Partida Rol por web

Dentro del laberinto

⫷ Capítulo 1: Los muros de piedra ⫸

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31/05/2022, 20:53
Doña Agustina

¡Ay, ay, ay! —siguió gritando con su orgullo herido doña Agustina—. Sí, jovencita, duele la dignidad. ¡Duele mucho! —le respondió a Molsa mientras se aferraba al dedazo que la bestia le ofrecía.

Se atusó la bufanda y, mientras lo hacía, vio aquella puerta secreta abriéndose y al caballo que gustaba de desnudar señoras gusanas ancianas salir corriendo por allí. Escaló una vez más hasta la cabeza de Molsa, donde estaba la casa-cuenco-sombrero y, desde allí arriba, pegó unos golpecitos con las patitas a la bestia.

Vamos, vamos, jovencita. No hay tiempo que perder si queremos recuperar el té. Salgamos por esa puerta. —Y, tras decir esto, empezó a refunfuñar—. En esta casa no hay decencia ni hay nada, sólo unos jovencitos barbudos muy frescos que ni saludan y un caballo que desnuda señoras. ¡Qué escándalo! ¡Qué frescura! ¡Y sin té! Si mi Paquito estuviera vivo, ya les habría puesto los puntos sobre las íes. ¡Ay, mi Paquito! Que ya lo decía la Albertina, que no se puede uno fiar de la juventud, ¿o eso lo dijo la Clementa? Menuda era la Clementa, ¡una bruja! Ay, ay, mi dignidad, mi dignidad.

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31/05/2022, 21:09
Sir Arthur el amarillo

En cuanto vio que aquellas letras se tornaban en una puerta, el caballero de antaño tuvo algo similar a una subida de azúcar pues su ánimo se excitó ante tamaño descubrimiento. Porque claro, había sucedido que era él el que lo había descubierto y eso le produjo muchas emociones positivas difíciles de gestionar. Empezó a dar saltitos señalando hacia la puerta pero sin articular palabra pues no le salía palabra alguna.

Casi ni vio que Doña Agustina había caído, o que el caballo se fue corriendo pues Sir Arthur el amarillo se había intentado subir de un salto a la mesa y no lo había conseguido pues se había caído. Recogió su dignidad y fue corriendo hacia aquella puerta para hacer una pequeña reverencia y esperar a que pasara Doña Agustina. 

—¡Vamos, vamos!—exclamó al resto señalando la puerta.—¡Vamos, vamos! Tenemos una misión que cumplir, un té que recuperar, un río y un niño, un humano digo. ¡Vamos, vamos! No hay tiempo que perder.—les dijo con una sonrisa y entonces se cuadró, preparado para cruzar la puerta en cuanto Doña Agustina terminara de hacerlo.

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31/05/2022, 21:35
Sir Globz

Globz esperó dando pequeños saltitos impacientes a que Doña Agustina terminara sus refunfuños, refunlloros y señalara todo lo fresco que había en el olvidarero.  Al verla caer mostrando sus segmentos, apartó la vista averzongado (era de muy frescos mirar ) hasta que la vieja gusana recuperase la compostura. .

Se volvió hacia el muro con las palabras que había leído mal, segun doña, y vio a Sir Arthur enmarcado contra la luz exterior que surgía de la puerta abierta. Vaya estampa gatuna.

—¡¡Sir Arthur resolvió el emigma!! —No podía ser otro.  Desde aquel dia en que a aquella serpiente de mar le dio por ir rio arriba, Globz sentía verdadera amiradción por el caballero castaño.

—¡Menos mal! Era imposible. Un misterio para mentes privigeliadas. Pero salimos, que es lo importante

Más contento que unas pascuas, agarró el duplicado de llaves y el paraguas desvencijado.

¿Nos llevamos la máquina también? Me gusta la voz que pone cuando describe.

- Tiradas (1)
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31/05/2022, 21:45
Reina de los Goblins

El nido

Cuando salieron del olvidadero del caballo pequeño solo quedaba el sonido de sus cascos cabalgando en la lejanía. Xerxes había visto la ansiada libertad y no se había detenido ni un segundo antes de tomarla con toda la prisa que le permitían sus patas.

