Partida Rol por web

Creación, Olvido.

El Mundo.

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20/09/2015, 17:04
Zavara

Tal y como habían visto todas las Shelan en sus sueños premonitorios, Zavara tenía algo planeado para ellas. Ocurrió durante una noche, cuando las estrellas brillaban con más intensidad en el cielo. El viento se agitó y se oyeron susurros dulces entre los árboles. Las Shelan entendieron lo que ocurría, de modo que se reunieron en el centro de su asentamiento.

Como si hubiera caído una estrella, el suelo retumbó y todas tuvieron que cerrar los ojos. Una figura femenina surgió de entre unas estacas de hielo que habían aparecido con el temblor, pero la luz que desprendía no permitió que las Shelan la miraran directamente hasta pasados unos instantes, cuando la Diosa se adaptó a ellas tomando la forma de una mujer vestida con una sencilla túnica blanca.

Hijas mías.- dijo con una sonrisa.

Se acercó a ellas y se abrió un camino entre la multitud que le permitió llegar al centro de todas ellas. Una vez allí, habló.

- Se avecinan malos tiempos. Habéis visto cómo las sombras que antaño os protegieron han corrompido a algunas de vuestras hermanas, y eso me entristece y me causa una profunda ira a la vez.- se acercó a una niña y le acarició el pelo suavemente.- Debéis prepararos. Tenéis que confiar en vosotras mismas para defender vuestro hogar y vuestras familias. Tendréis que combatir.

Algunas Shelan murmuraron sorprendidas y asustadas, pero Zavara siguió hablando con naturalidad.

Sé que no sois de naturaleza bélica, pero habéis descubierto un poder innato en vuestras voces. Podéis usarlo para protegeros.

Ynidaleah, que había escuchado en silencio y maravillada por la presencia de su creadora, se arrodilló y pidió permiso para hablar.

Zina Tvara, Bailarina celestial, Dama de la Escarcha y el Frío de las montañas, por favor, escucha mis humildes palabras.- ante el leve gesto de la divinidad, la líder continuó.- Eternamente agradecida, Madre. Desde tiempos remotos las Shelan han enseñado a sus hijas a respetar la vida y el mundo que las Diosas crearon. Nunca hemos usado las armas contra nadie excepto animales enloquecidos. ¿Cómo podríamos ahora convertirnos en guerreras?

Zavara se acercó a la Shela y le pasó gentilmente una mano por la mejilla.

- Tienes mucha razón, sabia Ynidaleah. Vuestra actitud pacífica me enorgullece, porque demuestra que sois capaces de encontrar soluciones alternativas a muchos de vuestros problemas. Sin embargo, lo que os planteo en este instante es una excepción.- se giró y miró a la multitud.- Las sombras se están organizando para destruiros a vosotras y a los hijos de las otras Diosas. Si no hacemos algo pronto, acabaréis como los pobres Farari, o peor. Si trabajáis juntas y reforzáis la fuerza que os caracteriza, lo lograréis.- se agachó ante la niña de antes y le sonrió.- ¡Grita!

La niña obedeció y se quedó inmóvil cuando notó que el aire a su alrededor se había arremolinado durante un instante.

¡Otra vez! ¡Y ahora más fuerte!- la animó Zavara con voz maternal.

La niña chilló a pleno pulmón con entusiasmo infantil y consiguió empujar a dos Shelan cercanas, las cuales cayeron al suelo entre la perplejidad y el asombro. Zavara ofreció sus manos para levantarlas y sacudió sus ropas.

Éste es el poder que encerráis todas vosotras. Descubriréis que el Endoa no sólo os permite moldear materiales, sino moldear la propia realidad, como ha hecho Kidina.- dijo refiriéndose a la niña.- Trabajad duro y pronto lo dominaréis.

Zavara hizo ademán de irse, pero se detuvo y volvió a mirar a sus hijas con una sonrisa.

Recordad que no estáis solas en este mundo. Como los Farari, existen otras razas creadas por otras Diosas. Cuando os encontréis con ellas, abrid vuestra mente, pues la concepción que tiene cada una del mundo difiere a la vuestra. Pero, sobre todo, encontrad el modo de cooperar. La amenaza de este mundo no desaparecerá a menos que unáis vuestras fuerzas.

Dicho esto, volvió entre las estacas heladas donde había aparecido y desapareció dejando tras ella una suave nevada.

