Partida Rol por web

La espalda esta rota....
El corte llega hasta los intestinos...
La cabeza esta casi seccionada...
No merece la pena, tendrá que ser de otra forma...
Pasadas esta cavilaciones el cuerpo de Shae comenzó a sufrir cambios. Los tentáculos que suponían su brazo e insertaban en su hombro comenzaron a extenderse, poco a poco los restos reconocibles de su anatomía fueron perdiéndose en un amasijo de carne y tentáculos. Estos ganaron altura poco a poco hasta combertirse en una extraña protuberancia de tamaño Naga.
Varios tentáculos comenzaron a unirse formando carne firme. Con el paso de los segundos se podía reconocer una cabeza, un hombro. De forma paulatina Shae se estaba reformando a partir de los restos de su cadaver.

Bueno, donde esta mi enemigo?

el gigante mirmidon ya estaba herido, ahora solo tenía que desacerme de el para luego tener que preocuparme de la otra, aunque parecia que la princesa ya le estaba atacando.

Turno: 4 - Hasta 23:00 CEST 13/09

Shae de manera horripilante se recuperó del hachazo de Crisillar para proceder a incorporarse, lo cual hizo girar varias cabezas, en especial cuando la suya recién formada comenzó a asomar de los restos de su cuerpo.

Sildara por su parte voló para ponerse a salvo y descargó su magia contra Cristillar, quien comenzó a jadear con tono ronco.

Srekhada se abalanzó sobre Palzigun, ansiosa por desprestigiar al fiel mirmidón frente a la Hidromántica Thespia, sin embargo sus dagas una vez más no encontraron por dónde perforar las carnes del naga. El caparazón era demasiado grueso y su escudo siempre estaba en medio para desviar cualquier tajo en su dirección.

Crisillar rodeó la defensa de Palzigun para llegar hasta Sildara sin saber que Shae ya podía combatir de nuevo. De un lanzazo contra su espalda casi pierde el equilibrio hacia delante, apenas recuperándolo para avanzar pesadamente y con la convicción de poder cumplir con su parte de aquel desafío.

Fue entonces que el mirmidón fue a bajar su hacha con todas sus fuerzas contra Sildara, la princesa no tenía escapatoria ni defensa posible pero, en aquel instante, sonó una voz en la arena, un eco desde el palco.

-Deberías haber descansado mejor, Crisillar, se te ve agotado- dice la hidromántica Thespia con tono triste y negando con la cabeza.

Crisillar pareció abrumado por el esfuerzo de aquel combate y su hacha describió un arco tan lento que la princesa pudo esquivarlo y sentir el temblor del suelo cuando la hoja se hundió un palmo entero en la roca, si le hubiese llegado a tocar habría acabado como Shae... Salvo que sin regenerar su propio cuerpo después.

- ¡Maldición! -espetó Crisillar al tratar de arrancar el arma de su atoramiento- ¡Juaaaarck!

Del pecho de El Maremoto asomó el acerco de la cimitarra de Palzigun, quien había encontrado hueco entre los ataques de Srekhada para cumplir con su palabra de proteger a la princesa en aquel combate. Crisillar soltó el mango de su hacha y se llevó las manos al pecho, estupefacto, antes de caer al suelo derrotado.

Mapa: https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/573/4

No sabía que podía usar conjuros en el combate, pero vamosclaro que lo usaría.

¿A que palabras cortantes te refieres? en plan rolearlo ¿no? en plan.

- ¿Vas a aprovechar la ventaja de dos contra uno, Mirmidón cobarde?- le espeto a Crisillar-¿Será verdad los rumores que usas tu posición para golpear Nagas?- se lleva la mano a la boca maltapando una sonrisa- ¡Muchos hablan ya de tu falta de virilidad Crisillar!

¿Algo así? o ¿Tiene que ser más seco?

-¡¡Ni se te ocurra dañar de gravedad a alguien de la nobleza!! ¡APRENDE TU LUGAR MIRMIDON!- le grito con las aletas de la cabeza erizadas.

Las uñas de Lady Vashj acariciaron las cuerdas del guqin con el dolor de saber que no sería suyo, negó con la cabeza y sonrió hacia Thespia antes de moverse con intención de abandonar el palco para ir en busca del premio de Simazul - Felicidades, amiga mía; una delicia de espectáculo.

- ¡Mi Lady Vashj! ¡El combate no ha concluído, todavía puedo...! -clamó Srekhada antes de que la mano de la señora de Colmillo Torcido cortase el aire al extenderse con el índice apuntando a su Aletaveloz.

