirlo.

-Un buen partido para Elora si además de buen luchador y comandante es un buen orador, aunque espero que no sea lo suficientemente bueno como para plantarnos cara. Creo que en este primer encuentro debemos ser cautos y no ceder más que en los asuntos de negocios. Mostrémonos dispuestos a colaborar con ellos en los intereses económicos y favorables en una futura alianza más estrecha si es lo que quieren, pero no demos nada por sentado hasta saber cuales son sus verdaderas intenciones y pretensiones. Eso le dará a Elora una oportunidad de conocerlo más a fondo y quien sabe... quizás también de influir sobre él. En cualquier caso padre, le aseguro que haremos todo lo posible por dejar en buen lugar a nuestra casa.

Elwood se quedó pensativo, no quería desperdiciar la sabiduría ni los consejos de su padre, pero a pesar del ánimo con el que había pronunciado sus últimas palabras no quería entretenerlo más de la cuenta, además había resuelto todas sus dudas de momento.

-Lo se padre, ningún hombre puede saberlo todo ni es débil por dejarse aconsejar por aquellos que saben más que él, si no todo lo contrario. Podéis descansar tranquilo, habéis respondido a todas mis dudas y no dudéis de que si me surge alguna otra no dejaré que os vayáis sin consultarlo antes. Será mejor que vaya a hablar con Elora, cuanto antes sepa de este asunto mejor, creo que necesitará tiempo para hacerse a la idea...

Elwood se inclinó ante su padre como despedida antes de partir en busca de su hermana.