Partida Rol por web

Cuervos de la Tormenta

Teldrassil

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26/07/2009, 13:15
Velora Nightbreeze

Velora se frotó un ojo para espavilarse y en cuanto vió la reacción del hurón sintió que era incapaz de contener el ataque de risa, soltó una carcajada y rápidamente se tapó la boca con las manos y se encogió sobre si misma aunque no paró la risa. Si alguien la escuchaba partiéndose ella sola allí con aquel pequeño animal podría pensar que le ocurría algo serio en la cabeza...

El sonido se oía amortiguado detras de sus manos pero sus hombros se agitaban inconfundiblemente con el ataque.

"Esto es lo más surrealista que he visto en mi vida" pensó mientras trataba de aplacarlo "¿Y por qué demonios me estoy riendo?"

No hagas eso—susurró una vez hubo logrado parar, acariciando la cabeza de Risk—¡me desconcentras!.

Quizá tras tanto chasco a su corazón le hacía falta la risa, el caso es que la propia Druida se sorprendió, aquello no era propio de ella... de hecho no se dió cuenta de que estaba sonriendo hasta que carraspeó y sacudió la cabeza recuperando la compostura. Tenía que intentarlo de nuevo, al menos era capaz de sentir que su voluntad y la del hurón conectaban de alguna manera... sólo flataba que la suya lograse influir en la de él. Aquello era más difícil de lo que parecía...

Volvió a concentrarse en él, hasta que sus ojos del color de la luna volvieron a encontrarse con los ojillos negros de la pequeña criatura e hizo de nuevo un esfuerzo para abstraerse de todo aquello que la rodeaba concentrándose únicamente en la orden clara y concisa que quería transmitir: "Duerme".

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+2)
Motivo: Hibernar
Dificultad: 7+
Resultado: 7(+2)=9 (Exito)

Notas de juego

Best gif ever xDDDD ¡jodido hurón!

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28/07/2009, 14:30
Director

Inicialmente el hurón prestó poca atención a su dueña. Había demasiadas cosas curiosas a su alrededor para demandar que colaborara. Pero al final se volvió mirando con sus pequeños ojos las dos cuencas luminosas de su dueña. El pequeño animal se puso a dos patas, como intentando ver mejor, hasta que un repentino sopor le invadió, causando que se enrollará sobre si mismo hasta ponerse a dormir plácidamente sobre una mullida superficie de hierba fresca.

La druida tenía dolor de cabeza, Risk no se había resistido, pero había sido capaz de percibir la naturaleza avispada de estas pequeñas criaturas, su astucia a falta de fuerza como el último vestigio de rechazo. Pero al final había cedido a su mayor voluntad hasta dormirse sin resistencia.

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28/07/2009, 14:34
Faren'h Boneclaw

Boneclaw saltó de una rama elevada al suelo sin ninguna preocupación. El anciano descendió la escasa distancia con rapidez hasta caer de pie sin que un solo gesto de dolor cruzara su rostro, ni siquiera había escuchado el ruido de los pies al chocar contra la hierba. Era como si hubiera bajado de una silla en vez de un frondoso árbol.

- Por un momento me preguntaba quien era mi estudiante. Ya lo has visto por ti misma, incluso las más pequeñas criaturas pueden tener una voluntad y resolución que contrasta su frágil tamaño. Con los dragones ya es distintos, mayor inteligencia equivale a mayor resistencia por su parte. Pero no será aquí donde debas poner a prueba lo aprendido.

¿Ves esa enorme roca? Haría falta un oso para moverla. Es un buen sujeto para aprender. Mírala y siente la tierra bajo tus pies, no caminas sobre ella, eres una parte de ella. Al igual que nosotros tiene rostro, ojos, boca, brazos, pero en cantidad infinita. Son sus brazos los que debes solicitar ahora. Imagina un demonio en vez de piedra, centra tu voluntad y pide como se debe a la naturaleza que lo atrape en su abrazo. Si eres capaz de focalizar tu odio las enredaderas tendrán pinchos y hojas ortigadas para castigar a tus enemigos. -

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28/07/2009, 15:35
Velora Nightbreeze

La elfa estaba tan concentrada observando con curiosidad el resultado de lo que había hecho que cuando escuchó la voz del Archidruida se levantó de un brinco con un respingo y se giró a la velocidad del rayo mirándole con la expresión de alguien que acaba de descubrir que hay un bicho en la manzana que se está comiendo. Aquél viejo y sus apariciones fantasmagóricas...