- Antes de que añadas la mentira a tus faltas, Srekhada, considera con cuidado el por qué de mi interés por Palzigun... - lívida por el atrevimiento de su subordinada añadió - Descubrirás que tus próximas palabras sentenciarán el resto de tu vida.

Inclinó la cabeza hacia la hueste de Simazul y de nuevo hacia Thespia, disculpándose por la inexcusable falta de protocolo de su subalterna, para ir hasta donde Kalandri le esperaba, desde la oscuridad percibiendo su llegada.

- Toma mi mano, Guardia Real, ven a conocer a tu señora- puso su brazo contra el de ella para que pudiera seguirla hasta el palco de nuevo-; y no olvides que te encuentras ante la Hidromántica Thespia, señora de Simazul.

-Deberías haber descansado mejor, Crisillar, se te ve agotado- Le dice con tono triste y negando con la cabeza. Pero con la suficiente fuerza para que llegue a los oídos del mirmidón.

el ataque por sorpresa del miembro del sequito de Vashj quedaba en "pie", pero consigo desviar con mi escudo uno de los ataques y mi duro caparazon se sabía defender de los golpes, dejandome un hueco para atacar a la naga, "esssto va a terminar muy pronto, sssolo nosss queda esssta" digo mientras le ataco.

Los acontecimientos se sucedieron tan rápido que Sildara apenas tuvo tiempo de procesarlos. Por un lado, Shae se recuperó, otra vez, lo cual ya superaba cualquier resistencia normal. El Expedicionario sin duda tenía bien ganada su fama, pues parecía inmortal, recomponiéndose por graves que fueran las heridas, generando nuevos miembros y órganos. Nadie se esperaba aquel nivel de regeneración, y el bruto Crisillar recibió otra herida por ello. Sin embargo, aquel animal parecía no sentir el dolor: a pesar de las agujas de fuerza, de los lanzazos y los otros ataques, seguía en pie. 

Alcanzó a Sildara, y la princesa supo que se le habían acabado los trucos, y que era el final. Por muy mal que estuviera Crisillar, nada iba a impedir que aquella hacha le partiera en dos el cráneo. Y entonces, tras unas palabras de Thespia, el bruto pareció... perder fuerza. Como si sus heridas le pasaran factura por fin, su golpe fue tan lento que Sildara lo esquivó sin más. Sildara miró a Thespia, al otro lado de la arena, preguntándose si había hecho algo. 

Palzigun no perdió la oportunidad y su cimitarra asomó por el pecho del bruto, derribándole por fin con un gañido. 

Por todas las escamas, sí que ha costado. 

Había sido un rival duro, pero había caído. Ahora era un tres contra uno, y la naga a la que se enfrentaban lo sabía. Sildara se movió tras el mirmidón y alzó sus cuatro manos. 

-Ya basta, Srekhada -dijo con voz de orden- Tus compañeros han caído, y todos nosotros seguimos en pie. Esto se ha terminado y lo sabes. Mi amenaza solo iba dirigida a Crisillar, no a ti. Ríndete y no te pasará nada. 

Entraba a la escena y no pudo contener su sorpresa de lo que ocurría, no pretendia entender que pasaba, mas la curiosidad se notaba en el rostro.

Ante las palabras de Vashj, sale del trance que ocasionó toda la escena -Claro- dijo en un susurro que solo esta pudo escuchar. Dándose cuenta del echo, aclaró su garganta, respondiendo con animo y cortesía -Saludos mi señora Thespia- 

Realizo una pequeña reverencia al despedirse y dejarse guiar por Vashj.

Al llegar hasta el palco la única luz que veías se convirtió en un brillo solar centrado sobre la figura de Sildara, la princesa estaba viva y mientras que tu peregrinación sagrada había concluido, devolviéndote la vista de nuevo, tu misión acababa de comenzar.

Turno: 5 - Final de Combate

Shae aguardo, listo para atacar si Srekhada ponía en peligro a sus compañeros.

Sildara dejó muy clara la situación para la última naga en pie de los Colmillo Torcido

Srekhada trató de pensar, trató de ver con claridad a su alrededor, con las hojas de sus armas protegiéndola de cualquier ataque. Detener el arma de Palzigun no hizo más que asegurarle que no podría combatir contra un monstruo inmortal, una princesa voladora y una armadura viviente.