Se encontraban ahora en un pasadizo con el espacio justo para que Molsa caminase con comodidad, pero no más, de paredes de piedra altas y que se extendía hacia delante, recto, hasta donde se perdía la vista.

Tallos secos, ramas rotas, musgo y hojas estaban esparcidos por el pasadizo. Según se iban abriendo paso a través de ellos, se hacían cada vez más densos, hasta que formaron un espeso muro entretejido que obstruía el pasadizo. 

El muro era más alto que la bestia cornuda, pero con algo de esfuerzo pudieron escalarlo y descubrir que era tan solo un lado de un enorme nido esférico. En lo alto había un agujero por el que podían dejarse caer al interior del nido. 

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01/06/2022, 13:23
Sir Globz

—Donde está el caballo? Se habrá caído por el agujero? — Globz se arrastró hasta el borde del extraño nido.  Porque parecía un nido, pero a la vez, no.  Él había visto muchos nidos, allá en el bosque junto al río.

A lo mejor ha saltado y está al otro lado —aventuró distraídamente, pues el montón de ramas en el suelo reclamaba toda su atención. Le recordaba al nido de una ciqüeña, pero ningun ave respetable construiría un nido así. Tiró una ramita en su interior, a ver qué pasaba

Holaaaaaaa, ¿hay alguien ahí dentro? Venimos de paso, tenemos que atrevasar el laberinto.  

Atravesar. 

De repente, se le ocurrió algo y entrecerró los ojos, bajó la voz, algo le inquietó.—Creo que esto puede ser...a lo mejor es un atajo, bueno no, eso no. Creo que puede see donde vive un pájaro muy grande. Si, eso parece mejor idea. Seamos prevaquidos, no hay que tocarle los huevitos a nadie.

 

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01/06/2022, 13:37
Molsa

Impulsada por las prisas de sus amigos comenzó a moverse lentamente hacia aquella puerta brillante, con Doña Agustina ya instalada de nuevo en su cabezota. Todavía no acababa de dar el primer paso que el caballo ya había huido despavorido, menos mal, porque su musguito seguro que estaba en peligro. Al escuchar a Globz recogió la máquina de escribir del suelo y se la puso bajo el brazo. Poco después ya estaba fuera con todos en el borde de aquel extraño nido.

— Muuuuuchas raaaaaaamaaaas... Molsa guuuustaaaa —asomó la cabezota justo en el momento que Globz lanzaba la ramita, que chocó un momentito en uno de sus cuernecitos antes de caer al fondo, Molsa agitó ligeramente la cabeza—. Niiiido fooooondooooooo... 

Miró a Globz parpadeando y también hacia Sir Arthur, a Agustina no podía mirarla bien porque estaba muy en lo alto de su cabeza, ya lo había intentado muchas veces.

¿Prevaquiiiiidoooos? Hhhmmmmmph... Pájaro graaaaande atajoooo Molsa seguir amiiiigos.

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01/06/2022, 17:14
Doña Agustina

¡Un nido! Doña Agustina, como buena gusana que era, tenía un miedo atroz a los pájaros. Ella se hubiera aventurado nido abajo de no ser porque, de encontrar un pajarillo allí dentro, aquello habría supuesto el final de doña Agustina. Al ver aquello, entonces, se metió dentro de su casa-cuenco y habló desde allí muy temblorosa.

¡Nonononononono! ¡Pájaros nononono! ¡Ay mi Paquito, que se lo llevó ese pajaruco malo! ¡Ay, ay, ay! ¡Yo ahí no entro! ¡No, jovencitos!

Se quedó con sus patitas apoyadas contra la puerta de su casa-cuenco, bloqueándola para que nadie pudiera entrar allí, y temblando con mucho miedo.

