-Usan camiones, algunos de esta empresa, tenemos que hacernos con los datos de los gps de esos camiones. - Dijo Petrus. -Una vez tengamos a donde van los transportes que salgan de ese sitio, dará igual que huyan de galati, sabremos a donde los llevaban, no solo desde donde y con el destino. Además de que podremos seguir el dinero si usan esta empresa para lavar pasta.- Razonó Petrus, con lo cual las siguientes palabras de petrus eran lógicas.- A lo tarantino o a lo misión imposible, esto tiene que salir bien.-
Y tras eso suspiró.
-No, el artificiero que conocía llego demasiado arriba y lo mató la bajada. Un mal día de trabajo. - Con aquel deje de humor negro y torciendo un gesto como si fuera un mal recuerdo siguió jugando con aquel cigarrillo que llevaba siempre encima pero nunca llegaba a encender.
Marin Adamescu tiene a sus empleados currando hasta el anochecer, pero hay que reconocer que él se queda trabajando hasta más tarde aun. Cuando él último s eha ido, oís ruidos extraños en su despacho. Luego parece que habla con alguien en alemán.
- Herr Kempka, soy Adamescu, buenas noches... Verá usted, ha surgido una nueva clienta... Necesito el almacén de Gruiu para un transporte muy urgente... ¿Qué? Se lo ruego, Herr Kempka, es una clienta VIP. Puede abrirnos más negocio en el Este... ¿Podría usted hablar con...?
"Herr Kempka, entienda que he dado mi palabra a esa señora... He aceptado su dinero... No puede hacer nada? Se lo imploro...
Adamescu cuenta lo del ruso difunto millonario, su esposa (la describe como "hermosa, distinguida, elegante, quizá nobleza rusa"), las cenizas, etcétera. Le responde el silencio. O quizá es como si estuviera escuchando a alguien. Aunque no se oye ninguna voz. Casi podéis oir a Adamescu sudando. Finalmente, lo que le responden le tranquiliza.
- Sí, le prometo que estamos ahí mañana a las siete en punto. Por supuesto, Herr Kempka. Debo decirle que la señora va acompañada... Un hombre armado, sí. Me tranquiliza usted, Herr Kempka. A sus órdenes. Buenas noches. Dele recuerdos a...
Parece que le han colgado. Hay un instante de silencio. Luego se oye como si Adamescu tuviera una rabieta histérica y empezará a lanzar libros y objetos por su despacho como un loco, gritando, insultando (repite varias veces "gitanos de mierda" y "putos húngaros"; se insulta a sí mismo también). Finalmente se echa a llorar como un niño. Al cabo de una media hora, recoge todo y se va.
Miro a los demás cuando acaba la conversación de Adamescu.
- Parece que hay que investigar también a ese alemán... Herr Kempka - comento pensativo.
- Quizá para mañana nos topemos con problemas cuando nos reunamos con Adamescu en el almacén - le indico a Morris. - Habría que ir preparados y con un posible plan de extracción.
Es muy posible que Herr Kempka tenga relación con algún vampiro. De seguro que está más cerca que Adamescu, que no parece saber nada de nada.
- No podemos llevar micros a esa reunión, pero sí puedo llevar el teléfono en silencio en el bolsillo, y una vez dentro, después de que nos registren - porque asumo que nos registrarán - os llamo para que escuchéis lo que pasa dentro - le indico a los demás.
- Es más que posible que Herr Kempka sea como Serban, así que hay que estar atentos si hay un enfrentamiento físico. Pero si la actuación sale bien, - y no dudo nada de las capacidades de Morris al respecto, pero yo soy malísimo poniendo cara de póker - lo suyo sería que alguno de los que esperéis fuera podáis seguir a Herr Kempka hasta su guarida.
Rapidez y eficiencia es la divisa de la CPC Transit: al día siguiente de la reunión, Marin Adamescu se levanta a las 6,30, y tras prepararse (mientras se viste repite un mantra "solo dos millones más"), va a recoger a la señora Kozlova a su hotel en un coche con chófer.