Pero el orgullo le quemaba por dentro, no había conocido la derrota y la fama de Palzigun le había envenenado el alma ---

Mapa: https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/573/5

Dientes apretados y ojos inyectados en sangre, Srekhada se abalanzó contra Palzigun, sus armas resbalando contra su armadura o haciendo brotar chispas. El lanzazo de Shae le hizo soltar armas en sus manos zurdas pero ella continuó golpeando al mirmidón entre alaridos enajenados. Bajo el impacto del rallo de magia de Sildara dejó escapar una bocanada de humo por la fuerza arcana sobre el aire en sus pulmones. Tomando su espada con las dos manos la estrelló contra el caparazón quitinoso del naga una última vez en absoluta desesperación, la hoja se rompió y ella cayó hacia delante, chocando contra el pecho de su odiado enemigo y resbalar hasta el suelo, agotada y sin fuerzas para continuar.

Sildara y Palzigun conocían las reglas de un desafío.

Srekhada las había olvidado.

Simazul era victoriosa.

Srekhada había caido y aunque lo había intentado, no iba a conseguir la victoria, y aunque me hace un "feo" corte en la armadura, esta resisten sin ningún tipo de problema, por lo que levanto mi espada, en un claro signo de victoria* "Ssseñora, hemosss conssseguido la victoria para Sssimazul, pido permissso para bussscar un trofeo" ya había ganado y como tenía de costumbre, iba a buscar algo que incrustar en mi armadura para conmemorar mi victoria sobre el sequito de Lady Vashj, aunque por el momento los fragmento de la espada rota contra mi armadura podría ser utiles.

Por desgracia para ella, la naga que quedaba no pareció convencerse de la situación por sus palabras ni por las órdenes de su señora. Ni siquiera sabía aceptar una derrota, era infantil y patético. Se abalanzó sobre ellos sin hacer más que unas melladuras en el muro que era el mirmidón, y poniéndose en ridículo a sí misma cuando rompió una de sus espadas. 

Su amenaza no había ido dirigida a ella, pero no podía haber nada peor que aquel resultado: humillada, derrotada, con un arma rota y la ira de su señora ganada. Y se lo había buscado todo ella sola. 

Sildara la miró con desaprobación y hasta lástima, mientras ondeaba lentamente hacia el bruto derrotado y le arrancaba de su cuerpo inconsciente los adornos de oro. 

-Debiste hacerme caso, Srekhada. La victoria es nuestra y cumplo con mi promesa. 

Sildara se volvió hacia las dos señoras que las observaban, viendo que ahora había aparecido otro naga junto a ellas. Alzó los adornos de oro. 

-Como prometí, aquí están sus joyas, mis señoras. Eran indignas de un bruto como él. Quedarán mucho mejor en vosotras. Son vuestras. 

Lo primero que hizo Thespia es respirar hondo, pues no quería extralimitarse en su celebración, sólo ella sabía todo lo que había tenido que influir en el combate para poder superarlo sin que su hueste sufriera daño sinsentido. Cogió su Guquin, su preciado instrumento y se lo colocó bajo el brazo de nuevo y le agradeció su buen perder a Vashj.

- Ha sido un buen combate, se ha definido por pequeños detalles- dijo diplomáticamente.

Después guiaron hasta ella la recompensa que había solicitado. La Guardia Real se veía imponente, un buen ejemplar de su raza. Sin embargo tenía que limar un poco esa coraza militar que la rodeaba.

- Con sólo señora está bien- le dice levantando una ceja- o si vas a decir mi nombre al menos añade el título que tantos siglos me ha costado arrancar del mar- no era un buen comienzo, pero su voz no era cortante, era la de una maestra enseñando a su alumno- Y si me dijeras tu nombre, podría llamarte por él- pone los ojos en blanco- te faltan las normas de protocolo más básicas hija mía, no dudo que serás una gran combatiente al menos- le hace gesto con la mano para que se retire – después hablaremos.

Se desliza hasta la pequeña balconada sobre la arena.

-Vuestra es la victoria y vuestra las condiciones de ella- dando permiso a sus demandas, levanta las dos manos- Mis guerreros imbatibles han demostrado una vez más el poder de Simazul, me llena de orgullo ser vuestra señora.- cierro los puños teatralmente- ¡¡Honor y gloria para Simazul!!- guarda la postura unos segundos, después se recompone como si nunca hubiera pasado- Vamos a beber para celebrarlo- dando la vuelta para coger a Vashj del brazo y acompañarla al salón.