Partida Rol por web

Al entrar de nuevo en el despacho, todo parecía haber retrocedido en el tiempo, cual imgen mental que no cambia, Barrin estana en su escritorio, oculto entre torres de libros y pergaminos, escribiendo. Tardo en levantar la vista lo suficiente como para que a ambas querreras les diese tiempo a acercarse.

-Mhmmmm.....

Murmuró ajustando el monóculo.

-Parece que estais bien... ¿vais a partir ya?

Tras preguntar siguió escribiendo.

   Asentí a Lilith sonriente y avancé para traspasar el umbral de la puerta, junto a ella. Subiríamos por unas estrechas escaleras de piedra, la casa del alcalde era un buen hogar, el frescor de su interior, siempre algo oscuro era de agradecer, aunque ahora menos que los cuerpos de ambas claymore habían vuelto a su misteriosa normalidad. Olía de una forma característica, de forma que podía reconocerse a Barrin, y al mirar hacia las demás habitaciones buscaba ver la silueta de la siempre ocupada asistenta, la única con paciencia suficiente como para aguantar al anciano durante tantas horas al día. Por un momento se preguntó si no sería mitad humana y mitad yoma como le gustaría a Barrin...pero desechó la idea, comprendiendo que simplemente era una mujer paciente y con muchas otras virtudes.

  Entramos en silencio, y nos dio tiempo para acercarnos hasta su gran mesa antes de que alzara la vista del papel, unos segundos, como si no quisiera perder tiempo en encontrar más interrogantes y respuestas a las decenas de preguntas que seguro inspirarían tal cantidad de libros en su estantería. Con respeto me incliné en una reverencia.

  - Así es. Gracias. ¿Usted se encuentra bien? - Respondió ante su cortesía con educación y una leve sonrisa a sabiendas de que había perdido el conocimiento el día anterior.

 - Si, teníamos pensado partir enseguida. - Admitió sin dar vueltas de hoja, compartiendo una mirada con Lilith.

Entro a la sala y empiezo a curiosear de aquí para allá mientras Catalina habla, el viejo tenía todo tipo de libros, pergaminos, y algunos cachibaches que no se ni para que se utilizarán. Ohhh habrá tardado siglos en acumular toda esta basura jijijiji.

-Solo veníamos a despedirnos, Ojiisan.

Acerco el dedo peligrosamente a un extraño artilugio de cristal, tentada a tocarlo o a tomarlo para jugar con él entre mis manos, pero lo pienso mejor y desisto del intento por ahora, si no el viejo se enfadaría y nos gruñiría. Jajaja...

Me quedo mirándo a Catalina, yo apenas conocía a Barrin, para ella esto era más importante, si le había dado la brújula y todo eso. Bueeno... si es importante para Catalina me portaré bien. En fondo el abuelito parecía agradable, algo uraño, normal por haber pasado años sumergido entre estos libros, sin apenas contacto humano, pero se veía que tenía buen corazón.

El anciano pareció terminar el escrito, y no para atender debidamente a Catalina y a Lilith sino porque se le había acabado el pergamino, ignoró al pregunta de Catalina, demasiado orgulloso para hacer algun comentario al respecto. Dejó la pluma en el tintero y abrió un cajon, del cual sacó una pequeña caja, la puso encima de la mesa mirando hacia las guerreras y la abrió. Dentro había dos botes de cristal, algo mas grandes que los viales que estaban acostumbradas a ver allí.

-Cojer esas pociones, segun creo si bebeis eso llegado el momento puede recuperaros parte de la energía perdida, si no es asi, lo peor que puede provocar es una diarrea severa.

Dió golpecidos a uno de los botes con la vara, incitando a que los cojiesen.

-Es sangre de yoma rebajada y tratada, no será el trago mas agradable, pero si funciona lo agradecereis.

James y Raynor tambien habían recivido un regalo especial, cada uno en su campo, claro está.

-Si todo va bien tengo un proyecto grande entre manos, os lo comentaré en un futuro si volvemos a vernos. Bien os deseo suerte.

Sacó un pergamino en blanco y comenzó a dibujar de nuevo, Lilith y Catalina podrían entender que ya se podían ir.