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01/06/2022, 17:27
Reina de los Goblins

Globz y Molsa, que se asomaban por el agujero del nido, pudieron ver que abajo había cuatro huevos del tamaño de un melón. También parecía haber más cosas enredadas entre las ramitas con las que se había construido el nido, aunque para ver de qué se trataba tendrían que entrar. Un graznido sonó desde el otro extremo del pasillo, anticipando que la mamá de esos huevos quizás estaba acercándose. 

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01/06/2022, 21:27
Sir Arthur el amarillo

En cuanto se dio cuenta de que aquello era un nido, el caballero de antaño con presteza utilizó su cuerpo para proteger a Doña Agustina. Nadie quería que se la llevaran volando, o que se la comieran, o peor, que no pudiera recuperar su té. Aquello era terriblemente malo y Sir Arthur el amarillo la protegería.

—¡Vámonos corriendo! —exclamó mirando a sus compañeros.—¡Hay que seguir avanzando, aquí nada bueno conseguiremos!—dijo refiriéndose a que llevaban a una gusana con ellos.—Un té, un río y un niño queremos recuperar, pues por el camino debemos andar.—les dijo observando la manera de cruzar aquel nido sin necesidad de caer en él. Se subió a Molsa para poner una patita en las ramitas y si era seguro, podrían correr al otro lado del niño sin mayores problemas. O al menos, eso era lo que él creía.

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02/06/2022, 03:47
Sir Globz

—Siii, vámonos — dijo con cara de susto.  Y no era para menos, porque Globz se había colado de un brinco en el interior del nido y rodeaba uno de los huevitos con sus brazos.  —Es que no me he podido rexistir.  

- Tiradas (1)
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02/06/2022, 06:53
Sir Globz

Es que aquí hay cosas —dijo como disculpándose.  La verdad es que a Globz le encantaban los huevos. Para comer, claro.  Y las tripas le rugían. No era como Molsa que se quedaba al sol un rato y ya había merendado.  Ni como Doña Agusina , que parecía alimentarse del aire fresco—. Cosas aparte de los huevos.

Por supuesto, en ningún momento le dio por soltar su codiciado ovoide para dar más crebilididad a sus palabras.​​​

- Tiradas (2)
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02/06/2022, 13:59
Molsa

Molsa estaba preocupada por Doña Agustina, así que a pesar de que su cabezota se asomaba por el borde y veía con curiosidad que había cosas entre las ramitas, asintió a las palabras de Sir Arthur.

— Huiiiir... pájaaaaaro graaaande.

Claro que para entonces y a pesar de sus palabras, Globz había saltado dentro del nido. ¡Qué desastre! Observó cómo sujetaba uno de los huevos en su brazo. A Molsa no le gustaban los huevos, ella comía otras cosas, como sol, hongos, plantas, frutas y hortalizas. Y también bebía té desde que se lo había dado a probar Doña Agustina.

¿Cosaaaas? ¡Cooooosaaaas! —Asintió, asomándose más al nido, pero el graznido del ave la sobresaltó.— Molsa escoooondeeeee, quedar toooooodos quieeeetos... 

¡Había visto musgo! Claro que aquella era la solución si no les daba tiempo a huir, podía hacerlo, así que después de aquella advertencia levantó el mentón moviendo sus manos en el aire y entonó un cántico profundo.

ÑIIiiiiIIOOooooOooOoooOoooooooooooooooooooooooooooogggggghhhhhhhhhhhhhhhoooooooooooooooooooooooooo...

Y trató de llamar al musgo para que creciese sobre ellos y ocultarse ante el pájaro.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me quedo el 5. :3

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02/06/2022, 15:22
Reina de los Goblins

El goblin llegó junto a los huevos sin ninguna dificultad, pero mientras estaba abrazando uno de ellos, algo brillante llamó poderosamente su atención. Entre todas aquellas ramitas, atascadas con ellas, había seis campanitas doradas y lustrosas cuyo sonido prometía ser dulce y armonioso1

Por otro lado, Molsa empezó a llamar al musgo desde el lugar donde se encontraban ella, Doña Agustina y Sir Arthur. Bolitas de él empezaron a rodar, acudiendo a su llamada, desde distintos puntos del nido del pasadizo, hasta cubrirlos por entero, como si se tratase de una manta verde. 

