Partida Rol por web

Uno a uno, vais entrando, y a la vez saliendo, del portal de Róderick hasta que éste lo cierra tras vosotros siendo el último que lo cruza.

Estáis en un visible callejón oscuro, una pequeña cale entre las altas paredes de dos edificios. La lluvia es intensa, casi como los relámpagos y los truenos. El viento hace odnear papel de periódico mojado en remolinos por el pequeño espacio en el que os encontráis, no teniendo más obstáculos que vosotros y un par de contenedores de basura apostados a la salida del callejón.
Con ímpetu y curiosidad, alerta y atentos a cualquier anomalía, salís de allí, reconociendo el estar en alguna de las calles de Rhapsie los que alguna vez hayan pasado por aquella misma.
Se os hace raro, no el que al parecer la guarida del gran mago oscuro esté en la misma ciudad, sino que algunos habéis pasado por esa calle y esa zona alguna o algunas veces y nunca os percatasteis de nada extraño. Ni el más mínimo atisbo de extrañeza.
Ni siquiera ahora.
La zona parece estar tan tranquila como siempre, la lluvia y los flashes de los relámpagos bañan las calles vacías de coches, con alguno que otro aparcado en los lindes de las calzadas. Los árboles de un pequeño parque cerca de vosotros parecen extender sus hojas hacia el agua precipitada, como los arbustos de un gran solar vacío a su lado. Pocas son las luces de las casas que a esas horas de la noche siguen encendidas, en esos edificios de no más de 7 pisos.

Nada más salir del portal, Róderick alzó su mano al cielo e invocó de su palma unos símbolos rúnicos extraños, que ni Ryuk supo muy bien leer en el poco tiempo que éstos tomaron forma de una semiesfera azulada. Un simple escudo místico que le hacía de paraguas al mago, evitando que se mojara por completo.

Con leve tosido y ante todo ese panorama urbano y tormentoso, Róderick dirige su vista hacia el gran soral vacío, donde el agua caía sobre los arbustos y la tierra convirtiéndola en barro y produciendo alguna que otra gran encharcación. casi parece que de seguir así la lluvia convertiría el solar en un lago.
La emanación de energía era inconfudible a esa distancia. El mago se maldijo a sí mismo por lo bajo de no haber estado más atento. Si simplemente hubiera dado más paseos por la ciudad quizás habría acabado percatándose de tal aglomeración tan compacta y perfecta de energía mágica.
Impresionante... - Dice para sí mientras da un par de pasos hacia el solar vacío y semi inundado. - Nunca había visto un hechizo ilusorio, formulado de esa manera y con tanta amplitud de control... Y pensar que esto lo ha hecho desde el principio, mientras hacía todo lo demás...
La voz de Róderick se iba apagando un poco mientras contemplaba con magnificencia la gran nada del solar.

Hoaru mira el solar también. Pero sabe que por mucho que lo intente, no verá nada que el mago no esté dispuesto a decirle o a mostrarle.
Rod-Rod... Ya podrías hacerme a mi otro paraguas de esos... - Le comenta, refiriéndose al escudo místico sobre la cabeza del mago.

La paciencia de Samuel para que alguien le preguntara lo lógico al mago para sacarlo de su estúpido e irritable ensimismamiento contemplativo... Duró escasos segundos.
¿Qué dices, viejo? - Preguntó, con la voz ronca e irritada, pero sin elevar mucho el tono.
Algo raro en Samuel en una situación así. Los que le conocían bien, le ven dar muestras de estar conteniéndose el nerviosismo, o la rabia, o ambas cosas, o quizás más.

Róderick habló, haciendo caso omiso del tono de la pregunta.
Lucius ha conjurado un hechizo ilusorio con tanta potencia, que ha conseguido entrar en las mentes de todos los ciudadanos.
Aquí, en ese solar, se supone derribaron hace ya un par de años un viejo hotel ruinoso. - Explicaba, bajando la cabeza poco a poco para mirar el solar. - Según creo recordar, nunca edificaron nada hasta ahora desde que el edificio se derribó. Pero al parecer, nunca derribaron tal edificio.
Un giro brusco de cabeza hizo posarsele la mirada de sus redondas gafas en el joven Alastor.
Antes comentaste que Lucius tenía chantajeado al alcalde de rahpsie... - Vuelve a mirar el solar. - Parece que es cierto, y lo lleva haciendo desde antes de que nosotros llegaramos.
Lo que hay frente a nosotros, no es un solar vacío. Es el viejo hotel Star, nunca demolido. - pronunció hasta con cierta solemnidad, con el irónico nombre del edificio que al parecer Lucius utilizaba de guarida.
Sin embargo, vosotros no alcanzabais a ver más que un solar vacío, con arbustos moviéndose perfecamente en la dirección en la que soplaba el viento, con charcos erizados por el constante caer de las gotas de lluvia en la tierra embarrada. Si era una ilusión, era una ilusión perfecta.
Al mago llegaba a erizársele la piel al pensar un poco más a fondo sobre este hechizo, que a primera vista para los no entendidos o los novatos no parecía tanta cosa...

