Llegas con barca hasta el puerto de Ciudad del Próspero Amanecer.
Sueles vivir en alguna posada en la isla Kaigen, que está más concurrida de criminales y sus posadas son mucho más económicas, pero mañana es el festival del ... bah, apenas recuerdas su nombre, que más da. Es una festividad Grulla, y decenas de samurai de alta cuna con sus bolsas repletas de Koku van a desembarcar para pasear palmito por la ciudad. Eso solo significa que muchos criminales estarán atentos para perpetrar alguna de las suyas.
Es un buen momento para cazar y ganar algúnos koku.
Podías haber venido por el puente, como los comerciantes y nobles, pero te gusta disfrutar de vez en cuando del movimiento de las barcas, y los heimin que se dedican al transporte entre las islas pueden comer varios días gracias a estos donativos. Sales del barco y buscas en tu chaqueta un par de zeni para el anciano que te ha traido.
Respiras hondo y te giras hacia la enorme ciudad...
Escoge un destino y tira 1d10:
Viajar en barco es a la vez un pequeño placer y una pequeña tortura, todavía tiemblo al escuchar el crujir de la madera de un barco. Con un movimiento rápido de mi mano compruebo que mi arco sigue atado a mi espalda, es lo único que hace que recobre un poco la compostura.
La ciudad esta repleta de oportunidades, se aproxima una buena semana de trabajo con el festival, el heimin me da las gracias por las monedas y yo le sonrío amablemente, la casa del magistrado me espera, quizá ya tenga algún trabajo para mi, pero el puerto es un lugar lleno de vida, lleno de tabernas y de mujeres hermosas que seguramente estén esperándome, no puedo hacerlas esperar.
Motivo: 3- Puerto y copa
Dificultad: 0
Tirada (1): 3
Guardados (1): 3
Total: 3, Éxito
El puerto bulle con el tráfico de barcos. Normalmente es un sitio muy activo y lleno de gente, pero lo de hoy supera todo lo que has visto antes.
A pesar del agobio general, la gente está de muy buen humor. Los marineros descargan en cadenas enormes fardos de arroz y especias canturreando canciones populares y descansan de vez en cuando compartiendo odres con licor, los taberneros ofrecen pasteles para reponer fuerzas y algún capitán invita a sus trabajadores que alardean de la geisha que van a cortejar por la noche o de la cantidad de sake que piensan beber al día siguiente durante la festividad.
Te acercas a una taberna en la vía principal que lleva al puerto, y te sientas a degustar un poco de pulpo y sake. El sonriente posadero te regala dos bolas de fruta caramelizada para quitarte el picante del pulpo y te desea buenos días.
Desde el banco en el que disfrutas tu almuerzo, se ve todo perfectamente, estás fuera de la posada, pero estás protegido del sol cubierto por un toldo. Puedes ver los comensales de dentro y los ciudadanos que van y vienen.
Muchos mercaderes y comerciantes están decorando sus negocios con flores blancas y farolillos azules. Algunos nobles se apresuran a última hora para regatear y comprar la comida fresca que servirán mañana, o las telas para complementar sus vestidos.
Personajes interesantes que puede ver tu personaje:
Puedes hacer tiradas de:
- Inteligencia / Heráldica para reconocer los mones y familias de los implicados
Voy recorriendo con la mirada cada persona que se encuentra en el puerto, un grupo de León henchidos de orgullo por su majestuoso caballo y su bonito casco, un grupo de mantis que mas que samurais pasarían por delincuentes jugando a algún juego de azar, un pomposo grulla con un arco creyéndose que quizá sepa utilizarlo, y por último el premio gordo, dos hermosas señoritas eligiendo un par de telas.
Me acerco con disimulo después de dejar unas monedas por los servicios prestados a ver si consigo ver el mon de las susodichas.
Motivo: Heraldica/inteligencia
Dificultad: 0
Tirada (3): 2, 4, 7
Guardados (3): 7, 4, 2
Total: 13, Éxito
Una de las dos hermosas mujeres se gira y vuestras miradas se cruzan y luego la desvía fingiendo que le interesa algo de la tienda. Lleva un kimono de ningún clan especifico sin mon, su amiga lleva también un kimono con detalles florales pero en su lado derecha lleva un mon de una familia que no logras reconocer.
Una mirada, eso es mas que suficiente para empezar un conversación, es más, yo diría que mis mejores momentos han empezado con una mirada coqueta. Me arregló un poco la ropa después de estar un tiempo sentado y me acerco a las dos jóvenes que están en la tienda. Al llegar hasta ellas hago una pequeña reverencia en señal de respeto.