Notas de juego

Avance militar: Palabras de Fuerza (-10 PF)

Creación de heroína: Kidina de Voz Potente (-10 PF)

Creación de unidad: Grito de Zavara (ejército) (-2 PF)

 

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21/09/2015, 09:47
Sargolax

Finalmente había llegado el momento, había pasado el tiempo de paz y era hora de enfrentar al verdadero peligro. Los más poderosos Ilictianos lo sintieron cuando la nueva deidad se materializo entre el panteón, una presencia oscura, una abominación que había afectado a sus mentes y robado a algunos de los suyos. La Executrix sintió una punzada de agónico dolor cuando parte de la población ilictiana se desvinculo del vinculo psíquico que compartía la raza, y formo un ejército que migraba a un lugar desconocido... o lo intentaría, ya que la criatura no estaba dispuesta a permitir que sus siervos se escaparan de su férreo dominio sobre ellos.

Infra hirvió de inmediatamente como el fuego encerrado bajo el mundo, los recursos se desplegaron, los ejércitos se congregaron y se prepararon las grandes ciudades para lo que estaba por llegar.

En las profundidades de Serak'Narg se excavaron nuevas salas para crear bastos Fosos de Carne, donde la Executrix planeaba criar a sus próximos ejércitos con estirpes más poderosas de Falmer y otros seres aun más terribles. Pero aún era pronto para eso. La construcción aumento la defensa de la ciudad para mantenerla protegida, ya que tendría que valerse sola por el momento hasta que se pudieran engendrar nuevos ejércitos para arrasar a la nueva amenaza.

Mientras las ciudades se reabastecían, las dos hordas Ilictianas se movilizaron para encontrarse con el enemigo, dejando atrás su equipo de Darknita, ya que el material parecía poder beneficiarlos según las investigaciones realizadas por el Bibliotecario.

Al norte, la Horda Roehuesos marcho de Serak'Narg, avanzando por los túneles del sur en persecución del ejercito Ilictiano captado por la pérfida deidad que los había arrebatado del control de su creador. La horda persiguió al ejército enemigo, confiando en que el inmediato ataque los atrapara con la guardia baja, y así pudieran derrotarlos antes de que se reforzaran.

Al sur, en la superficie del mundo, la vasta Horda Carroñera avanzo por los desiertos con rumbo sureste, por los territorios de los Urion, a los cuales aceptaron en el caso de que se les unieran sus guerreros. Viajaron por largo tiempo bajo la detestable luz de la superficie, pero la ayuda de sus nuevos "aliados" les resulto útil y no sufrieron retrasos importantes. El ejercito Ilictiano se estaciono en las cercanías del ejercito de los caidos y planeo su ataque conjunto con la otra raza, en caso de que ofrecieran su ayuda con sus ejércitos

- Tiradas (1)

Notas de juego

-Movimiento: Horda Roehuesos se mueve de G-13 a I-13, ataca ejercito de sombras

-Movimiento: Horda Carroñera se mueve de Ñ-9 a R-14, ataca ejercito de sombras

-Avance Arquitectónico: Fosos de Carne (10pf)

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21/09/2015, 14:44
Urdamesh

A pesar de todas las generaciones que llevaban viviendo en una gran ciudad, a pesar de la reciente construcción de murallas a su alrededor, y a pesar del tiempo que llevaban explorando el desierto, los úrions no eran gente acostumbrada a permanecer siempre en un mismo sitio sin viajar a otras partes, por lo que no eran pocos los úrions que salían por días o incluso meses a explorar, hallar nuevos lugares o simplemente a sentir el desierto profundo por sí mismos. Por este motivo, la población de Etheriur nunca había sido especialmente constante… lo cual llevó a que al principio nadie se percatase de lo que ocurría.

Al comienzo fue algo lento, gradual, hecho de forma que no se levantasen sospechas, pero poco a poco, más y más úrions comenzaron a dejar la ciudad, las calles estaban más vacías, y amigos y familiares empezaron a notar la injustificada ausencia de sus conocidos hasta que llegó un punto en el que la desaparición de tantos fue algo tan evidente y alarmante que tuvo que tratarse en el Consejo. Eran muchos y numerosos los rumores y teorías sobre la causa de esto, cada cual apuntando a motivos distintos pero casi todas parecían coincidir en señalar a un mismo culpable…el ejercito que desde hacía poco acampaba en las cercanías de la ciudad, esos ilicitanos que decían estar cazando a un peligroso enemigo, para lo cual necesitaban la ayuda de los soldados úrions. Las discusiones sobre si facilitarles la ayuda o no habían estado en un punto muerto hasta ese momento, pero ahora parecían no solo inclinarse en contra de prestarles ayuda, sino que no eran pocas las voces que instaban a atacarles… y una noche, cuando las discusiones eran más acaloradas, algo ocurrió.

