Partida Rol por web

Queequeg busca señales de que Lucius sea un hombre serpiente. También si tiene un tatuaje en el culo

Cyl va a intentar hacer el ritual...  Pero ante todo quiere asegurarse de que el bárbaro y los otros no sospechan nada.

Kalina se acerca a Enzo y le mira fijamente  bien Enzo, parece que tenemos un trato. Intenta traicionarme y, te juro por Harrimast, que no habrá lugar en Freeport que te oculte de mi venganza.

Kalina se saca una daga y corta las ataduras que mantienen retenido a Enzo.

Intenta descubrir la estructura de la hermandad, dónde se encuentran sus diferentes templos y alojamientos, como se financia, que gremios les dan su apoyo...toda información será poca.

Antes de salir por la alcantarilla Kalina se da la vuelta, si cumples tu palabra, mientras trabajes para mi, recibirás una buena suma de cobres...

Kalina abandona la alcantarilla y se reune con sus compañeros que se encuentran empujando el carro con los cobres... 

Ya comienza a despuntar el alba cuando Kalina abandona la casa de Lucius. Antes de dirigirse a los muelles a buscar una buena taberna Kalina se dirige al distrito de los mercaderes en busca de una nueva armadura...

Siempre avanza fijandose en su entorno y buscando algun que otro enemigo que la pueda seguir...

Ya en los muelles, en el mercado, compra a un comerciante de Theikon una pocion curativa (50gp) y unos caltrops (1gp).

Antes de entrar en El Navegante Errante, encuentra a un chiquillo pidiendo limosna...chico, ¿te quieres ganar unos cobres? pero me tienes que prometer que no se le vas a decir a nadie lo que te voy a encargar...

Quiero que vayas al faro, te ocultes en unas rocas cercanas (haz que estas buscando mejillones) y te fijes en quien entra y quien sale. A la hora de almorzar te esperaré aqui y te invitaré a comer un buen asado en la posada...mientras me cuentas lo que has descubierto...

Dicho esto Kalina deposita 10 cobres en la mano sucia del chiquillo...y entra en la posada

Por proteus mesonero, tengo el gaznate seco, sirveme una jarra bien fria de cerveza...

Poco a poco abandonan todos la casa de Lucius hasta que sólo quedan Toshaki y Queequeg cuidando del herido. Ante la mirada estupefacta del monje, el bárbaro, ataviado exclusivamente con un taparrabos, desnuda al bibliotecario inconsciente que se halla tumbado en la cama. Le abre las piernas y mira en el interior de sus nalgas, en sus brazos, en el torso y en toda la espalda. Con un gesto de decepción, vuelve a vestirle.

El barbaro no encuentra ningún tatuaje sobre Lucius. Tampoco observa ningún indicio de que sea un hombre serpiente. Sin embargo, se siente confundido por la transformación de Milos. Parecía completamente humano hasta que se transformó en hombre serpiente. Las trasmutaciones son más propias de los magos que de los clérigos del mal.

- ¿Podrían algunos hombres serpiente transformar su aspecto físico a voluntad?

Queequeg siente un escalofrío al pensarlo.

- ¿Cuántos hombres serpiente habrá en Freeport camuflados como personas normales? ¿Habrá algunos buenos o serán todos malvados seguidores del Símbolo? ¿Por qué Ssasser no se transformó en humano y por qué no le contó nada de esto?

Muchas incógnitas para un bárbaro acostumbrado a una vida más sencilla en su tribu. No sabe dónde encontrar las respuestas.

Cyl sale a la calle y comprueba cómo Kalina se marcha en dirección a los muelles, justo al contrario que el templo maldito. Queequeg y Toshaki permanecen en la casa cuidando a Lucius, les preocupa que alguien pueda hacerle daño si le dejan sólo e inconsciente.

Con celeridad callejea por el barrio antiguo hasta llegar una vez más a la casa de las ventanas tapiadas. Esta vez la puerta principal está entreabierta como la dejaron los aventureros. Con atención, escucha para ver si hay alguien dentro y al comprobar que permanece vacía, entra en la casa y se dirige a la bodega. Accionando el mecanismo del barril, entra una vez más en el complejo subterráneo. Gracias a su visión nocturna, Cyl puede avanzar a oscuras, aunque el silencio es absoluto y parece estar todo en calma como lo dejaron hace unas horas.

