El niñato por fin mostraba su piel. Era otro blanco temeroso de dios, que pensaba que un apellido o su cara bonita valían mas que la placa que llevaba puesta.
Ojalá se hubiera jubilado antes.
Pero que uno no tuviera integridad, no significaba que el viejo no la tuviera. Apunto a la cabeza del sectario a abrir fuego.
Se giro para ver el arma de su compañero apuntándole.
.-Están los tres heridos. Sí querías correr a esconderte es el momento-.
Obviando la perorata del novato, y el peligro para su persona. Enfundo, y agarro a Loretta.
La cogio como pudo, y tenia pensado emprender esa huida de la que se había hablado.
Motivo: Disparar
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 10 (Exito)
La situación se había ido de control. Eva vio como Bushemeyer intentaba utilizar su influencia para detener el ataque, pero el negro decidió hacerse el héroe disparando a los atacantes. Todo se estaba yendo al diablo y necesitaba ver el final de esto. Lo ansiaba. Antes siquiera de darse cuenta, la pequeña navaja que solía llevar en su bolsito estaba ahora en su mano. Situado tras el policía, tenía un ángulo perfecto y sin pensarlo, apretó el arma y lanzó una puñalada contra la espalda del policía.
- ¡Maldito negro loco! -
Sintió como el arma se hundía en su carne, sintió como su brazo apretaba para clavarlo más. Pero entonces algo hizo click en su cabeza y trastabillando, se alejó de él, dejándole la navaja clavada en la espalda.
- Yo… yo… -
Entonces una frase se repitió sin parar en su mente, casi gritándola.
“Mata o muere”
“Mata o muere”
“Mata o muere”
“Mata o muere”
Motivo: Violencia
Tirada: 2d6
Resultado: 11
Motivo: daño
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Vamos con todo MUAJAJAJAJA. En el momento que más lo quería y me sale una buena tirada. Suerte del daño jaja. Lo siento McRae XD
No se si le hago daño extra por pillarle desprevenido o algo
Duncan no se lo esperaba. De pronto sintió la puñalada en el costado y se volvió totalmente sorprendido hacia Eva, que retrocedía horrorizada al ver lo que acababa de hacer. El viejo policía se giró sorprendido, dejando a Loretta en el suelo.
Por su parte Bushmeyer seguía con la pistola en la mano apuntando en alto.
No, el daño es el que hay, no tiene modificadores (ya es bastante letal de por si mismo en Ratas).
Incluso teniendo a Duncan desprevenido no te daría el bonificador a la tirada haciéndola fácil porque Eva no es una persona entrenada para matar. De todos modos no te hizo falta porque sacaste sin problema la tirada.
Duncan aún tenía 6 PV (5 + 1 que curó Loretta) por lo que ahora está en 4 (lo tenías mal apuntado en tu ficha Kalep).
Ahora le tocaría la acción a Bushemeyer, que es el que más preparado está. Y luego Loretta que, aunque en el suelo, tampoco ha actuado. Después Duncan y por último Eva nuevamente.
No sé los VIP pero yo tengo un cazo de palomitas a rebosar mientras observo la escena extasiado. Esto ni Reservoir Dogs...
¿Qué estaba haciendo? ¡Ella no era así! ¡Había apuñalado a aquel hombre!
Matar o morir
Duncan la miraba sorprendida y de pronto ella sintió una oleada de desprecio por aquel maldito negro.
Matar o morir
La voz resonaba en su cabeza. Sabía que estaba a las puertas de algo enorme.
Matar o morir
Pero el negro estaba vivo... y tenía un arma en su cinturón. El cuchillo de Eva había quedado clavado en su espalda...
Matar o morir
Master, te refieres a que él tiene un arma en su cinturón ¿Verdad? ¿Una pistola? Que no es que quiera hacer nada malo, es simple curiosidad homicida XD
Así mismo, ¿está cerca de alguna ventana o puerta que pueda empujarle con todo mi cuerpo para que los sectarios terminen de matarlo? Estoy barajando todo lo que haría una chica así en la situación actual y se me ocurren varias cosas.
Acaba de enfundar su arma en el cinturón, efectivamente.