De repente, y sin previo aviso el fuego que ardía en el centro del foro, iluminando la sesión en la noche y cegando a los presentes, creciendo hasta alcanzar varios metros de altura, momento en el que sus llamas estallaron reuniéndose en dos puntos, dos esferas de puro fuego de las que surgieron dos idhúns que empezaron a planear en el cielo, formando un circulo de fuego con sus cuerpos en cuyo interior empezaron a aparecer imágenes que solo los úrions podían ver.

Urdamesh, junto a otros seres, similares a él pero también distintos, enfrentándose a una oscuridad que parecía querer reducirlo todo a la nada. Una oscuridad de la que veían descender girones, algunos formando un material que todos conocían, la Darknita. Otros, apoderándose de los restos de una raza y creando con ello a los caídos. Y otros envolviendo los corazones de algunos úrions, arrastrándolos a las filas de los caídos. Luego, la visión se esfumó, los idhúns desaparecieron y una relativa oscuridad volvió a reinar en el Consejo... oscuridad que no les impidió ver que varios de los asientos y lugares se encontraban ahora vacíos, la mayoría de los cuales pertenecían a los úrions que más abogaban por enfrentarse al ejercito ilicitano... y en su corazón, los que allí quedaban supieron la verdad. Sus hermanos habían Caído. La ira, templada por una firme resolución, ardió en sus corazones... el enemigo se había mostrado y había salido de las sombras y actuado para arrebatarles a sus hermanos. Ahora, ellos le mostrarían su respuesta y le harían conocer lo que significaba enfrentarse al fuego.

Tras eso, la actividad en Etheriur fue frenética, todos los utensilios de Darknita fueron quemados y destruidos, y sus restos, junto con las esferas que les habían “protegido” hasta ahora, arrojados en lo profundo de una cueva en el desierto que luego fue sellada, los guerreros se prepararon, las lanzas se afilaron, se prepararon provisiones y enviaron exploradores de avanzadilla... y mientras lo hacían, lloraban a sus hermanos caídos y afianzaban su resolución. Al final, cuando por fin llegó el momento de partir, la horda ilicitana no marchó sola al encuentro del enemigo, sino que lo hizo junto a los Guerreros de la Lanza. Marcharon sin descanso, avanzando día tras día, acercándose cada vez más a su destino, aprendiendo mientras tanto la forma de lucha de sus inusuales aliados, enseñándoles la suya a su vez para poder coordinar sus movimientos a la hora de luchar... y cuando se acercaba ya a su objetivo, fueron interceptados por otro ejército.

Los Buscadores de la Arena, provenientes de la ciudad de Far Tear se encontraba allí, listos para unirse a la empresa. Mientras se ocupaban de asegurar las cercanías de la nueva ciudad de los úrions, habían observado a los caídos acercarse, y posicionarse cerca de la ciudad... demasiado cerca a su entender.  Y cuando la visión que fue mostrada en Etheriur, fue transmitida a ellos mediante los Cristales Il, las sospechas se convirtieron en certeza. El enemigo acampaba a sus puertas, y por ello se prepararon, para enfrentarlo. Durante ese tiempo habían aprendido a moverse también por aquellas zonas a las que la arena del desierto no llegaba y cuando gracias a los cristales vieron acercarse a sus hermanos junto al ejercito ilicitano, comprendieron que esos conocimientos y lo que sabían de la zona, serían fundamentales en la batalla, así que se apresuraron en transmitirlos en cuanto hicieron contacto.

Acamparon en las inmediaciones del ejército de los caídos, estudiaron y planearon el ataque, preparándose para la batalla. Los ejércitos úrions, los Guerreros de la Lanza y los Buscadores de la Arena, estaban listos para combatir junto a la Horda Carroñera, listos para acabar con la amenaza de los Caídos.

