El jefe da la orden y Carrick se levanta. Sigue con la vista permanente en el enemigo, sin darles la espalda en ningún momento. Algunas balas silban. Siempre es importante cuando combates saber que balas silban porque vienen y cuales lo hacen porque van. El oído de un soldado es su mejor aliado, y más cuando la negrura de la noche no te deja distinguir ni tus propias botas en un suelo lleno de metralla o algo peor.
Llega hasta la embarcación y se espera en ser el último en subir para asegurarse de que están todos. No deja de disparar en ningún momento, y menos mal que la cosa toca su fin, porque ya la munición escasea y esos cabrones de gabacho no tienen el calibre idóneo para "Susan", el rifle de Carrick.
- Cuando diga, señor. ¡Sáquenos de aquí y tendrá con usted a un yanqui cabrón agradecido para toda la vida! -
Se coloca al lado contrario del que esta Pepe y comienza a vislumbrar por si alguna mina les interrumpiera el paso. Ni pajolera idea tenía de como funcionaban esos trastos. Eso era cosa de artificieros, los tipos que se jugaban el tipo cruzando cables y desenterrando cosas que podían pulirse un tanque de un plomazo. Eso si que era echarle huevos. Con el fusil en la mano, trata de retirar cualquier obstáculo.
- Por aquí todo bien, mi teniente - mira a Pepe de soslayo y comenta con una sonrisa en la boca mientras continua en su faena - es un peso muerto, pero así igual podemos darle una lección a estos pierdeguerras de como se trata a un prisionero.
Una vez alejados de la zona y comprobado que todo el mundo está sano y salvo, mantengo firme el "timón" y me mantengo un tanto al margen de la costa. La misión había sido completada, lo único que no habíamos hecho había sido sabotear esas malditas minas, pero al menos habíamos dado su posición para que ningún buque metiera la pata y se aproximara hasta ellas. Nosotros no éramos buzos, ni teníamos tiempo para eliminar esa amenaza pasiva, más apremiaban las activas como son los cañones. Y eso habíamos logrado realizarlo a la perfección. A demás, con esas minas quietecitas donde están, si pretenden mover los buques de guerra iban a tardar una eternidad... Y no disponían de ese tiempo. Fuera como fuese ya estaba hecho, y habíamos cumplido. Me recuesto en la embarcación y digo en voz alta:
Bueno caballeros, las ordenes han sido cumplidas. Hemos saboteado los cañones y nos hemos asegurado de que volaran en pedazos, hemos informado de la posición de cada buque, y de la posición de la barrera de minas. Las órdenes especificaban que seriamos recogidos cuando la flota llegase y limpiase el lugar... Así que tenemos dos opciones. O nos mantenemos a esta distancia y esperamos a que lleguen los buques, o seguimos la línea de costa y desembarcamos en tierra en una playa lejana del lugar, a unos cuantos quilómetros, para esperar a que lleguen los refuerzos. Cuando dejásemos de oír cañonazos, si es que lanzan alguno, podríamos volver al lugar y listo. El quedarse en el mar supone un peligro cuando se haga de día, porque cualquier reconocimiento aéreo enemigo podría jodernos y mucho. Mientras se mantenga la oscuridad todo va bien, me preocupa más cuando sea de día...
Reflexiono un poco sobre el tema mientras lo comento, luego recuerdo las palabras de Pepe sobre el francés y añado:
No no, no lo tiremos, si tenemos que correr entonces lo que queráis. Siempre recordaré a mi oficial de instrucción, que decía: "La situación solo es segura cuando se llega a casa", y aun no lo estamos, puede que necesitemos más información de este tipo. Solo aseguraros de que sigue bien atado, de que no hace ninguna putada.
Bueno muchachos, ¿Como lo veis?. Pregunto mientras consulto el reloj, calculando cuanto más podrá tardar la flota. ¿Esperamos en la más sin perder de vista la costa o buscamos una cala?
¿Cuanto tardaria en llegar los refuerzos maritimos?