-Perdonen que me presente así samurai-samas -digo mientras inclino la cabeza- Pero creo que necesito de vuestra ayuda.
No se si iban a irse o tal o si me he adelantado mucho a los acontecimientos, pero es que soy muy pasional.
Por cierto no se puede poner colorines a las las letras, decepcionado me hallo D:
Recelosa y sorprendida por la espalda, una de las jovencitas dirige una mirada hacia su amiga.
-Mucho me temo que tenemos prisa -dice estirando a su amiga del kimono para que comience a caminar en dirección a la estela de humo que ha dejado la comitiva León tras de sí.- Si necesitáis ayuda deberíais dirigiros a las autoridades locales. Vámonos, Sakura chan.
me quedo realmente sorprendido sorprendido por la reacción de la joven, seguramente asustada por mi intromisión en una zona de la ciudad como puede ser el puerto.
-No pretendía asustarlas, ni molestarlas. Mi nombre es Tsuruchi Kô, y trabajo para la magistratura esmeralda,y simplemente buscaba el consejo de dos jóvenes doncellas para buscar algo apropiado con lo que presentarme ante el magistrado, paso demasiado tiempo trabajando para la seguridad del imperio y me temo que mis habilidades para elegir vestuario no son acordes al estatus de una ciudad grulla- la joven más hermosa parecía mas recelosa de hablar con nadie, como un animal asustado que se encuentra a una persona en el claro de un bosque- Pero si tenéis tanta prisa no seré yo el que detenga los anhelos de dos jóvenes nobles.
- Usted deberá disculparnos, Samurai-sama, pero sólo somos damas de la corte, nuestro criterio y conocimiento sobre la vestimenta más adecuada para presentarse ante el Magistrado es con toda seguridad menor al que seguramente tengáis vos.
Sin duda y a menos que seáis un novato, ya habréis tenido encuentros antes con el magistrado, así que ya deberíais saber la indumentaria adecuada y pertinente para semejante entrevista. Así que no puedo saber en que modo alguna podríamos nosotras ayudaros...
-Por supuesto que las disculpo, si alguien del clan de la grulla no es capaz de elegir sobre vestimenta no se quien mas puede hacerlo, pero no os preocupéis, me las sabre arreglar.- Otra niña de papa, que no soporta ser el centro de atención, me cansan ese tipo de mujeres.
Me despido haciendo una reverencia un poco más inclinada hacia la joven que no llevaba mon, no hay nada que siente peor a esas niñas que sentirse ignorada. Dicho esto me encamino hacia la casa del magistrado, es hora de trabajar.
-Lamentamos no poder seros de ayuda -te dice mientras se ponen a caminar en dirección al puerto- aunque -añade señalando delicadamente el puesto en el que habían estado admirando unas cuantas sedas estampadas- en esta tienda tienen buenas telas, muy bonitas. Seguro que el vendedor puede aconsejaros. Que tengáis suerte.
Me despido con la mano de las dos cortesanas sin mucho entusiasmo, estoy algo desentrenado y cansado del viaje, además ya se va agotando el dinero y hay que ir a la magistratura para ganar lo suficiente para vivir un día más, las geishas no se pagan solas y el buen sake es caro. Me coloco bien el Kosode y me dirijo a salir del puerto, hacia la casa del magistrado.
Las dos jovencitas se alejan y desaparecen entre la muchedumbre aunque te parece percibir como se giran para hablar de ti y verte bien antes de desaparecer. En fin, la oficina del Magistrado está en la entrada del distrito Noble, aún tienes un bien trecho.
Estas a punto de salir caminando y súbitamente percibes que mucha gente comienza a murmurar cuando un gran barco militar llega al puerto. Nada excepcional si no fuese porque la comitiva de samurai León son abordados por el arquero Grulla.
Los ruidos de conversaciones en el muelle pronto son superados por el tono alto y tenso de la discusión entre dos hombres:
Parece que los problemas no me dejan avanzar hoy, interesado por la discusión entre esos dos hombres me acerco de forma tranquila todo lo que puedo para escuchar mas de cerca dicha conversación.
Tratas de acercarte entre la multitud, no es difícil, ya que eres un Samurai y todos se apartan para no tocarte ni molestarte, pero aún así cuesta un poco escuchar las palabras exactas ya que el ruido de fondo en esta zona es abrumador...
