Partida Rol por web

Te encuentras en Puerto Amargura, capital de Iocanthos, planeta salvage alejado de la luz del Emperador. Puerto Amargura es la unica ciudad de todo el planeta con espacio puerto, y la unica con control directo del Imperio.

Pero tu objetivo no es este, tu objetivo es Desesperanza, un pequeño asentamiento situado entre montañas al que solo se puede acceder por tierra. Has sido enviada por el Inquisitor Vloss como apollo de ultima hora para una pequeña celula de acolitos que ha enviado, has sido recomendada para esta mision por tus dotes tanto fisicas como deductivas y se espera de ti que estes a la altura.

Tu maxima prioridad es llegar a Desesperanza con la maxima brevedad posible, para ello puedes utilizar tus acreditaciones como miembro a cargo de un inquisitor, una vez llegues, debes encontrarte en Desesperanza con el vidente Aristarchus, presentar tus respetos y servirle como si fuese tu propio inquisitor, alli seras puesta al dia.

Acabas de bajar del carguero que te ha depositado en la superficie del espaciopuerto, enegrecido por el continuo despegue de naves sobre el asfalto un calor insoportable se apodera de ti, dandote la bienvenida a Puerto Amargura.

"Supongo que esto es puerto amargura, pues bien, veamos si la muchedumbre de aqui no portan el mismo caracter que el nombre de su ciudad"

Asi bajaba de la nave musitando y observando el clima aspero maloliente a medida que bajaba de rampa del carguero con su elegente vestimenta pero curtida en negro.

Acto seguido se encendia una varilla de Lho con calma nada mas bajar de la misma observando algun punto remotamente familiar donde pueda adquirirse algo de beber.

Elegantemente mientras fumaba, observaba tranquilamente todo lo que habia alrededor de su zona mientras se retiraba lentamente su abrigo de cuero negro, musitando.

"Bueno, veamos si existe alguna cantina en este miserable espaciopuerto..."

Te parece ver algo parecido a lo que buscas en el perimetro del espaciopuerto, tienes que caminar entre un monton de gente que estar sudorosos y ademas te miran extraño, por suerte acostumbrada a tu mundo natal caminar entre muchedumbres no es mayor problema para ti y en poco tiempo te plantas en el lugar deseado.

Efectivamente es una cantina, pero su interior esta bastante vacio, quizas por la hora que es. Es su interior solo ves al barman y en una mesa mas alejada un par de jovenes con tatuajes tribales por todo el cuerpo que estaban cuchicheando y que enmudecen al verte entrar y se quedan observandote, pediente de tus movimientos.

"Así que esta es la unica pocilga que posee este espaciopuerto?, pues menuda ironia, hace honor al nombre de su puerto,,,"

Pensaba ironicamente mientras miraba relajadamente de un lado a otro de la cantina de marras indicios de hostilidad aparente ante su llegada, pues era normal que en un sitio así obtuviera algun signo de mamarracho envalentonado...

Tras una pausado vistazo, nuevamente empezo a andar con sus tacones afilados hacia el camarero de la cantina en señal de algunas respuesta y con un tono sosegado pero directo, empezo a hacer lo que en su trabajo es costumbre, indagar sobre quien podria ofrecer unos buenos servicios a su causa...

Se sienta tranquilamente en la banqueta mientras fuma friamente observando con aires directos pero dulces al tabernero.

"tabernero, podria ofrecerme un vaso de amasec, por favor?"

El camarero te sirve un amasec que parece estar mas aguado que los animos de este planeta. Intentas observar disimuladamente a los otros dos individuos, pero parece que aparte de mirarte mal, no traman nada extraño, siguen hablando de sus cosas.

El camarero te habla al servirte.

-Por aqui no viene mucha gente de dia ¿sabe?.... Y mucho menos mujeres extrangeras de su... Apariencia.

"Digamos que estoy de paso y me gustaría saber donde puedo encontrar alguien que me pueda ofrecer un transporte ligero hasta Desesperanza"

Sonrie avidamente esbozando una angelical sonrisa sin mostrar inocencia...

"De mi apariencia?, acaso te has visto en un espejo?, probablemente no porque ni siquiera sabras lo que es..."

Pensando, mientras esboza su mejor sonrisa al mismo.

Los dos jovenes en la mesa, se levantan y sientes como se colocan uno a cada lado flaqueandote, el de tu izquierda pone frente a ti su mano mostrando unas llaves.

-Nosotros tenemos una excelente moto todoterreno, la conseguimos de los guerrilleros asi que es de la mejor calidad... Si te interesa... ¿Pero para que ivas a querer ir tu a un sitio como Desesperanza? Solo es un asentamiento perdido en mitad de las montañas.

Lentamente observa a ambos nativos disimuladamente mientras se dirige al que le ha mostrado las llaves y espeta con encanto...

"Interesante, pero espero que mis asuntos no vayan acompañados a darte una explicacion por tu oferta, espero..."

