Te levantas tarde con el bullicio de la ciudad por el festival. Te vistes y tras un frío desayuno sales vestido a la calle.
La calle principal está repleta de gente, y la luz y la risa son derramadas desde las puertas y ventanas de casas, posadas y casas de sake por las que pasas. Muchos mercaderes acaudalados y algunos nobles generosos, ofrecen a sus vecinos muestras de su mejor sake, guardado durante los últimos tres años para disfrutarlo hoy y mostrar a los vecinos la generosidad en favor de las fortunas.
Ves una casa de geishas, con hermosas damas saludando los ciudadanos que pasan por debajo desde un balcón en su lujoso y decorado balcón. Al final de la calle comienza el Distrito mercader donde hay un gran mercado al aire libre, rodeado de tiendas decoradas y pequeños restaurantes, la música de artistas ambulantes comienza a oírse entre la gente y el mercado se llena de actividad, con linternas brillando como luciérnagas.
El ruido, la gente, solo soy capaz de ver un bosque de farolillos rojos. Continuo una conversacion trivial.
Motivo: investigacion
Dificultad: 25
Tirada (3): 9, 8, 6
Guardados (2): 9, 8 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 17, Fracaso
Miro el trozo de papel sin quitar un ojo al hombre que tengo delante, una bonita distracción para cualquier cosa que pueda ocurrir
Motivo: percepcion
Dificultad: 0
Tirada (4): 7, 4, 2, 3
Guardados (3): 7, 4, 3
Total: 14, Éxito
Guardo la flor de origami dentro de mi bolso y al ver al samurái arquero de ayer, me detengo y espero a que dirija su mirada hacia mí. Cuando lo hace, inclino la cabeza, sonriéndole. Después, retomo la conversación con la Suzume.
-Si queréis contratar algún ronin quizá los haya en la posada de la Merluza Sonriente. Es barata y se come bien. Quizá podríamos incluso almorzar allí.
Sonrío al pensar en la cara escandalizada de mi tía si llegara a enterarse. Pero bah, es sólo un almuerzo, y lo hago siguiendo sus órdenes.
Asiento con la cabeza y Sonrio. No creo que Aimi conozca a muchos Ronin así que ni me molesto en preguntar.
Si pensáis que es una buena opción comer en ese sitio vamos allá.
-No sé si es una buena opción, pero será divertido averiguarlo.
Con cariño la cojo del brazo y caminamos hscia allí con soltura. Al entrar trato de parecer una paisana de toda la vida, sin que se note que jamás había entrado en un sitio así.
Motivo: Etiqueta
Dificultad: 0
Tirada (6): 2, 7, 4, 1, 10, 5
Guardados (4): 10, 4, 7, 5, 4 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 30, Éxito
Hago una tirada de etiqueta para no dar demasiado el cante de que somos nobles y pardillas.
Estáis en la plaza rodeados de gente, tratando de decidir a donde vais a tomar algo cuando podéis percibir sin dificultad como la gente comienza a murmurar sobre algo que se acerca por la calle del puerto.
No parece un noble que levante pasiones, más bien parece como si el mismo demonio estuviese caminado entre la gente. Todo el mundo se aparta para no cruzarse en su camino, cuando pasa todo el mundo se aparta y murmura cuando a pasado de largo, dejando atrás corrillos de curiosos y morbosos. Pronto podéis apreciar cual es la causa de tanto revuelo:
Un hombre occidental de unos treinta años de edad, con una importante constitución muscular, piel bronceada y ojos muy grandes y claros camina hacia la plaza. Es un gaijin. Va vestido con un traje muy extraño que incluye polainas de cuero y chaleco, una camisa de algodón amplia con encaje en el cuello y las muñecas, y botas de cuero con altas solapas flexibles. No lleva ningún arma de fuego (eso es ilegal en Rokugan), pero lleva una extraña espada recta (una espada larga de Thrane).
