Tras un par de horas de viaje sin problemas, y vigilando bien de cerca a Kembouri, que no parece percatarse de vuestra presencia, por fín llegáis a Coriolis; vuestra estación de destino.
Una vez aclarados los códigos de acceso y obtenido un pasaje de atrque, Mike toma todas las precauciones para que el aterrizaje sea lo más sutíl posible.
En el holocorreo tenéis una llamada entrante con remitente de Gelem Mesurrah, que Thomas decide abrir delante de su tripulación para que todos lo vean y escuchen la conversación en directo.
La cara de una mujer inusualmente pálida es visible. Su pelo rubio y sus rasgos faciales son algo tremendamente raro por estos lugares y os preguntáis si su procedencia es de algún sistema planetario lejano, o si por el contrario se ha relizado algún tipo de mejora o implante de cambio facial.
—Saludos Serenity. Desde la dirección de Gelem Mesurrah quisiéramos darles la bienvenida de nuevo a la estación espacial Coriolis, y les comunicamos nuestra alegría al ver que han regresado a salvo. Quisiéramos también saber si han sido ustedes capaces de llevar a cabo la misión que el señor Kembouri, asociado externo nuestro, les indicó que hicieran y por la que han cobrado un adelanto, y si fue posible el rescate de la Orunn II con su cargamento de hielo y tripulación.—
Si Kembouri, o el Djinn son conscientes de la llamada, parecen no estar interesados en ella por el momento y permanecen en la silla en la que ha estado sentado todo el viaje inusualmente tranquilos, mirando fíjamente a la puerta de embarque. No dan la impresión de tener prisa por poner un pie en Coriolis.
Hemos cobrado lo suficiente para cubrir lo que ha costado esta misión y vivir hasta la próxima - informo sin inmutarme -. Más de lo que se puede esperar dado lo que ha ocurrido ahí dentro.
Por fin habían regresado y de una pieza contra todo pronóstico. El mensaje pidiendo un informe sobre el resultado de la misión no se hizo esperar.
Hicimos contacto con la Orunn II y constatamos que toda la tripulación esta muerta debido a algún tipo de enfermedad a bordo, la situación de la nave hizo que no pudieramos salvarla de su destrucción ni su cargamento. El señor Kembouri supervisó la misión en todo momento.
El capitán cerro la comunicación para dirigirse a la tripulación.
No ha sido una misión carente de sorpresas pero habéis demostrado vuestra valia cada uno de vosotros, hablemos de ello en el bar con unas cervezas yo invito. Antes quisiera hablar con Kembouri y me reuniré con vosotros.
Una vez la tripulación descendió de la nave Thomas hablo con Kembouri.
¿Y bien, ahora que? la empresa que nos contrato querrá saber que ha pasado, ¿necesitas que te lleve a algun sitio?
—Me intrigas humano. Al parecer los de tu raza han sabido adaptarse ante las circunstancias adversas y han cambiado su carácter altivo y soberbio por uno más adecuado al tiempo que vivimos y a lo que está por venir. No, no necesito que me lleves a ningún lado. Tengo algunos asuntos que resolver y Coriolis es el primero de muchos lugares que debo visitar en mi viaje. Tienes mi agradecimiento y la palabra de mi ser. No os procuraré ningún daño a los de tu nave, sois, cuánto menos, interesantes.—
Tras hablar en privado con Thomas, Kembouri hace una pequeña alabanza y con un gesto se despide de vosotros.
—Jamás pensé que diría esto, pero sois honorables, humanos. Que los Iconos os sean propicios en vuestro viaje.—
Dicho lo cuál, abre la compuerta de la nave, y se va. Quizá sea la última vez que veáis un Djinn, quizás sea la última vez que veais a Kembouri. Aunque siempre recordaréis lo sucedido en la Orunn II, algún día contaréis en la cantina qué pasó con la nave que se acercó demasiado al Ojo de Anubar. Aunque nadie termine de creerse una historia tan extraña.
Con esto damos por finalizada la partida, aunque podéis rolear lo que queráis en La Cantina de Wahib a modo de escena final. Os podeis poner al día, charlar, o discutir el resultado de la misión.