-.... Por eso me temo mucho ... "palabras ininteligibles " esta demostración de fuerza es completamente vulgar y provocadora. ¿Es que acaso no es suficiente la protección ..."palabras ininteligibles " al señor Akodo.
Estáis jugando con fuego.
- Vuestra insolencia si que es una temeridad "palabras ininteligibles " , mi señor Tadaka-sama lo ha ordenado, si queréis podéis discutirlo con él en persona ... "palabras ininteligibles "
Si vuestras fuerzas de seguridad fuesen tan fiables, ese maldito asesino psicópata escorpión no seguiría fugado, escondido en las islas
Un asesino psicopata escorpión y el león haciendo muestra de su enorme paciencia, sentido común, y sobre todo respeto ha puesto en duda la seguridad de la grulla poniendo su propia escolta. Sin duda el día no puede ir mejor, pero tengo claro que como miembro de un clan menor, aunque trabaje para la magistratura esmeralda, no voy a meter mi cuello entre nos hombres que tienen la mano casi rozando su espada, y menos dos hombres de dos clanes que tienen el ego tan hinchado.
Intento acercarme un poco más, todo lo que pueda sin llamar la atención, no voy a meterme en una disputa estúpida pero sin duda no voy a dejar que corra la sangre.
La tensión entre los dos hombres escala por momentos aunque ya no se dicen nada, la gente va callando pero ellos no dejan de mirarse, y si las miradas fulminasen habrían dos cadáveres en su lugar.
De pronto, el barco recién llegado lanza una pasarela y los gritos de los marineros obligan a todos a apartarse, rompiendo momentáneamente el clímax.
Del barco bajan una comitiva de criados portando cajas, baúles y enseres privados de algún noble.
De pronto baja un samurai de gran porte, sin armadura, con un kimono de excelente calidad de color marrón y dorado, con una gigantesca garra en la espalda cosida con hilo negro y dorado. Es un hombre joven con pelo suelto y muy musculoso. Lleva dos espadas de una calidad excelente en su obi y el mon de los Akodo en su brazo. A su lado camina una mujer delgada con velo y sombrilla a la que apenas se le ve el rostro, manteniendose en un discreto segundo plano aunque su kimono es aun de más calidad que el de él.
Tras su desembarco, los guardias León hacen retroceder a la gente para que puedan bajar seguros. y el samurai león se inclina en profundo respeto y cruzan unas palabras en un tono demasiado bajo para ser escuchados. El samurai Daidoji con arco hace un gesto a los guardias portuarios de la Grulla que se estaban arremolinando a su alrededor y se retira con una mirada avinagrada hacia el capitán León que le ha desautorizado.
Los nobles León recien llegados suben a un palanquín donde una cortina les aleja de miradas indiscretas. Poco a poco, toda la comitiva León se desplaza protegida por los samurai Matsu hacia el distrito noble.
Y el puerto vuelve a ser el bullicioso caos que era hacía una media hora.
no hay nada mejor para empezar un día que la llegada de un pomposo león a las costas de una ciudad dominada por la grulla. El estruendo de la llegada y la desautorización del León a la grulla me hace preguntarme que habrá pasado para que se llegue a tal nivel de tensión, aunque realmente poco hace falta para llegar a un nivel de tensión con el león.
Sin poco más que llame mi atención en el puerto me dirijo hacia mi destino, rezando a las fortunas porque nada más impida mi paso.
Sales por la carretera principal del puerto y subes la montaña hasta salir del distrito y entrar en el Mercader. Sigues subiendo escaleras y cuestas hasta que puedes ver el mar y el resto de islas como si fuese un paisaje hermoso... ahora entiendes porque la Grulla escogió esa zona para erigir su castillo.
La Oficina de magistrado está justo en la entrada al distrito Noble. Lo componen una torre alta de cinco pisos, una cárcel para alojar a más de 50 presos, unos barracones para alojar hasta 80 soldados y una residencia apartada donde el Magistrado y su familia pueden vivir separados de los soldados.
Entras y algunos guardias te saludan con la cabeza
- Por fin aquí, Tsuruchi-san... hacía tiempo que no le veíamos ¿comienza a escasear los kokus o es que habéis encontrado alguien a quien ensartar?
Contestas y te acercas a la tabla de recompensas, hay cinco papeles con suculentas recompensas. Te acercas para leerlas y anotar a tus próximos objetivos cuando una voz muy hermosa te llama por tu nombre...