Notas de juego

Avance Transporte y Colonización: Movimiento en Tierras Extrañas (-10 puntos de fe)

Movimiento de Éjercito: Guerreros de la Lanza se mueven de N-8 a R-14, ataca ejercito de sombras junto a Buscadores y Horda (gratuito)

Movimiento de Éjercito: Buscadores de la Arena se mueven de S-13 a R-14, ataca ejercito de sombras junto a Guerreros y Horda (gratuito)

Movimiento de Éjercito: Guerreros de la Lanza se mueven de N-8 a R-14, ataca ejercito de sombras junto a Buscadores y Horda(gratuito)

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22/09/2015, 17:22
Sargolax

Finalmente habían llegado a su destino, los ejércitos Urion se habían unido a la Horda Ilicitana y su enemigo estaba a su alcance. Para enfrentar la amenaza los líderes de ambos ejércitos se reunieron para discutir su plan de ataque.

En el tiempo que habían viajado juntos los Urions habían aprendido mucho de la táctica Ilictiana. Era muy sencilla realmente, pues consistía en emboscar a través de túneles y lanzar asaltos masivos, lanzando su ingente cantidad de siervos Falmen mientras las Moles habrían camino en las brechas enemigas, con los Ilictianos adultos usando sus habilidades psíquicas para guiar a las masas e incapacitar al enemigo. Al final su fuerza se encontraba en los números en un combate cara a cara, preferiblemente en espacios cerrados.

Sabiendo esto el Preservador Xernek finalmente se mostro ante los lideres Urion. Junto con sus señores de la guerra Ilictianos propuso que el ejercito Urion realizara un asalto frontal con su ejército principal y usara el secundario para mantener los flancos, mientras los Ilictianos surgían a través de túneles por la retaguardia y entre las tropas enemigas, de modo que los caídos se vieran abrumados e incapaces de resistir el asalto conjunto de los dos ejércitos, aplastados entre los ingentes números de los Ilcitianos y las fiables lanzas de los Urion.

La discusión se prolongo ultimando los detalles de la batalla aunque los Ilictianos dejaron claro que su papel debería ser ese, dada su capacidad para moverse bajo tierra con las Moles.

 

El silenció reino cuando los ejércitos se encontraron, por un lado los caídos, apostados allí desde hacia tiempo, por otro lado los Urions que habían llevado a cabo sus planes de batalla. Al comienzo de la batalla los Ilictianos hicieron su movimiento y el suelo se requebrajo a la espalda de los caídos, y explotó lanzando terrones de tierra, polvo y roca por los aires, mientras docenas de Moles Sombrias surgían de la tierra chasqueando sus pinzas y abriendo sendos agujeros. Como una corriente interminable, centenares de Falmen se lanzaron a la carga gritando y aullando, agitando en el aire sus afiladas armas hechas de quitina. La horda cargó directamente contra las filas de caídos, haciendo que las Moles lanzaran por los aires a sus enemigos con sus tremendas garras y pinzas, a la par que los Falmen se pisaban unos a otros en un frenesí continuo por despedazar a sus enemigos.

En el aire, mientras se alzaban las nubes de polvo de la batalla, los amos Ilictianos aparecieron flotando en el aire, dominando los movimientos de los siervos y lanzando poderosas descargas psíquicas que hacían explotar a sus enemigos en una vorágine de energía psíquica.

Alejados, contemplado desde una colina cercana, el Preservador y los comandantes de la Horda observaban la batalla a una distancia segura, transmitiendo telepáticamente los movimientos de cada escuadrón a los correspondientes oficiales.

En el fragor de la batalla, mientras Urion, Ilictianos y caídos luchaban en feroz batalla, el suelo se hundió bajo el centro de la formación de los caídos, abriéndose aun mas entradas por las que surgieron mas Ilictianos, atacando como una marea sin fin. Muchos Falmen caían en la batalla, mas de los que los Ilictianos preveían, pues los Ilictianos no peleaban en plenas facultades en semejante terreno y bajo la luz del sol, pero aun quedaba mucho por luchar, pues la batalla solo acababa de empezar.

