-Lo que tienen es suerte de que no sea rencoroso o exigiría a todos aquellos bárbaros que me costeasen el arreglo de mis ropas-
Mencionaba mirando la marca de quemadura en mi piel justo donde dio la antorcha, frunciendo el ceño y suspirando, andando junto a los demás, tratando de tapar levemente como podía aquel hueco ennegrecido por el fuego ya apagado. Tenía el ceño fruncido a pesar de todo aquello, suspirando.
Matei parecía pensativo, como ai le diera vueltas a algo:
-Parece una versión tribal del cristianismo, a medio camino con tradiciones paganas. Es extraño que los cristianos se comporten así, pero quien sabe, corren tiempos difíciles con las Santas Cruzadas...habrá mucha gente confusa con respecto a la fe.
- Puede que fueran el mismo. Antaño el poder de los antiguos era inconmesurable y muchos fueron adorados como dioses... - apostilló Markus a las palabras de Teodor
-- O simplemente son patrañas de un loco charlatan con aires de grandeza para engatusar mentes debiles, sea como fuere que mas da.-- dice algo hastíado de tanta interrupción.
El erudito Markus parecía saber muchas cosas y sorprendentemente el bárbaro Teodor lo secundaba. Vladimir, en cambio se puso en evidencia haciendo gala de su soberbia.
- Si claro, que afortunados... ¿seguro que no quieres ir a pasar cuentas con la turba, valiente? ...todavía estás a tiempo.
No puedo evitar soltar el comentario sarcástico entre dientes, sin esperar respuesta del ravnos.
Y por fin alguien pone algo de sentido común a todo aquel asunto sin importancia. Al menos uno de ellos pensaba como yo: el pirata Ramirez.
- ¡Ja! ¡Me caes bien, chaval!
Le digo dándole una palmada amistosa en el hombro.