La lancha de los comandos se aleja del puerto en llamas. Mientras discuten la mejor forma de esperar a la flota, una pareja de cazas aparecen en el horizonte marítimo y os sobrevuelan dando una pasada. Llevan en sus alas el símbolo británico. Una hora más tarde, estáis confortablemente instalados en el Portaaviones Ark Royal después de ser felicitados por marineros, pilotos y el propio Almirante Somerville en persona. El prisionero es conducido a uno de los camarotes y encerrado después de darle las atenciones necesarias.
En compañía de la flota, regresáis al puerto al alba. Allí Somerville dirige al almirante francés Marcel Gensoul un telegrama que contiene un ultimátum cuyo plazo acaba seis horas más tarde, y hace tres propuestas: o bien la flota francesa se une a la flota británica en su lucha contra las fuerzas del Eje; o bien la flota francesa practica el sabotaje; o bien se traslada a puertos británicos, americanos o antillanos para ser allí desarmada.
A lo largo de la tarde, se está a punto de alcanzar un compromiso, una vez que Somerville ha prorrogado el plazo de las seis horas. Pero los radiotelegrafistas británicos captan un mensaje dirigido a Gensoul diciéndole que las flotas francesas de Tolón y Argel acuden en su ayuda. Somerville lo consulta con Londres y estos ordenan al Almirante que intervenga.
Dado que las defensas costeras han sido suprimidas y que la marina francesa se encuentra bloqueada en la rada y no tiene posibilidad de disparar sobre la flota británica porque los barcos franceses apuntan hacia tierra con sus cañones, la defensa de los franceses queda anulada. Comienza la batalla y el acorazado Provence y el crucero de batalla Dunkerque son alcanzados y se hunden. El acorazado Bretagne, tocado por una salva británca, se incendia y se hunde en pocos minutos con gran parte de la tripulación, sólo unos poco logran salvarse. Durante la batalla, el crucero Strasbourg logra aparejar y, con cinco contratorpederos, sale del puerto tras un breve combate. Durante el plazo del ultimátum han aprovechado para despejar la entrada del puerto de minas.
Únicamente el portahidroaviones Commandant Teste sale indemne del desastre. A las 18 horas, el almirante Gensoul solicita un alto el fuego para evacuar a los heridos. El 6 de julio, los aviones torpederos del portaaviones Ark Royal regresan para concluir el trabajo bombardeando el Dunkerque y haciendo explotar al patrullero Terre-Neuve, cuyo capitán sale despedido por la fuerza de la explosión y cae en la cubierta del Dunkerque.
El combate causa 1.300 muertos entre los franceses, siendo evacuados los heridos hacia los hospitales de Orán. La posible amenaza que suponía para los intereses británicos ha sido eliminada. Los británicos, por su parte, pierden 4 aviones y 2 torpederos. Con el ataque, el mensaje que los ingleses envían es muy claro: estamos resueltos a continuar la lucha. En Francia, esta operación despierta una anglofobia latente, al igual que reagrupa alrededor de Pétain a una opinión pública desamparada. Tanto más ya que el general Charles de Gaulle justifica lo realizado por los británicos al declarar el 8 de julio:
"…en virtud de un compromiso deshonroso, el Gobierno de Burdeos había consentido librar los buques a la discreción del enemigo. No hay la menor duda de que en principio y por necesidad el enemigo los habría empleado sea contra Inglaterra, sea contra nuestro propio Imperio. Bien, lo diré sin rodeos, vale más que hayan sido destruidos."
Bueno, se acabó este episodio. Todo ha sido brillantemente ejecutado así que recibís el máximo número de puntos de experiencia todos: 5. Las tiradas de aumento de habilidad en la escena Cuartel General, como siempre.
!!! FELICIDADES MUCHACHOS !!! Lo hicisteis todos genial. Que bueno haber podido cortar la maldicion del teniente muerto... y que alivio. Muchas gracias por los puntos Jefe. Un abrazo a todos.
P.D: ¿Que pasará con los dos desaparecidos? ¿Buscaremos a otros dos candidatos a la tumba o seguiremos los 4?
He decidido que sigáis vosotros cuatro. Estoy harto de suplentes que no duran ni dos semanas.
Muchachos enhorabuena!
Parece que al final hemos salido con el pellejo dentro del uniforme!
Ahora a coger fuerzas para la siguiente misión!
Un abrazo a todos!