Una vez allí, será amable y cortés y la llevará en su coche hasta el "logistic hub" de la CPC en Gruiu, al Norte de Bucarest. Hay sitio para el guardaespaldas, claro.
El Logistic hub es una nave industrial cerrada, donde caben media docena de camiones. Allí presumirá de las modernas instalaciones. Se ofrecerá desayuno en su despacho de allí.
Una vez desayunados, explicará con power point el plan de viaje de las cenizas. Gruiu stá a corta distancia del aeródromo de Alexeni, donde un avión fletado por la CPC llevará las cenizas del señor Kozlov a Omsk. Pueden ir en ese vuelo perfectamente (con un módico sobreprecio).
Luego irán juntos con el coche y una furgoneta a recoger las cenizas al tanatorio y las llevará directo al aeropuerto.
Si Petrus quiere ir con Morris y Brodie como hijo del millonario, debe tirar Disfraz (Dif 4), sino no le da tiempo a prepararse.
Alexeni en el mundo real no está tan cerca de Gruiu (unos 50 km). Aquí haremos que está a unos 10 km.
- Allí viene el pollo. Preparados.
Etxe se ha tomado la molestia de buscar el hub logístico de la CPC. Os enseña un mapa de googlearth y fotos que ha tomado él mismo:
- Esta noche le he hecho una visita y tiene valla de seguridad con cámaras y alambre de espino, guardias con pistola que hacen la ronda (Overwatch Security), está bien iluminado, y alarma conectada al cuartelillo de la poli.
"Pero en peores plazas he toreado. Se puede entrar así...
Infi
Etxe gasta 1 punto de Vigilancia Electrónic para daros una reserva común de 3 puntos para Infiltración, Vigilancia y Sentido del Peligro.
Mutti no ha dormido bien. Tiene ojeras visibles, y se toma por lo menos tres cafés negros.
Una llamada a Aishe Balan y alguna discusión ha conseguido que sus parientes os consigan dos coches discretos para seguir a Adamescu.
Además algunos amigos romanís estarán cerca de Gruiu por si necesitáis apoyo. Mutti ha repartido algunos billetes de doscientos euros partidos por la mitad -
la otra mitad, cuando acabemos. Más dos más para cada uno si todo va bien.
- Claro, Baro (jefe). Aquí nos tiene para lo que mande, Baro. Los amigos de Doma Aishe son los míos.
Motivo: Conseguir coches "prestados"
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+1)=5 [4]
un gasto de Negociación de Mutti os permite tener reserva de 3 puntos para Conducir, Disfraz o Birlar relacionados con la operación.
Quedan dos puntos de LA RESERVA DE AISHE BALAN.
Habíamos salido de la empresa de transporte mientras mantenía mi fachada de viuda y cuando entramos en el vehículo que hemos alquilado para la ocasión. Cuando nos alejamos es cuando respiro mas que aliviada y me acomodo en el asiento de atrás.
— Es el gusano que tengo mas ganas de aplastar bajo mis Jimmy Choo, aunque luego tenga que tirarlos. Voy a necesitar una ducha en cuanto lleguemos a la habitación del hotel.
Y efectivamente es lo que hago mientras están escuchando con los micros, me estoy secando el pelo mientras salgo en el momento adecuado.
— Creo que el CEO, esta noche saldrá a divertirse con alguna señorita de compañía. El reloj tiene un pequeño localizador, a lo mejor podéis seguirle y ver donde acaba. — Suspiro mientras cojo algo para comer, de lo que hemos pedido al servicio de habitaciones. Y me siento en uno de los sofás con las piernas dobladas bajo el albornoz. — Creo que Adamescu no esta tan alto en la pirámide ejecutiva y que el alemán esta por encima, no le gusta nada. A lo mejor debería buscar entre mis identidades o crear una descendiente de algún conde o duque ruso. El oropel de la sangre azul, abre muchas puertas y no es tan azul. Es mas bien purpurina sobre un montón de mierda, recordadme que un día os cuente como conseguí un colgante que perteneció a los Borgia.
Aunque soy madre, tal vez deberíamos conseguir tener a la familia Adamescu como una baza. Solo por si acaso el patriarca quiere dejar de lado su parte del negocio. Miro a Brodie y me encojo de hombros.