Sí que te informaste bien de la ciudad... - Comenta Hoaru, aparentemente apenas asombrado por el pequeño discurso clarificador de Róderick.
Normal... Si no salía ni para desayunar... Piensa para sí.
El hombre rubio, empapado hasta las cejas y enormemente irritado por ello aunque no lo parezca, miró a la nada que se elevaba sobre el solar. Parecía que agudizaba la vista en un esfuerzo por intentar clarificar el engañoso telón que se supone había ante ellos...
Pero no vio nada extraño.
Aun así, no preguntó nada. Sabía que el mago no mentía. Sin embargo, le echó una mirada dubitativa, claramente evidente.

Veo que habéis llegado.
Oís una voz profunda pero joven y melodiosa en vuestras mentes.
Y habéis traído la punta con vosotros. Una decisión inteligente por vuestra parte...

Alastor cruzo el portal y se encontro con el exterior. No le molestaba la lluvia... es mas, le ayudaba a calmarse y templar sus animos. La tension podia sentirse y hasta palparse en el aire con las manos... Las palabras de Roderick le llegaron como de lejos, y con el ruido de la lluvia se hacia dificil entender todo a la perfeccion. Segun pudo escuchar estabamos frente a la guarida de Lucius.. pero esta no podia verse ya que estaba bajo un hechizo de ilusion.

El joven demonio vio como Hoaru intentaba entrecerrar sus ojos para poder ver algo.. pero por su expresion no lograba ver nada. Por un momento penso en hacer lo mismo, pero luego desestimo la idea ya que no tenia forma de percibir una magia tan poderosa... por otro lado tal vez fuera util examinar los alrededores... puede que la guarida tenga proteccion ilusoria, pero si habia algun guardia demoniaco cerca seria bueno estar alerta...

Antes de que pudiera inspeccionar los alrededores, una voz se hizo oir dentro de mi cabeza... por un momento pense en Xiodientor.. pero esta era distinta, la conocia muy bien... era el propio Lucius quien estaba hablando a mi mente.. y seguramente a la de todos los demas.

¿¡Dónde están Dhalia y Sophía!? - Pregunta Hoaru al viento, viendo que en efecto esa voz en vuestras cabezas estaba también en la de todos los demás.

La voz se rió levemente.
Están bien... Por el momento, y de vosotros dependerá el que sigan estándolo.
No tenemos por qué hacer de esto otro baño de sangre. ¿Verdad Ródercik? - Volvió a reír la voz, mientras que Róderick mantenía el semblante más serio y frío que podía mantener. Aunque no pudo evitar que una mueca de asco se le apareciera por un momento en su firme rostro. - Puesto que esta noche me haré con el poder absoluto de los elementos, seré benévolo con vosotros. Jugad según mis reglas, y quizás vuestras compañeras sigan vivas para mañana...

Entonces, frente a vosotros, entre vosotros y el solar, aparece a una altura de unos 5-6m una figura femenina suspendida en el aire que de no ser por su voz chillona y algo en eco apenas os percatábais de su presencia.
Ni Hoaru ni Alastor, atentos al entorno, la vieron hace unos segundos. Parece que simplemente haya aparecido ahí, sin más.
¡Bueeeeenas noooooches a tooodos! Jijijiji. - Grita la extraña chica. - Bueno, lo primero, os debo agradecer el buen espectáculo que habéis estado dando. Aunque la trama de esta obra está llegando al final, ha sido divertido y lo habéis hecho muy bien. - Comenta alegre y jovial. - A ver si seguís así... Jiji...
Entonces, a ambos lados de ella, emergen del suelo dos grandes formas sombrías rectangulares, que reconocéis como los portales sombríos que habéis visto usar a Lucius.
Por cierto, me llamo Ashii. Lucius os deja entrar, peeero debéis elegir por qué camino... - Dice, conteniéndose una débil risilla.
La puerta número uno
La puerta número dos
Sus aires juveniles, su tono divertido, y su risa contenida parece que no se esté tomando en serio nada... Lo cierto es que llega a desconcertar el súbito cambio de interlocutores de la voz en vuestras mentes a esa chica.

Será una coña... - Comenta por lo bajo un muy extrañado Samuel, pensando en volarle la cabeza a ese juvenil engendro de un segundo a otro.

 Ryuk escuchó atentamente lo que decía Róderick, y aún así no podía creerselo. Siempre se había considerado un mago casi superdotado. Su control de la magia era prácticamente perfecto, incluso mayor que el del propio Róderick, aunque este contaba con mas experiencia y sabiduría sobre hechizos mágicos. Sin embargo lo que tenían ante ellos era una verdadera obra de arte. ¿De verdad era Lucius tan poderoso?. Había conseguido mantener esa ilusión perfecta incluso mientras combatía con ellos por la estrella. Esta vez se encendió el cigarro por puro nerviosismo. De hehco si no fuera por que Róderick la había decubierto ni él mismo hubiera sabido que el solar era una ilusión.