Ha despachado al sectario de la ventana y ahora mismo no veis a más, aunque debe haber más de uno herido o muerto por los alrededores.
En un charco de sangre Loretta vió sus últimos momentos pasar frente a su cara y para su sorpresa, y la de muchos vió como McRae iba ayudarle, agonizando, y grave mente herida vió como la mujer blanca atacaba a McRae, se dió cuenta que era una traidora, no solo él sino el hijo del ex alcalde, Eva era una traidora, una mujer que decía ser cristiana pero era la que más odiaba del grupo, así que Loretta con sus últimas fuerzas con esa arma que poco le servia apuntó a Eva, y disparó con la rabia que tiene el negro por los eternos maltratos del blanco.
Motivo: violencia
Tirada: 2d6
Resultado: 8 [3, 5]
Motivo: daño
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
No pensaba que el caos se desataría de esa manera en la pequeña cabaña. En su mente Bushemeyer había idealizado una escena en la que McRae bajaría el arma y atendería a Loretta mientras los sectarios entraban en la casa, los ataban y los dejaban en la casa hasta que llegara la policía. Pero todo ese sueño había estallado por los aires.
Al escuchar la detonación del disparo, Bushemeyer apunto el arma hacia el origen del estruendo y apretó el gatillo de su arma, era parte del entrenamiento que había recibido en la academia. El disparo rozo a Loretta en el hombro, parecía una herida superflua, sin importancia, pero la bala había fracturado el omoplato convirtiendo el hueso en un montón de esquirlas que se proyectaron por el interior del cuerpo de la periodista.
-No, esto no tendría que acabar así. ¡Malditos negros veis lo que habéis causado! -. Grito desesperado el policía, en un vano intento de trasladar su frustración por haber disparado sobre una persona, nunca había disparado sobre una persona.
Motivo: Violencia (Disparo)
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 7 (Exito) [2, 5]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 4 [4]
La coexistencia de aquel grupo no había sido fácil en ningún momento pero ahora todo se venía abajo como un castillo de naipes. El disparo de Loretta rozó a Eva en un hombro, haciendo que la mujer lanzase un alarido de dolor mientras retrocedía asustada. No era una herida grave pero la mujer vio como su vida pasaba por frente a ella ante la posibilidad de que Loretta disparase de nuevo1.
Bushemeyer estaba desquiciado. Por suerte para la reportera el policía era muy novato y falló su tiro. Las cosas se le iban de las manos ¡aquello era una locura! Al tipo incluso le temblaban las manos2.
Motivo: Estrés Loretta
Tirada: 1d3
Resultado: 3 [3]
Motivo: Estrés Buhemeyer
Tirada: 1d3
Resultado: 1 [1]
[1] Aunque has sacado un éxito se trata de un éxito raspado. Según la tabla de combate con 8-9 tienes éxito (alcanzas a Eva, aunque no es una herida seria como para perder PV) y el director escoge una consecuencia contra Loretta. En este caso la locura de la situación hace que el estrés haga mella en Loretta (¡3 puntos! Me parece acorde con la situación).
[2] Bushemeyer falla y escojo dos consecuencias. El estrés me sigue pareciendo más que razonable (pierde 1 PC). Aparte de eso la tensión y el que sea un novato hace que baje la guardia pese a la situación. Eso provoca la segunda consecuencia: que una ataque contra él sea FACIL porque en estos momentos el pobre hombre está superado.
El combate de Ratas en las Paredes nos puede parecer muy marciano (¿acierto y resulta que además de no hacer daño sufro una consecuencia?) pero creo que el motivo es que se buscan soluciones más narrativas que disparo, disparo, disparo... Cuando disparas buscas hacer algo, aparte de matar a la otra persona a base de desangrarla. ¿Quieres impactar en su cráneo o en su corazón? ¿O simplemente estás haciendo un disparo disuasorio? En los juegos clásicos tendemos a pensar en el combate como una sucesión de disparos entre dos vaqueros 'pim' 'pam' 'vuelta', pero aquí se busca que esas mecánicas sean poco favorables para tirar más de la narración (al estilo PbtA).
El orden de actuación a partir de ahora (que es importante) es Duncan, Eva, Loretta, Bushemeyer, Duncan... etc...
