Lazerus examinó con ojo clínico las baaterías recién adquiridas. No permitiría que un comerciante de tres al cuarto lo estafara. Una vez satisfecho, las guardó en su petate y salió al exterior con los demás, sin despedirse de aquel tipo tan estrafalario.
[No me gusta ese individuo. No me gusta nada.] sentenció su voz metálica estando ya fuera. [Nos vendería en cuanto pensara que podría sacar algo más de lo que le pagamos nosotros por el equipo.]
- Tras las compras, los seis salís de la tienda de Patrick y os dirigís hacia la estación del ferrocarril que desciende a las oscuras entrañas de la Colmena.
SEGUIRA EN LA ESCENA DE LA DIVISION DE COSCARLA.