"Diosa bendita..."

Suspiró tratando de darle una tregua a su acelerado corazón y sacudió la cabeza aunque con ello sólo logró agudizar el dolor, emitió un gruñido de protesta y se la frotó con una mano.

S... sí maestro.

No dijo nada más, escuchó atentamente la explicación de Boneclaw y cuando éste hubo terminado estudió de arriba abajo la piedra, ¿en serio se suponía que iba a ser capaz de enraizar semejante cosa?. No las tenía todas consigo debido al momentáneo punzamiento de sienes pero aun así hincó una rodilla en la hierba y posó ambas manos sobre el suelo, tratando de concentrarse en la tierra que tenía debajo de ella, aunque en un principio le estaba resultando realmente complicado...

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: Enraizar
Dificultad: 10+
Resultado: 5 (Fracaso)

Notas de juego

Se me ha olvidado sumarle el +1 a la tirada pero vamos, como no marca la diferencia entre el éxito y el fracaso, da igual.

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31/07/2009, 21:47
Faren'h Boneclaw

- Lo estás haciendo bien joven druida, pero tienes que aprender a "ver" de otra manera. Tus ojos se están dejando impresionar por el tamaño de esa roca, por el indudable peso que debe tener. Eso tal vez pueda abrumarnos a nosotros, criaturas al servicio de la naturaleza, ¿pero a ella? ¿Crees que esa roca le impresiona lo más mínima? ¿Realmente hay alguna criatura más grande, más pesada o más poderosa que la llamada "Madre Tierra" por los Taurahe? -

Boneclaw posó su enorme mano en los hombros de Velora y la hizo ponerse de pie. Clavo sus ojos apagados en el rostro de la muchacha para luego volverse hacia la piedra. Agarró el brazo de la elfa y lo colocó señalando a la piedra con firmeza. Sin soltarla se dirigió de nuevo a la druida.

- Venera a la naturaleza, pero no hace falta que te arrodilles ante ella, ni concentrarse como si fuera un enigma, la tierra es parte de ti, de todos nosotros, sabe de sobra quienes son sus hijos. Solo es una simple e ínfima roca en comparación con el poder de la Madre Tierra. ¡Somete a esa roca al abrazo de espinas!. -

Notas de juego

Tira de nuevo con +4

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01/08/2009, 18:05
Velora Nightbreeze

Velora se sorprendió de encontrarse jadeando tras el intento... una gota de sudor escurrió por su mejilla. Nunca había hecho un esfuerzo mental así y la abrumadora sensación la había dejado asombrada.

Aunque para sorpresas la que se llevó cuando Boneclaw tiró de ella hacia arriba con más vigor del que cabría esperarse de un anciano. La había cogido desprevenida así que no pudo evitar tambalearse con el impulso aunque se mantuvo erguida.
Más aun cuando la cogió del brazo reafirmó su idea de que aquel anciano era "terrorífico", la forma en la que la agarraba era firme como la propia roca que señalaba y aunque no le hacía daño no sabría decir por qué, pero el mero roce de aquella curtida mano ya exudaba una potencia oculta difícil de imaginar.

No dijo nada y escuchó las palabras del maestro, "Imagina un demonio en vez de una piedra", había dicho antes...
Sus ojos del color de la luna miraron fijamente la roca mientras su mente arrinconaba en lo más profundo el ligero dolor de cabeza que le había provocado el intento anterior.

"Un demonio..."

Como los Sátiros contra los que había luchado.

"Un demonio..."

Como los Grellkins que mancillaban su amado Teldrassil.

"¡Un demonio...!"

Como los que provocaban la corrupción que había herido de muerte a Colmillo Mortal.