Al fondo del pasadizo aparecía ya la madre de aquellos huevos. Se trataba de un ave pájaro-zanco, del tamaño de un avestruz, pero con las alas de un azul iridiscente y patas de tres metros de largo. Iba directa hacia el nido, seguramente decidida a incubar los huevos que Globz parecía tener intención de zamparse.

Notas de juego

1Desatascar las campanillas requiere una tirada a dificultad 4.

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02/06/2022, 16:28
Sir Globz
- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo la tirada y posteo a la noche ..

:/

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02/06/2022, 17:52
Doña Agustina

Doña Agustina lo tenía clarísimo: había que huir de ahí como fuera. Por la ventanita de su casa-cuenco había llegado a ver al pájaro gigante que se les acercaba y emitió un gritito:

¡Ay por todas las santas lombrices! ¡Aquí hay más que sopas! Yo no estoy para estos trotes, ay ay ay, no no, para estos no.

Por suerte, Molsa había formado una capa de musgo para protegerlos, momento en que doña Agustina aprovechó para secundar a sir Arthur:

¡Sí, sí, jovencitos! ¡Corriendo! ¡Vámonos de aquí o ese pajaruco malo nos comerá a todos!

Había que asustar al personal, no era cosa de pensar que solo la iba a comer a ella, que los demás también entraran en pánico para salir corriendo de allí.

¡Tus musgos, Mosla, se va a comer tus musgos, jovencita! ¡Corre! ¡A correr todo el mundo!

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02/06/2022, 18:57
Sir Arthur el amarillo

EL caballero de antaño se movió con rapidez pero despacio y completamente en sigilo hacia donde estaba Globz para ayudarle a desatascar las campanillas y cuando se puso a ello se dio cuenta de que le dolían las piernas de tanto andar así que tuvo que pararse a descansar, nada que ver que no pudiera sacarlas él tampoco. 

Miró a Globz.

—No te entretengas mucho que nos vamos a meter en problemas.—dijo disimulando con garbo su fracaso con las campanillas mientras se mantenía lejos de la vista del pájaro. Esperó unos segundos y volvió a caminar despacio alejándose de allí, sin perder a Globz de vista ni alejarse demasiado. Le esperaría. Sir Arthur el amarillo ayudaría a sus amigos siempre, que para algo le llamaban el amarillo.

- Tiradas (1)
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02/06/2022, 21:07
Sir Globz

Globz intentó desenganchar las bonitas campanillas que prometían un sonido dulce y amornioso usando la cola y dando forzados y débiles puntapiés. Era muy difícil hacerlo sin soltar el grandísimo y delicioso huevo pero, ni aun así, lo hizo.  Era su huevo.  Llevaban muchísimas horas atrevasando el laberinto y tenía hambre.

Entonces oyó el granizdo del ave que había hecho el nido y se le fundieron los plomos.  Simultáneamente, Molsa hacía eso con las plantas que hacía cuando había proobleeeemaaaas, Sir Arthur le animaba a salir corriendo y Doña Asustina decía que el pájaro les iba a comer a todos.

Cualquiera habría sentido miedo.  No solo Globz. Todo el mundo sentía miedo cuando un ave gigantesca se abalanzaba para darle picotazos.

—UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH.. Aaaaaaaaaaaahh

Con la motivación adecuada, el pequeño goblin saltinbamqui podía  ESFUMARSE.*

- Tiradas (1)

Notas de juego

*En realidad, no, jaja.  Lo veis correr muy rápido pasillo abajo. Con el huevo.

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03/06/2022, 01:55
Molsa

De todos los sonidos y voces que podían salir de debajo de aquella montaña de musgo en una especie de discusión simultánea, en la que por un lado se debatía qué hacer y por otra se comentaba la jugada, destacó el grave gritito de pánico de Molsa.

— ¿Prooooobleeeemaaaaas? NooOoOoOoooooooooooooo...