  Catalina no se hizo esperar y tomó la poción con un sentido gracias, la observó sin agitarla y luego la guardó con el resto de sus pertenencias, envuelta para que el cristal no se rompiera. Podía precipitarse, pero los jovenes lo hacen ante sus maestros, era algo que había vivido con Galatea muchas veces y no tenía miedo de hacerlo con Barrin, aunque pudiese parecer incauta...les sería muy util allá donde irían, no era seguro pero si medio millar de Yomas iba al norte, muchas claymore, sino todas, irían hacia allí...y lucharian.

  - Disculpe mi osadía...pero...¿Podría facilitarme como ha conseguido hacerlas? Nos...sería útil para la amenaza que se cierne sobre el norte. - ¿No era mejor enseñar a hacer algo por si mismo que regalar? Pero quizás fuese una muestra de avaricia, si así lo pensaba...estaba equivocado. Catalina sólo pensaba en el bien de sus compañeras, aún cuando hubiese muchas que no conociera. Si aquello funcionaba, daría, a las más débiles una oportunidad de aguantar más tiempo luchando.

  Se inclinó en una reverencia, y no alzó la cabeza, no lo haría hasta que Barrin contestase mientras susurraba, sin que hubiese un tono de súplica, aunque no hubiese sido extraño:

 - Por favor...

Wiiii... sangre de yoma, que deliciosa merienda... jajajaja. Cono el frasco de cristal, y lo guardo en uno de los compartimentos de la falda del uniforme para tenerlo bien a mano. ¿Y el viejo dice que está planeando un gran proyecto? Jajaja... Pero si tendrá más de cien años... ¿cuanto pretende vivir? ¿Doscientos? Quizá ha perdido la cabeza... o a lo mejor es inmortal... 

Miro al viejo con los ojos muy aviertos, preguntándome que clase de secretos habría descubierto en esos libros tan antiguos... ¡Neee! Mejor vamonos de aquí... no quiero que me convierta en sapo. Cuando ya estaba caminando para salir de allí rumbo a Gohan, Catalina se detiene para pedirle al viejo que le enseña a hacer la poción esa de sangre de yoma. Ummm pues sería útil, si... jijiji. Pero no si podemos pararnos a perder el tiempo con esto...

El anciano arqueó una ceja antes de contestar.

-Son ingredientes destilados en un laboratorio, laboratorio que habeis destrozado, ademas, no hay receta fija hasta que no las proveis y por desgracia solo hice esas dos antes de hechaseis a perder mi laboratorio.

Señaló a ambas.

-Utilizarlas en al batalla y sobrevivid para decirme los resultados, dependiendo de eso pueden cambiar muchos ingredientes.

Dijo como si fuera mas importante el experimento que todo lo demas.

Era evidente que los conocimientos necesarios para elavorar algo asi no estaba seguro de tenerlos ni el propio Barrin, por lo que una receta sería algo inutil. En caulquier caso la experimentacion era el beneficio del anciano, y las guerreras, mas que las beneficiarias, los conejillos de indias.

Esta vez se quedó mirandolas intentando aberiguar si hay algun otro motivo para que sigan robandole su preciado tiempo.

- Está bien. Cuidese.

 Una sonrisa, y alzó nuevamente su silueta, observando a Lilith aún sabiendo que sólo serian la prueba de algo, puede que nisiquiera lo necesitasen probar, sea como fuere, si las cosas iban mal podrían usarlo a su favor o complicar aún más las cosas.

  Otra leve inclinación y los pasos tranquilos de la número veintiseis hacia las escaleras y con ellas hacia el exterior, junto a Lilith, era momento de poner rumbo a Gohan.

  El sol era de justicia, como siempre en el sur, pero no les llevaría demasiado tiempo regresar, no tendrían que hacer, en principio, ninguna parada para descansar. Catalina iba teniendo ganas de ponerse en camino asique imaginó que Lilith compartiría aquel sentimiento. Caminaba rápido, pero con seguridad.

 - No ha sido para tanto - Bromeó sobre su estancia en aquella pequeña habitación cuando saliera de Lido, aunque antes, si no lellevaba mucho tiempo, compraría unos dátiles...