— Mañana si todo sale bien, llevara el reloj que le he regalado y eso nos da un micro extra. Si yo tuviera que realizar esa reunión se que haría, pero tener el teléfono en silencio y conectado a un audífono como salida, nos puede ayudar. — Le doy un sorbo a la lata de cocacola que he abierto tras comprobar que esta intacta y tras limpiarla con una servilleta — Podemos llevar una pluma preparada con una mezcla de agua bendita y ajo, como si fuera insulina o epinefrina. Puedo llevar un frasco con perfume que lleve el mismo contenido.
Esa noche duermo como un bebe, aunque me gustaría ponerle cara al alemán. Espero que no camine con el paso de la oca y ahí no podría dejar de reírme. Cuando me despierto, me preparo para volver a ser la compungida viuda.
Vestido negro, bastante ajustado y que deja poco a la imaginación, aunque aun no lo podrá ver ya que lo cubro con un abrigo. Me maquillo levemente y cojo mi bolso, para bajar a la recepción, mientras mi "guardaespaldas" va tras de mi.
Me siento en la parte de atrás durante el viaje y al llegar allí, me sorprendo del lugar.
— Impresionante, veo mucho potencial de exportar algo así a Rusia. No quiero recordar la mudanza al Loft en Moscu, me rompieron un mueble art deco. — no miento, realmente me rompieron un mueble cuando me mude con Vass al comienzo de la relación. Vass les rompió los huesos de las manos por ser torpe.
— Me encantaría volar con mi esposo, pero uno de sus hijos ha volado hasta aquí y no le ha gustado descubrir que estoy embarazada. Como tampoco el reparto de la herencia de su padre y tengo que quedarme, hasta que este contento o alguien le convenza — pongo cara de hastió mientras hablamos y me sigue enseñando las cosas para ir al tanatorio por los restos.
- Agradezco su confianza, señora Kozlova. La CPC Transit está perfectamente capacitada para afrontar los retos logísticos que el futuro depara...- Adamescu huele negocio y tiene verborrea. Felicita a Morris por su "embarazo" mientras se pregunta cómo habrá dejado el testamento a la viuda. - Estoy seguro que sus problemas familiares se resolverán a plena satisfacción. Puedo recomendarle abogados, si es necesario.
Las instalaciones del hub contienen incluyen cajas de seguridad para mercancías valiosas y una oficina propia (con ordenadores y archivos). Hay incluso unidades de refrigeración. Echáis un buen vistazo para comprobar las medidas de seguridad.
Tras el desayuno y la charla, Adamescu os acompaña a la funeraria y luego al aeródromo.
Un uso de Geografía Humana/Ciencia Militar permite saber que los guardias de seguridad parecen ex militares bastante en forma, no el típico jurado fondón. Detectar Mentiras permite saber que Adamescu está inquieto, pero lo oculta con su rollo empresarial.
Si alguien gasta Advertir puede averiguar algo interesante.
NEcesito que alguien (cualquiera) me tire 1d6 en secreto. Una mano inocente, digamos.
Recomendar abogados. ¡Ja! ¡El muy pájaro! Jajaja... este Adamescu se las sabe todas. Una pena que haya que seguir con el paripé un rato más, o me encantaría estamparle los nudillos en los morros.
De todas formas, le presto atención a las cajas de seguridad... algo normal en una empresa como ésta, y en especial a las unidades de refrigeración. Malditos chupasangre... me pregunto cuántas empresas como ésta estarán bajo sus redes. Deberíamos erradicar hasta el último de sus sirvientes.
Motivo: Detectar mentiras por si detecto que Adamescu está inquieto
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
Tirada oculta
No detecto la inquietud de Adamescu.
Gasto 1 punto de Advertir para averiguar eso interesante.
Dejo tirado el 1d6 secreto (mano inocente: ¿Brodie? jaja)
BRODIE:
Te quedas fuera del despacho interior del hub, mientras Adamescu mete su rollo corporativo, y das una pequeña vuelta por el almacén. Te sorprende que no haya nadie trabajando. De repente notas un poco de tierra bajo tu zapato en el suelo de cemento. Le echas una ojeada. No es tierra como la de la zona. Y huele a descomposición. Como la tierra de una tumba.