Entonces apareció la figura femenina con esa voz tan extraña. Era lo que faltaba.- No, no es coña. Está jugando con nosotros. Se puede permitir ese lujo. Se que jode oírlo pero vamos a tener que ganarle en su propio juego y con sus reglas. No tenemos alternativa.- la voz del mago era neutra completamente.- Tenemos que elegir, aunque no podemos arriesgarnos a dejar una puerta sin investigar. Tendremos que separarnos, o al menos creo que sería lo acertado.- comenta con poco entusiasmo.- Elijo la puerta de la izquierda. ¿Quién viene?.-

Jijijijiji... - Ríe risueña el extraño ser que se hace llamar Ashii desde las alturas. - ¡Muy bien! Lo has pillado rápido, jijiji. - Perece realmente divertida con la situación, como un niño antes de empezar un juego.

Maldita sea... ya ha empezado...

Tras las aplabras de aquella niña demonio no quedan dudas... el juego ha comenzado y nosotros somos los titeres. Ryuk tambien lo habia comprendido y aunque me dolia decirlo en voz alta, por suerte el ya lo habia hecho. Tendriamos que separarnos... pero teniamos que pensarlo bien... Azrael tenia la punta, por lo que deberia ir con Hoaru para su proteccion... no sabia que hacer... que camino elegir... izquierda.. o derecha...

-Entonces.. yo tomare el de la derecha.

Mis palabras se adelantaron a mis pensamientos, no sabia por que... pero habia elegido esa puerta. No tenia nada que ver con que Ryuk no me caiga del todo bien, ni siquiera porque sea mi "puerta de la suerte" o algo por el estilo... Tal vez.. podia llamarse intuicion.

De acuerdo. - Sorprende en parte la rápida aceptación del mago ante aquella aparente ``proposición de juego´´ de aquella extraña Ashii.
Incluso bastó una mirada a Samuel para ver que el mago iba en serio con su afirmación. Podrían perfectamente intentar cargarse a aquella chica e intentar penetrar en la ilsuión del edificio, pero habían demasiadas incógnitas en aquel momento como para hacer cualquier acción agresiva, y más después de las últimas palabras de la voz resonante en vuestras cabezas...

Una serie mirada se intercambió entre un Róderick que parecía más preocupado y precavido de lo normal, y un Hoaru algo más serio.
Sam-Sam, Ryu-Ryu, id con Rod-Rod por la izquierda. Al-Al, Az-Az y Ark-Ark conmigo por la derecha. - Dijo el hombre con un tono más serio. - Hacedle caso a Rod-Rod. - Añade para Samuel y Ryuk, que al parecer debían hacer equipo con el mago. - Nos vemos dentro.
Y con estas serias y firmes órdenes, Hoaru ya empezó a andar hacia el portal de la derecha, atravesando las negras sombras y desapareciendo entre ellas como si éstas lo hubieran engullido por entero.

V.N. se quedó parado en cuanto vio aparecer aquella figura. Instintivamente su arma empezó a emitir ese zumbido de carga mientras apuntaba contra ella con la palma de su mano extendida... pero no era momento de luchar, y eso le jodió bastante. Bajo su brazo y el zumbido desapareció tan rápido como llegó. No estaba dispuesto a jugar con ella dándole coba, así que prefirió mantenerse en silencio y asentir a Hoaru cuanto este le nombro... le seguiría, pero todo esto estaba colmando su paciencia, la poca que le quedaba ya.

La extraña Ashii da un par de sutiles y ágiles piruetas en el aire mientras emite una corta risilla de diversión.
Hasta luego y sueeeerteeeeeee. ¡Jijijiji! - Es lo que os dice con el carácter juvenil de una niña pequeña, ilusionada, como si elr esto de sus amigos aceptaran a jugar con ella al escondite o a algún juego parecido.

Uno por uno, entráis en los grandes rectángulos negros sombrís que emergen del suelo a modo de portales. Tras Hoaru, el caballero Arkaid espera firmemente a entrar el último de sus 3 compañeros, manteniendo asegurada la retaguardia. Mientras tanto, Samuel se asegura de entrar el primero en el portal, con la alerta tan alta como sus bastantes contenidas ganas de bronca. Le habría volado la cabeza a aquella irritante mocosa demoníaca, de no haber sido por la aparente sumisión no solo del semidemonio jefe, sino también del estirado mago inalterable, que ahora parecía más alterado que de costumbre. Ambas cosas también lo irritaban. Róderick le abrió paso a Ryuk para entrar él el último.

Entrando en los portales, empezáis la incursión en la guarida del artífice de toda esta obra, auqneu sea entrando directamente en su juego...