.-Deja de hacer el imbecil. Tu padre no te va a sacar de esta con el culo sano-.
Dijo Duncan, aun con la navaja en la mano. Habían perdido el tiempo que tenían para escapar y ahora seguramente los heridos de fuera estaban reagrupándose o preparando algo para asarlos ahí dentro.
Con cara de esfuerzo y dolor, el hombre de color asió a la reportera, antes de que aquellos blancos locos los remataran allí dentro, y con ella colgada al hombro como saca de algodón, dio una patada a la puerta, y empezó a moverse campo a través todo lo rápido que las múltiples heridas le permitían.
.-Si algo se mueve use esa dichosa arma para salvar su vida-.
No había tiempo para mas comentarios, ni más instrucciones, o salían de allí con vida, o salían en una caja de pino, o contando con los sectarios algo peor.
Si los blancos querían quedarse a jugar a ouija o mierdas así era su problema. Él estaba buscando un secuestrado, y estaba claro que no estaba allí.
.-Ostia puta-.
Farfullaba por el dolor, y por mucho que el quería, el cuerpo no se movía lo suficiente para considerarse un blanco difícil. Al menos la posición favorecía que la reportera disparara, y que ambos terminaran sordos mas pronto que tarde.
Motivo: Musculo
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 4(+2)=6 (Fracaso) [2, 2]
Me pareció oportuno hacer una tirada de "fuerza bruta", puesto que las heridas, la tensión y los tiradores enemigos estaban al acecho, y creo que una buena "carrera" hubiera sido lo suyo. Lo he fallado, pero no sé siquiera si era una opción viable, pero me parecía mejor que seguir con el juego de la ruleta rusa dentro de la casa.
Con la obstinación de alguien que quiere sobrevivir Duncan ignoró la puñalada de Eva y el disparo fallido de Bushemeyer. ¿Por qué tenía que suceder todo aquello ahora? ¡Justo cuando se iba a jubilar! Llevaba casi a rastras a Loretta, intentando ignorar el dolor, pero el dolor no se dejaba olvidar tan fácilmente.
Pensó que allí iba a morir. En una cabaña en el medio de la nada, rodeado por malditos sectarios que por algún motivo no podían soportar un color de piel distinto para el resto de la humanidad. Casi pudo reirse de la ocurrencia. Toda su vida siendo una autoridad cuestionada, luchando contra el sistema, intentando hacerse un sitio en una sociedad que parecía querer mantenerlo al margen: décadas de servicio y ahora, justo al final, querían acabar con él.
Pese a cojear, pese a que le costaba respirar, ayudó a Loretta a ponerse en pie. En la cabaña Eva y Bushemeyer parecían haber despertado de algún tipo de ensueño, todavía confundidos por los actos recientes. ¿Y los sectarios de la Legión? Duncan vio a uno gimiendo entre los matorrales. Su disparo le había alcanzado en el estómago: estaba condenado. No sintió ni satisfacción ni culpa. El del lateral estaba muerto, lo había visto caer fulminado por su disparo. ¿Y el tercero? Podría estar entre los matorrales desangrándose o acechándolos.
Entiendo que Duncan va, llevando a Loretta consigo, hacia el coche policial. Aunque narro como él sale las acciones de los demás lo tienen a alcance... no es por meter cizaña: es por especificar que no quiero que digan que tengo favoritismos con nadie ;D
El hombre le ardía por el disparo de Loretta, pero apenas podía pensar en eso pues aquella voz seguía repitiendo incesantemente el mismo mensaje.
“Matar o morir”
Ahora lo tenía claro, debía cumplirlo si quería ver el final de aquello. Tal era su destino. Y no pensaba rendirse, no estaba dispuesta dejar que un par de negros la separaran de su destino. Se incorporó como pudo viendo como McRae se alejaba arrastrando a la periodista que estaba malherida. Y Bushemeyer seguía temblando sin hacer nada ¿De verdad aquel hombre formaba parte de la Legión Negra? ¿O lo mantenían al margen por su inutilidad? SI, tenía que ser eso.
Eva lo veía claro. Con los ojos muy abiertos, totalmente desbocados mostrando claros signos de locura, se aproximó al agente George y le arrebató el arma.
