Partida Rol por web

Raven miró a sus compañeros desde la cama, estaban un poco alejados y cuchicheando. - ¿¡Que estia diciendo!? ¡Joder como si tuviera alguna enfermedad venérea! - Después se mira los vendajes. - ¡Además, no se porque demonios me tienen encerrado aqui, esos bichos no hacen mas que cosquillas, esto solo eran heridas superficiales, no se para qué tanto dramatismo! - Raven parecía enfadado con los médicos por dejarle ahi sin poder unirse a la acción.

Arelix no tenia intención de quedarse en aquel lugar pues el ambiente olía a muerte. Aquella gente se había cobrado más vidas que salvado.

Me sorprendería que no se infectara con tanta negligencia… Y aun así supongo que he tenido suerte. –Se guarda para si misma, sin poder evitar dirigir la mira hacia la cama de Raven.

-Creo que me quedare, pero solo esta noche, tengo trabajo que hacer… -Dijo dando la razón al doctor, pero sus verdaderas intenciones eran las de no dejar a Raven solo en su lecho de muerte, no porque le callera en especial gracia, sino porque se sentía responsable de él.

No he cambiado nada… Sigo perdiendo hombres.

La asesina respira hondo resignada y retoma la palabra.

-Hablare con él, nos conocemos de antes y lo han herido por mi culpa… Me hago responsable. –Sentencia. –Antes de que tengamos que separarnos decidme que habéis descubierto, no es precisamente tiempo lo que nos sobra…

Erick gruñó desde la cama. - Arelix, ya viste lo que nos atacó, ¡parecía estar muerta desde hace siglos! Eso mismo pasó con el cuerpo que encontramos cerca del asentamiento, cuando acampamos a la interperie. Se muy bien lo que ví, y no era algo menos distinto que eso, ¡era lo mismo! - Raven miró al padre Nicholás. - ¡Tu lo vistes, esa cosa estaba muerta , Y CAMINABA! - Resopló con rabia.

Raven seguía sin captar que estaba realmente mal.

La asesina se levanta de su cama para sentarse a los pies de la de Raven.

-No te excedas, soldado, el doctor acaba de hablarnos de la gravedad de tus heridas. Al parecer esas cosas tienen muchas bacterias e infectan las heridas que producen. Nos tocara pasar la noche aquí hasta que vean cómo evolucionan las heridas… y ya te digo que no pasaremos una noche agradable. -A Arelix le parece leer un rasgo de preocupación en el rostro de Raven. -¿Pero que son estas heridas en comparación a nuestras anteriores penurias vividas? –Dice conciliadora.

La Asesina le dirige la mirada al resto del grupo para que se acerquen a la cama de Raven, su compañero merecía saber al menos que habían descubierto y poder atar cabos antes de que ocurriera lo que todos se temian.

-Sus informes, caballeros... -Invita a hablar al resto.

Raven miró a Arelix perplejo. - ¿Bacterias? ¡Pero que coño...! A mi no me hacen frente unas simples bacterias, aargg si pudiera... arrg... - Raven pensó detenidamente, levató su mano derecha y vió su meñique ausente en la misma. - Arelix, creo que piensas demasiado en el pasado, esto no es nada. Jeje.

Luego miró a los demas, si era verdad lo que decía Arelix, que iva a ser una noche movidita, él necesitaría refuerzos, por si acaso, estaría tullido, pero aun así ofrecería guerra. Acercó a la compañera y le susurro. - Arelix, si algo va a pasar, yo quiero tener a mano mi pistola y mi espada; o el cuchillo. - Luego silenció para escuchar a los demás.

Quintos se acercó pesadamente a la cama de Raven. Observó a ambos con sus ojillos negros, mientras sus circuitos pensaban en lo que decir.

# Hemos encontrado temor y rumores. Una cosa lleva a la otra, y viceversa, y solo pueden ser purgados con Fé. Ambos. La voz de Quintos, como siempre, era rasposa y chillona. Sobre todo en el opresivo ambiente de la casa de curas. # Un caudillo de las afueras prepara a las gentes contra los demonios y las maldiciones, advirtiendo que la Catedral está sobre terreno maldito. Creo que esa es, lamentablemente, la explicación que mejor computo: que algún fenómeno del Inmaterium afecta los alrededores.

Se encoje de hombros. # Es tentador dejar todo al Inmaterium... pero somos agentes imperiales, racionales, no débiles miedosos. Yo, dice con fuerza golpeando el pecho con un metálico thunk, solo temo la furia del Omnissiah. Y el no encontrar el perdón del Emperador.