Disimuladamente pongo una mano en la funda de mi pistola simulando un apoyo como si sujetara mi gabardina.

"Dame una razon para que tome el fresco mi amiga betsy..."

El chico te muestra una de sus sonrisas y niega con la cabeza.

-Esta bien, esta bien si no quieres decirnos tus motivos, tus razones tendras imagino.

Acompañas a los dos jovenes hasta las afueras, escondida entre un monton de escombros puedes ver una potente moto de gran cilindrada y todoterreno que os espera pacientemente.

-Bien puede que estemos un poco apretados los 3 encima de la moto, pero eso no es ningun problema... Al menos para nosostros jeje.

Añade con una sonrisa maliciosa.

Tranquilamente observa el espacio mas holgado de la moto donde quepa el compartimento de carga de la misma y conforme lo observa sin mas miramientos, espeta una dulce pero diabolica sonrisa...

"Supongo que tu compañero podra acomodarse en este lugar tan bien preparado para que una dama como yo pueda sentarse en el sidecar sin complicaciones verdad?"

Mientras tanto se acerca y empieza a eliminar los trastos del acompañante para sentarse espaciosamente sin dilacion a la vez que tranquilamente les observa sin que se percaten de su gran mirada.

Los jovenes parecen algo enfurruñados, esperaban un poco de roce femenino durante el viaje. Uno de ellos abre el compartimento de equipaje de la moto y saca unos pesados mantos que no tardan en ponerse, te tienden uno de ello, con el calor de este planeta no entiendes muy bien el motivo de una prenda tan pesada pero decides imitar a los nativos y colocarte sus ropajes. El motor ruje y os poneis en marcha.

Pronto una sensacion de desasosiego se apodera de ti. El yermo es duro. Todo el paisaje que se alcanza a ver es una enorme explanada de piedra gris, arenisca blanca y hiedras espinosas. Hay trechos enteros llenos de crateres de antiguas explosiones y zonas tan enegrecidas que parece que nada vaya a volver a crecer alli nunca mas.

Cada pocos kilometros se pueden encontrar restos ruinosos de campamentos, algunos antiguos y otros que parecen recien arrasados en los que aun se pueden apreciar las marcas de sangre.

Multitud de esqueletos yacen por doquier alli donde cayeron muertos, y lo mas espeluznante son las flores de fuego fantasmas. Esas flores parecen arraigar en el lugar de descanso de estos cadaveres, envolviendo con sus raices los huesos quebrados y abriendo sobre ellos sus capullos de multicolores y tornasolados.

Y por ultimo esta el viento, que cuando sopla parece que lo haga desde varias direcciones a la vez levantando arena en forma de remolinos, trae consigo el olor de la carne muerta , el olor a la sangre, el olor a hierro, siempre el hierro. Ahora entiendes el porque de las capas.

El nativo que no conduce te señala unas motas negras que se ven en el cielo, una especie de aves que se mueven sin variar de rumbo a pesar de los fuertes y caoticos vientos.

-Son los carroñeros locales, unos seres repulsivos que mas que aves son reptiles emplumados cuando uno los ve de cerca, y tienen picos muy afilados. Las leyendas populares les atribuyen todo tipo de cualidades desagradables. Y no solo son carroñeros, sino que tambien atacan a criaturas heridas o debiles, incluido el hombre. Y lo mas desconcertante es que no se como localizan sus presas, esos malditos seres ni siquiera tienen ojos. En fin... Si no paramos y nos vamos turnando en la conduccion llegaremos a Desesperanza mañana antes del mediodia. ¿Sabes conducir una cosa de estas verdad?

"Parece que me toca hacer de chofer para estos tipos, al menos sera divertido conducir este trasto"

Pensaba mientras se levantaba de su silla comodamente reclinada mientras sonreia al nativo mostrando una elegancia inusitada.

"Veamos si me acuerdo de saber llevar estas cosas, dime la direccion e ire lo mas rauda que pueda..."

Finalmente parece que parte de los deseos de los jovenes se hacen realidad, pues no os queda mas remedio que ir turnandoos el sidecar dejandolo para el que necesite dormir un rato. Y mientras los otros dos sobre la moto, que avanza sin descanso hacia su objetivo: Desesperanza.

-No tiene perdida muñeca. Esto es un yermo enorme asi que solo tienes que darle gas e ir todo recto, el asentamiento esta entre colinas asi que cuando veas que te vas a estrellar con algo es que ya hemos llegado. Ahora que lo pienso... Ni siquiera nos has dicho tu nombre.

Sonrie observandole mientras observa el vasto horizonte abrasador envuelta en el manto antielementos.

"Llamame Lady, con eso bastara..."

Acto seguido comprueba el estado de la moto asi como su mecanismo de arranque haciendo un estruendo conforme pisa el acelerador y suelta el embrague para ir brutalmente hasta desesperanza...

"Agarrate cielo porque tu noche sera movidita hasta llegar al escollo"

Sonrie Maliciosamente...

Y con el rugido del motor prosigue direccion a Desesperanza...