El hecho de estar sólo en este inhóspito lugar le mantiene con la adrenalina a punto de reventar, sintiendo los latidos en los oídos. Por otro lado, la emoción de lo desconocido, del ritual oscuro y de la capilla malvada le empujan a continuar.

Kalina corta las ataduras de Enzo que se masajea las muñecas aliviado de dolor. Sus ojos brillan al escuchar la propuesta de recibir Cobres por ser ojos y oidos.

- Trabajaré para ti, nos vemos en tres días.

Con un salto, alcanza la escalerilla de salida de las cloacas y desaparece por la calle, mezclándose con la gente. Kalina observa a Enzo marcharse. Tiene la impresión de que este hombre es un mero peón de una organización grande y poderosa. No sabe hasta qué punto podrá sacarle información importante.

Con un gesto de indiferencia, sale de la alcantarilla en dirección hacia el Templo del Conocimiento en busca de Egil.

- Bueno, en el peor de los casos, no le volveré a ver.

Kalina se acerca a un joven mendigo que pide limosna sentado en la calle:

- Quiero que vayas al faro, te ocultes en unas rocas cercanas (haz que estas buscando mejillones) y te fijes en quien entra y quien sale. A la hora de almorzar te esperaré aqui y te invitaré a comer un buen asado en la posada...mientras me cuentas lo que has descubierto...

El mendigo mira atentamente a la bucanera sorprendida. El hambre y la falta de una cama blanda donde dormir han envejecido aceleradamente a este niño y Kalina se percata de que el mendigo realmente es una niña. Sus pensamientos son interrumpidos por la respuesta de la niña:

- ¿Sabe usted, mi señora, que el faro está en una isla a varias millas de Freeport? ¿Cómo voy a llegar hasta allí sin una barca? Además, nadie va allí a mariscar, me verían sin duda.

La niña, acostumbrada a buscarse la vida, frunce el ceño mientras busca una respuesta:

- El faro se encuentra actualmente en construcción, buscan mano de obra barata. Yo he intentado varias veces trabajar allí, pero me falta la fuerza necesaria.

La pedigüeña baja la cabeza desalentada al comprobar cómo el prometido asado se le escapa de las manos. Mira a los Cobres que le ofrece Kalina dudando de si los puede coger o no.

Nyahahaha...  Cyl prosigue hacia la capilla ritual a oscuras, poniendo sus cinco sentidos en ello.

Cyl accede con respeto a la oscura capilla octogonal. Todo sigue tal como lo dejaron. Las paredes negras y el techo negro con puntos plateados aparentando una noche estrellada. El foso central igualmente negro cuyo suelo tiene un aspecto etéreo y poco sólido. Al fondo el altar de piedra basáltica.

El mago extrae el tomo de una bolsa, finalmente consiguió llevárselo de la casa de Lucius sin que sus compañeros se percatasen. Abre el libro por la página adecuada y repasa los pasos del ritual: Sobre el altar, prender los dos candelabros con velas negras malditas, encender una pastilla de pestilente incienso para que vicie el ambiente y hacer sonar tres veces el gong. En este momento, la criatura que se encuentre dentro del foso será presentado ante Aquel Que No Puede Ser Mentado para ver si es apto para Él.

Cyl duda de si podrá llevar a cabo el ritual de iniciación en solitario. Por un momento tiembla ante las repercusiones de sus actos analizando si debería abandonar y regresar con sus compañeros.

Kalina le dirige una mirada divertida a la chiquilla y, a la vez que le guiña un ojo, cierra el puño con los cobres...estos cobres todavía no te los has ganado, pero tranquila, tendrás oportunidad. Ahora si te parece nos vamos a tomar ese asado para desayunar que te prometí mientras me cuentas cosas de Freeport....soy Asha y, como habrás podido comprobar, soy nueva en la ciudad. Dicho esto Kalina le revuelve el pelo con la mano en gesto de amistad y cogiendo la mano de la chiquilla entran en Navegante Errante...