La verdad que al haber estado cantando un poco antes para cubrirse, se le había quedado el vicio y soltó un gruñidito parecido a un carraspeo. No se oyó mucho, se oía más el grito de huida de Globz, que por algún extraño motivo se llevaba un huevo con él.

— Aaaaay, aaaaayyyy miiii muuuusgo... Amigos huiiiiiir...

Y de pronto la montaña de musgo, que ocultaba a Molsa, Sir Arthur y Doña Agustina, empezó a moverse por el lateral del nido para bajar de allí lo más rápido posible y comenzar a huir. En realidad solo era Molsa cargando con todos.

- Tiradas (1)
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03/06/2022, 02:20
Reina de los Goblins

Al final, echaron a correr. El primero el goblin, vaya tío, corría que se las pelaba, era como un borrón marrón. Y eso que llevaba uno de los huevos entre las manos, era su almuerzo y no tenía intención de soltarlo. ¡Hasta había renunciado a las campanitas para llevarse ese huevo!

Pero tras él, salieron corriendo los demás. Los demás era más bien Molsa, que agarró a Arthur por su pellejo de gatete, sujetó la tacita de su cabeza, y echó a correr con tanta prisa que retumbaba el suelo en cada zancada.

En la carrera se cruzaron con el pájaro, que venía en dirección contraria. Y apenas los miró un instante sin fijarse demasiado en ellos. La mamá pájara tenía un objetivo: su nido, y no parecía interesada en los visitantes, siempre que no estuvieran dentro de él. 

Corrieron y corrieron, tomando pasillos al azar. A la derecha. A la izquierda. A la derecha otra vez. Y mientras se alejaban a la carrera, escucharon de lejos el graznido indignado de aquella madre al descubrir que le habían robado a uno de sus retoños antes de que naciera. Para ese momento ya estaban lejos, pero no les cupo duda de lo que significaba ese graznido: «Esto no ha quedado aquí». Sin duda, el ave no descansaría hasta recuperar su huevo.

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03/06/2022, 03:43
Reina de los Goblins

El campamento

El eco de una risa estridente llegaba por los pasillos de piedra. Cuando nuestros héroes siguieron las voces, salieron a un patio abierto, ocupado por lo que parecía ser un campamento militar. Los goblins descansaban alrededor, peleaban y apostaban entre un grupo de tiendas raídas y torcidas. En la salida norte del patio, el pasaje que continuaba estaba bloqueado por una barricada con alambre, guardada por dos goblins. 

Las tiendas eran apenas lo suficientemente grandes como para que cupiese un humano, pero parecía que podían servir para esconderse, aunque quizá Molsa tuviese más problemas para ello que el resto1.

También pudieron ver que en la esquina suroeste del patio, cerca del lugar donde ellos se encontraban, había una criatura dentro de una jaula, sentada con aspecto desamparado. Se trataba de una mancha de pelo azul, una especie muy rara en el Laberinto cuyos ejemplares estaban en peligro de extinción. Corrían rumores sobre ese tipo de seres, se decía que eran imparables, aunque no peligrosas y que eran capaces de absorber los objetos que encontrasen en su camino, también que podían convertirse en fieles corceles. Los cuatro goblins que se suponía que debían vigilarla estaban cerca, pero absortos en un juego de dados. 

Los guardas de la barricada tenían un aspecto formidable y parecían estar en alerta constante. La barrera alambrada detrás de ellos era tan grande que no podía ser saltada ni derribada. Requeriría varias personas trabajando juntas para poder retirarla del camino. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Viendo el mapa, llegáis por abajo. 

Globz, apúntate el huevo en el equipamiento y tira 1d6. 

1Para esconderse, Molsa tiene que pasar una tirada a dificultad 3 con desventaja. Es decir, lanza 2 dados y se queda el menor. Los demás podrían esconderse gratis. Para moverse de una tienda a otra sin ser vistos, hace falta una tirada a dificultad 2 (Doña Agustina y Globz la harían con ventaja).