- Si no vas a hacer nada, déjame a mí –
Antes de que el agente se la acercara, se aproximó a la puerta, levantó el arma y miró aquellas dos formas que aun se movían torpemente hacia el coche. Sus manos comenzaron a temblar.
“Matar o morir”
Y comenzó a apretar el gatillo mientras gritaba incesantemente.
Motivo: Violencia
Tirada: 2d6
Resultado: 7 [6, 1]
Disparo a los dos bultos. No digo a quien apunto porque no soy tiradora profesional, solo disparo a lo loco.
Loretta estaba herida, y si bien podía seguir disparando se encontraba un poco impactada. ¿cómo era posible qué esa mujer ahora se hubiera convertido en una loca qué quisiera matarlos?, sabía que el padre del novato era el ex alcalde, eso lo sabía, pero parecía ser que el KKK no eran aliados de la legión negra, por eso no entendía como la mujer Eva estaba atacando a todos, no sabía si el blanco sobreviviria.
Pensó que moriría, realmente...
-¿Ella es de la legión negra?...Vámonos de aquí oficial, gracias... yo no sé si lo logre... vámonos.. solo quería justicia por mi padre, pero la corrupción es más grande, más grande y oscura.
Loretta dejaría que el oficial negro la llevara, sabía que le quedaba poco tiempo, pero si quedaba constancia de como murió posiblemente algunos miembros de la revolución por los derechos harían su parte, posiblemente ella tambien sería una víctima de la violencia interacial
El agente seantubo en la esquina, poco a poco se fue agachado hasta sentarse en el suelo contemplado las manos que no paraban de temblar. No se dio cuenta de que Eva le había quitado el arma reglamentaria, tampoco volvió a abrir la boca.
Eva agarró el arma de Bushemeyer pero con tan mala suerte que el policía, más por instinto que por profesionalidad, no la soltó sino que apretó el gatillo.
¡BANG!
El disparo resonó en la cabaña.
Bushemeyer había dejado caer el arma. Miraba aterrado a aquella mujer que, en medio de lo que parecía un ataque de histeria, había intentado quitarle el arma. Un charco de sangre empezaba a dibujarse en la ropa de Eva, en el costado derecho.
Matar o morir
La mujer se tambaleó ligeramente, comprendiendo que en su furia no había hecho otra cosa que dispararse a si misma1.
Los dos negros habían huido a través de los árboles.
Motivo: Dañor del revolver
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Motivo: Pérdida de COR de Bushemeyer
Tirada: 1d3
Resultado: 1 [1]
[1] Un fallo de 7. Elijo dos consecuencias... y van que ni pintadas. Daño a Eva por el disparo (6 puntos, le quedan 4) y nueva pérdida de COR de Bushemeyer que está viendo como todo va cuesta abajo a gran velocidad (1, también te quedan 4).
Desmarcad a Loretta y Duncan de vuestras acciones, se han alejado lo suficiente para estar fuera de vuestro rango de visión.
Loretta y Duncan se habían alejado la cabaña a toda la velocidad que podían. Recuperada de su traspies ella, y sacando fuerzas a pesar del dolor él, avanzaban por el bosquecillo cuando escucharon un nuevo disparo desde la cabaña. Se agacharon instintivamente pero no vino ninguna bala. ¿Qué había pasado?
Un poco más adelante vieron un tercer sectario apoyado en un árbol, con el estómago sangrante y la frente perlada de sudor. Estaba inconsciente y su escopeta había quedado tirada a su lado.
Y allí, a una decena de metros, en la carretera, estaban los dos coches policiales.
Seguís vivos...
Desmarcad a vuestros compañeros de momento.
.- Sea como sea, no mires atrás, y corre hasta el coche-.
Dijo el agente en un tono que no invitaba al debate. Estaban teniendo una suerte excesiva para salir de allí, pero no podían contar con ella para siempre.
Dejo que Loretta tocara suelo y procuro hacerle de escudo humano.
Los sectarios, la loca de Eva, o el imbecil de George podían decidir terminar la faena. O aun peor. Podían volver los perros, venir otros sectarios, o aun peor, y no quería pensar en nada mas peor que cosas que vivieran en lo más profunda de la negrura del espacio.
