-No será necesario-dijo Sildara ante su ofrecimiento de dar su vida-Esta es la mayor fuerza de ataque que ha visto el mundo y los débiles habitantes de la superficie no tienen ninguna posibilidad. Nadie dará su vida, excepto ellos.
Sildara hablaba con gran seguridad, sin presumir, solo comentando hechos objetivos. Con aquel tono ocultaba sus dudas, ya que en realidad, no tenía ni la menor idea de lo que iban a enfrentarse.
Las siguientes palabras hicieron que una expresión de asombro y sorpresa traicionara brevemente su máscara de noble, imperturbable. ¿Que la Reina había profetizado sobre ella? Esperó que el latido de su corazón no se oyera tan fuerte en la sala como se oía en sus oídos.
-Es un enorme honor-dijo, logrando a duras penas que no le temblara la voz-Estaré a la altura de lo que se espera de mí-espero-Gracias por tus servicios.
Momento en que el amuleto parece relucir con más fuerza entre los dedos de Kalandri, casi cegándote. Extrañamente parece no afectar a nadie más, salvo a la Guardia Real, que parece ser consciente de los cambios.
Algo en las palabras o los sentimientos de la princesa parece despertar las energías del amuleto, oscureciendo toda luz a tu alrededor para que sea Sildara quien ilumine la estancia con la luz de su vitalidad.
Sildara entrecerró los ojos como si algo le cegara, algo que nadie más parecía poder ver. Nadie, excepto Kalandri.
-¿Qué...?-empezó, para luego alejarse un poco y escrutar el colgante que llevaba el Guardia Real con mirada fija-¿Qué es eso?
-No temas y no se aflija mi princesa- dijo con voz calmada, en ceguera he llegado a usted, gracias al regalo de nuestra reina- dijo las ultimas palabras posando sus manos sobre las de la princesa que sostenían ya en el colgante.
-En su debido momento, sabremos cual es el verdadero significado de este y lo llevare a su lado, esperando dicho momento- su voz parecía serena.
Master, la mision es que si muere la princesa este debo posarlo en su tumba y si muero yo? no recuerdo esa ultima parte.
Tan pronto termino esas palabras, los brazos aun libres de kalandri, toman repentinamente a la princesa por los hombros y esta le comenta -Debes tomarlo luego de nuestra proxima batalla y si algun dia muero, debes poner este sobre mi tumba... el resultado es desconocido para mi, pero son las órdenes de mi reina.
no te lo doy aqui por que se supone que lo cargo aun en la escena del asalto.