 

Sintió que la rabia la invadía como un fuego interno y abrasador, emitió un gruñido y los dientes le rechinaron al apretarlos con fuerza. La mano firme que tenía señalando hacia la roca se cerró en un crispado puño dando una muda orden, seca, concisa, e irrefutable.

El suelo crujió bajo la roca, y en unos segundos explotó literalmente... una serie de gruesas raíces cubiertas de espinas tan afiladas como los colmillos de un Tigre Lunar surgieron de la tierra a una velocidad endiablada enredándose en torno a la piedra con un vigor reflejo de aquella rabia inaplacable, apresándola y arañando su dura superficie que se agrietó en algunos puntos.

En cuestión de segundos, la roca a penas era visible.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+4)
Motivo: Enraizar
Dificultad: 10+
Resultado: 6(+4)=10 (Exito)

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02/08/2009, 00:21
Faren'h Boneclaw

Boneclaw soltó el brazo de la elfa y miro con tranquilidad a la roca hasta que las raíces de enredadera se retiraron de nuevo a la madre tierra. El pedrusco estaba prácticamente intacto, pero cualquier otra criatura, exceptuando las de piel más sólida hubiera sufrido daño considerables.

- Si la irá guía tu magia las enredaderas desgarrarán la carne y estrangularán el cuerpo, si solo deseas retener a un loco, inconsciente o simplemente equivocado deberás cambiar el conjuro, y simplemente detenerlo sin hacerle daño. Dejo el uso de esas dos facetas a tu juicio joven Druida.

Aprendes rápido, tal vez quien me pidió enseñarte no se equivocaba, el tiempo lo dirá. Trae las semillas que te pedi, verás tal vez uno de nuestros mejores dones. -

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02/08/2009, 03:11
Velora Nightbreeze

La elfa se dobló hacia adelante apoyando las manos en las rodillas y jadeando ruidosamente para concederse un breve respiro. ¿Y aquel viejo había hecho esto sin despeinarse?.

"H... hace que parezca fácil y todo..."

Creía entender el significado de las palabras de Faren'h, dependiendo de su intención, las raíces que invocaba desde el subsuelo podían ser firmes y benévolas para limitarse a atrapar a su objetivo... o furiosas, implacables y virulentas dispuestas a dañarlo con espinas y hojas hortigadas. Todo dependía de los deseos de la elfa... sin embargo era la primera vez que lo hacía y le resultaba agotador, no obstante con el tiempo estaba segura de que cada vez lo resultaría menos.

Inspiró una gran bocanada de aire retomando el aliento por fin y volvió a enderezarse... un momento, ¿"Aprendes rápido" había dicho Boneclaw?, no sabía a ciencia cierta quién le había pedido que fuera su maestro pero... ¿estaba admitiendo que "tal vez" no había sido mala idea?. Increíble, aquelllo era lo más parecido a un remoto halago que se le podría haber arrancardo al tozudo Archidruida.

Gra...  digo... sí, enseguida.

Iba a decir "Gracias" pero cerró la boca antes casi de empezar a pronunciar cambiando rápidamente la frase, escuchar aquello le había costado horrores y quizá fuese el único reconocimiento que pudiera conseguir, no quería arriesgarse a que le volivese a tirar su pequeño logro por tierra.

Giró sobre sus talones y caminó hasta la mochila que había dejado en el suelo, cogió las semillas de dentro y volvió con ellas en la mano... ¿y ahora qué?.

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02/08/2009, 03:30
Faren'h Boneclaw

El anciano contemplo la mano abierta de la elfa, examinando con ojo experto cada semilla. Murmuraba en voz baja cada planta, como si fuera ordenando cada espécimen en su cabeza. En ocasiones se tocaba el mentón como si buscará algún dato concreto, para luego continuar sus murmullos ininteligibles.

- Estoy convencido que has usado tu magia para curarte, es una sanación lenta, pero efectiva. Muy útil, pero no deja de ser circunstancial, hay ocasiones en las que no se puede perder ni unos pequeños segundos y lo necesario es curar una herida rápidamente, aunque sea de forma parcial.