Esa idea se coló en su mente, pero el veterano agente, la saco al apretar los dientes y dar otra zancada.
.-Animo, todo saldrá bien-.
Sin duda, esta era la primera vez que el agente mentía a la periodista de manera descarada. Pero era una de esas licencias poéticas que gustaban todo de usar.
Mientras andaba, manipulo su arma comprobando la munición. Ojalá fuera suficiente para salir de aquel desastre.
La mujer herida se metió o la metieron al auto (hay cosas que no recuerda bien)
Loretta tenía una herida de escopeta en el vientre y se sentía cada vez sin menos fuerzas, en su interior tenía miedo, no era que esperara morir hoy, pero era la maldición de su familia, su único pecado había haber nacido de color en un país que odiaban la diferencia. No se imaginó que el novato, oficial de policía se identificara como del KKK, o por lo menos fue lo que ella entendió. Menos se imaginaba que en el momento la mujer atacara al oficial negro y ella tratara de defenderlo con sus pocas fuerzas.
Ella no tenía mucha esperanza de sobrevivir, miraba su vientre, la mancha de sangre y sin ser muy dueña de sí miró hacia atrás, hacia el bosque que acababan de dejar.
-No sé porqué hizo esto- dijo débil- pero gracias, no creo me quede mucho, es usted valiente, trabajar tantos años en este mundo de blancos es un mérito
Loretta miró al techo del vehículo sintiendo el dolor no solo físico sino moral de la circunstancia
-Pero parece que esta vez, también ganaron, siempre ganan.
En su mente Loretta pensaba en ese diario, en ese libro y en ese símbolo, en todo lo que representaba la legión negra.
Ella sentía que se moría, y hubiera querido dar un mensaje de esperanza, de que estos malditos que se habían aliado con el demonio, o por lo menos eso le parecía.
Eva tardó unos segundos en entender lo que había pasado. Durante esos instantes, simplemente quedó inmóvil con los ojos muy abiertos y sin pestañear, fijos en el vacío. El olor a pólvora llegó hasta sus fosas nasales y sintió primero calor en el abdomen seguido de un frio que la invadía rápidamente.
Lentamente bajó la mirada y pudo ver el cañón del policía aun apuntando hacia ella. El dedo de Bushemeyer aun puesto en el gatillo, su mirada asustada… y la sangre. Una gran mancha en su ropa ¿De dónde venía esa sangre? Su cerebro parecía haber colapsado y se mostraba incapaz de entender lo que acababa de ocurrir. Entonces lo sintió, una punzada de dolor nacida del abdomen. La mancha de sangre aumentaba.
Finalmente reaccionó y lo que hizo fue soltar el arma y comenzar a dar pasos hacia atrás mirando a Bushemeyer que seguía inmóvil y a la herida que seguía manchándola la ropa. La boca la tenía seca, la faltaba el aire.
“matar o MORIR”
Un miedo visceral la invadió repentinamente. ¿Por qué pasaba esto? ¿No era su destino? Caminando de espaldas tropezó con una mesa de café medio rota que había en medio de la habitación y aunque trastabilló, consiguió agarrarse a algo. Lo miró. La mano del encapuchado de sus sueños. Retiró la mano de inmediato y volvió a mirar. No había mano, era el brazo de un sillón.
“matar o MORIR”
Se sentía observada, como si el propio destino quisiera saldar deudas y ella no tuviera el pago acordado. Oía aquellos cánticos de sus sueños ¿Estaban fuera? ¿O solo era su cabeza? Tenía que salir de allí. Tenía que huir.
Arrastrándose como podía debido al dolor, se acercó a la puerta y se asomó al exterior. No había rastro de ninguno de los dos negros. Hacía frío, pero no quería estar allí por lo comenzó a avanzar. Cuando se había alejado unos metros, no pudo evitar mirar para atrás y deseó no haberlo hecho. Plantado en el marco de la puerta, estaba nuevamente el encapuchado, con el brazo levantado y un dedo huesudo señalándola acusadoramente.