 

Mientras tanto, en el norte, otra batalla tomaba lugar al sur de Sera'Narg. La Horda Roehuesos interceptó al ejercito de sombras en un pasaje estrecho, las Moles Sombrías surgieron por túneles a ambos lados de la columna de los caídos, causando el caos mientras las huestes Falmen inundaban los pasajes en una lucha de desgaste continuo. Los amos Ilictianos concentraron esta vez sus fuerzas en derrotar a los ilictianos adultos caídos, ya que sin ellos la cohesión del ejercito caído se disgregaría y acabarían tremendamente debilitados, si es que esos seres seguían conservando algo de sus antiguas capacidades.

Era una batalla en espacios estrechos, cara a cara, justo el tipo de batalla al que estaban acostumbrados los Ilictianos, no los amplios espacios abiertos de la superficie. Una batalla cuyos gritos recorrían la oscuridad de Infra en todas direcciones.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Repito segunda tirada porque use un d8 en vez de un d4 (aunque me ha salido mejor la cosa)

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23/09/2015, 01:14
Urdamesh

El viaje junto al ejército ilicitano había permitido a los úrions comprender el tipo de tácticas que estos usaban, las cuales eran sencillas, pero brutalmente eficaces, aunque por desgracia, estaban pensadas para los túneles y cuevas en las que solían habitar y no servían igual de bien en terrenos abiertos como en los que se encontraban los Caídos, lo cual descartaba a la Horda para realizar un ataque frontal… cosa que no pasaba con los ejércitos úrions.

Aunque las tierras de Már’nar no carecían de desfiladeros angostos y pasajes estrechos, pocos lugares eran más abiertos que el desierto que los rodeaba, por lo que pelear en tales condiciones no les suponía problema alguno, además de que la variedad de situaciones que podían encontrarse en el desierto habían hecho sus tácticas flexibles a la hora de afrontar los peligros. Por ello, cuando los líderes ilicitanos propusieron atacar con sus fuerzas la retaguardia enemiga usando los túneles que surcaban la zona, los úrions no tuvieron problemas en encargarse ellos mismos del ataque principal… claro que simplemente cargar insensatamente contra los caídos no era algo muy aconsejable, por lo que dividieron los roles que tendrían.

Los guerreros lanceros, especialistas en el combate cuerpo a cuerpo gracias a su gran manejo de la lanza, avanzarían en formación de cuña contra el centro de la formación enemiga, penetrando y dividiendo sus fuerzas mientras que los buscadores, especialistas en el acoso a media distancia, se dividirían en dos batallones que hostigarían las fuerzas enemigas haciendo llover fuego sobre ellas, de forma que no pudiesen organizarse para enfrentar eficazmente a los Guerreros de la Lanza. De esa forma, penetrando su centro y lanzando ataques a su formación desde sus flancos, estarían demasiado ocupados para reaccionar correctamente cuando los ilicitanos hiciesen su aparición. Con los planes listos, ahora era el momento de la batalla.

Ambas fuerzas se observaron en silencio durante unos instantes, con la tensión en el aire aumentando a cada momento hasta que alcanzó su punto álgido y estalló. Como si fuesen un solo ser, los Guerreros de la lanza se empezaron a avanzar al encuentro de los Caídos, a paso lento al principio, un paso acompasado por rítmicos gritos que poco a poco fueron aumentando el ritmo, así como también lo hicieron los pasos, convirtiéndose en zancadas cada vez más rápidas hasta que todos los guerreros se encontraron a la carga acompañados de un grito que parecía no tener fin. Y entonces, ambas fuerzas chocaron.

El choque inicial fue brutal, resonando en todo el campo de batalla como señal de las primeras de muchas muertes. Los úrions atacaron con bravura, presionando contra las filas enemigas sin descanso, haciendo bailar sus lanzas y sembrando la muerte con ellas en las filas de vanguardia mientras que los que se encontraban detrás les apoyaban lanzando las pequeñas lanzas que llevaban con tal propósito así como pequeños proyectiles de fuego por quienes tenían tal capacidad, acabando con un enemigo tras otro… pero a pesar de ello también no eran pocos los úrions que terminaban cayendo ante los ataques enemigos, siendo el número de bajas mayor del esperado, por lo que también la penetración en las filas enemigas fue mucho menor de lo que habían previsto… lo cual no redijo en medida alguna el ímpetu de los úrions, que siguieron batallando sin descanso, llevando sus cuerpos y habilidades al límite con tal de cumplir el objetivo que tenían asignado. Y mientras los guerreros lanceros luchaban en la mayor y más difícil batalla de su historia, los buscadores también cumplían con su parte, haciendo llover fuego sobre los caídos.

