El cadáver de Eira estaba intacto. El disparo le había abierto el pecho, y al ser a tan corta distancia, la pólvora había dejado humo que salía del boquete de la antigua compañera abatida. Oportunista como ninguno se puso a buscar entre sus pertenencias. Ahí estaba el delicado Arco Elfico de Eira, y su carcaj. La armadura de cuero que tenía, estaba rota en el pecho. La mochila que había cargado durante todo el viaje se encontraba a su lado con todo su equipo. Contenía una poción curativa, otros 20 metros de cuerda, un Cepo, un yesquero, una tienda de campaña enrrollada, una escarpia, anzuelo y sedal, una trampa de lazo, unas ganzúas, una antorcha y una pala. La mochila estaba bien cargada. Era el equipo de una experta de la naturaleza. Las tres coronas que le quedaban a la Elfa aparecieron por fin en una bolsa de cuero. No eran muchas coronas, pero menos daba una piedra.
Todo lo que tiene.
Diego fue cogiendo de forma aleatoria cosas de entre las pertenencias de Eira mientras guardaba unas u otras, frenó un momento y los miró a todos en busca de las señales de un arco entre sus armas y en caso de no encontrar ninguno alzaría el de Eira.-esto vale dinero, podremos venderlo para tener una mayor fortuna¿os parece?.-preguntó a Surga que era el mas cercano a él hasta el momento en que recordó donde estaban.- tal vez deberíamos de alejarnos de aqui y colocarnos en otro lugar para evitar sospechas y por la mañana entrar en la ciudad de forma segura, allí podremos vender esto y lo que no nos sirva, abastecernos, acudir a un galeno para evitar que eso se te infecte y pierdas la mano...-Dijo diego lentamente cuidando el tono de sus palabras pues minutos antes tenían claras intenciones de erradicarlo del viejo mundo y si erraba en sus solicitudes puede que volvieran a tener aquella grata idea.
Como actualmente desde donde estoy no puedo toquetear la ficha te pongo las cosas que cogeré aqui para evitar destrozar la ficha en el proceso.
Arco elfico(pa vender, billetes moar billetes pas tos)
carcaj con flechas...(nadie sabe si podré comprarme un arco.
poción pal bolsillo de la capa, ya la tomaré mas tarde.
las ganzuas valdrán pa algo.
y las coronas a menos que nadie me diga nada sobre ellas, al ser calderilla en comparación con la fortuna de estos suertudos cabrones me la guardo en otro bolsillo la capa, el resto lo dejo intacto.
Los cadáveres de los caídos habían sido registrados, y todo aquello que se pudo aprovechar se fue con los supervivientes. La hoguera fue apagada igualmente, pero ya no importaba, pues el amanecer comenzaba a iluminar cada vez más rápido los bosques que los rodeaban. En plena noche aquello había pasado relativamente desapercibido, pero... ¿Que ocurriría cuando se hiciera de día y el sol iluminara el camino?
El saco se movía inquieto, dando pequeños saltos mientras soltaba jadeos. El caballo de guerra de Magnus resoplaba inquieto, y el único zombie superviviente de Volker permanecía quieto, pero descubierto y a la vista de todos los que posasen su mirada sobre el. El grupo pronto emprendería la vuelta, pero debían pensar como lo harían y ponerse en marcha rápido.
Ahí queda la cosa. Yo solo lo dejo ahí. El tiempo va avanzando, digamos que son las... 6.30 AM. ¿Ok? Y ninguno ha descansado todavía. XD Hablaremos del tema de fatigas.
Volker terminó de guardarse todos los enseres de la maga que le resultaron de interés y los guardó en la mochila de la difunta. Acto seguido, se acercó al cadáver del elfo, donde también yacía uno de los zombies. Le quitó la manta con la que en principio e cubría y la espada con la que iba armado.
Luego volvió a donde estaba la elfa, se centró en reunir los poderes necesarios de los vientos de la magia y musitó una breve letanía:
- ¡Aik vok an, Aik vok an, mortis viventur mundi!-
El cadáver de la mujer, con un agujero de bala donde debía estar el corazón, comenzó a alzarse volviendo al mundo de los vivos. Tenía una expresión ausente y sus ojos habían perdido la chispa que caracterizaba a los seres vivientes.
Había renacido.
Volker llamó al otro zombie, que apenas se tenía en pie. Cuando ambos estuvieron juntos, le entregó la espada a la elfa y la cubrió con la manta, a modo de capa, de manera que pudiera cubrirse la cabeza y también el cuerpo -sobre todo el agujero de bala- con ella. El mago hizo que la mujer llevara la mochila.
- Seguidnos, nos marchamos. Cubríos y no hagáis ruido, pasad desapercibidos.-
les ordenó con sencillez.
- La diligencia en la que vinimos debe estar aún en el camino, olvidemonos de cualquier otra cosa que no sea cumplir con nuestra misión. Ya habrá tiempo de vender los objetos y sanarse en profundidad más adelante. Deberíamos ir a buscar el vehículo de inmediato-
les comentó Volker a sus compañeros.