Solamente los heimin marineros, los Mantis y los mercaderes más viaeros parecen no alterarse por la presencia del gaijin. Como si ya hubiesen visto antes alguno.
El misterioso extranjero parece ignorar las miradas despectivas, los insultos o incluso los gestos de desprecio de algunos ciudadanos. Mira el cartel de la posada de la Merluza Sonriente, y tras sopesar un minuto acariciando su barbilla, finalmente entra en la posada.
Justo cuando estamos a punto de entrar el extranjero se nos adelanta. Nunca habia visto ninguno y la verdad tengo mas curiosidadnque otra cosa, pero me preocupa la reaccion de mi acompañante. Parece mas fragil e inocente y no quiero hacerla sentirse incomoda.
Vaya. Parece que se nos ha adelantado el caballero, si deseais ir a otro sitio aceptare el que sea de vuestra eleccion.
Apenas puedo cerrar la boca ante la visión de tan extraño ser humano. Con esos ojos gigantescos, esa altura y corpulencia que sólo se ve entre los Cangrejo, y tanto vello facial. No puedo cumplir la regla de cortesía básica de no mirar directamente a alguien, simplemente no puedo dejar de observarle fijamente conforme nos adelanta y entra en la posada. La Suzume dice algo junto a mí, pero ni siquiera la oigo cuando aprieto su brazo y atravieso la puerta de la Merluza Sonriente. Tengo que verle más de cerca. Jamás había visto a alguien así, es desagradable, sucio y... fascinante.
Entráis en la posada de la Merluza Sonriente para comprobar que a pesar del nombre gracioso, es una posada muy limpia, amplia y famosa. Está muy concurrida, y hay don zonas separadas, una sala central con chimenea donde hay numerosas mesas con heimin y samurai; y otra zona más alta separada por unas escaleras de madera en forma de caracol donde hay mesas amplias solo reservadas para samurai.
En su interior hay numerosas mesas ocupadas y una barra donde la gente es servida más rápidamente. Dos heimin tocan con un tambor y una flauta una agradable melodía clásica. Lo que más os llama la atención:
Las dos hermosas jóvenes entran en la posada de la Merluza Sonriente tras el gaijin.
Caminas por las calles un rato, la verdad es que la posada está cerca del corazón del distrito comercial, en la plaza del Viento afortunado, el centro de la ciudad. Desde aquí se puede ver la calle que lleva al puerto, y al norte se ve la montaña con el castillo Kyuden Raiden en las inmensas alturas de la montaña.
La plaza está repleta de gente de todos los estratos sociales, todo está decorado con un gusto exquisito, Hay una hermosa estatua de tres metros representando a un samurai Grulla de mármol en el centro que no sabes muy bien a quién representa. La gente conversa alegremente, come caprichos cocinados en los locales y prepara té en tazas muy pequeñas para brindar a mediodía cuando suene el gigantesco gong del templo que indique el inicio del Festival, en el que todo el mundo brindará.
Entre la gente destacada de la plaza podéis encontrar:
Una samurai Unicornio con armadura está comparando distintos té que vende un mercader, oliéndolos y tocando la textura de la hoja con cuidado.
Un artista callejero con máscara está rodeado de niños y les está haciendo figuras de origami
Desde aquí puedes ver la posada de la Merluza Sonriente, donde hay un gran revuelo de ciudadanos, mirando por las ventanas como si hubiese alguien importante.
Buscamos una mesa que esté vacía. Y nos sentamos. Con disimulo miro a los ronin, busco a alguien en concreto. Me intento fijar si alguien nos mira.
¿Conocéis a alguien?
Motivo: Percepción
Dificultad: 0
Tirada (3): 1, 7, 3
Guardados (2): 7, 3 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 10, Éxito
Guardo el panfleto que me ha repartido el artista, las dos mujeres entrando en la posada son algo mucho mas interesante que lo que me haya podido escribir ese hombre en un trozo de papel. Depués de meter el papel dentro mi bosla me meto en la posada donde he dormido, además, con un gaijin dentro de la posada seguro que hay comentarios y seguro que alguno se anima lo suficiente para que la situación se convierta en algo que merezca la pena.