Situados al comienzo de la batalla en la retaguardia de los guerreros lanceros, el ejército de los Buscadores de la Arena avanzó junto a ellos durante la parte inicial de la carga, simulando ser parte de las tropas de choque hasta que, en el momento previsto sus fuerzas se dividieron en dos batallones, dirigiéndose cada uno al unísono hacía cada uno de los flancos de los Caídos, formando rápidamente una fuerte línea defensiva en el frente para evitar el contraataque del oscuro ejército mientras que tras ella, los buscadores concentraban sus fuerzas en arrojar grandes bolas de fuego a las zonas de mayor agrupación de tropas enemigas, así como a cualquier lugar que diese muestras de comandar al ejército, con el objetivo no solo de acabar con ellos, sino de impedir que pudiesen organizar cualquier tipo de defensa contra el ataque de los guerreros lanceros y de las fuerzas ilicitanas. Por desgracia, al parecer la influencia de aquel ser oscuro que Urdamesh les había mostrado en la visión en los corazones de los caídos hacia que pudiesen seguir manteniéndose firmes ante lo que hubiese desmoralizado a cualquier otra fuerza, permitiéndoles organizar ataques contra la línea de defensa de forma casi continua hasta el punto de que prácticamente se encontraba en una lucha casi tan feroz como la que envolvía a los guerreros lanceros, siendo presionados constantemente y obligando a los buscadores encargados de hacer llover fuego sobre el grueso de los enemigos a apoyar cada vez más con sus habilidades a los defensores que contenían las fuerzas enemigas… a pesar de lo cual, siguieron presionando todo lo que podían, negándose a fallar en la empresa encomendada.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me da que tipejo de Zaka a usado el poder que nos robó para manipular nuestros dados...

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24/09/2015, 09:15
Director

El desastre fue rotundo en la oscuridad de los tuneles. El ejercito de Ilictianos caidos se movia silencioso por las galerias. A veces se separaba y otras seguia su camino aunado. No se escuchaba mas que el ruido de metal contra metal, el movimiento de los cuerpos por las galerias creando ecos y la tierra del suelo al ser aplastada por el paso de estos.

En un suspiro, un segundo, todo cambio, la batalla empezo y el ejercito caido fue emboscado y separado por las galerias. Pero las sombras obedecen a su verdadero señor, como si fuese parte de una broma macabra los caidos se movian a traves de portales oscuros que se abrian ante ellos y cambiaban su posición confundiendo a los Ilictianos. Cuando el grueso arrinconaba a un caido adulto este desaparecia para unirse a una batalla donde estaban en ventaja, aislando siempre a los mas fuertes para que no tuvieran opcion a luchar. La emboscada se volvio una trampa, la trampa tragedia y la tragedia en olvido. la horda fue masacrada sin casi causar bajas en su enemigo. En cuestion de unas pocas horas tan solo se volvio a escuchar el murmullo de el ejercito sombrio continuando su camino.

 

En la otra parte del continente la batalla no tuvo mucho mejor resultado. El ejercito de Urions caidos estaba apostado en un valle, donde parecia esperar a que algo ocurriera, mantenian su posición, sin siquiera montar guardia ni patrullas. El ataque por varios flancos les hizo agruparse y realizar una formacion defensiva, levantando escudos de oscuridad, como si de un grupo de tortugas negras se agrupara, chocando sus caparazones al retroceder. Durante horas la batalla se golpeaba sus defensas sin conseguir nada. Cuando sus enemigos quedaron exaustos dejaron su posicion defensiva y cargaron.

Los buscadores de la arena estaban exaustos, no estaban tan acostumbrados a la batalla quiza como sus otros hermanos, o las hordas de ilictianos. o quiza estaban simplemente en la posicion mas desventajada. Pero fueron arrollados por las sombras, para despues, pasar a engordar las filas de los Urions caidos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ambos ejercitos son arrasados. Horda roehuesos y Buscadores de la arena.

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25/09/2015, 00:54
Meseth

Mejores barcos

- Tiradas (1)

Notas de juego

Rueda del Destino de Meseth (1d6)

1 - Avance Religioso
2 - Avance Militar
3 - Avance Arquitectónico
4 - Avance Tecnológico
5 - Avance de Transporte y Colonización
6 - Cónclave del Destino