SI NADIE HACE NADA:
Tras presumir de lo modélico de sus instalaciones, Adamescu acompaña a la señora Kozlova (y quizá su "hijastro" Petrus), su guardaespaldas al aeródromo. Las cenizas del "señor Kozlov" (el mendigo rumano, vamos) se meten en el avión y este despega rumbo a Omsk. Donde las recibirá un tipo contratado a tal efecto por vosotros (maravillas de internet), que las enterrará cristianamente en algún WC, imagináis.
El señor Adamescu da nuevamente el pésame a la viuda, la cual derrama unas ensayadas lágrimas de pesar.
- Señora Kozlova, la acompaño en el sentimiento de nuevo. La CPC Transit está a su servicio para lo que necesite. De hecho, le doy la tarjeta con mi número personal. Si puedo hacer algo más por usted...
Si nadie dice/hace nada, Adamescu vuelve a su oficina, donde tiene una agenda muy ajetreada y os despedís aquí de él.
El resto del día trabajará con normalidad. Por la tarde, cenará en un céntrico restaurante con un amigo. Luego irá a su casa y llamará a una escort de lujo para pasar la velada.
Tras dar una vuelta por fuera del despacho interior del hub, espero a que Adamescu no esté con Morris y Petrus.
En cuanto el tipo se aleja, aunque sea unos metros ya sea para atender brevemente a una llamada o para lo que sea, me acerco a informarles con suma discreción del hallazgo sobre la tierra.
- Es mejor que pongamos todo en común luego - añado en un susurro. - Y que nos marchemos de aquí cuanto antes.
Algo no me gusta de este lugar.
Mantengo mi fachada de viuda, mientras seguimos el plan que hemos trazado y al llegar a la funeraria. Pongo mala cara al ver que no hay nadie allí.
— Hijo desagradecido, monta en colera, exige que me quede y ni siquiera esta aquí para despedirse de su padre. — niego mientras mi tono es de absoluta indignación, luego solo asiento al de la funeraria. — Luego seguro que se quejara por todo, ojala se hubiera ido el y no su padre.
Llevan el ataúd al horno crematorio y luego solo pulsan el botón. Aun tenemos que esperar un poco a que me entreguen la urna de sus cenizas, que abrazo contra mi mientras viajamos al aeropuerto. Cuando se lo entrego al asistente, la doy un beso y me limpio una lagrima. Cuando me da la tarjeta tardo un poco en apartar mis dedos de su piel, mirándole a los ojos y asiento.
— No puedo agradecerle lo suficiente la amabilidad con la que me ha tratado y de la que hablare con mis conocidos — deslizo la tarjeta en mi bolso y luego le estrecho la mano. Le voy a tener que dar alguna lección de teatro.
En cuanto a mi guardaespaldas, solo asiento y en cuanto salimos del vehiculo en la puerta el hotel. Finjo un mareo, todas las embarazadas podemos marearnos para que me sirva de apoyo para entrar.
— Creo que esta noche deberíamos hacerle una visita, al menos a los que no conoce.
Como Petrus no ha posteado y era a quien esperaba para hacer una pelea familiar por la herencia. He asumido que no estaba.
- Yo me voy a Eslovaquia. Hemos de interceptar a Jovitzo ya, antes de que el rastro se enfríe para siempre. No dejaré que mate a nadie más mientras estamos en Bucarest, y no creo que hagamos falta todos para seguir al Adamescu ese. Morris se basta, ¿no? Que alguien se quede con ella para refuerzo. Yo voy a por la cabeza de ese monstruo y vuelvo.
- Le daré cobertura a Morris por si las moscas, aunque se baste puede que haya alguna sorpresa. - comento a Mutti y al resto.
En la mirada de Morris noto ganas de matar a alguien, es un brillo especial que he visto innumerables veces. Es mejor que la cubra, incluso se podría decir que sería piadoso para el futuro próximo del pobre Adamescu.