Antes de entrar me arreglo un poco el pelo y me ajusto la ropa en su sitio, para dar una buena impresión antes de entrar.
Un posadero mayor y regordete se aproxima a vosotras con una gran sonrisa cuando llegáis, la mayoría de los comensales detienen sus conversaciones de taberna para abrir la boca ante la belleza de las dos mujeres que acaban de entrar.
- Buenos días señoritas, es un honor para mi y mi humilde posada recibir Samurai de tan hermosa virtud. Puedo ofreceros una mesa en la zona de la gente importante, apartados de estos miserables, por favor síganme .
El camarero os lleva al primer piso donde están los Samurai mentados, y el gaijin comenta algo con los cinco ronin antes de sentarse en una mesa cercana. Desde allí estudia todo y se queda observándoos con una gran curiosidad. El camarero os dice mientras os sirve en platitos un poco de Daifuku mochi (pastelitos).
- estos son regalo de la casa. Desean una botellita de sale para brindar, pronto sonará el gong del Festival.
Acepto el obsequio con una pequeña inclinación.
Disculpe mi ignorancia pero que pasa con ese gong? Ocurre algo especial en la calle? O podemos almorzar y seguir tranquilamente visitando la ciudad después?. Es mi primera vez en la isla y me temo que soy del todo ignorante de las costumbres.
Motivo: Etiqueta
Dificultad: 0
Tirada (6): 3, 8, 10, 4, 1, 1
Guardados (4): 10, 6, 8, 4, 3 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 31, Éxito
Tiro etiqueta para quedar como dios y ser super maja. Hago aumentos por supuesto
Mi señora, al terminar la hora de Hantei (Hora de la serpiente, de 10 a 12 am) y Comenzar la hora de Akodo (Hora del caballo, de 12 a 14 horas) , Se inicia oficialmente el festival. Todo el mundo levanta una copa de sae en honor a las fortunas y se brinda con los vecinos, amigos y todos los que nos rodean.
Es un momento de celebración y gozo entre todos, sin importar nuestra posición social o nuestro clan.
Os han sentado en una mesa en la zona superior, cerca de los Cangrejo y del Gaijin. Podéis apreciar como entra en la posada el arquero que estaba fuera.
Entras en la posada de la Merluza Sonriente , como ya has estado pasando aquí la noche, ya sabes que a pesar del nombre gracioso, es una posada muy limpia, amplia y famosa. Está muy concurrida, y hay don zonas separadas, una sala central con chimenea donde hay numerosas mesas con heimin y samurai; y otra zona más alta separada por unas escaleras de madera en forma de caracol donde hay mesas amplias solo reservadas para samurai.
En su interior hay numerosas mesas ocupadas y una barra donde la gente es servida más rápidamente. Dos heimin tocan con un tambor y una flauta una agradable melodía clásica. Lo que más te llama la atención:
Muy bien. En ese caso tendremos que tener preparada nuestra bebida para el brindis. No es así Aimi-sama?
Dibujo una amplia sonrisa
Intento caerle bien al posadero. Tal vez el tenga información del ronin. Que busco...
-Claro. -Sonrío, alzando suavemente mi vasito como confirmación. Después, le echo una ojeada de reojo al gaijin, cuyo aspecto e indumentaria continúan fascinándome. Antes de que el posadero se marche, le hago un gesto para que se aproxime- Disculpe, ¿qué puede decirme de aquel caballero gaijin? Jamás había visto ninguno, y me sorprende que se mueva con tanta familiaridad por entre las personas.
Se lo pregunto mirando directamente al gaijin, para que, si él me mira, sepa que estoy hablando de él. Todo esto con una atractiva pero inocente sonrisa en el rostro.