Tras sentarse en una mesa apartada y pedir un asado de cordero, Kalina habla a la chiquilla miestras ésta devora ávidamente la comida. ¿Cómo te llamas niña? Yo soy una marinera recién llegada a Freeport en busca de fortuna...he traido conmigo cierta mercancía que me gustaría vender y que todavía no he descargado del barco..pero desconozco si hay algún gremio, en ese momento baja la voz, que "controle" la entrada de mercancías en puerto y haya que pagar algún "peaje"...no sé si me entiendes. Soy una recién llegada y no me gustaría meterme en ningún lio....como eres una chiquilla que vive en la calle imagino que sabrás que gremios y bandas controlan los muelles y dónde se encuentran...

Cuando la niña comienza a confiar en Kalina después de una breve conversación y mientras come la pata de cordero, Kalina la pregunta...aqui en Freeport la gente está medio loca...ayer mismo escuché a un mendigo hablar de unos hombres serpiente que habitan en la ciudad...¿has oido algo de eso?...la verdad es que si ese rumor es cierto es para preocuparse...sobre todo para evitar salir por la noche....

Me gustaría saber dónde puedo localizarte porque necesitaré de vez en cuando que me hagas unos recados y me informes de los rumores que se escuchan por los muelles....

Kalina se despide de su nueva amiga y vuelve donde Lucius, no sea que se haya despertado ya...

Queequeg sube de nuevo a la planta superior de la casa de Lucius en busca del tomo maldito para volver a hojearlo, pero no lo encuentra por ningún lado. Haciendo memoria, cree recordar cómo Cyl se llevó el libro y los artilugios de plata del altar. La mirada nerviosa del mago antes de marcharse, la excusa de fundir la plata para venderlo. Repentinamente todo cobra sentido.

Un escalofrío recorre el cuerpo del bárbaro al pensar en la insensatez que puede estar realizando Cyl en estos precisos momentos y si será dueño de sus actos o una fuerza superior estará gobernando sus movimientos.

La niña escucha desconfiada la historia de Kalina mientras se dirigen a la taberna. Una vez sentados y con el asado frente a ella, duda un instante: en Freeport nada es gratis y no logra comprender el precio de esta comida que en circunstancias normales estaría fuera de su alcance.

En un momento, las cornadas del hambre pueden más que la razón y se lanza a devorar la humeante carne.

- Glumm ... Fí, fí ... lo que uzted diga ... ñm ...- expresa la niña con la boca llena mientras toma la jarra llena de agua para ayudar a pasar la comida.

- Mi nombre es Éponine, mi señora.

Kalina espera con calma a que la pedigüeña sacie su hambre antes de continuar con su historia. Éponine mira a la bucanera sin creerse una sola palabra, aunque no parece importarle.

- La ciudad está gobernada por el Señor del Mar, Milton Drac. Existe un consejo de doce capitanes que ayudan en la gestión de Freeport, son los que eligen al Señor del Mar cuando el anterior deja de serlo. Son los consejeros los que controlan el comercio y todo en la ciudad. El consejo está presidido por el Primer Capitán Consejero, el señor Verlaine. Éste es el hombre al que buscas, lo controla todo en Freeport.

Éponine continúa comiendo sin parar, como si fuese la primera vez que come decentemente en años. A lo mejor es cierto.

- Esto es en el ámbito de la política y la aristocracia. Naturalmente las calles están controladas por dos bandas rivales. El Sindicato de Finn en el Distrito Este y Barrio Escorbuto. Al otro lado, en el Distrito de Mercaderes y el de los Almacenes, está dominado por el Señor Miércoles.

Parece que el asado va surtiendo efecto y la niña ya no sigue comiendo. Agarra un mendrugo de pan y lo mordisquea mientras bebe algo de agua.

- ¿Y lo del faro? Pensé que le interesaba el faro. Podría conseguir un bote prestado de un amigo y hacer que pesco por los alrededores de la isla.