Motivo: Canalización
Tirada: 1d100
Dificultad: 73-
Resultado: 36 (Exito)
Motivo: Reanimar
Tirada: 2d10
Resultado: 6, 10
El zombie que tenía las graves lesiones tomó su manto de nuevo y se cubrió como pudo con el. No tenía ninguna clase de autonomía. Tan solo podían hacer lo que les mandaran, y siendo cosas sencillas y basicas, claro está. Tras cubrirse del todo con gran esfuerzo, como si de un pelele se tratara, acudió junto a Volker y se detuvo a dos metros de el, como siempre hacía. El mago estaba pronunciando palabras extrañas, y cuando finalizó, Eira, la Elfa que había sucumbido ante el disparo de Diego, volvió a abrir los ojos que este le había cerrado y se puso en pie con claro esfuerzo. Luego, con la boca abierta en un rictus de muerte y los ojos en blanco, se cubrió con su manto y tomó la espada con manos torpes, guardandola para luego colocarse junto a su otro compañero de ultra-tumba. A la luz de la mañana, la carnicería acontecida junto a la hoguera se mostraba más cruel que a la escuridad. Trozos de cuerpos estaban disperosos, cadáveres fundidos esparcidos por el suelo... la sangre manchaba el suelo con largos regueros.
Vuelve a haber 2 zombies. Ahora Eira pasa a ser un precioso Zombie. Espero novedades caballeros. El sol está saliendo y comienza a iluminar todo el camino. Vosotros sabreis.
BUENO CABALLEROS: Se hace de día y el tiempo avanza, necesito posteo para continuar adelante.
HOY NO PUEDO, MAÑANA INTENTARÉ DAR POST.
Volker, duerme al fardo - le dijo al mago recogiendo su equipo - vamos, tenemos un camino que andar - dijo el ex guardia de caminos, no se encontraba de muy buen humor, quería descansar... y eso, seguramente, solo pasaría si emprendían la marcha de nuevo, completaban la misión y cobraban... si es que llegaban, aunque en aquel instante, Magnus puso mala cara, un rictus de horror le surgió en la expresión de su rostro al imaginarse que no iban a cobrar y aquel extraño y poderoso individuo los mataba sin pagar
- Claro, ahora mismo-
dijo el mago al escuchar las palabras de Magnus. Había que "tranquilizar" al fardo, para que no molestara, de modo que Volker se acercó al saco que se movía, metió la mano dentro y musitó unas breves palabras
-Aik vok-men shart en-nominis!-
el movimiento cesó.
No obstante, Volker había sentido algo extraño en los vientos de la magia, algo no cuadraba y usar sus poderes en aquéllas circunstancias había sido un tanto arriesgado. Inmediatamente después de que realizara el conjuro, un viento frío invadió los alrededores, provocando más de un escalofrío en los presentes.
El mago retornó junto a sus compañeros.
- Está hecho, casi se me va la mano, pero todo está bajo control. Ahora es momento de partir, ahí mismo tiene que estar la diligencia-
les comentó mientras se preparaba para acercarse al barullo de refugiados que intentaban entrar en Middenheim. La diligencia estaría allí, seguro.
Motivo: Canalización
Tirada: 1d100
Dificultad: 73-
Resultado: 68 (Exito)
Motivo: Sueño
Tirada: 2d10
Resultado: 4, 4
Motivo: Manifestaciones Menores del Caos (Estas cosas pasan xD!)
Tirada: 1d100
Resultado: 24
Vale, me sale "sueño" pero con un regalito extra en las tiradas de manifestaciones menores del Caos, a Dios gracias no pasa nada "heavy" y solo hay un viento frío. Podría haber sido peor xD!
Diego tragó saliva ante lo que hicieron con la elfa, parpadeó y se ciñó la capa para ocultar su cuerpo, el arco y las demás pertenencias, recogió sus cosas y siguió los pasos del resto de mercenarios.-Os sigo.-Se limitó a decir siguiendo bien de cerca al descomunal nórdico que le había perdonado la vida y por ende se había ganado su confianza.
- ¿Que vamos a hacer con ellos cuando lleguemos allí? Dijo Surga señalando a los muertos vivientes. - No creo que, ni disfrazados, nos permitan subirlos a la diligencia. Nuestra tapadera para ellos era que estaba apestados, pero eso en éste caso resultará... poco apropiado.
- Bueno, si creeis que no van a pasar desapercibidos, los dejamos aquí. Pero creo que cubiertos por las mantas nadie se daría cuenta.-
comentó el mago con sus compañeros tras las palabras de Surga. Quizá llevarlos fuera un poco temerario, pero les daría superioridad sobre cualquier enemigo.
por mi parte como veáis ¿ok?
