Partida Rol por web

El alcalde Uptal les hizo entrega del candil donde sería transportada la Llama Eterna en su regreso a Kassen. Los jóvenes se miraron entre si, como tratando de adivinar quien sería el encargado de portar tan importante objeto. Ciertamente era un honor pero también podría entorpecer su acción en un previsible combate.

El objeto no parecía muy pesado pero en primera línea corría peligro....

Propongo que lo porte Paul, además de fervoroso sirviente de Erastil, es el más indicado para portar este objeto.

Lo soltó así, sin pensar, pues aunque el privilegio de ser el portador de la Llama Eterna era grande, tenían que ser prácticos.

El alcalde sonrió ampliamente ante las palabras de Jalles y hizó un gesto al trabajador del Gran Salón que portaba el candil para que acercara la bandeja al clérigo del Viejo Tuerto y que este lo tomara.

- Buena decisión, sin duda... sea así, que el menor de los hermanos Smallholder sea el portador del candil.- dijo girandose hacia la muchedumbre, quienes, sin esperar la decisión de Paul aplaudieron al unisono.

- ¡Que los héroes de Kassen partan con nuestras bendiciones! - exclamó alzando ambos brazos, momento en el que las trompetas volvieron a sonar con un sonido que invitaba a abandonar el escenario, dado que la ceremonia había finalizado.

Bronco no hizo mucho caso a la aparición del candil. Aquel fanal podía ser un estorbo a la hora de entrar en combate, y el semiorco era necesario en primera línea. Cuando Jalles habló, le pareció que aquel guerrero era de una destacada inteligencia, tras discurrir de forma resuelta y hallar una posible solución reflexionada.

Luego, las trompetas sonaron como señal de que el viaje se iniciaba. Había llegado el momento.

El chamán del oso se acercó a Haggar, y con voz suave le susurró:

- Tú también deberas vigilar que nada le pase al candil... ¡¿Entendido?!- mientras el osezno garra de runa afirmaba agitando su cabeza. Haggar no perdería de vista al joven clérigo, sobre todo si en su mochila llevaba tantos dulces como le había prometido.

Paul se sorprendió siendo el centro de todas las miradas. Había sido elegido por uno de sus compañeros, y aunque él era una de las opciones más lógicas, el ser el centro de atención lo abrumaba.

Aceptó el candil que le tendía en bandeja el trabajador del Gran Salón, y aguantó como pudo, el no ruborizarse ante el estallido de aplausos de las gentes del pueblo.

Cuando las gentes empezaron a desfilar por el ocaso de la celebración, Paul dirigió una palabras a sus compañeros:

- Bueno, supongo que nos tendremos que poner en camino, ..., tendréis una parte del mapa, ¿no?

Tras la finalización de la ceremonia los aventureros se encontraron en la plaza del pueblo, con sus mochilas, armas y el candil, listos para partir. La comitiva festiva del alcalde y los mentores habían marchado ya, y los aldeanos les desearon suerte y atorgaron sus bendiciones, incluidas las famílias de los elegidos.

Las gentes de Kassen comienzan a reanudar los trabajos y vida ordinaria en la plaza.

Ahora que la ceremonia había terminado y la plaza se iba descongestionando, Boris se sentía más cómodo.

Había llegado el momento, a partir de ahí estarían solos. No iba a ser fácil, pero si lograban su objetivo, volverían triunfantes.

Se dirigió a sus compañeros: - Antes de partir deberíamos reconstruir nuestro mapa, ¿no creéis?...porque no sabemos exactamente que dirección tomar - Añadió mientras se rascaba la cabeza.

Bronco miró al joven Boris y emitió un gruñido de asentimiento. A pesar de haber sido criado entre humanos, el semiorco conservaba expresiones y gestos propios de los de su raza. - El muchacho tiene razón.- dijo el chamán de gran hacha mientras buscaba entre sus arreos el pedazo que Olmira le entregara. - Si no llega a ser por ti, no lo hubiera recordado...- dijo sonriente mientras sus afilados colmillos inferiores asomaban amenazantes.

Mientras tanto, Haggar oliesqueaba el zurrón de Paul en busca del pastelito prometido...

La ceremonia terminó, la gente empezó a dispersarse y los jóvenes se reunieron para organizar el inicio de la expedición. Al parecer sus sospechas eran fundadas, cada uno de ellos portaba un trozo de un mapa que deberían ordenar para encontrar el camino a seguir... Hablaban de sacar sus partes pero nadie hacia el gesto...

Esta es mi parte... Sacad el resto y trataremos de resolver el rompecabezas

Todos veis como un hombre encapuchado y vestido con ropas de viaje bastante raídas os observa desde la distancia con rostro atento. No reconoceis al mismo de haberlo visto anteriormente por Kassen, y os llama poderosamente la atención una gran cicatriz que parece lucir en su rostro.

Al darse cuenta de que le observais, se pierde rápidamente por uno de los callejones que salen desde la plaza central donde os encontráis y lo perdeis de vista irremediablemente.

Un fugaz movimiento llamó la atención de Jalles que movió la cabeza raudamente para ver a un individuo malcarado que les observaba fijamente. Cuando detectó que lo habían descubierto el tipo salió por piernas y se perdió por las callejuelas.

¿Habéis visto ese tío? Era un tanto raro... Deberíamos extremar la precaución, la misión ya ha empezado y no nos pueden pillar con la guardia baja.... Sacad vuestros mapas, corcho, que no me los voy a quedar!!

- Sí, yo también lo he visto. Tienes razón, debemos tener mucho cuidado.

Boris rebuscó entre sus cosas hasta que encontró lo que buscaba: - Mirad, ésta es mi parte.

El semiorco asintió ante el comentario de Jalles, pero no le tenía ningún miedo a ese individuo. En caso de que se pusiera mal la cosa, el chamán del oso se sacaría la "chata" y comenzaría a repartir muerte, como si estuviera en el bosque talando árboles.

Sin darle mucha más importancia, extrajo su trozo de mapa y lo tendió al guerrero de largas cadenas: - Aquí tienes.- 

Paul estaba extrayendo su particular trozo de mapa de su mochila, cuando recaló en el extraño que los observaba:
- Vaya! Pero si es Cygar. - Y rápidamente volvió su mirada al resto del grupo, ya que todos lo miraban con miradas expectantes de mayor información - Sólo lo conozco de ayer. Es un rudo forastero que vino a altas horas de la noche en busca de cobijo. Pero las normas dictan que no puede entrar nadie cuando ha pasado una determinada hora, ...., con lo que me ofrecí para que entrase y pudiese descansar en el pueblo, en mi alcoba del templo, ...., me quedé vigilando fuera, y esta mañana se levantó sin provocar ningún altercado y se fue.

Como descartando el problema, pasó el mapa al resto:

- Aquí tenéis el mío. Parece ser Kassen, ..., aunque a lo mejor simboliza otro poblado.

Se quedó pensativo y tratando de apartar al tal Cygar de su mente y centrarse en lo que les ocupaba en aquel momento. Jalles comenzó a mirar los retazos que mostraban sus compañeros y empezó a intentar reconstruir el plano general. Cogió las piezas del puzzle y las movió arriba y abajo hasta que creyó dar con la solución correcta...

Creo que el primer tramo es el de Paul, si tenemos en cuenta que eso es Kassen... Luego continuaría el trozo de Boris, y a continuación el de Bronco... Por último el mío... ¿Qué os parece?

Se quedó mirando a sus compañeros esperando sus opiniones.