Cenarius llamó a esta magia "Recrecimiento", tiene el mismo patrón para ejecutarse que el Rejuvenecer, pero es mucho más poderosa. Sana nada más ejecutarse y luego continua unos segundos, exactamente igual que su predecesora.

Al igual que otros hechizos este tiene varios usos, sana, pero además realiza verdaderas proezas en semillas y plantas, hasta el punto de hacerlas germinar a una velocidad que muchos llamarán imposible. Es una herramienta imprescindible tanto para curar a otro como para replantar amplias zonas deforestadas, sea cual sea la causa. Los druida más poderosos pueden convertir una semilla en un árbol adulto en pocos segundos. -

Boneclaw señaló con su viejo dedo a las semillas de manzana. Con un simple gestó el anciano tejió un hechizo muy similar al rejuvenecer pero dirigido hacia la pepita, la cual se calentó suavemente en la mano de la elfa y súbitamente se abrió, liberando unas raíces saludables que se extendían rápidamente, hasta finalmente asomar un diminuto preludio de lo que con los años seria un manzano.

- Sirve con cualquier semillas, planta, fruto, esqueje, etc. Mientras sea natural y aun esté vivo puede ser afectado por el hechizo. Prueba, y luego plantas donde quieras. Si tienes éxito intenta el hechizo con la semilla que te pedí enterrar, verás por ti misma unos resultados que nadie creería. -

Notas de juego

2d6+3 a 10 dificultad

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02/08/2009, 15:13
Velora Nightbreeze

 

Velora observó el pequeño "milagro" con curiosidad y enarcó ambas cejas cuando vió germinar la semilla. La tocó cuidadosamente con un dedo y luego la cogió separada en la otra mano.
Levantó la vista para mirar al Archidruida y asintió sin decir nada... luego dió unos pasos hacia la roca en la que había estado practicando antes con Risk y junto a la cual aún dormía el hurón. Se agachó y plantó la semilla germinada... luego se sentó a un lado observando las otras que tenía en la palma y se rascó la barbilla como si estuviese decidiéndose con cuál empezar. Estaba un poco cansada pero aquello no le quitaría la determinación y más aun cuando había logrado algo que hasta ahora creía imposible (Que su maestro pareciera mostrar una ínfima parte de interés por algo).

Finalmente optó por la semilla de melocotón y la señaló con su esbelto dedo, la miró fijamente con el ceño fruncido recordando el gesto que había visto hacer a Faren'h y lo repitió... Para su sorpresa sintió como la redonda pepita se calentaba suavemente y comenzaba a abrirse. Unas raíces salieron de ella, pequeñas acorde con el tamaño de la prematura planta pero vigorosas, un tallo en miniatura de un intenso color verdoso y rematado en una delicada hoja brotó hacia arriba. En unos segundos, la Druida tenía en su mano los primeros signos de vida de un futuro árbol.

¿Ah...?—fue lo único que atinó a decir mientras sus ojos celestes miraban abiertos con sorpresa el resultado.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+3)
Motivo: Recrecimiento
Dificultad: 10+
Resultado: 11(+3)=14 (Exito)

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02/08/2009, 23:43
Faren'h Boneclaw

Boneclaw se sentó en la fuente lunar. Mirando los pequeños remolinos que se formaban en su interior a medida que recogía y transformaba la luz en ese valioso líquido. En semejante postura no podía ver los progresos de la elfa, pero desde hacía muchos años aquel anciano podía ver con ojos en todas partes, ya no estaba limitado a sus sentidos terrenales.

- Es difícil de creer hasta que se hace por uno mismo, planta ese melocotonero al lado de la casa del chef. Con los años acabará agradeciéndolo. Le gustan demasiado las jovencitas para protestar el remover de su pequeña parcela.