El grupo se encaminó con paso decidido hacia la dirigencia en la que habían llegado a las puertas de la ciudad. Ya había amanecido y las luces del alba iluminaban el camino. El hombre, dormido en el techo de su transporte, lanzaba sonoros ronquidos mientras descansaba. Algo, quizás fue el carraspeo de Volker, lo hizo despertar y dar un brinco. Por poco cae rodando del techo, poco faltó. Cuando vio a sus antiguos clientes lo primero que dijo, alarmado fue: ¡No se aceptan devoluciones! ¡Normas de la casa! Se frotaba los ojos con los puños intentando despertarse de una vez. El hombre armado con el arcabuz seguía durmiendo, ajeno a todo lo que sucedía. Parecía en coma prácticamente.
Antes de llegar a la diligencia, Volker disipó la magia que sustentaba a los zombies, que cayeron al suelo inertes, como los cadáveres que eran. El mago tomó los objetos de valor que llevaban -armas, mochilas, etc- y se reunió con sus compañeros. Luego, llegaron a la diligencia. Tuvieron suerte, aún estaba allí.
- Tranquilo hombre, tranquilo- le dijo Volker al cochero mientras le sonreía - No queremos una devolución del dinero ni nada por el estilo, de hecho, volvemos a contratar vuestros servicios. Queremos que nos llevéis a la Provincia de Ostermark, os daremos más instrucciones conforme vayamos llegando. Seréis bien recompensandos, os lo garantizo-
le dijo al anonadado cochero. Luego Volker abrió una de las puertas de la diligencia y miró a sus compañeros
- Adentro señores, esto marcha-
les comentó sin perder la sonrisa mientras les sostenía la puerta abierta para que entraran. El mago se introdujo en último lugar y la cerró.
Sugiero largarnos ya mismo y cumplir con la misión, está a punto de caramelo.
¿A la Provincia de Ostermark? Por Sigmar... Eso está realmente lejos... El hombre se sentó en el borde del techo dejando colgar las piernas mientras miraba a Volker. Alargó un codo y sacudió un contundente golpe en las costillas al hombre que dormía abrazado a su arcabuz. Despierta maldito borracho... Parecía meditar si podría completar semejante viaje. Bueno, tal ver podamos acordar algo al respecto, pero el precio tendrá un severo recargo, pues lo más probable es que tenga que volver de Ostermark sin clientes. Hoy en día no mucha gente viaja desde tan lejos a esta parte del Imperio. ¿Me entiende? La distancia no era el único factor a tener en cuenta, eso estaba claro, había otros peligros que acechaban a los viajeros, como el grupo de mercenarios habían podido descubrir. Y sumando el peligro de las carreteras, y todo lo demás... El precio será elevado. Cincuenta coronas. ¿Podrán pagarlas?
Cuarenta coronas - dijo por primera vez Magnus que estaba sobre su yegua observando el carro y a los dueños de la misma... ya estaba pensando que hacer en mitad del camino, pasarlos a cuchillo y seguir el camino con el carro - cuarenta coronas y cuando lleguemos les daremos veinte más
duda: se conducir carretas? xD
No no no, espere.... Comenzó a decir el dueño cuando Magnus dijo cuarenta coronas. Luego al oír el resto de la frase se quedo quieto. Eso sería estupendo. Desde luego. De un salto bajó de la carreta y tendió una mano a Berger. Cuarenta ahora y veinte cuando lleguemos. Sí señor. ¿Cuándo desean partir los señores? Dijo mirando a los presentes. !Brus! El hombre del arcabuz asomó desde el techo incorporándose. Prepáralo todo, rápido.
Tienes Conducir, por lo que podrías manejarla.
- Pues entonces hay acuerdo, a la Provincia de Ostermark-
dijo el mago entrando en la diligencia. No había tiempo que perder, mucho dinero les esperaba a su llegada. Volker estaba realmente impaciente por cobrar, con el oro esperaba desaparecer del mapa durante bastante tiempo, quizá pusiera rumbo a lejanas tierras, Tilea por ejemplo, donde había todo un mundo de oportunidades y muchas posibilidades de aprender cosas nuevas.
Cosas oscuras, a poder ser.
vamos chavalesss!!! hay que largarse cuanto antes, el mago quiere ver la pasta!!!!
Pues en marcha. Desde luego que sí. Ahora mismo. El conductor se puso a las riendas del transporte mientras el hombre del arcabuz se colocaba a su derecha con el arma cebada y a punto. Mientras, el grupo subía tranquilamente a aquel cómodo medio de transporte. Cuarenta coronas cambiaron rápidamente de manos y con Berger siguiéndoles de cerca en su montura, retomaron el camino de regreso hacia donde habían partido. Aquella tierra estaba lejos, desde luego.
El interior de la dirigencia estaba tapizado de una tela gruesa cómoda y elegante, que había visto mejores tiempos. Pero pese a todo, era un buen medio para viajar. Al resguardo de los elementos y con comodidad, plácidamente y dejando atrás en el camino, para los próximos viajeros que llegaran por el, los cadáveres de los hombres y mujeres de aquel grupo que habían destrozado los salvajes mercenarios. Pronto la escena sería descubierta, pero ellos se encontrarían lejos de ahí.
Quizás el viaje no fuera tan incomodo como el de ida. Solo quizás.