Se gira hacía Lucius, pero abarcando a todos. # Cómo detectarlo? Cómo confirmarlo? Si tú no puedes, psíquico amigo, entonces debemos hablar con el Vidente. De inmediato. tras un instante agrega, con un chirrido grave. Y dónde mierda se ha metido ese clérigo? 

Puede que sea por las malas noticias o por que mañana es el dia de la consagracion y aun no teneis nada solido sobre lo que esta ocurriendo, pero las palabras se resisten a salir de vuestras bocas y un aire lugubre os envuelve.

Se ha hecho tarde y es hora que os prepareis para mañana, tan solo Arelix y Raven se quedan en la casa de curas, los demas volveis a la posada, que curiosamente esta mucho mas vacia de lo que estaba cuando llegasteis. Seguramente por que nadie quiere perderse el gran evento que acontecera. Cuando llegais a vuestra habitacion veis una nota del vidente.

Cita:

Puede que seas mas tonto que una mula, pero desde luego no eres un imbecil, tus compañeros no han tenido el valor suficiente para decirtelo a la cara, pero muy en el fondo tu mismo eres consciente de que tus dias de caminar entre los vivos se terminan. Lo unico que lamentas es tener que morir en una cama y no sobre el campo de batalla como tantos otros de tus compañeros, ¿compañeros? como tantos otros de tus amigos, de tus camaradas, de tus hermanos de la antigua unidad.

Casi te los puedes imaginar riendo, de como todos cuentan la anecdota de su muerte y cuando te toca a ti se rien con esas risas fuertes que te suenan tan familiares al decir que moriste en una cama por unas bacterias. Hasta a ti te da la risa.

Pero de pronto escuchas una voz que ya no te suena tan familiar... ¿Es el Emperador que te llama?... No... ¿Que es?

Una voz que no es ni de hombre, ni de mujer, ni aguda, ni grave te habla, eres consciente que solo tu la escuchas.

-Mira lo que tenemos aqui.. Un soldado caido en desgracia, unas heridas fatales... Es una lastima por que donde yo estoy, esas heridas no son nada, podria tomarlas y traerlas conmigo y tu no moririas esta noche... Pero claro me tienes que dar tu permiso...

Raven se sorprendió al escuchar la voz extraña. ¿Estoy soñando? Pensó para sus adentros. - ¿Porque? Es decir, ¿Quien?¿Qué, eres?

A Raven le dieron ganas de dejarle via libre a la voz, pero algo en su interior sabía que no había que fijarse en las primeras impresiones, así negociaban los listillos.- ¿Quieres mis heridas?¿Me curarías? ¿Así sin mas?

-¿Que, que soy? Soy un cuervo como tu, soy el reflejo de tu propio instinto de supervivencia, soy tus ganas de aferrarte a este mundo.

La voz parecio callarse durante unos instantes.

-Como reflejo de tu supervivencia entiendo que esas heridas son un fastidio y yo me alimento de ellas, donde yo estoy eso que es un peso para ti, para mi puede ser alimento. Pero claro, sacarlas de ti necesita una inversion de energia y no puedo hacerlo por nada... Tranquilo no es nada demasiado complicado.

Ante ti empiezan a pasar imagenes de cuervos, volando de un lado a otro, de izquierda a derecha, en diagonal, de arriba a abajo.

-Como ves me gustan mucho los cuervos, y por eso me he podido acercar a ti, tenemos esa afinidad. Por eso quiero que protejas a los cuervos, en este planeta, los cuervos estan muy mal visto, por norma general la gente los deja tranquilos, pero aun asi, hay quienes los matan por pura supersticion, cualquiera que dañe a los cuervos debe ser eliminado. Si te comprometes a hacer esto por mi, yo me comprometere a visitarte cada noche y devorar tus heridas.

Raven sonrió, era un buen intercambio. Así no tendría que explicar a sus amigos que murió por una simple bacteria... Además, así daría mas guerra y traería mas equilibrio al universo. Raven añadió. - Mientras pueda seguir viviendo, y no devores mas que mis heridas, portegeré a los cuervos como si fueran mis hijos, mis hermnaos... y mis familiares. Solo hay que ver mi cabeza, como cuervo que soy, seré uno con los cuervos. Acepto tu trato.

Raven agachó la cabeza, dejando ver el tatuaje de su frente, presentando sus respetos y su igualdad ante el ser cuervo.

-Asi sea, ahora tu y yo somos parte de lo mismo y mientras el uno viva el otro tambien lo hara.

La voz desaparece, no sabes como, pero sabes que ya no esta alli, tus ojos se cierran y te dejas llevar por un sueño reparador.