Prueba con la semilla enterrada, si todo va bien tendrás un saludable esqueje, pero no lo fuerces, solo en situaciones de imperiosa necesidad se debe alterar el crecimiento natural de un árbol. -

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05/08/2009, 20:05
Velora Nightbreeze

 

La elfa se puso en pié, sus ojos seguían mirandoelpequeño milagroque teía en la mano.
Casi automáticamente siguió el encargo de su maestro, se dirigió junto a la casa del chef de cocina que se encontraba a pocos pasos una vez cruzada la puerta de Dolanaar en la que se encontraban.

Pudo ver que el susodicho chef estaba afuera, condimentando algo en una hoguera que había encendido, cuando reparóen ella y la miró, Velora se limitó a esbozar la sonrisa más encantadora que pudo (teatral y forzadamente hablando) y a saludar con la mano libre.

Buenaaas...

Pasó de largo, se agachó junto al huerto sin darle tiempo al hombre a decir nada, y plantó ciudadosamente la semilla.
Acto seguido se puso en pié y con las manos agarradas a la espalda caminó dando largas zancadas mientras sus ojos miraban distraidamente las copas de los árboles como si no estuviese escuchando al desconcertado cocinero sobre la repentina invasión de su jardín... tan solo le faltaba silbar.

Una vez hubo vuelto, adoptó de nuevo un gesto normal. Su inmediata atención estaba centrada en otra cosa... Se sentó juto a la piedra en la que había plantado la semilla, recordaba exactamente lo que había enterrado, un sauce.

Posó con delicadeza su mano sobre la hierba en el lugar donde estaba el montoncito de tierra removida. No quería admitirlo pero comenzaba a sentirse cierto desgaste mental por forzarse a hacer tanto hechizo nuevo... Aun con todo, quería intentarlo, el mero hecho de ver brotar la vida de la nada le resultaba simplemente fascinante.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+3)
Motivo: Recrecimiento
Dificultad: 10+
Resultado: 6(+3)=9 (Fracaso)

Notas de juego

Error en la tirada, ignórala.

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07/08/2009, 18:47
Director

Profundamente concentrada la elfa dirigió su esfuerzo final a la semilla que reposaba en la tierra. Ejecutó cada movimiento lentamente, reproduciendo aparentemente a la perfección los gestos acelerados de Boneclaw. Sus pautas debieron tener éxito, pues el hechizo se realizó con eficacia y la propia tierra brilló unos segundos con un verde clorofila que incluso desprendía un dulce aroma propio de los árboles en primavera.

A velocidad sorprendente la tierra húmeda se aparto a medida que un minúsculo esqueje de sauce crecía a velocidades imposibles. Lo que en el futuro serían tronco y ramas se elevaron a medio metro del suelo mientras las raíces se extendían saludables, buscando los amplios nutrientes que el fértil Teldrassil le aportaría para su crecimiento. Eso no era más que una pequeña muestra de magia druídica por parte de una aprendiz, Velora no deseaba ni plantearse los efectos del mismo conjuro lanzado por un druida venerable como su maestro.

Crecer y nutrir la vida de esa forma le otorgaban una sensación indescriptible, una satisfacción más allá de cualquier placer terrenal. No había palabras en su lengua ni en la lengua de los hombres para describirlo, o se experimentaba o sencillamente no se entendía, el símil más parecido que encontraba era dar a luz. Engendrar una nueva vida.

Lo que había realizado era una fábula, una leyenda popular que se atribuía a los más poderosos de la orden. Pero no era así, el don sobre la naturaleza viajaba con todos por igual. Se sentía de alguna manera especial, privilegiada, aunque más que un derecho era una obligación, una tarea de velar por todo lo que tiene su lugar en el ciclo natural de la vida y la muerte.

No lo podía explicar, y su mente se fascinaba pensando lo que podrían hacer los grandes maestros, toda la sabiduría que esos ancianos habían reunido a lo largo de las eras. De repente sus ojos se habían abierto a un mundo nuevo que se ofrecía a ella en todo su esplendor.

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07/08/2009, 19:01
Faren'h Boneclaw

Estaba engatusada contemplado el pequeño esqueje, ajena a todo lo que le rodeaba. Pero de alguna manera logró volverse a tiempo para ver al anciano Boneclaw muy cerca de ella. Tal vez no había venido oculto, o puede que ahora la elfa sintiera con toda la madre tierra, nada podía ocultarse de ella.