“MORIR”
Lanzó un grito de horror y llorando, echó a correr hacia el bosque tan rápido como su dolorido y frio cuerpo la dejaba mientras la vida se la seguía escapando por aquella herida de bala. En el suelo podía verse un reguero de sangre por la gran pérdida de sangre. Su locura homicida había sido sustituida por el terror más básico de todos.
- No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir… -
Pero el mensaje de su sueño ya solo repetía una parte del mensaje.
“¡MORIR!”
La figura que ve no es más que una imagen producida por su mente debido a la locura que la invade. El master es libre de hacer que sea algo más o no jaja
EPÍLOGO
Todo dejó de tener importancia aquella medianoche.
Eva vagó por el bosque ensangrentada hasta que, agotada, se tumbó bajo un árbol dispuesta a morir. Matar o morir. Ella ya no tenía otra elección. Cerró los ojos dejándose mecer por arrullo de su propio dolor hasta quedar dormida en un sueño intranquilo. Morir.
Pero eso no importaba, porque la medianoche se aproximaba.
¿Cuánto tiempo pasó Bushemeyer en aquella cabaña vacía con la vista fija en su pistola? La locura se iba comiendo lo poco que quedaba de razón y cuando otros compañeros del cuerpo llegaron al lugar para recogerlo sólo lucía una sonrisa vacía. Los policías que se lo llevaron se sintieron un tanto aliviados al comprobar que, al parecer, el novato simplemente había perdido la cabeza. Todo era más fácil así.
Aunque eso dejase de tener importancia a medianoche.
Loretta se recuperaba en el hospital de sus heridas. Las enfermeras habían sido correctas. Algunas la habían reconocido por ser la columnista del periódico local y eso había granjeado, como siempre sucede, reacciones encontradas. Para algunas era una heroína, para otras una intrusa que se quería hacer valer en un mundo de hombres. De hombres blancos. No tenía la suficiente entereza para discutir. Sólo quería recuperarse para que alguien escuchase todo lo que tenía que contar sobre la Legión Negra. El diario se lo había quedado Eva. ¿Podrían recuperar esa prueba?
Lo que Loretta no sabía es que a medianoche no tendrían importancia las pruebas.
En otro ala del hospital se recuperaba Duncan. Le había costado que los demás creyesen lo que había pasado con el novato y la muchacha católica. Después de todo el novato era el hijo de un ex-alcalde. Cuando Loretta mencionó al Klan y a la Legión Negra las cosas no mejoraron. Pero no podían obviar lo evidente: alguien había atacado a un agente de la autoridad. Y fuera blanco o negro, o incluso que fuera otro agente, no se podía mirar hacia otro lado. Llegada la noche alguien le contó que habían encontrado a Bushemeyer en un estado catatónico lamentable. Como siempre Duncan se encogió de hombros. No sentía ni odio ni satisfacción alguna por tener la razón. Sólo quería llegar a la maldita jubilación.
Pero no llegaría. No después de lo de medianoche.
Nadie supo exactamente como sucedió. En el fondo no tuvo importancia porque no quedó nadie a quien contárselo. Aquella medianoche la Legión Negra completó el ritual y, liderados por Arthur Lupp, abrieron las dimensiones atrayendo al Extraño con los sacrificios de Poole, Jones, Bac y la señora Bushemeyer1.
El firmamento se rasgó y a través de una brecha entre mundos llegaron las esferas negras que traían la consciencia del Extraño. Lo que la Legión pensó que podría usar como arma no tenía interés alguno en conservar la vida en la Tierra tal y como la conocemos, así que en cuanto alcanzó nuestro mundo devoró primero a aquellos que habían depositado sus sueños en él y luego, de forma sistemática e implacable, al resto de la humanidad. Durante un tiempo se organizaron defensas y se pensó que se podría parar a aquella entidad, pero era el esfuerzo de hormigas intentando detener el juego de un niño gigante que inundaba su hormiguero sin piedad. No se podía parar, no se podía negociar, no se podía comprender. La humanidad desapareció de la faz de la Tierra porque su destino iba sellado en el odio de aquellos que no pensaban que eran diferentes.
Lo diferente de verdad resultó ser el Extraño.
Matar o Morir.
Morir.
[1] La madre del agente Bushemeyer era la última víctima a encontrar, la que se menciona en el diario.