- Impresiona, siempre impresiona, no me cansaré nunca de ver esa escena de crecimiento. Es como si parte de nuestra alma estuviera depositada en esos futuros árboles.

Desde ahora puede considerarte una druida de la garra, y yo te trataré como trato a mis iguales. Eres joven y aun te queda un largo camino por aprender, muchos secretos que descubrir. Pero ya tienes toda la base necesaria para eso. Con la experiencia aprenderás por ti sola, y únicamente en contadas ocasiones necesitarás los sermones de un viejo para dominar tus recién descubiertas facultadas.

Camina con orgullo Nightbreeze porque Cenarius ya te llama hija. -

Boneclaw se transformo en un poderoso cuervo de pelaje negro, con las puntas de color blanco marfil, la luz de Elune se reflejaba en su extraño plumón otorgando al ave una apariencia majestuosa. Graznó con una fuerza más propia de un tigre que de una criatura de tan pequeño tamaño, antes de remontar el vuelo y alejarse en quien sabe que rumbo.

Pero Velora sabía perfectamente el mensaje que había quedado flotando en el ambiente, del propio "pico" de su maestro.

"Saludar a Velora, hijos de la madre tierra, ha venido a cuidar de vosotros"

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08/08/2009, 23:51
Velora Nightbreeze

Velora se giró justo en el momento que le permitió ver a Boneclaw dar... un paso, ¡un paso! lo había sentido acercarse, no sabía cómo pero ésta vez no la había pillado desprevenida. Miró con gesto interrogante al anciano y cuando éste comenzó a hablar se puso en pié.

A cada palabra que Faren'h pronunciaba, las cejas de la elfa se levantaban más, sus ojos y su boca, se abrían más... en un gesto de total y absoluta sorpresa, como si le fuera del todo imposible creer lo que sus oídos le decían.
En el momento en el que el Archidruida llegó a la parte final, en la cual declaró que la trataría como a una igual y que Cenarius ya la llamaba hija, no aguantó más... ¿discrección? ¡al diablo con la discrección!, ni la mayor bronca del mundo le arrebataría ese momento.

Más bien su cuerpo se movió solo, sin saber por qué, no pudo evitar darle un abrazo a aquel maldito viejo que tantos sermones le había soltado, a aquél sabio maestro cascarrabias y huraño. A penas fue un instante puesto que se giró en busca del hurón sin ni si quiera mirar la reacción del Archidruida.

¡Risk mira esto!

"Lo conseguí" decía algo dentro de su cabeza "¡Lo conseguí!". ¿Convertirse en una Druida de la Garra? ¿lograr el reconocimiento de un superior de ese calibre? ¿ser capaz de abrir camino a la propia vida en una pequeña semilla?... no, quizá era todo, todo a la vez. En su vida se había sentido más feliz, tenía la sensación de haber alcanzado su camino, la senda que le llevaría a aquello que quería ser.

Mientras achuchaba al hurón que por su parte tampoco parecía saber muy bién que estaba pasando con su normalmente tranquila dueña, una única y brillante lágrima traicionera rodó por la mejilla de la elfa. Una lágrima de euforia.

Escuchó entonces el graznido del cuervo y levantó la vista para ver al majestuoso animal, tomó una gran bocanada de aire, con orgullo y levantó la mano para atrapar una pluma que caía zigzagueando suavemente.

"Y no se arrepentirá de llamarme hija" pensó mientras la cogía "lo juro por la diosa".

Se cardó la pluma en el pelo tras una oreja y levantó al hurón a la altura de los ojos sonriendo, esta vez, sin reparo alguno, sonriendo de verdad.

Creo que se acabaron las clases por hoy, ¿Nos vamos a casa, Risk?.

Cogería aquél pequeño esqueje y lo plantaría junto a su hogar, para verlo crecer y que cada día le recordase lo que significaba, después de todo, aquello no era más que el principio del largo camino del Druida...